Los muros de contención por gravedad son estructuras de retención de tierras diseñadas para resistir las presiones laterales de las tierras mediante su propio peso y forma. Estos muros se construyen generalmente con piedra, ladrillo o bloques de hormigón apilados y unidos con mortero o cemento. Su diseño debe considerar factores como la altura del muro, el tipo y ángulo de las tierras, y las condiciones del suelo para garantizar su estabilidad y durabilidad.