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Puntualidad
1.
2. Puntualidad
La puntualidad es la obligación para terminar una tarea requerida o satisfacer
una obligación antes o en un plazo anteriormente señalado o hecho a otra persona.
Hay a menudo una convención de que una pequeña cantidad de retraso es
aceptable en circunstancias normales; por lo general, diez o quince minutos en las
culturas occidentales. En otras culturas, tales como la sociedad japonesa o en el
ejército no existe básicamente ninguna permisividad. No obstante, la puntualidad
se considera un signo de consideración hacia las personas que están.
Algunas culturas tienen sobreentendido que los plazos reales son diferentes de
plazos indicados. Por ejemplo, en una cultura particular puede ser entendido que
la gente llegará una hora de más tarde de lo anunciado. En este caso, puesto que
cada uno entiende que una reunión a las 9 am comenzará realmente alrededor de
las 10 am, nadie se incomodará cuando todo el mundo aparezca a las 10 am.
En las culturas que valoran puntualidad, retrasarse es lo mismo que demostrar
desprecio por tiempo de otra persona y se puede considerar un insulto. En tales
casos, la puntualidad se puede hacer cumplir por penas sociales, por ejemplo
excluyendo enteramente a los que llegan más tarde de las reuniones.
En muchas situaciones el requisito para la puntualidad es asimétrico. Por ejemplo,
en la clínica de un doctor o el aeropuerto, se espera que se llegue a la hora para la
cita o lo pierdan. Sin embargo, pueden estar esperando los pacientes un rato antes
de que puedan ver al doctor o subir al avión sin especificar la causa. Esto puede
entenderse como una demostración del valor relativo del tiempo del cliente y el
proveedor, cuyo exacto valor se puede determinar por una combinación de la
teoría de colas y de la teoría de los juegos.
Si el valor relativo fuera diferente, sería fácil reducir tiempos de espera
proporcionando doctores o aviones adicionales, y sub-utilizándolos,
incrementando el costo del precio del recorrido o del tratamiento médico
proporcionalmente. Esto se puede ver en el comportamiento del rico, que puede
permitirse tener aviones privados y emplear doctores que los visiten, más que
viceversa y en el caso extremo del multimillonario, que tiene sus propios médicos
personales, aviones y equipos de vuelo privados dedicados que esperen
exclusivamente sus necesidades.
3. Puntualidad en medios de
transporte
Mayor importancia reviste la puntualidad en los medios masivos de transporte,
tanto para viajes de negocios como para desplazamientos de placer. Una llegada
con retraso puede provocar la anulación de una cita o la pérdida de un enlace con
otro avión o tren con las consecuencias negativas que esto puede acarrear. En
oposición a otros más informales, algunos medios de transporte están basando su
prestigio en ofrecer puntualidad en sus horarios de salida y de llegadas. Tal es el
caso del tren de alta velocidad en contraposición al avión o el autobús. De hecho,
algunas compañías como la española Renfe estipulan voluntariamente
devoluciones parciales o totales del importe del billete en función del retraso
incurrido. En el AVE Madrid-Sevilla, se puede leer en su página web: si se produjese
un retraso superior a 5 minutos sobre la hora fijada de llegada se le devolverá el
importe facial de su billete, siempre que el retraso sea imputable a Renfe Ave.
Recientemente, las principales compañías aéreas se están esforzando también en
ofrecer una imagen de puntualidad en sus vuelos para lo que publican sus índices
de despegues en hora y ofrecen garantías de puntualidad similares a las del tren. 3
Las asociaciones de consumidores, agencias de viaje y otros organismos también
conceden especial importancia a los ratios de puntualidad haciendo públicos
ranking y dossieres con regularidad.
4. Puntualidad en el trabajo
La puntualidad en el puesto de trabajo es una obligación del trabajador respecto a
su empleador. Así lo recoge la legislación laboral en la mayoría de los países,
estableciendo como causa de incumplimiento contractual la reincidencia en
comportamientos de impuntualidad. Así en el Estatuto de los trabajadores español,
se cita como incumplimiento de contrato las faltas injustificadas y repetidas de
asistencia o puntualidad en el trabajo (Art. 54). En muchos convenios laborales, se
recogen frases que especifican esta normativa, del tipo se considerarán faltas de
carácter leve tres faltas de puntualidad durante un mes sin que exista causa
justificada. La cantidad exacta de minutos de retraso que ameritan la consideración
de falta por impuntualidad es, no obstante, un tema controvertido y sujeto a
interpretación subjetiva.
5. EL RACISMO
La doctrina del racismo afirma que la sangre es la marca de la identidad nacional-étnica
y sostiene que las características innatas determinan biológicamente el comportamiento
humano. Juzga el valor de un ser humano no por su individualidad, pero exclusivamente
por su pertenencia en una “nación colectiva de raza”. Muchos intelectuales, incluyendo
científicos, han dado apoyo seudo científico a las ideas racistas. Pensadores racistas del
siglo XVII, como Houston Stewart Chamberlain, ejercían una influencia considerable
sobre mucha gente de la generación de Adolf Hitler.
El racismo, especialmente antisemitismo racial, fue siempre una parte integral del
Nacional Socialismo alemán. Los nazis percibían toda la historia humana como la
historia de una lucha biológicamente determinada entre las razas. Los nazis postularon
que los movimientos políticos como marxismo, comunismo, pacifismo, y
internacionalismo, eran antinacionalistas y reflejaban un intelectualismo judío peligroso
y racialmente basado. En 1931, las SS establecieron una Oficina de Raza y
Asentamiento para realizar “investigación” de razas y para determinar la aceptabilidad
de posibles cónyuges de los miembros de las SS. Después de su ascenso al poder, los
nazis aprobaron las Leyes de Nuremberg en 1935, que codificaban una supuesta
definición biológica del judío.
Durante la guerra, los médicos nazis realizaron falsos experimentos médicos intentando
identificar pruebas físicas de la superioridad aria y la inferioridad de los no arios. A
pesar de matar innumerable prisioneros no arios en el curso de estos experimentos, los
nazis no pudieron encontrar ninguna prueba de sus teorías de diferencias biológicas de
raza entre los seres humanos.
6. Los racistas nazis siempre consideraban los enfermos mentales y físicos como manchas
sobre el panorama genético de la llamada raza maestra y, en cuanto eran capaces de
concebir hijos, como un peligro biológico a la pureza de la raza aria. Después de una
planificación cuidadosa y de recoger información durante los últimos seis meses de
1939, los médicos alemanes empezaron a asesinar pacientes incapacitados en toda
Alemania en una operación que llamaban de manera eufemística la “eutanasia”.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los lideres nazis empezaron lo que ellos llamaban
una “limpieza de casa étnica” en los territorios orientales ocupados de Polonia y la
Unión Soviética. Esta política incluía el asesinato y aniquilación de “razas” enemigas,
incluyendo el genocidio de judíos europeos y la destrucción de los lideres de los
pueblos eslavos.