1. GRACIÁN Y EL CONOCIMIENTO
Evidentemente, la obra de Baltasar Gracián ha sido estudiada más
desde una perspectiva literaria que filosófica. Pero ya a lo largo del
pasado siglo y en el actual se observa un renovado interés por la
filosofía de Gracián. En su libro El Criticón este pensador español va
mostrando a través de sus páginas un método de conocimiento que
descubre el falso sentido de las apariencias. Por tanto, la obra graciana
posee un alcance gnoseológico de primer orden. Porque la verdad
aparece ante la inteligencia si se desvelan los engaños del lenguaje
humano.
Es cierto que el pensamiento graciano no es sistemático. Si bien la
causa de esto es que Gracián pretende describir la experiencia de un
modo estético y literario. También trata de incrmentar el sentido
crítico y práctico del lector. Y esto se explica, por el deseo de este
pensador, de privilegiar la observación de la realidad experiencial
sobre el afán sistematizante en relación con los nexos conceptuales.
Con discreción y prudencia se alcanza la felicidad que es la última
felicidad para Gracián. Efectivamente, las normas que se aplican de
modo general en la vida parten de la constatación de lo decisivo de lo
experiencial. Ya que, como se deduce del pensamiento de este filósofo,
la atención recopila o absorbe información y conocimiento de lo
aposteriórico.
La actividad intelectual de Gracián se desarrolla en el siglo XVII, y da
a entender numerosos aspectos de la conciencia de su época. Y si bien
no elabora un sistema filosófico, expresa una profundidad reflexiva en
sus obras que ponen de relieve su originalidad ideativa, y su libertad de
pensamiento. Al ser también literato daba mucha importancia a la
forma de escribir. De este modo pretendía el logro de la mayor
claridad expresiva en sus escritos. Además, como es sabido, Gracián
utilizó el conceptismo como estilo formal y argumentativo, por ser el
modo culto de dar a conocer las propias ideas. Deseaba que sus obras
tanto desde el punto de vista del contenido como desde la forma, no
fuesen excesivamente difíciles de comprender. Debe existir un cierto
equilibrio entre el contenido y la forma según Baltasar Gracián.
El estilo filosófico de este pensador da origen a numerosas
inerpretaciones posibles por el valor estético de su escritura. Ya que
intenta a través de su virtuosismo estilístico atraer al lector. Y otra
cuestión que el filósofo español considera esencial es la profunda
interrelación entre el pensamiento y la belleza expresiva de lo escrito.
El ingenio es para el pensador aragonés lo que inicia el proceso
deliberativo y discursivo que busca la verdad. Aunque es indudable
que la potencia de la filosofía especulativa es superior al conceptismo
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2. por poseer una capacidad abstractiva sustancialmente mayor. No
obstante, los planteamiento gracianos basados en las paradojas son
más claros que los puramente lógicos, especulativos y abstractos.
En relación con el planteamiento gnoseológico de Gracián es evidente
que su preferencia por el ingenio, como eje vertebrador del
conocimiento, está determinada por su sentido de la realidad. La
crítica que realiza al filosofar de los escolásticos está fundamentada en
que no atienden el problematismo propio del pensamiento. Ya que
considera que la escolástica no trata de la auténtica realidad empírica
o fenoménica. El ingenio en la filosofía graciana es la facultad
encargada de hallar la verdad en la medida de lo posible. O, al menos,
lo verosímil. Ante el desorden y el caos del mundo y la vida Quevedo
lo tenía por insuperable, y Gracíán considera que es un desorden
aparente porque es posible descubrir un hilo o nexo unificador en los
avatares mundanos.
Estimo que el principio relacional que afirma Gracián desde un
enfoque filosófico es acertado. Porque las cosas de la realidad forman
una infinita red de relaciones y correspondencias que puede ser
descubiertas al menos parcialmente por causa de la limitación
temporal de la existencia humana.
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