Abraham Valdelomar fue un escritor peruano multifacético que vivió entre 1888 y 1919. Trabajó como periodista, poeta, narrador, ensayista y dramaturgo. Publicó obras notables como el libro de cuentos "El caballero Carmelo" y la colección de poemas "Las voces múltiples". Fue una figura influyente en la literatura peruana y fundó el movimiento literario Colónida para promover nuevos estilos y temas alejados del academicismo.
1. Abraham Valdelomar
Abraham Valdelomar
Nacimiento
27 de abril de 1888
Perú, Ica.
Defunción
3 de noviembre de 1919
Perú, Ayacucho.
Nacionalidad Peruano
Seudónimo
El Conde de Lemos, Val-Del-
Omar
Apodos: El Dandy, Zambo
Caucato.
Ocupación
Narrador, poeta, periodista,
ensayista y dramaturgo
Alma máter
Universidad Nacional Mayor de
San Marcos
Género
Novela, cuento, ensayo, poesía,
teatro, crónica
Movimientos Colónida, postmodernismo.
Obras notables El caballero Carmelo (libro)
2. El caballero Carmelo (cuento)
Los hijos del Sol.
Pedro Abraham Valdelomar Pinto (Ica, 27 de abril1
de 1888 - Ayacucho, 3 de noviembre
de 1919) fue un narrador, poeta, periodista, ensayista y dramaturgoperuano. Es considerado
uno de los principales cuentistas del Perú, junto con Julio Ramón Ribeyro.
Valdelomar fue un escritor completo pues abarcó prácticamente todos los géneros
literarios conocidos. Sin embargo, lo mejor de su creación ficticia se concentra en el campo
de la narrativa cuentística. Sus cuentos se publicaron en revistas y periódicos de la época, y
él mismo los organizó en dos libros: El caballero Carmelo (Lima, 1918) y Los hijos del Sol
(póstumo, Lima,1921). En ellos se encuentran los primeros testimonios del cuento
neocriollo peruano, de rasgos postmodernistas, que marcaron el punto de partida de la
narrativa moderna del Perú. En el cuento El caballero Carmelo, que da nombre a su primer
libro de cuentos, se utiliza un vocabulario arcaico y una retórica propia de las novelas de
caballerías para narrar la triste historia de un gallo de pelea, relato nostálgico ambientado
en Pisco, durante la infancia del autor. En Los hijos del Sol, busca su inspiración en el
pasado histórico del Perú, remontándose a la época de los incas.
Su poesía también es notable por su evolución singular del modernismo al
postmodernismo, teniendo incluso atisbos geniales de vanguardismo. Aquella es de una
sensibilidad lírica extraordinaria que tiene como máxima expresión la de ser un vuelco
hacia su interioridad. Pero esta interioridad debe entenderse como una expresión directa e
íntima (por tanto, creativa) de la realidad. Esta poesía tiene como ejemplos fulgurantes a
Tristitia2
y El hermano ausente en la cena de Pascua, los cuales presentan a su autor como
un poeta dulce, tierno y profundo, saturado de paisaje, de hogar y de tristeza. Es imposible
no relacionar su poesía con la de su compatriota César Vallejo, sobre todo con el primer
poemario de éste, "Los Heraldos Negros", y en especial la sección "Las canciones del
hogar", en que el tema familiar, asumido con amorosa filiación a la vez de hijo y hermano,
emparentan estrechamente sus poéticas. De hecho Vallejo admiraba vivamente a
Valdelomar, que era mayor que él, al punto de que lo entrevistó cuando llegó a Lima e
incluso le pidió que prologara "Los Heraldos Negros" lo que nunca llegó a concretarse.
Índice
1 Biografía
2 Una leyenda sobre su muerte
3 Obras
o 3.1 Novelas
o 3.2 Cuentos
o 3.3 Poesía
o 3.4 Prosa poética
o 3.5 Teatro
o 3.6 Ensayos
o 3.7 Crónicas y reportajes
3. o 3.8 Narraciones y crónicas históricas
o 3.9 Biografía
4 Postmodernismo
5 Véase también
6 Referencias y notas
7 Enlaces externos
Biografía
Fue hijo de Anfiloquio Valdelomar Fajardo y de María Carolina de la Asunción Pinto
Bardales. Pasó sus primeros días en una pequeña casa en la cuadra tres de la Calle Arequipa
de su ciudad natal, Ica. Hasta el año 2007 podía apreciarse una placa recordatoria en dicha
casa señalando el hecho, lamentablemente, el terremoto de aquel año provocó el derrumbe
completo de dicha primera casa de Valdelomar.
