2.
Existen muchas doctrinas que
pretenden explicar la
Naturaleza del hombre bajo
los diferentes matices de cada
una de ellas según su sustento
doctrinal.
Cabe decir que el hombre es un
todo integro y que no se puede
hablar de él en una de sus
facetas, como suelen hacerlo
muchas doctrinas ideológicas: el
naturalismo, el sociologismo, el
materialismo, el idealismo, el
cientismo, etc. Que lo
parcializan despojándolo de
todo su ser íntegro.
3.
El mundo actual convoca un conjunto de aspectos que ofrecen al hombre el
anhelo
de felicidad, pero que es temporal y pasajero que lo desvían de su ve
rdadera felicidad y fin que es el Dios de la vida.
El avance tecnológico ha permitido dar solución a ciertas dificultades a
la vida del hombre.
Podríamos también afirmar que ha surgido un nuevo renacimient
o y
"humanismo”, es decir ha renacido un antropocentrismo, el hombre est
á despojando a Cristo del centro de su vida.
Por otro lado la mentalidad de llevar una vida “facilona” en la que se
aplica
con un dominio inescrupuloso la “ley del menor esfuerzo” que conlleva
a olvidar el fin que Dios ha otorgado al hombre de realización y
perfección, con el uso de su inteligencia, en el dominio de la naturaleza.
El individualismo debilita los
vínculos comunitarios y propone una radical transformación del tiempo
y del espacio, dando un papel primordial a la imaginación
4.
La persona no puede aislarse jamás de la sociedad porque eso
le conllevaría a su ruina, ya que los
valores que la definen, pensamiento y amor, no
pueden nutrirse sino de la comunión con las demás personas.
Si la persona tiene que luchar para conquistarse y afirmase,
no se tratará de una lucha física en el seno de
la especie, sino de un combate espiritual por el que el
hombre y la mujer, lejos de encerrarse en sí mismos,
en una especie de individualismo egoísta, busquen
engrandecerse por el amor y el compartir con los demás.
5.
El destino de la persona está unido inevita
blemente al espiritualismo. No hay ni
puede haber persona humana en el
materialismo. Por lo tanto, no hay manera de
salvar a la persona humana de la desdicha
eterna, sino profesando que el alma es
creada por Dios y que tiene un destino in
mortal que trasciende a todos los fines
temporales de la sociedad.
6. El cambio de mentalidad y de estructu
ras somete con frecuencia a discusión l
as ideas recibidas. Esto se nota
particularmente entre los jóvenes, cuya
impaciencia, e incluso a veces angustia, les
lleva a revelarse.
El sentido de poder que el progreso técnico
actual da al hombre, puede favorecer esta
doctrina.
Pero, frente a todo esto se ve que cada
día es mayor el número de los hombres y
mujeres que se sienten responsables en
edificar un mundo mejor en la verdad
y justicia. Un nuevo humanismo, en el que
el hombre queda definido principalmente
por la responsabilidad hacia sus hermanos
y ante la historia.
7. El Humanismo Cristiano es el ennoblecimie
nto del hombre, la realización del tipo
humano ideal, el esfuerzo por hacer del
hombre más plenamente humano
manifestando su grandeza nativa y
desarrollando las virtudes contenidas en su ser.
El humanismo cristiano es la respuesta del
hombre a ser hombre en plenitud porque
la vocación de él y de la humanidad es
manifestar la imagen de Dios y ser
transformada a imagen del hijo único del
Padre.
8.
La lglesia tiene plena competencia para
enseñar los derechos humanos, ya que
con el auxilio de la Revelación y mediante
la asistencia del Espíritu Santo, conoce
la realidad profunda del ser del hombr
e y de su misión en la vida. Así mismo
el Vicario de Cristo en la tierra es experto
en humanidad.
9.
Como consecuencia toda acción
humana debe coincidir con las cristianas ya que
se rigen por la ley natural y moral que afecta a
todos por igual por ser imagen y
semejanza de Dios, y por que el Reino predicado
por Cristo se encuentra dentro
del orden establecido por Dios desde la creación,
así lo enseña la Iglesia, quien guía y orienta al
Estado y rige por la ley positiva a los hombres.
10.
Durante los dos últimos siglos, entre los
humanismos cerrados a Dios, se ha
ido abriendo paso un humanismo que pa
rte de criterios evangélicos y hunde sus
raíces en el interés por todo lo humano
a partir de una concepción cristiana del
hombre y de la vida. Su principal expresi
ón es el llamado humanismo cristiano.
La filosofía centrada en la dignidad de
la persona humana surge como una
reacción contra dos corrientes opuestas,
el totalitarismo y el individualismo. Es ahí
donde se debe encuadrar la interpretación
moderna del humanismo cristiano, que no
se trata de un modelo filosófico
cerrado.ano, concepto bastante moderno
.
