2. En la proximidad de los 50 años
de haberse inaugurado en la Iglesia
el Concilio Vaticano II,
el Papa Benedicto XVI ha convocado
un año de la fe, que comenzará
en octubre de 2012 y concluirá
en noviembre de 2013.
3. En la homilía de la Misa que presidió el 16 de
octubre del 2011 en la Basílica de San Pedro,
el Papa Benedicto XVI
anunció que se llevaría
a cabo un año de la fe,
y explicó
que este Año de la Fe
comenzará
el 11 de octubre de 2012,
en el 50 aniversario
de la inauguración
del Concilio Vaticano II
y concluirá
el 24 de noviembre de 2013,
en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
4. Con la Carta Apostólica
“Porta Fidei”, el Papa
Benedicto XVI ha convocado
el Año de la Fe.
En este documento el Papa
explica que este tiempo
busca "dar un renovado
impulso a la misión
de toda la Iglesia, para
conducir a los hombres lejos
del desierto en el cual
muy a menudo
se encuentran en sus vidas
a la amistad con Cristo
que nos da su vida plenamente".
5. Frente a la profunda crisis de fe
que afecta amplísimos sectores
de la sociedad, y de la misma
Iglesia, es urgente introducir
a todo el cuerpo eclesial
en un camino de conversión
personal y comunitario,
y en un tiempo “de especial
reflexión y redescubrimiento
de la fe”, por eso
el Año de la Fe "será un
momento de gracia
y de compromiso por una cada
vez más plena conversión
a Dios, para reforzar nuestra fe
en Él y para anunciarlo con gozo
al hombre de nuestro tiempo.
6. El documento
“Porta Fidei”
(La Puerta de la Fe),
es una
Carta Apostólica
en forma Motu Proprio.
7. Un “Motu Proprio” es un documento pontificio
que conlleva una decisión o una comunicación
pastoral o disciplinar y que procede de la propia
voluntad del pontífice que los publica.
8. Un Motu Proprio
es un documento:
-menos solemne
que las “Encíclicas”,
-menos sistemático
que las “Exhortaciones”
-y menos jurídico
que las “Bulas”.
Pero está destinado a toda la Iglesia y alude al origen
del motivo o tema por el que surge.
9. La Carta Apostólica “Porta Fidei”
se compone de 15 números y
a continuación presentamos
los núcleos fundamentales
11. Porta Fidei: LA PUERTA DE LA FE
Inspirado en Hechos 14, 27
Pablo y Bernabé convocaron
a los miembros de la Iglesia y
les contaron todo lo que Dios
había hecho con ellos y cómo
había abierto la puerta
de la fe a los paganos.
12. La puerta de la fe siempre está
abierta para nosotros.
Se cruza ese umbral con
la proclamación de la Palabra y
cuando el corazón se deja plasmar
por la gracia que transforma.
Atravesar esa puerta implica:
emprender un camino
que dura toda la vida,
y que inicia con el Bautismo.
13. Si el camino de la fe dura
toda la vida entonces
es importante…
Redescubrir el camino
de la fe.
Esto es una exigencia para
la Iglesia: porque su misión
es transmitir la fe, para que
el hombre se encuentre
con Jesús, único Salvador.
Profunda crisis de fe: ya no
contamos con el “tejido
cultural cristiano”.
14. El camino de la fe es un camino hacia Jesucristo…
“Fijemos la mirada en el iniciador y consumador
de nuestra fe, en Jesús” (Hebreos 12, 2).
La obra de Dios es ésta: que crean en el que Él
ha enviado.
La crisis de fe es todo un desafío.
15. Inicia: 11 de octubre de 2012
Culmina: 24 de noviembre de 2013
Cuando comience el Año de la fe ya se
estará realizando, en la Basílica de San Pedro,
el Sínodo de los Obispos (7 al 28 de octubre)
con el tema La nueva evangelización para
la transmisión de la fe cristiana.
16. Primer objetivo: Introducir a todo el cuerpo
eclesial en un tiempo especial de reflexión
y redescubrimiento de la fe.
18. Tercer objetivo: Generar un compromiso
eclesial más convencido en favor de una
nueva evangelización... Suscitar en todo
creyente la aspiración a confesar la fe.
