La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
Tarea 1 cambios en la tarea docente
1. UNIVERSIDAD PERUANA CAYETANO HEREDIA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
PROGRAMA INTEGRADO DE POSTGRADO
DOCENCIA EN EDUCACIÓN SUPERIOR
Curso: Innovaciones para la buena enseñanza en la educación superior (D0144)
Profesora: Liliana Muñoz
Trabajo: Actividad 1
Alumno: Héctor Martín Canales Negrón
2014-1
2. Redactar un ensayo de máximo una página sobre los cambios que deberían incorporarse en su tarea
docente para responder a los requerimientos del sigloXXI.
Salmi (1999) se cuestiona sobre qué pasará con aquellas instituciones de educación superior que no
puedan o no estén dispuestas a cambiar en este contexto de cambios y retos del siglo XXI. La
pregunta, no obstante, también es válida para nuestra labor en particular: ¿qué pasará con los
docentes (y su labor) que no puedan o no estén dispuestos a asumir el cambio? En mi ejercicio
docente, un lineamiento claro y personal ha sido no reproducir aquellas prácticas poco provechosas
o perjudiciales por parte de algunos de mis profesores, las cuales, durante mi historia como
estudiante, identifiqué y experimenté. Sin embargo, aun cuando profesionalmente pueda insertarme
en un discurso y de forma auténtica tener la intención de ser un profesor cuya práctica se centre en
el aprendizaje del alumno, a veces este legado termina prevaleciendo. Por ello, en el siguiente
ensayo, sobre la base de las lecturas de este primer momento del curso, quisiera centrarme en dos
cambios importantes y particulares que debería incorporar en mi tarea docente.
El primer cambio que debo incorporar se relaciona con las dos implicancias para la educación
superior expuestas por Salmi: las necesidades de entrenamiento y las nuevas formas de
competencia. En cuanto a las necesidades de entrenamiento, estas suponen que, si los estudiantes
ahora están llamados a la formación continua (por lo cual también el público de las aulas cada vez
será más diverso), yo también lo estoy como docente dentro de mi especialidad. Tendré que renovar
mis conocimientos y formación sobre lo que está sucediendo en el campo de la educación superior,
sin tener como referencia los periodos de años según la secuencia de obtención de grados (primero
licenciatura; luego, maestría; al final, doctorado). Más bien, esta actualización continua supondría
que, prácticamente, tenga que llevar a cabo una revisión, examen y búsqueda de cómo adaptar la
planificación de mis secuencias didácticas en general, después de cada ciclo lectivo, siempre con
una orientación que busque el desarrollo de las capacidades de los alumnos para encontrar, acceder
o aplicar el conocimiento. Asimismo, la competencia entre universidades y entre los futuros
egresados de estas generará que cada vez más se posicionen las herramientas electrónicas y
virtuales. En mi caso, ello significa que deba deshacerme de la visión o del paradigma del aula
física tradicional, por lo cual, en relación con el punto anterior, tendré que capacitarme también en
la utilización didáctica de las herramientas virtuales.
En segundo lugar, una dimensión central o cambio es el relacionado con las modalidades de
evaluación de los aprendizajes. Al respecto, Morales (2006) sostiene que: “En torno a la evaluación
y sus funciones es también importante examinar nuestras creencias y actitudes lo que en definitiva
condiciona lo que de hecho hacemos”. En ese sentido, aún persiste en mi caso una concepción
mecánica o casi de respuesta automática en la cual la evaluación solo es aquel momento de la
asignatura en que se califica cuánto sabe el estudiante sin que se articule o se considere como un
momento o espacio que va a generar (y que debería hacerlo) oportunidades más significativas para
el aprendizaje de los alumnos. En otras palabras, de forma sintética, el cambio apuntaría a
ejercitarme y experimentar en el diseño de evaluaciones del tipo formativo, entendidas estas no solo
como herramientas de medición de aprendizajes, sino también como evaluaciones que enseñan a
estudiar, que facilitan el aprendizaje, que corrigen errores a tiempo o que evitan el fracaso.
En síntesis, los cambios particulares que he detectado que debo incorporar en mi tarea docente son
la necesidad de mi formación continua como profesor (y su relación con la capacitación en el uso
didáctico de herramientas virtuales), y el diseño de evaluaciones que generen oportunidades más
allá de la simple calificación. En realidad, los cambios que debería incorporar son múltiples y tienen
que ver con muchos otros aspectos, como la planificación de la secuencia de clase o con las
competencias que favorecen la relación con los alumnos; sin embargo, me he centrado en estas,
puesto que he identificado que son las más críticas en la medida en que se encuentran en mayor
conflicto con el paradigma tradicional de la enseñanza, del cual, de una u otra forma, soy heredero.
3. BIBLIOGRAFÍA
ANZORENA, Óscar (2003) La Formación de los trabajadores del conocimiento.
http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articul
o.php?id_libro=119&id_articulo=346. Fecha de consulta: 24.05.14
MORALES, Pedro (2006) Implicaciones para el profesor de una enseñanza centrada en el alumno.
http://web.upcomillas.es/personal/peter/otrosdocumentos/Implicaciones%
20profesor%20ense%F1anza%20centrada%20alumno.pdf. Fecha de
consulta: 24.05.14
SALMI, Jamil (1999) Educación Superior. Enfrentando los retos del siglo XXI.
http://148.202.105.12/tutoria/pdfc/C1.pdfLectura. Fecha de consulta:
24.05.14
TENUTTO, Marta y otros (2010) Programación de la enseñanza. http://www.nuestraldea.com/wp-
content/uploads/2011/05/planificar-ensenar-aprender-y-evaluar-por-
competencias.pdf. Fecha de consulta: 24.05.14