1. Le dice la Santísima Virgen a Vicente:
Hijo mío: Comenzad este tiempo de Cuaresma, este
tiempo en que todos debéis acercaos hacia Cristo
Jesús, Mi Hijo Amadísimo, donde Cristo Jesús os
pide oración, conversión, donde Cristo Jesús os
llama a vivir en el amor y en la verdad.
Esta Madre os llama a todos, esta Madre pide a
todos sus hijos, oración, penitencia y sacrificio.
Meditad Mi profundísimo Mensaje.
Amén. Gloria al Sagrado Corazón de Jesús.
2. Vía Crucis
María de la
Santa Fe
¿Qué te he hecho, para
que así me trates?
Ten compasión de Mí y
abre tu corazón a Mis
palabras, te amo: Jesús
3. Primera Estación: “Jesús es condenado
a muerte”
Jesús, mis cobardías, mis
rebeldías, mis infidelidades
son la causa de tu
condena, mi pecado es la
causa, de que tú por amor
te entregas por nosotros.
4. Segunda Estación: “Jesús cargado con
la cruz”
Jesús, llevas sobre tu
hombro la cruz, la cruz
que cargas por amor, por
ese eterno Amor que
sientes por nosotros, esa
cruz que yo fabriqué con
cada uno de mis
pecados.
5. Tercera Estación: “Jesús cae por
primera vez”
• Jesús estoy golpeando
tus espaldas, estoy
burlándome de tu
amor, estoy con los
soldados descargando
furia cruel sobre Ti, con
cada pecado, con cada
mala acción, con cada
mal pensamiento, con
cada crítica hacia mi
prójimo, con cada
infidelidad.
• Perdón, Señor
Jesús, perdón, ten
compasión de mí.
6. Cuarta Estación: “Jesús encuentra a su
Santísima Madre”
Oh Señora y Madre
mía, que escena coloco a
tus pies, que dolor más
grande pongo en tu
Corazón, cuantas
lágrimas derramas por
mi, soy la causa, el
motivo de tu
profundísimo dolor.
Madre mía, socórreme
porque sin Ti nada
puedo.
7. Quinta Estación: “Jesús ayudado por el
Cirineo”
Jesús tendré el valor
de alguna vez llevar tu
cruz, tendré el valor
de defender tu
causa, tendré el valor
de jugarme
verdaderamente por
una causa
justa, tendré el valor
de dar mi auténtico
testimonio de
cristiano, ¡tendré el
valor de dar mi vida
por Ti!
8. Sexta Estación: “La Verónica enjuga el
rostro de Jesús”
Jesús, que sea valiente
soldado y no
cobarde, para pasar
como lo hizo la Verónica
entre la crueldad y las
amenazas de los
soldados, a secar y
limpiar tu
rostro, limpiando y
defendiendo todos los
valores y no tener miedo
de dar testimonio de la
verdad.
9. Séptima Estación: “Jesús cae por
segunda vez”
Jesús, nuevamente caes a
causa de mí, caes por
sostenerme a mí y evitas
que me condene
eternamente, caes para
que yo viva
eternamente, para que mi
corazón no sea seducido
por los placeres del
mundo, por las vanidades
del mundo, caes para que
mi corazón se desapegue
de lo terrenal y vislumbre
lo celestial.
10. Octava Estación: “Jesús consuela a las
piadosas mujeres”
Cuanto amor entregas Mi
buen Jesús a las piadosas
mujeres, cuanto amor
entregas a todos por
igual, ¿por qué no imito tu
generosidad?, ¿por qué no
me brindo hacia mi hermano
con amor?, ¿por qué rechazo
y reniego siempre de tu
Misericordia para con todos
los hombres?
Hazme sentir Jesús en mi
corazón tu profundísimo
amor, tu misericordioso amor.
11. Novena Estación: “Jesús cae por
tercera vez”
Oh Mi Jesús, oh Mi
Señor, oh Mi Salvador, Mi
redentor, no Jesús, no
puedo seguir haciendo lo
que quiero, no puedo
seguir descargando duros
golpes sobre Ti, no puedo
seguir aumentando tu
cruelísimo dolor, oh Jesús
que mi corazón sea lugar
donde Tú puedas venir a
buscar el fruto verdadero y
auténtico que Tú esperas.
