1. CASO 1
ECONOMÍA
“No se baja la inflación cuando se
emite al 30%”
Diputados de partidos de la oposición revelaron hoy que el incremento de inflación del
mes de marzo fue del 2,31%, según el índice promedio que elaboran las consultoras
privadas censuradas por la Secretaría de Comercio.
En una conferencia de prensa, el presidente del bloque radical, Gil Lavedra, precisó
también que la inflación acumulada entre abril de 2011 y febrero de 2012 fue, según
las mediciones privadas, del 19,3%, en tanto que para el INDEC apenas alcanzó 7,9
por ciento.
El diputado advirtió también que "es riesgoso" que el índice de inflación de
marzo, superior al de los últimos meses, se haya producido en un contexto de
desaceleración económica, "con signos claros de recesión", dijo.
- ¿Cómo caracteriza el período actual?
Como de dominancia fiscal, el gasto subió más que los ingresos y el Gobierno
tiene un déficit que no puede ser financiado en el mercado voluntario de deuda. De
esta manera se ve obligado a emitir dinero y a convalidar la inflación. La tasa de
inflación va a ser alta por ese motivo. No hay ninguna teoría que diga que se
puede emitir al 30% y la inflación va a bajar.
José María Fanelli
Doctor en Economía, investigador del Conicet y profesor
http://www.clarin.com

2. ECONOMÍA
Los gremios analizan una suba
salarial a partir de abril
A siete días de comenzado el 2012 y de cara al mes de
marzo, los sindicatos ya marcan la cancha para las
próximas negociaciones salariales.
Ayer, el secretario general de Smata, Ricardo Pignanelli,
negó haber negociado con el Gobierno Nacional un aumento salarial del 18% . En
cuanto al porcentaje que se negociará, Pignanelli evitó hablar de un piso salarial, pero
no descarta la posibilidad del 18%, un número que convence al Ministerio de Trabajo.
Las declaraciones del sindicalista de Smata salen como contrapunto de versiones que
afirmaron que su sindicato, junto a con Unión Obrera Metalúrgica (UOM), habían
llegado a un acuerdo para un incremento salarial anual del 18 %. Según estas
versiones, el aumento se dividiría en dos etapas: el 7% en el primer trimestre y el 11%
luego.
El Gobierno Nacional quiere cerrar en ese número mágico, apenas inferior al 20%,
pero en el moyanismo impulsan como piso el 30%. El gremio docente de la provincia
de Buenos Aires ya advirtió que buscarán que el aumento no sea inferior a las cifras
que pretende el jefe de la CGT. A los docentes, se les sumaron dos sectores más:
ATE y los trabajadores del subte. Ayer, el diputado nacional, Facundo Moyano, se
mostró con dirigentes de ese sector.
El ministro de trabajo Tomada ya dio varias señales. Ese número no está en los
deseos oficiales pero todavía no arrancaron las negociaciones oficiales que se espera
que inicien a mediados del mes que viene para poder hacer efectivos los acuerdos a
partir de abril. Según las versiones oficialistas, la Presidenta ya dio indicaciones para
que las conversaciones se cierren en el 18%. También aseguran que Antonio Caló,
secretario general de la UOM, mantiene conversaciones con Pignanelli para poder
cerrar los acuerdos.
“Ningún sindicato va a cerrar acuerdos en enero. Los aumentos que se vienen en los
servicios y la inflación anulan cualquier negociación”, le explicaron a este diario. En el
medio de las discusiones salariales se mete la pelea por el sillón de la CGT y la
continuidad o no de Moyano.

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CASO
¿Por qué les interesa a los economistas la
inflación?
A los economistas les interesa la inflación, porque no existe la inflación pura.
La inflación no es neutral, sus efectos son nocivos. Desalienta la inversión y por
ende frena el crecimiento, desorienta a productores y consumidores, provoca
transferencias sistemáticas de ingresos, afectando la distribución de la renta.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que la inflación acentúa el déficit
fiscal, disminuye el horizonte de planeamiento por la incertidumbre que genera la fuga
de capitales y deteriora el sector externo. En general, en situaciones de alta inflación la
volatilidad de los precios envuelve a los agentes económicos en un contexto de
incertidumbre. Los costos de la inflación no sólo se amplifican por el crecimiento de
precios, sino también porque es difícil predecir la política económica. Los precios
evolucionan en forma errática debido a las expectativas del público y los cambios en la
política económica.
La inflación también introduce distorsiones. Algunos precios, que se fijan por ley o
que están regulados, se quedan rezagados con respecto a los demás. La inflación
altera, pues, los precios relativos. Las variaciones de los precios relativos también
crean incertidumbre, haciendo que las empresas tengan más dificultades para tomar
decisiones sobre el futuro, como las relacionadas con la inversión.
Los conflictos sociales se agudizan y debido a las conductas especulativas es
difícil encarar una política de crecimiento.
Los economistas consideran que una elevada inflación afecta a la distribución de la
renta y crea tanto distorsiones como incertidumbre.
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