En 1892 se trasladó con su familia al puerto de Pisco, donde su padre encontró trabajo
como empleado de la aduana. Allí empezó sus estudios primarios. Las experiencias de su
infancia, vinculada al mar y al campo, influyeron decisivamente en su obra. En 1899 se
trasladó a Chincha donde concluyó su educación primaria.
En 1900 viajó a Lima donde estudió la secundaria en el Colegio Guadalupe; allí fundó y
dirigió un periódico escolar: La Idea Guadalupana (1903). En 1904 concluyó sus estudios
secundarios y durante unos meses desempeñó el puesto de archivero en la Inspección
Municipal de Educación de Chincha.
En 1905 ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Sin embargo,
dejó las clases al año siguiente para trabajar como dibujante de revistas como Aplausos y
silbidos, Monos y Monadas, Fray KBzón, Actualidades, Cinema y Gil Blas. Luego
desplegó su talento literario que fue acogido por diarios y revistas. Sus primeros versos, de
estilo modernista, los publicó la revista Contemporáneos (1909); sus primeros cuentos
aparecieron en 1910 en Variedades y Balnearios.
Abraham Valdelomar en 1910.
4. En 1910 reanudó sus estudios en la Facultad de Letras de la Universidad Mayor de San
Marcos; ese mismo año se incorporó al ejército cuando hubo el peligro de una
conflagración con el Ecuador. A raíz de ello empezó a escribir crónicas para El Diario de
Lima, que envió desde la Escuela Militar de Chorrillos bajo el título de Con la argelina al
viento.
En septiembre de 1910 viajó a Arequipa, Cuzco y Puno. Su fama literaria se consolidó al
año siguiente con dos novelas cortas que salieron a la luz: La ciudad muerta (1911) y La
ciudad de los tísicos (1911), publicadas por entregas en Ilustración Peruana y en
Variedades, respectivamente.
Esta obra temprana (poemas, crónicas periodísticas y cuentos) está marcada por la
influencia del modernismo y de don Manuel González Prada; en sus novelas cortas es más
patente su devoción por Gabriele D'Annunzio.
En 1912 participó fervorosamente en la campaña presidencial de Guillermo Billinghurst.
Tras la victoria electoral de éste, los estudiantes billinghuristas lanzaron la candidatura de
Valdelomar a la presidencia del Centro Universitario de San Marcos. Pero la elección la
ganó otro estudiante, adversario de Billinghurst. En respuesta, Valdelomar fundó el Centro
Universitario Billinghurista.
El gobierno de Billinghurst le otorgó la dirección del diario oficial El Peruano (que ejerció
del 1º de octubre de 1912 al 30 de mayo de 1913), y por R.S. Nº 484 del 12 de mayo de
1913, un puesto diplomático, como Secretario de Segunda Clase de la Legación peruana en
Italia. Antes de partir hacia Europa, Valdelomar se batió a duelo de espada con Alberto
Ulloa Sotomayor, representante de los estudiantes limeños que se oponían a la politización
de la Universidad y que había publicado un artículo de protesta en La Prensa, que
Valdelomar consideró difamatorio. El duelo finalizó sin mayores consecuencias y sin que
ambos rivales lograran reconciliarse (tiempo después Ulloa se amistó con Valdelomar y
prologó su libro de cuentos El caballero Carmelo).
Valdelomar se embarcó el 1º de julio de 1913 en el vapor Ucayali, con destino a Roma.
Una vez más debió truncar sus estudios universitarios pero viajó con la intención de
retomarlos en Italia (lo que no se concretaría). Desde Roma escribió para el diario La
Nación de Lima sus Crónicas de Roma. Allí también escribe su obra más importante, El
caballero Carmelo, cuento con el que ganó un concurso literario convocado por el diario
La Nación (27 de diciembre de 1913).
5. Abraham Valdelomar en Roma, 1914.
En 1914, tras el derrocamiento de Billinghurst por el coronel Oscar R. Benavides, renunció
a su empleo diplomático y retornó al Perú. De nuevo en la capital peruana, sufrió una fugaz
detención acusado de conspirar contra el nuevo gobierno (junio de 1914).
