La moral laboral depende de factores como la cohesión del grupo, metas compartidas y progreso hacia ellas. Una alta moral se caracteriza por trabajo en equipo y motivación, mientras que una baja moral incluye recelo, desinterés y falta de motivación. La moral puede aumentarse a través de la participación de los trabajadores, satisfacción con las condiciones laborales y una adecuada estructura y supervisión en la organización.