1. Texto1
La extensión de la pobreza en el mundo es un producto de la globalización. Esta
realidad se la puede observar desde una perspectiva política, económica, social y
cultura e incluso impide la realización espiritual del hombre. La globalización, que ha
venido a reemplazar al Estado de bienestar, sostiene que ahora es el mercado quien
proveerá los instrumentos para proveer bienestar al hombre. Por supuesto, que cada
individuo o corporación, procurarán su propio bienestar individual,
independientemente de la suerte que corran los otros actores sociales. Pero el Estado
sigue siendo la unidad política del sistema, pues la corporación por múltiples razones
no está en condiciones de regular el sistema. Como ocurrió siempre en la era
interestatal es el Estado, quien promueve los intereses de sus empresas, ya mediante la
diplomacia, ya mediante la utilización de la fuerza. Pero en realidad la raíz del
problema, es la dominación del hombre por el hombre debido a la codicia, a la
avaricia. Es un problema moral. Y el hombre piensa que para solucionar el problema
debe existir un desarrollo económico. Por el contrario si el problema es moral la
solución debe ser un crecimiento integral.
II Congreso de Relaciones Internacionales, 2004
Las preocupaciones también van en relación a las otras tendencias actuales, como que
hoy en día el 40% de la población mundial se enfrenta a la escasez de agua; el nivel del
mar está elevándose, una muestra evidente del impacto del calentamiento mundial;
diversas especies de animales y plantas están en peligro de extinción, incluyendo la
mitad de los primates de mayor tamaño, el 2,4% de los bosques del mundo fueron
destruidos durante la década de los 90; cada año más de tres millones de personas
mueren por los efectos de la contaminación del aire, etc,.
Ante nosotros, pues, se alzan desafíos mundiales que solo pueden acometerse de
manera conjunta, siendo necesario contar con un financiamiento básico proveniente de
la Asistencia Oficial para el Desarrollo acordado por Naciones Unidas, de un 0,7% del
Producto Interior Bruto de los países industrializados, cifra nunca cumplida y que en la
actualidad muestra una tendencia declinante.
http://sisbib.unmsm.edu.pe
Cambiar las circunstancias que atormentan a muchos habitantes del planeta parece
una tarea inmensa y a veces nos lleva al desánimo. Resulta fácil caer en la tentación de
considerar que son los gobiernos y las administraciones los responsables de resolver
todos los problemas.
No obstante, son múltiples las acciones que podemos realizar para cambiar las cosas
que no nos gustan de nuestro entorno y poner nuestro grano de arena para conseguir
un mundo mejor. El conocimiento de los problemas es básico para afrontarlos.
El lema que debe guiar nuestras acciones es pensar globalmente y actuar localmente.