Trabajó luego como secretario personal del polígrafo peruano José de la Riva-Agüero y
Osma, bajo cuya influencia escribió La mariscala, biografía novelada de Francisca Zubiaga
y Bernales (1803-1835), esposa del presidente Agustín Gamarra y figura destacada de la
política del Perú de inicios de la República. De dicha obra hizo luego una versión teatral,
con el mismo nombre, y en colaboración con José Carlos Mariátegui (1916).
Planeó también editar un libro de Cuentos criollos bajo el título de La aldea encantada,
pero no llegó a concretarlo. Dos de dichos cuentos criollos aparecieron publicados en La
Opinión Nacional: El vuelo de los cóndores y Los ojos de Judas (en julio y octubre de
1914, respectivamente).
En 1915 empezó a trabajar como secretario del Presidente del Consejo de Ministros del
gobierno de José Pardo y Barreda. Se dedicó de lleno al periodismo y la literatura. Se erigió
como un influyente líder de opinión y un portavoz de la modernidad intelectual.
Colaboró sobre todo con el diario La Prensa, donde tuvo a cargo la sección Palabras,
dedicada a la política, desde julio de 1915 hasta su alejamiento del diario en 1918. Se hizo
popular por sus burlas hacia los políticos (entre parlamentarios y ministros) de entonces.
También publicó en La Prensa sus Crónicas frágiles, donde hizo conocido su seudónimo
de "El Conde de Lemos";3
y los Diálogos máximos, que transmitía conversaciones líricas
entre él y su amigo José Carlos Mariátegui representados bajo los nombres de Manlio y
Aristipo. También publicó en el mismo diario sus crónicas tituladas Impresiones; la
6. columna Fuegos fatuos, donde desplegó todo su humorismo e ironía; y finalmente sus
comentarios sobre la guerra mundial, aparecidos en 1917 bajo el rótulo de Al margen del
cable.4
Compuso también sus Cuentos chinos una suerte de crítica hacia la dictadura de
Óscar R. Benavides en forma de apólogos ambientados en China, que fueron publicados
igualmente en La Prensa (1915).
Ya por entonces llamaba la atención de la gente con su atildada indumentaria,5
sus públicas
improvisaciones poéticas y sus galanterías en confiterías y salones de té, como en el famoso
Palais Concert, situado en el jirón de la Unión, cerca a Palacio de Gobierno, lugar que
cobijó a la juventud intelectual de la época. Por lo general formaba dúo con su gran amigo
José Carlos Mariátegui, seis años menor que él. Algunos le negaron originalidad y lo
acusaron de ser imitador del británico Óscar Wilde y del italiano D’annunzio, pero lo que
nadie podía hacer era ignorarlo.
Pese a esas poses petulantes y escandalosas, Valdelomar seguía siendo en el fondo un
hombre humilde, que miraba al mundo con dulzura y gran capacidad de emoción, tal como
se denota en varias de sus creaciones literarias. La razón de su actitud arrogante y
provocadora, según el mismo lo explicaba, era para que todos, en especial la encopetada
alta sociedad limeña, prestaran atención a un escritor provinciano como él, en una época en
que hasta entonces los escritores (y menos aun los provincianos) no habían tenido espacio
propio ni un lugar de respeto en la sociedad.
Abraham Valdelomar en su casa de Barranco, 1916.
En 1916) fundó la efímera pero influyente Revista Literaria Colónida y encabezó el
movimiento intelectual del mismo nombre, Movimiento Colónida, que cohesionó a una
generación de artistas y escritores en torno a la ruptura con el academicismo hispano y la
libre renovación de temas y estilos, convocando a las juventudes provincianas a compartir
su empeño y atisbando con simpatía las nuevas tendencias literarias italianas y francesas.
7. Ese mismo año se publicó Las voces múltiples, libro que reunió poemas suyos y de otros
autores del movimiento: Pablo Abril de Vivero, Federico More, Alfredo González Prada,
Alberto Ulloa Sotomayor, Félix del Valle, Antonio Garland y Hernán Bellido. En él
aparecieron los poemas más conocidos de Valdelomar: "Tristitia" y "El hermano ausente en
la cena pascual".
En 1917 empezó a publicar en la revista Mundo Limeño la serie de artículos Decoraciones
de ánfora. Obtuvo el premio del concurso de Círculo de Periodistas con su ensayo La
psicología de gallinazo. En Mundo Limeño apareció en dos entregas su novela corta o
cuento largo: Yerba santa, así como el cuento: Hebaristo, el sauce que murió de amor.
