libro ifa

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Baba Ejiogbe
Dos líneas paralelas que nunca se unen.
Iré: Prescribe viajes de índoles económicos. Vaticina ejecución de uno o varios negocios, pues
posee intelecto para ello. Es un Ifá de riquezas. Este signo tiene potestad de mantener al mismo
tiempo dos o más encomiendas, tanto en lo laboral como en relaciones matrimoniales debido a su
gran poder organizativo. Ofrece fortaleza y estabilidad en la salud. Es un Ifá de expansión de
terrenos, casas, negocios, etc. No ambicione dinero ni posición y será rico y poderoso. La sencillez
y la modestia engrandecerán su nombre y reputación.
Obra para triunfar: Se le pone una itaná encendida, se le sopla otí y se le echa humo de ashá,
para que dé el triunfo en vida.
Rey Muerto Rey Puesto.
Osógbo: Sus cosas pueden llegar a enredarse tanto que no tengan ni pie ni cabeza. Tendrá
perdida de salud y estabilidad económica por falta de organización. Este Ifá habla de vicios y
corrupción. Si se deja arrastrar por esos males lo puede perder todo, incluso la libertad pues es un
signo de justicia. Cuídese de los nervios. Este es un signo de locura. La vanidad el orgullo y la
autosuficiencia le pueden convertir en alguien indeseable y repulsivo. Cuídese de engaños
matrimoniales por falta de atención al hogar. Preste atención a la familia pues este signo avecina
perdida de un mayor por enfermedades repentinas. Evite los bochornos.
Pomada para la impotencia: Pomada alcanforada, palo no me olvides, espuela de caballero y
paramí, todo rayado y ligado.
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Historia de la Cabeza
La Cabeza estaba sola en la plaza y tenía delante muchos cocos que comercializaba. Un día se le
aparecieron Shangó, Orúla y Elegbá. Ella le ofreció que cogieran todos los cocos que quisieran
para que la remediaran. Ninguno le hizo caso. Un día se le apareció Orúla y nuevamente solicitó
que su situación fuera solucionada. Éste aceptó, pero le dijo a la cabeza que tenía que hacer ebó
con esos cocos, animales, viandas y 16 pedazos en cada mano. La cabeza aceptó los consejos de
Orúla y empezó a hacer eso con los cocos y a dárselo a su cabeza por espacio de 16 días. Poco a
poco a la cabeza le fueron saliendo los brazos, el pecho y las extremidades. Cuando hizo ebó con
las viandas, se le formaron las partes blandas del cuerpo y entonces le dijo a Orúla: «Usted es mi
padre» La cabeza había venido al mundo para gobernar, pero era necesario esa transformación
para estar completa. Desde ese momento en que empezó a gobernar, la cabeza dispuso que todos
tuvieran que ofrendar a Orúla.
Baba Oyekún Meyi
Iré: Ifá de comercios propios, pues el dinero y la suerte están con usted. Si usted trabaja para otro
no le dará el mismo resultado, pues usted nació para mandar y no para ser mandado. Este signo
habla de negocios en empresas constructoras y en el campo de las obras de arte. En este Ifá quien
se sacrifica y lleva un poco de fe en los santos no pasará ni hambre ni necesidad, pues
precisamente el odún dice que todo en la vida tiene solución menos la muerte, aunque en algunos
casos también es una solución. Aquí se habla de sedimentación matrimonial.
Para obtener dinero: Bañarse con hojas de tamarindo.
Osógbo: En este signo imitar puede costarle la vida. Se debe cuidar a los niños de enfermedades
estomacales. Habla del principio del mundo cuando no había nada que comer, de enfermedades de
los huesos y de los nervios. En los negocios evitar consorcios y de ser así tener la mayor parte de
las acciones para que no le estafen. Aquí se habla de derrumbes de casa por fenómenos
atmosféricos. Ifá de atraso, haga ebó para que la suerte no se escape.
Obra para alejar a Ikú: Se coge una flor de marpacifico con el rocío de la noche y a las cuatro de
la mañana se le pone a Egún con dos itanás. Se pasa el rocío por la frente y por los ojos y se ruega
a su Egún.
Historia:
En un tiempo los muchachos trabajaban con los viejos en las construcciones. Hasta que llego un
día los muchachos creyeron saber lo suficiente y como ganaban poco dinero, decidieron separarse
de los viejos y hacer los trabajos por su cuenta. Empezaron a realizar trabajos más baratos. Pero
sucedió que cuando llovía las obras venían al suelo. Fueron tantas las protestas que llegaron a
los oídos de Olofín, quien llamó tanto a los muchachos como a los viejos. Olofín ordenó a cada uno
que fabricara un Ilé. Quedando mal los muchachos. Olofín les preguntó a los viejos en qué
consistía eso. Y ellos le respondieron que los muchachos ponían todas las tejas boca arriba en
vez de una boca arriba y otra boca abajo para formar el canal. Desde entonces los orunos (viejos)
son los que determinan cuando los muchachos pueden trabajar como operarios.
