1. LLÁMAME POR MI NOMBRE
Yo no me llamo “gordito”, yo no me llamo “guasón”.
Yo tengo un nombre bonito el de mi abuelo Ramón.
Yo no te llamo “flaquita” no por esa condición,
yo te llamo por tu nombre mi gran amiga Marión.
Tengo derecho a un nombre que me distinga de ti.
Llámame por ese nombre pa’ que seamos feliz,
con nombres multicolores, pero iguales entre sí.
Llámame a mí por mi nombre pa’ que seamos feliz.
Yo no me llamo “chiquita”, “la enana” tampoco soy.
Y aunque yo sea bajita llámame por lo que soy.
María Paz es mi nombre y el tuyo es Marisol.
No importa que tú seas alta yo te nombro con amor.
Tengo derecho a un nombre…
Me llaman “el niño cojo” porque para caminar
me afirmo de unas muletas, sin ellas no puedo andar.
Eso no me hace distinto, soy niño como los demás.
Mi nombre es César Antonio, sólo eso y nada más.
Tengo derecho a un nombre…
Yo no me llamo “negrito” si es ese sólo mi color.
Cada vez que tú me ofendes, causas en mí gran dolor.
Yo no te digo a ti “blanco”, te digo hermano Miguel.
Te pido que tú me llames por mi nombre que es Gabriel.
Tengo derecho a un nombre…
No te rías de mi nombre, me llamo Juan Cayulef,
herencia de un gran hombre mapuche hasta los pies.
No me avergüenza mi nombre, orgullo de mi raíz.
Tú y yo somos diferentes pero un solo país.
Tengo derecho a un nombre que me distinga de ti.
Llámame por ese nombre pa’ que seamos feliz,
con nombres multicolores, pero iguales entre sí.
Llámame a mí por mi nombre pa’ que seamos feliz. (3 veces)