Escribió también su tragedia Verdolaga, de la que solo conservamos fragmentos.
En enero de 1918 renunció a La Prensa tras un conato de duelo con su director, Glicerio
Tassara, a raíz de una suplantación que hicieron en su columna de Palabras. Ese mismo
año salió a la luz su colección de cuentos El caballero Carmelo (encabezada por el cuento
del mismo nombre con que ganó el concurso de 1913) y su ensayo sobre estética con
meditaciones taurinas: Belmonte, el trágico.
Luego realizó giras y dictó conferencias a lo largo y ancho del país. Viajó a las provincias
del norte del país (Trujillo, Cajamarca, Chiclayo, Piura y otras ciudades) y se dirige luego
al sur, recorriendo los departamentos de Arequipa, Puno, Cuzco y Moquegua.
De regreso a su tierra natal fue aclamado unánimemente por la población iqueña. Por ello,
el 24 de septiembre de 1919, resultó electo diputado por Ica ante el Congreso Regional del
Centro. En una reunión de dicho Congreso realizada en la ciudad de Ayacucho, en los altos
de una casona, cuando Abraham se disponía de noche a bajar por una empinada escalera de
piedra, resbaló (o perdió el equilibrio), cayendo desde una altura de seis metros hasta dar de
espalda sobre un montículo de piedras. Como consecuencia de ello sufrió una fractura de la
espina dorsal, cerca de las vértebras lumbares, la cual, luego de dos días de penosa agonía,
le causaron la muerte el 3 de noviembre de 1919, a las dos y media de la tarde. Apenas
contaba con 31 años de edad.
Su ataúd conteniendo su cadáver fue trasladado desde Ayacucho hasta Huancayo sobre los
hombros de 16 cargadores indígenas ayacuchanos. De Huancayo los restos del escritor
fueron llevados en tren hasta Lima, donde fueron inhumados en el Cementerio Presbítero
Matías Maestro, no en un nicho, sino en la tierra misma, tal como había sido su deseo.
Ilustres personalidades, familiares, amigos y discípulos del escritor le despidieron
dedicándole discursos y composiciones (16 de diciembre del mismo año).
Una leyenda sobre su muerte
8. Billete de cincuenta nuevos soles donde aparece la imagen del escritor.
Una versión escandalosa sobre la muerte de Valdelomar circuló poco después, asegurando
que el escritor había fallecido al caer dentro de un profundo silo u hoyo de excrementos
humanos. Tal patraña, cuyo origen no se ha podido precisar, posiblemente fue difundida
por los enemigos del escritor, aquellos mismos que habían sido víctimas de sus críticas.
Dicha versión tuvo tanta acogida que hasta un escritor del nivel de Alberto Hidalgo lo
asumió como verdadera.6
Hasta hoy día muchos educadores difunden dicha versión en el
Perú, lo cual es un error grave, pues diversos testimonios de personas que estuvieron cerca
del fatídico suceso concuerdan unánimemente que el escritor cayó desde una altura de unos
seis metros sobre un montículo de piedras que se elevaba a un metro de altura cerca de la
escalera, lo que le produjo la fatal rotura de la columna vertebral.7
De otro lado, se sabe que la razón por la que Valdelomar bajó apresuradamente por la
escalera fatal en medio de la oscuridad, fue su deseo urgente de aplicarse una inyección de
morfina, según los testimonios recogidos por Luis Alberto Sánchez.8
Obras
Novelas
1911 - La ciudad muerta
1911 - La ciudad de los tísicos
1911 - Yerba Santa
Cuentos
Valdelomar reunió sus cuentos criollos en un libro titulado La aldea encantada (1914) el
cual no llegó a publicarse. Luego dichos cuentos formaron parte de su libro antológico El
caballero Carmelo (Lima, 1918). Un segundo libro suyo de cuentos, Los hijos del Sol,
inspirado en el pasado incaico, fue publicado después de su muerte (Lima, 1921).
