1. NiedaJuanay BeatrízMacedo (1998), Las orientacionesmetodológicasypara laevaluación.
¿Cómo evaluamos?
Orientación para la
evaluación
La formade evaluarva ligadoal cómo enseñar
y debe de tener como referentes
fundamentales las capacidades seleccionadas
en los objetivos, los contenidos sobre los
cualesse aplicanlasactividadesseleccionadas
y sugerencias sobre los resultados esperados
del aprendizaje; es así que las innovaciones
curricularesnopuedendarse porconsolidadas
si no se reflejanentransformacionessimilares
en la evaluación.
Concepcionessobre la evaluación.
La ciencia es un área de conocimiento
reservado a unos pocos estudiantes y la
evaluación tiene exclusivamente un sentido
terminal de clasificación del alumnado con
fines selectivos; las pretensiones de
objetividad y precisión no se corresponden
con la realidad y resulta espacialmente grave
seguir manteniendo que la evolución no es
solo sinónimo de calificación, clasificación y
promoción del alumnado. Lo importante es
que los alumnos aprendan ciencias, que
construyan activamente los significados; y el
cómo evaluar, al igual que las demás
decisiones curriculares desde colaborar al
logro de ese propósito.
Cada uno de nosotros sabemos que para
medir un conocimiento en los alumnos es
necesaria una evaluación para trabajar sobre
esta.
Además de que la evaluación nos ayuda en la
docencia para la planeación de estrategias
para el aprendizaje, pues así podemos saber
en qué nivel están los alumnos y como
trabajar con ellos; concordamos también en
que la evaluación no solo debe de ser
cuantitativasinotambiéncualitativa,lacual se
da a lo largo de procesos y actividades que se
establecen dentro del salón de clase, pues el
conocimientonoessuficiente si nohayactitud
o disciplina para ello; donde la evaluación
debe de ser congruente con el aprendizaje,
variada, contextualizada y capaz de detectar
las necesidades de los alumnos para trabajar
en estas.
Claro que como docentes en formación y por
qué no, también como futuros docentes y
primerizos, la forma de evaluación que
adoptemos sabemos que los resultados no
serán los esperados y que no es algo que
podamosdesarrollar de la noche a la mañana,
pues cada contexto y alum no trabaja de
formadiferente, esnuestratareael desarrollar
estacapacidad para ofrecerunmejortrabajo y
desempeño para nuestros alumnos.
2. La evaluación y la concepción constructivista.
Coll y Martíin manejan las siguientes
implicaciones de la evaluación
a) Los alumnos construyen significados
sobre los contenidos.
b) Los aprendizajes se mueven en
distintos grados de significatividad.
c) El mayor o menor grado de
significatividad de un aprendizaje
depende de la amplitud y la
complejidad de la relación entre
nuevoscontenidosylosyaexistentes.
d) La capacidad de aprender no se
detiene y propicia el establecimiento
de nuevas conexiones.
e) El verdadero aprendizaje es el que da
lugar a significados generalizables
independientes del contexto.
f) El aprendizaje estaen relación directa
con la amplitud de los significados
construidos.
g) Una evolucióndel proceso al grado de
responsabilidadque asume el alumno
a lo largo de su desarrollo.
h) El grado de eficiencia de la enseñanza
estárelacionadocon la evaluación del
aprendizaje al margende laevaluación
de la enseñanza.
i) Los resultados del aprendizaje
proporcionan información a los
3. alumnos sobre su propio procesa de
aprendizaje.
La evaluaciónde conceptos, procedimientosy
actitudes.
Con laevaluaciónde conceptos nos referimos
a la evaluacióndel “Saber”paralocual supone
conocer en qué medida han sido
comprendidos; para esto se fijan actividades
como:
Actividades de definición de
conceptos.
Actividades de reconocimiento de
definición de un concepto.
Actividades de exposición temática.
Actividades de poner ejemplos.
(Ejemplificación)
Actividadesde solución de problemas
Evaluarlos procedimientosadquiridosdurante
el aprendizaje supone comprobar su
funcionalidad hasta qué punto el alumno es
capaz de utilizar los procedimientos en otras
situaciones.