4. Los profesores del Departamento de Ciencias
de la Educación de la Universidad de Oviedo
abajo firmantes, integrados en el Área de
Didáctica y Organización Escolar, tras valorar
detenidamente los textos publicados por la
Escuela Universitaria de Magisterio de nuestra
Universidad, cuya finalidad es la de guiar las
prácticas que deben realizar los y las
estudiantes de segundo de Magisterio en los
centros escolares, nos vemos obligados a
manifestar lo siguiente:
5. Con respecto al titulado Prácticum I.
(General), que deben utilizar los estudiantes
de todas las especialidades del segundo
curso de dicha carrera, consideramos
totalmente inaceptable la inclusión en el
mismo del documento de trabajo que, con el
título de “Escala observacional del desarrollo
en los niveles escolares de primaria”, ocupa
en el mismo las páginas 64-85.
6. En tal escala se incluyen rasgos que denotan “normalidad”
en el desarrollo, sea éste
afectivo, somático, sensoperceptivo, motor, sensomotor, c
omunicativo, del pensamiento, normativo, ético-social o
perceptivo, aspectos tan sorprendentes, por no decir
aberrantes desde cualquier perspectiva
psicopedagógica, como puedan ser los siguientes:
- Miente y se excusa para escurrir el bulto.
- Busca pelea a menudo, entre juegos y veras.
- Acusa a los demás o se excusa cuando es reprendido.
- Excluye al otro sexo de sus juegos.
- Su conducta en el grupo tiende a ser gregaria y no siempre
exenta de gamberrismo.
Esto es, los niños y las niñas que no presenten estos
rasgos serán considerados como más lentos que aquéllos
que sí los presenten.
7. Y no sólo eso: en dicha escala se incluyen 62
rasgos diferenciadores en función del
sexo, 38 para los chicos y 24 para las chicas
(por cierto que hecha así, está claro cuál de
los dos sexos va a salir más “normal“ y cuál
va a ser el sexo “lento”), que suponen una
abierta reafirmación de los estereotipos
sexuales.
8. deben saltar a la cuerda y a goma, jugar al
aro o al hula hoop, usar diestramente las
tijeras, realizar tareas domésticas, jugar a
mamás, maestras o enfermeras, decorar y
probar vestidos para sus muñecas, hacer
tareas caseras rutinarias, les deben
encandilar las joyas, los vestidos y el
fasto, ser aficionadas al modelado, etc.
Todo ello si quieren tener un desarrollo
considerado “normal”.
9. A su vez, les debe de atraer la competición, el desafío y
otras formas de rivalidad, deben interesarse por el
judo, el karate o el taekwondo, trepar a los árboles y a
las tapias, manejar hábilmente el martillo para
clavar, jugar a detectives, guardias y ladrones, al fútbol
y al baloncesto, a los bolos y canicas, al futbolín; deben
jugar con aparatos mecánicos y juegos de
construcciones, ayudar en arreglos sencillos en casa
y, lo que es más sorprendente, deben tener propensión
a espiar a las parejas, a los chistes obscenos y las risas
provocativas, además, claro está, de desafiarse con sus
compañeros a ver quién orina más lejos.
Todo ello, repetimos, para conseguir que en la ficha
perfil puedan tener un índice “normal” y no “lento” o
“muy lento”.
10. Como consideramos que esta escala va en contra
del artículo 14 de la Constitución Española (que
afirma que los españoles son iguales ante la ley
sin que pueda prevalecer discriminación alguna
por razón de nacimiento, raza, sexo, religión
opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social) y de las leyes
educativas actualmente vigentes en nuestro país
(LOGSE), solicitamos la inmediata retirada de la
circulación de dicho texto, hasta que no se
elabore otro que no incluya la citada escala de
observación.
11. Josetxu Arrieta
Gloria Braga
César Cascante,
Aquilina Fueyo
José María Rozada
José Luis San Fabián
Consuelo Taurá