Todos los cuentos reunidos en dichos libros, sumados a otros recopilados de periódicos y
revistas, se pueden organizar, siguiendo las denominaciones dadas por el mismo autor, de la
siguiente manera:
Cuentos criollos:
o El caballero Carmelo. Primer
premio del concurso literario
Cuentos humorísticos:
o La tragedia en una redoma
o La historia de una vida
9. del diario "La Nación" de
Lima (1913).
o Los ojos de Judas
o El vuelo de los cóndores
o El buque negro
o Yerba santa
o La paraca
o Hebaristo, el sauce que murió
de amor
Cuentos exóticos:
o El palacio de hielo
o La virgen de cera
Cuento cinematográfico:
o El beso de Evans
Cuentos yanquis:
o El círculo de la muerte, cuya
primera versión se titulaba El
suicidio de Richard Tennyson
o Tres senas, dos ases
Cuentos chinos:
o Las vísceras del superior o
sea La historia de la poca
vergüenza
o El hediondo pozo siniestro o
sea La historia del Gran
Consejo de Siké”
o El peligro sentimental o La
causa de la ruina de Siké
o Los Chin-Fu-Ton o sea La
historia de los hambrientos
desalmados
o Whong-Fau-Sang o sea La
torva enfermedad tenebrosa
documentada y trunca
o La ciudad sentimental. Un
cuento, un perro y un salto
o Breve historia veraz de un
pericote
o Mi amigo tenía frío y yo tenía
un abrigo cáscara de nuez
o Almas prestadas. Heliodoro, el
reloj, mi nuevo amigo.
Cuentos incaicos:
o Los hermanos Ayar
o El alma de la quena
o El alfarero (Sañu-Camayok)
o El camino hacia el Sol
o El pastor y el rebaño de nieve
o Los ojos de los reyes, cuya
primera versión se titulaba
Chaymanta Huayñuy (Más allá
de la muerte).
o Chaymanta Huayñuy, cuya
primera versión se titulaba El
hombre maldito
o El cantor errante
Cuentos fantásticos:
o El hipocampo de oro
o Finis desolatrix veritae
Poesía
Su poesía, diseminada entre su prosa publicada en diarios y revistas, ha sido recogida en
recopilaciones hechas después de su fallecimiento. En vida el autor publicó diez de sus
composiciones poéticas en el libro antológico Las voces múltiples (Lima, 1916).
A continuación, una lista de sus composiciones poéticas en orden cronológico:
10. 1909 - Ha vivido mi alma...
1909 - Los pensadores vencidos…
1910 - La ofrenda de Odhar…
1910 - Los violines húngaros
1910 - La tribu de Korsabad
1910 - Brindis
1910 - La gran hora
1910 - Las últimas tardes
1911 - La torre de marfil
1911 - Tríptico:
o La evocación de las abuelas
o Evocación de la ciudad muerta
o Evocación de las granadas.
1913? - Íntima
1913 - In memoriam (a Rosa Gamarra
Hernández)
1913? - Diario íntimo
1913 - La viajera desconocida
1913 - El hermano ausente en la cena de
pascua
1913? - El conjuro
1913 - Luna Park
1914? - Corazón…
1914 - Desolatrix (La cruz abre sus
brazos sobre el pecho del muerto…)
1915? - El árbol del cementerio
1915 - De regreso
1915 - El Ministro de Gobernación
1915 - Liquidación nacional
1915 - El de Huaraz
1915 - Desolatrix (Un álbum… Una dama
que entre los folios tersos…)
1916 - Nocturno
1916? - Optimismo
1916 - Crepúsculo
1916 - Tristitia
1916 - Fugaz
1916 - Confiteor
1916? - Abre el pozo…
1916 - La casa familiar
1916 - Ritornello
1916? - Cobardía
1916? - En la Quinta del virrey
Amat
1916? - Vosotros sois felices!...
1916 - [Tu cuerpo en once
módulos…]
1916 - Loa máxima a Andrés
Dalmau
1916 - A Tórtola Valencia (en
colaboración con José Carlos
Mariátegui y Alberto Hidalgo)
1917 - Epistolae Liricae ad
electum poetam juvenem
1917 - Ofertorio
1917 - La ciudad de los tísicos
1917 - Ofrenda
1918 - L’enfant
1918 - Yo, pecador
1918? - Con inseguro paso
1918 - Angelus
1918 - Angustia
1918 - [Mientras tanto,
caminemos por la escapada
senda…]
1918 - [Vengo hacia ti…]
1918 - La danza de las horas
1919 - Blanca la novia
1919? - Vamos al campo…
1919 - En mi dolor pusistéis
1919 - Elegía
Prosa poética
1918 - Tríptico heroico:
o Oración a la bandera
o Invocación a la patria
o Oración a San Martín
11. Teatro
1911 - El vuelo (Drama en dos actos inspirado en el vuelo fatídico de Carlos
Tenaud, pionero de la aviación peruana. Se conservan solo fragmentos)
1916 - La mariscala (Drama en verso, en 6 jornadas, escrita en colaboración con
José Carlos Mariátegui)
1917 - Verdolaga (Tragedia pastoril en 3 actos de la que solo se conservan
fragmentos)
¿...? - Palabras (Tragedia modernista y alegórica en 1 acto)
Ensayos
1915 - La psicología de las tortugas
1916 - Ensayo sobre la caricatura
1916 - El estómago de la Ciudad de los Reyes
1916 - Psicología del cerdo agonizante
1917 - Literatura de manicomio
1917 - Valores fundamentales de la danza. Primer premio del Ateneo de Lima -
Concurso del Círculo de Periodistas, 1917.
