1. ¿Qué hacer si se atraganta?
En estos casos, el mecanismo más eficaz para
eliminar el objeto o alimento es la tos, por este motivo
no se debe golpear al niño mientras tose, porque se
puede mover el objeto de forma
contraria a nuestro propósito.
Alimentos como frutos secos, pedazos
grandes de carne, aceitunas y
caramelos, u objetos pequeños como
monedas y partes de juguetes
constituyen las fuentes de
atragantamiento y asfixia más comunes
a las que se ven expuestos los niños
menores de cinco años, y un motivo
frecuente de consulta en los Servicios de
Emergencia.
En la mayoría de los casos, los chicos
llevan un cuerpo extraño a la boca y lo
tragan, y este viaja por el tubo digestivo,
es decir, pasa por el esófago, el
estómago o el intestino. “Si nos
aseguramos de que no quedó detenido
en el esófago, lo más probable es que
2. siga su camino hasta ser eliminado y el
niño sólo requerirá controles
programados, dieta y examen diario de
la materia fecal”, explicó la Dra. Paola
Soto, coordinadora de Emergencias
Pediátricas del Hospital Universitario
Austral (HUA).
Pero, en los casos más graves, si el
objeto es grande puede bloquear
completamente la laringe o la tráquea y
provocar muerte por asfixia. En cambio,
si es más pequeño, puede avanzar hasta
un bronquio y permitir la oxigenación del
niño, a pesar de la aspiración.
Entonces, ¿qué hacemos si un niño está
comiendo o jugando y de pronto
comienza a toser? “Mientras esté tosiendo,
debemos acompañarlo sin golpear su espalda, ya
que la tos es un mecanismo por el cual
probablemente logre eliminar el objeto
aspirado. Si lo golpeamos mientras tose,
tal vez movilicemos el cuerpo extraño de
forma contraria a nuestro propósito”,
indicó la pediatra.
¿Cómo actuar de acuerdo a cada edad?
Si los padres notan que la tos se vuelve
inefectiva, que se apaga o que el niño
deja de toser y parece que no respira, es
hora de actuar. “En el caso de los
lactantes, debemos ponerlo boca abajo
sobre nuestro muslo extendido y
3. golpearlo tres veces en la espalda,
girarlo para comprobar si respira y ver si
se expulsó el objeto. En estas
situaciones, se recomienda retirar el
cuerpo extraño de la boca, sólo si se ve,
ya que al introducir los dedos en la boca
del niño a ciegas, podría suceder que el
se empuje aún más el objeto hacia
adentro”, precisó la Dra. Soto.
“En caso de niños mayores, lo adecuado
es recostarlo boca arriba y hacer una o
más compresiones con el puño a nivel
del estómago en dirección hacia la
cabeza. Si está respirando con estridor
(haciendo un ruido agudo al inspirar), es
conveniente mantenerlo en la misma
posición y tranquilizarlo hasta que llegue
la ayuda médica”, agregó.
¿Adónde está el objeto?
Reconocer algunos síntomas nos
ayudará a saber adónde se encuentra la
obstrucción. “Si está en la vía digestiva,
lo más probable es que el niño no tenga
síntomas, excepto que haya quedado
atorado en el esófago; entonces,
empezará a salivar en exceso por la
incapacidad de deglutir el objeto. Si, en
cambio, está en las vías respiratorias, el
niño siempre tendrá tos que podrá estar
acompañada de ruido al inspirar,
4. dificultad para respirar y cambios de
color de la piel”, señaló.
Objetos peligrosos, un ejemplo práctico
A veces, resulta difícil para los padres
saber qué objetos tienen el riesgo
potencial de atragantar a un niño, como
para alejarlos de su alcance. El Manual
de Emergencias y Urgencias Pediátricas
de la Academia Americana de Pediatría
pensó un ejemplo para tener en cuenta:
todo objeto que pueda pasar por el rollo de cartón del
papel higiénico, debería estar fuera del alcance de un
niño menor de 3 años.
En lo que respecta a las comidas, se
aconseja que los niños coman sentados
a la mesa, bajo la supervisión de un
adulto, y que no corran ni salten mientras
tanto.
La Dra. Soto concluyó que lo más
importante para evitar estos episodios
es la prevención: “Hay que alejar de los
niños pequeños los objetos que puedan
aspirar o deglutir. Y no hay que
subestimarlos, sino explicarles con
palabras acordes a su edad los riesgos
de que se lleven un objeto pequeño a la
boca. Los niños respetan más los NO
lógicos, que las prohibiciones sin
justificación”.