11.
Juan Pablo II dedicó a Cristo y al hombre la primera encíclica de su pontificado. He
aquí un párrafo de este importante documento en el que nos presenta algunas
claves para comprender el papel del humanismo cristiano en nuestra época: “El
progreso de la técnica y el desarrollo de la civilización de nuestro tiempo (...) exigen
un desarrollo proporcional de la El humanismo cristiano trata de hacer posible la const
rucción de “un mundo más
humano”, digno de los hijos de Dios, que se podría caracterizar por estas cuatro notas:
ü Pone, como centro de la vida política, social y económica, la dignidad de la
persona humana y sus derechos fundamentales, comenzando por el derecho a la
vida.
ü Está basado en la solidaridad, pues todos los seres humanos hemos sido
creados y convocados por Dios para vivir como hermanos, en un mundo que no
favorezca solo el bienestar de unos pocos, sino de todos, mediante el esfuerzo y la
colaboración mutua.
ü Promueve la justicia social - mediante un reparto equitativo de las cargas y
los beneficios - y la paz entre las naciones, afrontando las diferencias a través del
diálogo y nunca por medio de la guerra.
ü Está abierto a Dios y a su proyecto salvador para la humanidad, ya que el reconocimiento
de Dios no se opone, en ninguna manera, a la dignidad del hombre, sino que, por el
contrario, la fundamenta y la favorece. moral y de la ética.
12.
El estudio completo de todas las filosofías que han i
nfluido en el desarrollo del
humanismo cristiano actual es una ardua labor,
tanto por la abundancia de pensadores, como por
la variedad de corrientes de pensamiento que lo
conforman: unos glosan una concepción integral del
hombre; otros, inciden en aspectos de la
persona como individuo; un tercer grupo ilustra
el mundo de las relaciones humanas (son los
llamados filósofos del diálogo); otros desarrollan un
humanismo
cristiano desde los principios de la “fenomenología)...
Estas son solo algunas de sus expresiones.
13.
Filósofo neotomista francés (1882 1973) que se convirtió al catolicismo cu
ando
tenía 24 años. Después de su conversión
estudió a Santo Tomás de Aquino, de
quien siempre se consideró discípulo. En
su libro Humanismo integral (1936) se
propone sentar las bases de un humanis
mo verdadero para construir.
filósofo existencialista, convertido al c
atolicismo
cuando tenía 40 años, es el primero
en plantear una tesis personalista en
el humanismo cristiano.
En un diario filosófico, que tituló Ser
y tener (1935), se fija en un fenóme
no muy
sencillo: cuando cada uno se refiere
a su cuerpo, no dice directamente “y
o”, sino
“mi cuerpo”. ir una nueva sociedad de
inspiración cristiana.
14.
En 1932 fundó la
revista Esprit, que tenía por objeto “rehace
r los fundamentos espirituales de la Europa
contemporánea'”.
Acuñó la expresión “personalismo cristiano”
para referirse a los ideales de su
movimiento: “Llamamos personalista a toda
doctrina, a toda civilización que afirma
el primado de la persona humana sobre la
s necesidades materiales y sobre los
mecanismos colectivos que sostienen su
desarrollo”.
Filósofo español (Valladolid, 1914 - 2005),
discípulo de José Ortega y Gasset. Su
punto de partida es la “vida personal” de
cada sujeto, a partir de la que elabora su
teoría filosófica. Su texto más emblemático
es Antropología filosófica, en el que la
persona aparece como un ser narrativo,
“futurizo” (proyectado hacia el futuro),
corporal, sexuado, diverso como hombre y
como mujer, pero con la impresionante
capacidad de enamorarse y con la
pretensión y el afán de la inmortalidad.
15.
Discípula de Husserl y convertida al catolicismo en
1922; murió mártir en Auschwitz, por su doble
condición de judía y monja carmelita. Fue canonizada
en 1998.
Edith Stein une el método fenomenológico con la
sabiduría de la mística de Santa
Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz. Su pri
ncipal obra, “Ser finito y ser eterno”, se ocupa del
ser humano, que se entiende como Imagen del ser
divino.
.
Al hablar del humanismo cristiano es necesario al
udir a Juan pablo II. El temple
intelectual de Karol Wojtyla, ha marcado por su c
ondición profesional de filósofo, profesor de Ética e
n la Universidad de Lublin (Polonia) antes de acc
eder al episcopado.
Dotado de una personalidad atractiva y optimista
, el que fuera Juan Pablo II ha sido, ante
todo, una persona y un cristiano lleno de esperanza.
Para él, Cristo es el
“modelo, la meta y el fin de la historia”; el hombre se
realiza viviendo su vocación de entrega a los demás, a
imitación del Maestro.