1917 - Ensayo sobre la psicología del gallinazo. Primer Premio, Presidente de la
República - Concurso del Círculo de Periodistas, 1917.
1918 - Belmonte, el trágico. Ensayo de una estética futura a través del arte nuevo
(libro de ensayos).
Crónicas y reportajes
1910 - Hacia el trono del sol
1910 - Con la argelina al viento. Medalla de la Municipalidad de Lima, 1911.
1913 - Crónicas de Roma
1915 - Reportaje al Señor de los Milagros
Narraciones y crónicas históricas
1917 - El sueño de San Martín
1918 - Los amores de Pizarro
Biografía
1915 - La mariscala (biografía de Francisca Zubiaga de Gamarra)
A todas ellas habría que agregar otras obras que Valdelomar anunció publicar pero que no
salieron a la luz o quedaron inconclusas:
Neuronas, un libro de aforismos filosóficos, del cual solo se ha rescatado una parte.
Decoraciones de ánfora, libro de crónicas.
12. Fuegos fatuos, libro de ensayos de humor.
El extraño caso del señor Huamán, novela corta o cuento largo, inconclusa.
Postmodernismo
Abraham Valdelomar.
Si bien Valdelomar empieza circunscrito en el modernismo, tal como se vislumbra en sus
primeros poemas, su elitismo y su inquietud por abrirse a nuevos temas lo hacen un
modernista terminal o un postmodernista. Aquí es necesario precisar que tradicionalmente
el modernismo ha sido dividido en tres etapas:
Premodernismo
Apogeo o Modernismo propiamente dicho, y
Postmodernismo.
El Postmodernismo vendría a ser pues la última fase del Modernismo.
Las características del Postmodernismo son:
El retorno a la realidad inmediata. Los escritores postmodernistas renegaron del
exotismo y los temas fantásticos propios de la literatura modernista. Buscaron
recuperar la emoción por las cosas humildes y simples de la vida cotidiana y
retornaron, en muchos casos, a la literatura confidencial e intimista.
El sencillismo y la depuración de la formas de la expresión artística. Frente al
refinamiento del lenguaje modernista, los escritores postmodernistas depuran el
lenguaje poético de los elementos decorativos y optan por una forma de expresión
13. cada vez más clara y sencilla. Sin embargo se conservó por largo tiempo el gusto
por la musicalidad en el verso y la utilización de imágenes sensoriales.
Los innegables rasgos postmodernistas de los cuentos “criollos” (como El caballero
Carmelo) y los poemas familiares de Valdelomar (“Tristitia”, El hermano ausente de la
cena de Pascua”), favorecen incluir al escritor dentro del postmodernismo. Aunque hay que
señalar que el movimiento o grupo que lideró, llamado Colónida, presenta facetas que tanto
lo acercan como lo separan del modernismo, por la misma razón de la heterogeneidad de
las posiciones asumidas por sus miembros. "Colónida" representa en realidad una etapa de
transición de la literatura peruana donde convergieron las fuerzas tradicionales y las de
renovación.
Véase también
Literatura peruana
Ica
Movimiento Colónida
Literatura española del Modernismo
Referencias y notas
1. Esta fecha onomástica del 27 de abril fue sostenida siempre por el propio Abraham,
sus familiares y amigos; sin embargo, en su partida de bautismo conservada en la
parroquia de San Jerónimo de Ica se consigna que el día de su nacimiento fue el 15
de abril, lo cual es un error (Libro de partidas y bautizos Nº 41, folio Nº 77).
