1. Musulmanes y cristianos en la Península Ibérica
La Península Ibérica durante la edad media aparece dividida en dos
grandes zonas: Al sur los musulmanes con el Reino de Al - Andalus y al
norte los cristianos, cuyo territorio estaba a su vez dividido en varios
reinos (Castilla, Navarra, Corona de Aragón, etc.).
Durante muchos siglos el territorio que hoy ocupa España fue un
territorio dividido en zonas separadas por la religión y la política, pero
dentro de sus fronteras fueron un ejemplo de convivencia de las
culturas medievales.
No podemos entender nuestra historia ni gran parte de nuestra
actualidad sin tener presente que durante 700 años los musulmanes
estuvieron presentes en la Península Ibérica. Gran parte de nuestra
cultura procede de esta situación.
4. Las tres grandes culturas que dominan la edad media occidental se
dan cita y conviven en un mismo territorio: la Península Ibérica:
1. La cristiana , que se sitúa en el norte y que conforme avanzan los
años va avanzando hacia el sur.
2. La musulmana , que se sitúa al sur de los reinos cristianos.
3. La judía , que convive en ambos territorios compartiendo su vida
tanto con los cristianos como con los musulmanes.
Durante más de 700 años las tres culturas vivieron en la Península
Ibérica.
El trasvase de palabras, de
formas de construcción, de
modos sociales,
económicos, etc, fue
constante. No podía ser
menos. Y, evidentemente, la
riqueza por la variedad que
se vive en nuestro territorio
es enorme.
5. Es cierto que desde el siglo VIII (con la llegada de los musulmanes a
la Península Ibérica) las guerras entre ambos bandos (cristianos y
musulmanes ) son una constante por el deseo de ir ampliando sus
territorios . Por eso los musulmanes miran y conquistan hacia el
norte y los cristianos miran y conquistan hacia el sur.
Pero los elementos de unión también son muchos y constantes.
El ejemplo más claro de ello es la creación a partir del Siglo XII de la
Escuela de Traductores de Toledo .
6. En ella colaboraron cristianos, musulmanes y judíos que traducían
del árabe al latín y, luego, directamente al castellano.
La Escuela fue muy importante en la difusión en la Península y
Europa de las obras científicas, filosóficas y literarias de griegos,
romanos y orientales.
Durante la edad media española los enfrentamientos fueron
constantes, pero esto no evitó que se produjeran intercambios
culturales tan importantes que aun hoy los mantenemos.
7. Donde más respecto hay es en nuestro uso común del lenguaje .
Muchas de las palabras que utilizamos provienen del árabe, y,
algunas, del hebreo.
Casi todas las palabras que empiezan por al- proceden del árabe :
alcalde, alguacil, almohada, almacén, alcohol.
También provienen del árabe palabras tan comunes como aceituna,
jaqueca, nuca, cifra, cero, ojalá, etc.
Del mismo modo mantenemos muchos topónimos que provienen
del árabe: Guadalquivir, Al-Andalus, Almería, Gibraltar, Trafalgar,
Calahorra, etc.
Pero también algunas palabras de uso diario actuales proceden del
hebreo. Algunos ejemplos de ellos son: sábado, benjamín, camello,
tacaño, amén, así como nombres como Gabriel, Jesús o Juan.
8. Al - Andalus. El esplendor de un territorio
Al - Andalus significa en árabe Tierra de Vándalos.
Pero no fue a los vándalos a los que los musulmanes se encontraron
aquel 27 de abril del 711 cuando Tarik penetra en la Península
Ibérica. Quienes dominaban la política de la Península Ibérica en ese
año, aunque ya de forma muy débil, eran los Visigodos , un pueblo
que procedía de tierras germanas y que, convertidos al catolicismo,
ocuparon casi toda la Península Ibérica más de 200 años.
9. ¿De dónde vienen estos musulmanes que de repente irrumpen en
Península Ibérica? Del centro de Arabia, donde surge en torno al año
630 una civilización, la musulmana, que en pocos años (apenas 80)
logra conquistar un vastísimo territorio que va desde Persia (la actual
Irán) hasta la Península Ibérica.