22. Redescubrir los contenidos
de la fe objetiva:
- Fe profesada – CREDO
- Fe celebrada – LITURGIA
- Fe vivida - CONDUCTA personal, TESTIMONIO
- Fe rezada – ORACIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA
Reflexionar sobre el mismo acto
con el que se cree , fe subjetiva
Es un COMPROMISO que todo creyente
debe hacer propio.
23. El conocimiento de los
contenidos de la fe es esencial
para dar el propio asentimiento,
es decir, para adherirse plena-
mente con la inteligencia y la
voluntad
a lo que propone la Iglesia.
24. El cristiano no puede pensar nunca
que creer es un hecho meramente
privado.
La profesión de fe es un acto personal
y al mismo tiempo comunitario.
La fe implica un testimonio y un
compromiso público.
25. El Papa propone que la reflexión se haga con
la ayuda de dos instrumentos fundamentales:
1. Los documentos del Concilio Vaticano II
2. y el Manual de la fe:
el Catecismo de la Iglesia Católica.
El Papa nos propone repasar los Documentos
Conciliares y el Catecismo.
En el centro: LA PALABRA DE DIOS.
26. Es necesario:
Leerlos de manera apropiada
Conocerlos y asimilarlos como textos
cualificados y normativos del Magisterio
Para que sean una gran fuerza para la
renovación siempre necesaria de la
Iglesia.
27. Es un subsidio precioso
e indispensable:
Para tener un conocimiento
sistemático y orgánico
del contenido de la fe.
El Año de la fe deberá expresar
un compromiso para redescubrir
y estudiar los contenidos
fundamentales de la fe.
28. …oportunidad de confesar la fe en el Señor Resucitado
en nuestras catedrales e iglesias de todo el mundo;
en nuestras casas y con nuestras familias,
para que cada uno sienta con fuerza la exigencia
de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras
la fe de siempre.
En este Año, las comunidades religiosas, así como
las parroquiales, y todas las realidades eclesiales
antiguas y nuevas, encontrarán la manera
de profesar públicamente el Credo.
29. El apóstol Pablo pidió a Timoteo que
«buscara la fe» con la misma constancia
de cuando era niño.
30. Que este Año de la Fe haga cada vez
más fuerte la relación con Cristo.
Confiemos este Año de gracia
a la Madre de Dios,
proclamada
«feliz por haber creído»
(Lc. 1,45).
31.
32.
33.
34. En el Año de la Fe será fundamental
el sacramento de la Eucaristía
35. En el n. 3 del Documento
Porta Fidei el Papa
Benedicto XVI señala que:
«Debemos descubrir
de nuevo el gusto
de alimentarnos
con la Palabra de Dios,
transmitida fielmente
por la Iglesia,
y el Pan de la vida,
ofrecido como sustento
a todos los que son
sus discípulos (cf. Jn 6, 51)…
36. En efecto, la enseñanza de Jesús resuena
todavía hoy con la misma fuerza:
Trabajad no por el alimento que perece, sino
por el alimento que perdura para la vida eterna» (Jn 6, 27).
37. En las indicaciones pastorales
para el año de la fe,
que nos ha dejado
la Congregación para
la Doctrina de la Fe,
en lo que respecta a nivel
de Parroquias, Comunidades,
Asociaciones y Movimientos,
nos dice que:
«El Año de la fe «será también
una ocasión propicia
para intensificar
la celebración de la fe
en la liturgia,
y de modo particular
en la Eucaristía»…
38. …En la Eucaristía, misterio de la fe y fuente
de la nueva evangelización, la fe de la Iglesia
es proclamada, celebrada y fortalecida.
Todos los fieles están invitados a participar de
ella en forma consciente, activa y fructuosa,
para ser auténticos testigos del Señor».
39. Por eso asumamos
el Año de la Fe
con esperanza
y fortalecidos
con la Eucaristía
aprovechemos
este tiempo
de gracia,
como una ocasión
fuerte de revitalizar
nuestra fe,
con un nuevo
despertar,
sin poner barreras a
la acción del Espíritu.