2. Tristitia, el título del poema emblemático de Valdelomar es una palabra latina que
significa “tristeza” y se pronuncia “tristizia”. Sin embargo, entre los escolares
peruanos se ha perennizado su pronunciación castellanizada.
3. Su seudónimo de “El Conde de Lemos” no era un escondite, pues todos los lectores
sabían quien estaba detrás de ese aristocrático título. Por lo general se dice que
adoptó tal seudónimo para provocar a la alta clase limeña, que siendo él un zambo
de modesto origen no tenía reparos en blasonar de un título nobiliario; al mismo
tiempo sería un homenaje a la Lima antigua, a la Lima de los Virreyes, a la que
Valdelomar evoca en algunas de sus obras con nostalgia. No faltó algún despistado
que quiso demostrarle que no descendía del verdadero Conde de Lemos que fue
Virrey del Perú entre 1667 y 1672. Manuel del Priego, en su notable biografía del
escritor, ha explicado con sentida emoción la verdadera nobleza de Valdelomar:
“Procedía Valdelomar de una familia de clase media y no tenía título nobiliario
alguno, pero lo distinguió su nobleza real, no debida al linaje sino a los propios
méritos, según la idea cervantina „cada uno es hijo de sus obras‟. Al margen de las
poses y los desplantes que gastaba para llamar la atención, era un hombre sencillo,
bueno y generoso, identificado con el pueblo y poseía auténtica aristocracia
espiritual.” (Valdelomar, el Conde Plebeyo. Lima, Fondo Editorial del Congreso,
2000)
4. Biografías y Vidas. «Abraham Valdelomar». Consultado el 12 de agosto de 2009.
14. 5. Sin duda Valdelomar quiso ser un dandy a la manera de Oscar Wilde, el escritor
británico. Para ser un dandy había que vestir con extremada elegancia y buen tono,
usar monóculo, ser despectivo con los poderosos, rechazar la vulgaridad, ser
levemente sofisticado y equívoco, si no francamente homosexual y sobre todo,
admirarse a sí mismo. Valdelomar terminó su aprendizaje de dandy en Roma y
regresó “usando quevedos con cinta bicolor, guantes, escarpines, camisa de
flotante cuello, cinismo, insolencia y siempre una irrestañable ternura, esa ternura
que le bañaba como un agua lustral.” (Luis Alberto Sánchez: Valdelomar o la
Belle Époque, pág. 109. Lima, tercera edición, 1987).
6. Hidalgo, Alberto: Muertos, heridos y contusos, Buenos Aires, 1920, pp. 65-66.
7. Sánchez 1987, pp. 408-430; Miguel de Priego 2000, pp. 440-441.
8. Sánchez 1987, p. 412.
Bibliografía
Basadre, Jorge: Historia de la República del Perú. 1822 - 1933, Octava Edición,
corregida y aumentada. Tomo 14. Editada por el Diario "La República" de Lima y
la Universidad "Ricardo Palma". Impreso en Santiago de Chile, 1998.
Cornejo Polar, Antonio: Historia de la literatura del Perú republicano. Incluida en
“Historia del Perú, Tomo VIII. Perú Republicano”. Lima, Editorial Mejía Baca,
1981.
Miguel de Priego, Manuel: Valdelomar, el conde plebeyo. Biografía. Lima, Fondo
editorial del Congreso del Perú, año 2000. ISBN 9972-755-27-2
Sánchez, Luis Alberto: Valdelomar o la Belle Époque. Lima, INPROPESA,1987.
Tamayo Vargas, Augusto: Abraham Valdelomar, Vida y Obra. Bibliografía.
Antología. Nueva York, Columbia University, 1969
Tauro del Pino, Alberto: Enciclopedia Ilustrada del Perú. Tercera Edición. Tomo
17, VAC-ZUZ. Lima, PEISA, 2001. ISBN 9972-40-166-9
Valdelomar / Obras I y II. Edición y prólogo de Luis Alberto Sánchez. Lima,
Ediciones Edubanco, 1988.
Valdelomar por él mismo (Cartas, entrevistas, testimonios y documentos
biográficos e iconográficos). Edición, prólogo, cronología y notas de Ricardo Silva-
Santisteban. Fondo Editorial del Congreso del Perú, año 2,000. En 2 Tomos. ISBN
9972-755-22-1ISBN 9972-755-23-1
Varios autores: Grandes Forjadores del Perú. Lima, Lexus Editores, 2001. ISBN
9972-625-50-8