Teleconferencia Accionistas Q1 2024 . Primer Trimestre-
Transportes Souto | Entrevista Daniel Martínez Muiños
1. ARTICULO
Daniel Martínez Muiños
Director de Márketing
Comunicación en tiempo de crisis
Se ha hablado tanto de la crisis,
de sus causas, de su profundidad,
de su duración y de su deseado
final, que uno termina teniendo la sensación de que ha sido,
también, la excusa para explicar
determinados hechos, cuya causa
nuclear es otra. Una de esas actividades es la comunicación empresarial, en todas sus facetas.
Los tiempos de dificultades económicas, llevan aparejado el tópico
de que las empresas excluyen, de
su estrategia de márketing, esa
cuarta parte dedicada a la publicidad. Y en parte es verdad, pero
no completamente. Las empresas
reducen su inversión en comunicación persuasiva pero, porque
reducen sus gastos en todos sus
departamentos y en todas las partidas del presupuesto. Lógicamente, al ser inferiores las cantidades
que se dedican a otros menesteres, como personal, compras o
inversiones (que también sufren el
descenso del presupuesto) parece
que es la parte más damnificada,
pero lo es igual que las demás.
En todo caso, esta circunstancia
no debería enmascarar los problemas estructurales que la comunicación viene padeciendo desde
hace algunos años. Las nuevas tecnologías, las redes sociales y otras
formas de comunicación, han revolucionado el panorama y ha cogido
por sorpresa a todo el mundo. Hoy
en día, Internet y la página web
parecen elementos anticuados, si
no fuese porque siguen siendo el
soporte para esas nuevas formas.
Pero todo el mundo entiende que
estamos entrando en una nueva
era (una más de las muchas en las
que hemos entrado últimamente)
pero cuesta trabajo encontrar la
puerta. Los técnicos tienen muy
claro cómo hay que hacer las
cosas, pero los profesionales de
la comunicación no disponen de
datos contundentes que les permitan decir, sin temor a equivocarse,
que las nuevas posibilidades son
suficientes para acceder al target
al que necesitamos llegar.
Las empresas de publicidad y comunicación, están en un momento en que necesitan repensar su
estructura, su función, sus productos y su lenguaje. Pero también a
ellas les llega esta necesidad en
medio de una crisis que dificulta la
inversión en investigación. Son las
universidades, a través de sus Facultades de Ciencias de la Información, las que deben recoger este
desafío y aportar ideas de las que
todos podamos colgar nuestros
planes y presupuestos, dedicados
a la comunicación. Porque ahora,
más que nunca, cada euro invertido ha de tener un sentido progresivo. En cualquier departamento.
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