Durante el siglo VIII y desde el norte de
África (el Magreb) familias nobles árabes
de este imperio y grupos de bereberes
procedentes del Magreb que se van
asentando en la Península Ibérica.
Su asentamiento fue fácil, ya que el
territorio hispanovisigodo estaba sumido
en una fuerte crisis que hizo que la
población, no viera con malos ojos la
llegada de una civilización nueva que
respetaba sus creencias y sus tradiciones.
En apenas 80 años casi todo el territorio
peninsular estaba bajo control musulmán.
10. A mediados del siglo VIII se produce en
Damasco, capital del Imperio islámico una
fuerte sublevación que provoca un cambio de
la dinastía gobernante. Los Omeyas son
sustituidos por los Abasíes, pero uno de los
príncipes omeyas Abderramán I huye hasta Al
- Andalus, situando la capital en Córdoba .
Forma un nuevo estado independiente. Fue
una época brillante económica y cultural que
tiene la capital en Córdoba.
Abderrahman III fundó el Califato.
Córdoba se convierte en la ciudad más
importante de Occidente. Abderrahman III y
sus sucesores favorecieron la integridad entre
todas las comunidades que habitaban Al -
Andalus: logrando un territorio pacífico y de
un esplendor cultural sin comparación en el
resto de Europa.
11. Pero no era fácil mantener un territorio
tan grande reunido y sin problemas
internos.
Así, en el año 1031 el califato queda
abolido y es sustituido por un sinfín de
pequeños reinos independientes que
se conocen como Reinos de Taifas .
Este desmembramiento se convierte
en el principio del fin de Al - Andalus.
La enorme división es aprovechado por
los cristianos que inician el proceso de
reconquista (en el siglo VIII)con un
mismo objetivo: derrotar a los
musulmanes y conquistar su territorio.
De este modo los cristianos logran la
que será su primera gran victoria: la
conquista de Toledo .
Sin embargo, este período de
crisis política coincidió con un
esplendor cultural fuera de duda.
En la época de los reinos de
taifas se construyeron palacios
suntuosos, surgieron literatos
importantes, emergieron
filósofos,…
12. Al - Andalus. Los intentos de recuperación y la caída final.
13. Mientras en Al -Andalus se unían la crisis política y el esplendor cultural, en el norte
de África surge una dinastía que poco a poco se va haciendo con el poder: los
Almorávides . Éstos proponían una actitud de austeridad y
pureza religiosa que pronto convence a la
población magrebí . Los débiles reyes de
taifas, deciden reclamar su ayuda. La llegada
de los almorávides permite a los
musulmanes recuperar parte del territorio
perdido.
La austeridad y pureza religiosa que
imponen nada tienen que ver con el lujo y
libertad andalusí, pero las victorias militares
se imponen y con ellas cierto bienestar
económico y social.
El ambiente de relajamiento espiritual y de
amor por el lujo y la terminaron por vencer
al espíritu austero almorávide y también
ellos sucumbieron. Esto los debilitó también
militar y políticamente tanto, que los
cristianos volvieron a recuperar fuerzas y
continuaron sus avances hacia el sur.
14. De nuevo, esta vez desde la cordillera del
Atlas surge una nueva dinastía. Son los
Almohades y, al igual que sus
predecesores llegaron a la Península con
mucho vigor, recuperando terreno y
devolviendo (o al menos intentándolo) la
pureza a una sociedad que la perdía por
momentos.
Los Almohades fueron, además, grandes
constructores y se rodearon de los
mejores científicos y sabios de la época,
como Averroes .
Sin embargo, también los almohades
sucumbieron a esta dejadez espiritual
característica de Al - Andalus.
15. El fracaso de los almohades abrió definitivamente las puertas para que los cristianos
penetraran en terreno musulmán. Los cristianos, bajo el mando de Fernando III han
cruzado Despeñaperros y su avance es casi imparable. Sólo una dinastía se mantendrá
viva hasta la conquista definitiva en 1492.