Baba Iwori Meyi
Iré: Ifá de viajes y al lugar donde usted vaya encontrará la suerte y fortuna. Así como el güiro está
lleno de cuentas, usted llenará sus arcas de dinero. La persona de este Ifá suele ser inteligente e
investigadora. Por estas cualidades le mandarán a buscar de un lugar para dirigir algo que le será
provechoso. En este signo se es dedicado a la familia y al hogar. Odún de alegría y fiestas.
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Osógbo: Trastornos en los órganos reproductores. Cuídese de la promiscuidad pues puede
contagiarse con enfermedades venéreas. Cuidado con la envidia y las calumnias. Usted debe oír
consejos y no debe querer saber más que los santos. Prescribe falsas acusaciones que le pueden
enredar con la justicia y usted puede perder su libertad.
Historia:
En un tiempo hubo un hacendado que tuvo mucha gente trabajando en su finca. Un día se le
apareció Iwori Meyi y le dijo que él solo hacía más que todos los que allí trabajaban. Y el
hacendado le contestó que si eso era así desde ese momento podía empezar. Pero Iwori Meyi le
contestó: «Bueno, pero a mí me hace falta $2.00 para hacer un pago» El hacendado se los dio.
Pero al otro día Iwori Meyi se puso solamente a mirar a quienes trabajaban. Llegó la hora de
almorzar y así lo hizo. El hacendado le dijo: «Bien, ¿cuándo vas a empezar a trabajar?» Iwori
Meyi le respondió: «Por la tardecita» La cuestión fue que Iwori Meyi no hacía nada. El
hacendado con disimulo mandó a buscar al alcalde. Y después de hablar y de hablar varias cosas
con él, le dijo: «Este señor que está aquí me ha cobrado un trabajo adelantado y estas son las
santas horas que no ha hecho nada» Iwori Meyi que le oyó, se dirigió a él y le dijo: «Doctor, pronto
llegará un hombre a caballo corriendo a buscarle, porque a su señora está de parto. Para que
ella pueda parir bien, tiene que hacer ebó, sino se muere». En eso llega el señor a caballo con el
mensaje anunciado. El alcalde preguntó: ¿No hay remedio para evitar eso? Iwori Meyi dijo: «Dos
pesos» Y le dijo también al señor hacendado que sacara el caballo que se había robado y tenía
oculto. El hacendado le dijo que se callara. Iwori Meyi le devolvió los dos pesos que le había dado,
y luego le dijo:
«Si quiere que me calle me tiene que dar dos pesos más» Y desde ese momento Iwori Meyi se
quedó de adivino en ese pueblo.
Baba Odí Meyi
Iré: Tenga paciencia que los santos tienen para usted una gran suerte por sus actos y conductas.
Odí Meyi significa suerte. Reencuentro con familiares deseados. Ríase que las penas de hoy serán
la felicidad del mañana. Usted nació para no carecer de nada, dinero, casa, salud, estabilidad.
Habla de cargos de jefatura o empleos grandes según su capacidad. Los que hoy le desprecian y
abandonan mañana vendrán a sus pies.
Osógbo: Por cuenta de un hijo se pasa un gran bochorno. Cuídese al elegir a su pareja pues se
pueden escoger compromisos de conducta liberal. El desespero puede llevarle a un descalabro.
Cuidado con robo de objetos valiosos. No se deslumbre por las apariencias. La bebida y la mala
vida le pueden llevar a la destrucción de su organismo.
Historia:
Había tres hermanos que se dedicaban a las labores del campo. Eran cortadores de hierba. De
ellos había dos que no creían en santos. Y el que si tenía fe decidió ir a registrarse con Orúla para
así no seguir pasando trabajos. Pero desde ese día, Codina que así se llamaba, cuando tenía que
ir al trabajo perdió las herramientas. Les pedía las herramientas prestadas a sus hermanos, pero
estos se las negaban. Cuando ellos terminaron de trabajar fueron a contarle a su madre Obatalá
que Codina se había ido a casa de un brujo y que extravió su machete en un ebó. Obatalá se
puso indignada. Codina determinó realizar sus labores con las manos. Un día que cortaba hierbas
de una cereza vio un bulto y al irlo a cortar, era un nido de loro con varios huevos. Era el mimo
loro que se le había perdido a Obatalá hacia ocho años. Codina cogió el loro y salió muy contento
a llevárselo a su madre, que al verlo con su loro se puso también muy contenta. Desde ese día
Codina no salió más al campo de trabajo. Y fue el favorito de la casa. Después los demás
hermanos se quejaban de que no se ocupaban de ellos. Y llegaron a cogerle envidia a Codina.
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