Este documento propone integrar el arte y la ciencia en los procesos de aprendizaje para promover el desarrollo integral del estudiante. Argumenta que las actividades artísticas estimulan el cerebro, mejoran las habilidades de aprendizaje y ayudan a regular las emociones. También sugiere que el arte debe enseñarse de una manera significativa y en un contexto que promueva la calidad y la calidez en la educación.