1. Sobre la historia del paramilitarismo. Ha estado presente desde la colonia Ejércitos privados de hacendados, terratenientes, comerciantes y mafiosos a mediados del siglo XX, con el fin de generar terror y lograr la concentración de la tierra. Carácter de política de Estado (privatizar el terrorismo de Estado) como represión para implantar el orden Combatir a la Guerrilla
2. Política de EstadoModelo de represión 1982 – 1987 imperio de la represión para estatal- formas extralegales y clandestinas Desapariciones, amenazas,(lideres) se genera un proceso de paz con Betancour en reacción los sectores opositores- surge el terror paramilitar listas negras guerra hecha por particulares-vinculación de militares. 1966 – 1981 represión centralizada Legal – decretos de Estado de Sitio(El estado de sitio es un Regimen de Excepción que puede declarar el gobierno de un país en situaciones especiales. representa un estado de guerra, y por ello se dan a las fuerzas armadas facultades preponderantes para los actos de represión.
3. Política de EstadoModelo de represión 1988 – 1993 articulación entre represión formalmente legal y represión paraestatal 1994 – 1998 y hasta hoy: legitimación estatal, reingeniería milita y legalización del paramilitarismo Respaldo a asociaciones comunitarias de vigilancia Rural convivir, legalizar el esquema paramilitar-impunidad- detrimento de la verdad la acción del ajusticia y la reparación integral de las victimas: oculta la responsabilidad estatal
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5. En el contexto del Valle del Cauca Confrontaciones con las FARC 1999, zonas de confrontación: la primera, se encuentra en los municipios de la cordillera central, lo que significó la disputa de estos territorios de Buga, San Pedro, Tulúa, Río Frío Versalles, Roldanillo, El Cairo, El Águila, Trujillo ( zona de masacre), Bugalagrande, Sevilla y Caicedonia.[1] La segunda, se presenta por el control de las vías entre Buenaventura y sus sectores rurales, entre ellos, Yurumanguí (zonas de masacre) con Cali. Tercera zona se ubica en el sur del departamento, la Cumbre, Dagua Darién, Yumbo, Palmira, Florida Pradera (zona de masacre), Riofrío, Vijes, Restrepo y el corregimiento de Pance, La consolidaciónparamilitar es producto de los enfrentamientos y arremetidas de la Fuerza Pública hacia la insurgencia lo que cambia la correlación de fuerzas, favoreciendo el control de estos territorios por las AUC. [1] Romero, Mauricio y Valencia León (2007) Parapolítica: La Ruta de la expansión militar y los acuerdos políticos. Ed. Corporación Nuevo Arco Iris, CEREC, ASDI. Bogotá.
6. El norte del Valle Está divido en dos regiones con fuerte presencia de organizaciones criminales denominadas ‘Los Machos’ y ‘Los Rastrojos’; el primero al servicio de Diego Montoya y el segundo bajo el poder de Wílber Varela. Hace poco se ha venido hablando de las Águilas Negras al parecer no hay un surgimiento de un nuevo bando criminal, es posible que sea una metamorfosis de ‘Los Machos’,. Las llamadas 'Águilas Negras' están conformadas por desmovilizados de las autodefensas, que hoy estarían al servicio del narcotráfico.
9. Samper se le da vía libre a las Convivir, impulsadas por Antioquia gobernador Álvaro Uribe Vélez y los paramilitares auto justificaron las masacres por la debilidad del Estado.
10. Publicaciones de probables vínculos del comandante de la Brigada 17 con paramilitares. Es claro que lo que hemos venido planteando es que estos crímenes no son nuevos, años atrás se ha venido denunciando casos, a partir de las desapariciones forzadas. se hizo público en el año 1995 por el departamento de Estado de los E.U.
13. Exigencias a los militares frente a resultados privilegiando los bajas enemigas que la disminución de la violencia, hay remuneración a los militares.
14. Coordinadora C-Eu- USA, de Julio 2002 a 2007, 955 personas victimas de ejecuciones extrajudiciales y 235 fueron desaparecidas forzadamente imputables a la Fuerza Publica Colombiana, 5 años atrás se evidencia que durante el 2002 y el 2007 hay un incremento del 67% en los casos de ejecuciones extrajudiciales por parte de la fuerza publica.
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16. Las victimas son campesinos, indígenas, población de barrios marginados y líderes sociales y comunitarios.