12. Décima Estación: “Jesús despojado de
sus vestiduras”
Jesús mío, si ya tu Cuerpo era una llaga entera, ya
despedazado, ya completamente agotado de
fuerzas, ¿cómo puede ser entonces que te despojen
con crueldad de tus vestiduras, dejándote ver tu
Cuerpo Santísimo ante la muchedumbre?
¿Y entonces acaso tú, con tus malos
pensamientos, con tus críticas, con tus bajos
deseos, con tus mentiras y faltas de caridad no me
estás despojando de mis vestiduras con mayor
crueldad?
Oh Jesús mío, no permitas que ya más te
ofenda, que ya más sea el tirano cruel que te cause
tanto dolor.
No temas, te amo, te amo eternamente y quiero
para tu alma el gozo de la vida eterna, ven a
Mí, entrégate a Mí, pon tu corazón junto a Mi
pecho y siente el latir de Mi Corazón que tanto te
ama y que tanto ama al mundo, estoy
contigo, estoy siempre, no temas a nada y has
13. Undécima Estación: “Jesús es clavado
en la cruz”
Llegó el momento, el
cumplimiento de todo lo
predicho por los
profetas, Jesús es puesto
sobre la cruz y son clavadas
sus manos y sus pies, son
traspasados profundamente y
cae hasta la última gota de su
Preciosísima Sangre, los
clavos salen de mi corazón y
de mis pensamientos. Mi
Buen Jesús, dame la
oportunidad de remediar y
sacar con mis buenas obras
los clavos que yo mismo puse
14. Duodécima Estación: “Jesús muere en
la cruz”
Jesús, hiciste todo por
mí, te entregaste por
mí, allí en la cruz diste el
amor más
profundísimo, el amor
que sigues dando y
ofreciendo. Oh Jesús, Mi
Señor, Mi Salvador, quiero
con mi entrega, mi
docilidad, mi obediencia
asemejarme a
Ti, asemejarme un poco y
ser valeroso en mis
decisiones.
15. Decimotercera Estación: “Jesús muerto es
puesto en brazos de su Santísima Madre”
¿Qué palabras puedo
decirte, Mi Señora y Madre
mía, que puedo decirte, sólo
decirte perdón por ser la causa
de tu dolor, sólo decirte perdón
porque por mí causa no hallas
consuelo?
Hijo mío, hijito mío, piensa
sólo en el amor de
Jesús, piensa que estoy
contigo, es la misión que Jesús
me encomendó, es la tarea
más hermosa y que más
amo, sólo te pido, ya no
peques más y así ya no me
verás llorar.
16. Decimocuarta Estación: “Jesús es
puesto en el sepulcro”
Oh Jesús, bendito sepulcro que
tu Cuerpo recibió, que tu
Cuerpo cobijó ¿y yo no puedo
dar cabida en mi corazón a tu
Cuerpo y por qué?, porque está
cubierto y lleno de placeres, de
vanidades, de riquezas
falsas, de dioses falsos, de
difamaciones.
Oh bendito y amado Jesús, ven
a morar en mí, ven a habitar en
mí, que reciba con amor tu
Cuerpo y tu Sangre en cada
Eucaristía y que no pierda
jamás esta gracia
17. Decimoquinta Estación: “Jesús ha
resucitado”
Oh Jesús mío, Resucitado y
Glorioso, Salvador
Misericordioso que cada día
pueda cantar glorias eternas a tu
Amor Eterno, a tu Amor
Misericordioso, a tu Amor
Glorioso.
Jesús resucitado, presente
eternamente en cada Sagrario
de la tierra, presente y vivo entre
nosotros, que mi corazón sea un
Sagrario viviente para tenerte
siempre conmigo.
18. Oración final:
Padre Eterno, Dios
Nuestro, que la meditación y
la constante súplica de
nuestros corazones llegue
hasta Ti, no tengas en cuenta
nuestras faltas, perdona
nuestros pecados y
concédenos la gracia de
servirte fielmente y de
reparar todos nuestros
pecados.
Por Jesucristo, Tu Hijo, que
contigo vive y reina, en la
unidad del Espíritu Santo, por
los siglos de los siglos. Amén