Es la dinastía Nazarí , que surge en Jaén, pero que tendrá su centro en Granada .
Ocupaba las provincias de Málaga, Granada, Almería y parte de Jaén y Murcia. Fue un
reino con constantes problemas económicos y políticos, presionado por los cristianos
que rodeaban su territorio. A pesar de ello Granada, su capital, se convirtió en una
importante ciudad en la que se construyeron edificios tan excepcionales como el
palacio de la Alhambra .
El reino se mantuvo vivo hasta que el 2 de enero de 1492 los Reyes Católicos la
tomaron, poniendo fin a más de 700 años de presencia musulmana en la Península
Ibérica.
16. Los reinos cristianos
Mientras Al-Andalus permanece unido bajo un mismo poder, la zona de
la península no conquistada por los musulmanes se presenta como un
puzzle de reinos, principados y ducados que sólo a partir del siglo XI
comienza a unirse con un objetivo común: la derrota de los
musulmanes y la reconquista de un territorio que consideraban suyo,
ya que los musulmanes se lo habían conquistado a sus antecesores
cristianos, es decir, los visigodos .
17. Conforme los distintos reinos y condados se van uniendo, los territorios conquistados
son mayores.
A la unión de los territorios cristianos y a los pactos que se establecen entre los que
aun se mantienen independientes, se une la debilidad cada vez mayor de Al-Andalus .
Ambos condicionantes hacen que el proceso conquistador no se frene hasta su fin en
1492.
18. Una vez que los territorios son conquistados hace falta que la gente los habite. El
objetivo, habitarlo. El proceso se conoce como repoblación y se puso en marcha
desde el inicio de la reconquista.
Se trataba de ir aumentando la población cristiana al máximo para poder
defenderse de los posibles ataques del enemigo.
¿Cómo se llevaba a cabo esta repoblación? Pues muy sencillo: el rey de turno cedía
a un señor un feudo para que lo explotara a cambio de su defensa. Es un sistema
muy parecido al que comentábamos antes con Carlomagno y el feudalismo.
19. Para este sistema no se utilizó sólo
a nobles. También la iglesia se vio
beneficiada y obtuvo muchas
tierras en las que edificar sus
monasterios. Pero quien más
importancia tuvo en este sentido
fueron las órdenes militares , que
se hicieron con enormes
cantidades de terreno. Las
órdenes, en realidad, eran
perfectas para esta labor ya que
unían las dos claves de la
reconquista: la religión (recuerda
que eran órdenes religiosas) y la
fuerza militar . Los Templarios, la
orden de Calatrava o la orden de
Santiago tuvieron mucha
presencia en la reconquista.
20. EL CAMINO DE SANTIAGO
Pero si hubo algo que unió cultural y socialmente a los
territorios cristianos peninsulares fue el Camino de
Santiago. Durante el siglo IX se descubrieron los restos
del Apóstol Santiago iniciándose así una ruta de
peregrinación, la Ruta Jacobea (Santiago en latín se dice
Iacobus) que concluía en Santiago de Compostela y que
unía todos los territorios europeos con la ciudad gallega.
El camino se convirtió en una ruta clave de difusión
cultural.
21.
22. Con él llegaron gentes de todos los rincones de Europa
que traían con ellos nuevos modos literarios, nuevas
estéticas, nuevas ideas. La influencia cultural tuvo lugar
también en sentido inverso, es decir, no sólo llegan a la
península las novedades europeas, sino que a Europa
llegan también aportaciones culturales de los reinos
cristianos con la carga hispanomusulmana
correspondiente.
El camino permitió también el crecimiento y el desarrollo
de las zonas por las que pasa. El paso constante de
peregrinos requería la construcción de puentes, de
hospitales, tabernas, etc. y la construcción y
mantenimiento de estos espacios requirió la creación de
aldeas que fueron aumentando en población y en
importancia que aun hoy día se mantienen.