21. El levantamiento de los cuerpos es hecho por las unidades militares implicadas.
22. No se conserva la escena del crimen ni evidencias, no se hacen necropsias.
23. No se recogen los testimonios de testigos y familiares.
24. No se garantiza la justicia a las familias, ya que son amenazados para que se deserten la opción de denunciar.
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26. Las ejecuciones extrajudiciales constituyen un crimen de Lesa humanidad, son actos de crueldad a la dignidad humana, el asesinato, exterminio, genocidio, tortura, esclavitud, persecución, discriminación, traslado forzoso, Apartheid(1)", lo que corresponde a la privación arbitraria de la vida de una o varias personas por parte del Estado.[1] Segregación, actos de etnicismo, división de los diferentes grupos raciales para promover el desarrollo
27. En lucha contra el terrorismo aparece con la política de seguridad democrática, que promueve involucrar a la sociedad civil, bajo la figura de redes de cooperantes o informantes, quienes suelen ser ladrones, drogadictos o personas motivadas por el cobro de la recompensa.señalan a campesinos, indígenas, líderes sociales señalados de pertenecer a la guerrilla, estos son detenidosarbitrariamente por el ejército para ejecutarlos extrajudicialmente.
28. ¿Cuál sería el objeto del TS en este contexto? Alcances y limitaciones Una dimensión jurídico política que nos remite a la garantía de los Derechos Humanos, a las organizaciones sociales y de Derechos Humanos que hacen gestión entorno a los principios universales de la superación de la impunidad, con relación a la verdad, el castigo a los responsables y la reparación integral. El abandono del Estado en las regiones afectadas por las acciones del paramilitarismo, y los “falsos positivos”, ha escindido a sus poblaciones de la relación Ciudadano-Estado, desconociendo la concepción teórico-práctica del poder público como garante de los derechos humanos. Las consecuencias de estas acciones han limitado y negado la posibilidad de constituirse como organizaciones sociales, bien sea por el desconocimiento como la intimidación, tanto en el fenómeno del Paramilitarismo como, en los “falsos positivos”. Como trabajadores/ras sociales nuestros alcances frente a esta problemática están dados en el reconocimiento de los Derechos Humanos tanto de las víctimas como de los victimarios, en la defensa y exigencia de los derechos de ambos actores, porque se pone en juego la vida de uno y otro; sin embargo, nuestra limitación se encuentra desde lo legislativo y jurídico.
29. El contexto del conflicto armado Genera cambios en las formas de relación de los individuos, tanto en los actores que se enfrentan como en la población que está en medio del conflicto, rompe los tejidos sociales de las personas, obligándolos a vivir en contextos de desconfianza, ausencia de libertad de consciencia y opinión, de viabilidad de organizarse, de posibilidades de protesta social. Desde las narraciones hay un clima de miedo, de inseguridad, de desconfianza que viven, lo cuál determinará en estos sujetos un modo distinto de interrelación con los otros, a quienes entenderá como enemigos si piensan o actúan distinto a sus convicciones o creencias. En este sentido, se reflejarán unas conductas limitadas por un contexto, que desde lo cotidiano vivirán en constante contradicción: lo que se quiere ser o hacer (condición subjetiva) y lo que se tiene que ser o hacer (condición impuesta), creando en los sujetos otros patrones de interacción. Como trabajadores/as sociales, podríamos analizar ¿cómo la dinámica familiar se ve afectada, cómo se dan esos cambios de comportamientos, qué dificultades enfrentan para actuar cotidianamente en sus propias vidas?
30. ¿Cómo abordar “lo social” en este contexto? ¿Cuáles son los desafíos? Los desafíos que tenemos los y las trabajadoras sociales nos ubica en la auto-critica constante frente a nuestra postura ética, y en esa medida, hacer una reflexión sobre nuestras intencionalidades, qué desde nuestro proyecto como profesionales, consideramos debe pasar más allá de un acompañamiento con comunidades desde lo aparente y lo visible. En este sentido, transcender a lo soterrado y los por qué de nuestra intervención, para ello se requiere de una comprensión de la dinámica de la sociedad, de los sujetos que emergen de ella, y en esa comprensión plantear una propuesta metodología coherente con los sentidos, con el para qué y el para quién de nuestro acompañamiento.
31. ¿Cómo abordar “lo social” en este contexto? ¿Cuáles son los desafíos? Por lo tanto, consideramos que nuestros desafíos en este contexto estarían atravesados por generar movimiento en las comunidades y con los sujetos que trabajemos, es decir, consideramos indispensable hacer un trabajo con la gente desde sus realidades, que ellas sean protagonistas del proceso, que se cuestionen sobre su contexto, como plantea Zemelman, que se asuman como sujetos sociales, reconociendo su historia y desde ahí poder impactar desde lo individual, pero también desde la promoción de los procesos colectivos. De allí se deriva otro desafío que tenemos los y las trabajadoras sociales, construir desde la diferencia y fomentar propuestas desde el ámbito de lo colectivo sin desconocer la dimensión individual.
32. Qué elementos deben entrar a considerar las/los trabajadores sociales a la hora de construir propuestas de intervención en lo comunitario. Desde esta óptica se hace necesario entender la intervención social de las/los trabajadores sociales como un procesoinvestigativo, minucioso, de indagación, en el cual se plantee un estudio de la realidad a la luz de lo que se ha hecho en materia de producción de conocimiento, es decir, un estudio del contexto que dialogue y se retroalimente con los planteamientos de la teoría. Los cuales nos brinden pistas en la comprensión de las problemáticas e iluminen el camino frente a posibles propuestas metodologías, sin que éstas pierdan coherencia con los hallazgos y planteamientos encontrados al comprender la realidad.
33. En memoria a todas las victimasdel terrorismo de Estado Equis-equis - No , no es él -Si, sí es él. - No, no es él.No es posible que esto pueda ser él -Mira la cicratriz de la vacuna -No, no e él -Mira la corona de la muela que le puso miguel hace seis meses -No , no es él -Yo pienso que sí es él. Que esta vez si es él -No, no es él. Como podría ser él si no tiene ojos Como podría ser él si no tiene sus manos laboriosas. Como podría ser él si le han cortado su semillas de hombre Como podría ser él sin su guitarra ni su canción Sin aquel seño duro ante el peligro, sin aquella sonrisa en el trabajo. Sin su voz pronunciando el pensamiento, sin su tonta manía de regalarme flores. Como podría ser él. No es él. Te digo que no es él No quiero que sea él Manuel José Arce
34. Bibliografía Álvaro, Miriam (2009). De las armas a la desmovilización, el poder paramilitar, en Revista Internacional de Sociología Vol. 67 #1 enero-abril, Madrid. Págs. 59-82 Arango Rivadeneira, Rodolfo (2007). Derechos Humanos como límites a la democracia, Análisis de la Ley de Justicia y Paz, Grupo Editorial Norma, Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias Sociales. Bogotá. Págs. 80-93 De Lima, Ricardo (2005). La paramilitarización en Colombia: una realidad sin alternativas estatales, en Revista Foro No. 55 octubre, Fundación Foro Nacional por Colombia, Bogotá. Págs. 3-15 Duncan, Gustavo (2007). Acerca de la parapolítica, en Revista Foro No. 61, mayo, Fundación Foro Nacional por Colombia, Bogotá. Guzmán, Álvaro y Moreno, Renata (2007). Autodefensas, narcotráfico y comportamiento estatal en el Valle del Cauca 1997-2005, en: Parapolítica, la ruta de la expansión militar y los acuerdos políticos, Ed. Corporación Nuevo Arco Iris, CEREC, ASDI. Bogotá. Págs. 165-237 Nocheyniebla, Centro de Investigación y Educación Popular CINEP, Unión Europea y Diakonia (2008). Caso Tipo 4: Deuda con la humanidad,
35. Bibliografía Paramilitarismo de Estado en Colombia 1988-2003, en http://www.nocheyniebla.org/taxonomy/term/22 (accedido el 19 de octubre de 2009, 6:00p.m.) Proyecto Colombia Nunca Más, crímenes de Lesa Humanidad (2003). Verdad, Memoria y lucha contra la impunidad 1966-1998. Restrepo Hung, Marcela y Llano Ánge, Hernando (2005). Política y narcotráfico en el Valle, del testaferrato al paramilitarismo político, en Revista Foro No. 55 octubre, Fundación Foro Nacional por Colombia, Bogotá. Págs. 16-28 Romero, Mauricio y Valencia León (2007). Parapolítica, la ruta de la expansión militar y los acuerdos políticos, Ed. Corporación Nuevo Arco Iris, CEREC, ASDI. Bogotá. Salgado Ruiz, Henry (2002). Los actores armados y sus planteamientos frente al tema agrario y al narcotráfico, en Revista Controversia No. 180, Diciembre, CINEP, Bogotá. Págs. 10-51
36. Bibliografía Sanguino Pérez, Antonio (2006). Entre la reelección y el paramilitarismo, en Revista Foro No.58, agosto, Fundación Foro Nacional por Colombia, Bogotá. Págs. 14-18 Uprimny Yepes, Rodrigo y Saffon Sanín, María Paula (2005). La Ley de “Justicia y Paz”: ¿una garantía de justicia y paz y de no repetición de las atrocidades?, en Revista Foro No. 55, octubre, Fundación Foro Nacional por Colombia, Bogotá. Págs. 49-62 Velásquez C., Fabio E. (2009). Actores armados y gestión municipal en Colombia, en Revista Foro No. 67, abril, Fundación Foro Nacional por Colombia, Bogotá. Págs. 49-62 Páginas de Internet: http://www.movimientodevictimas.org/index.php?option=com_frontpage&Itemid=1 (accedido el 19 de octubre de 2009, 6:00p.m.) http://www.terrorfileonline.org/es/index.php/La_Contra_Nicaragüense (accedido el 19 de octubre de 2009, 3:00p.m.) http://www.youtube.com/watch?v=ZnuWCx5haMA&feature=related (accedido el 20 de octubre de 2009, 9:00a.m.)