La amistad según Aristóteles: Un bien esencial para la felicidad
1. LA AMISTAD EN ARISTOTELES
Dice Aristóteles que la amistad es esencial para nuestra vida; vivir sin amigos no se puede, él
define el amigo como verse a mismo y así poder compartir la felicidad de sí mismo con la otra
persona. La amistad nos proporciona seguridad porque podemos contar con el apoyo y la
lealtad de la persona, aunque no esté todo el tiempo con nosotros. En su obra Ética Nicomaquea,
Aristóteles dedica dos capítulos a la amistad y vemos que muestra la importancia de ésta,
definiéndola como una virtud que se construye con los buenos actos de cada ser. Podemos decir
que para Aristóteles la amistad es un bien porque es una virtud, pero no es un bien cualquiera
en la vida de los seres humanos, sino un bien desde el cual se puede llegar a la felicidad y la
felicidad es para Aristóteles el bien supremo.
La amistad que todos anhelan permite alcanzar una vida buena porque es una virtud en sí
misma y contiene todas las virtudes del hombre bueno, por lo tanto debe ser sincera, honesta,
aporta compañía, brinda amor y lealtad. La amistad virtuosa es propia del hombre bueno,
no se puede dejar perder fácilmente porque equivale a perder un tesoro; en la actualidad es
difícil encontrar este tipo de amistad, ahora la juventud vive en otro entorno, ya no se fija en
los amigos sino en las redes sociales y la tecnología, preferimos compartir todo el día con el
teléfono y no con nuestros amigos verdaderos, solo en contadas ocasiones encontramos en
nuestro entorno la amistad verdadera como una manifestación de nuestras virtudes.
Pero las condiciones de la amistad que tenemos hoy se veían también en el tiempo de
Aristóteles, cuando él como filósofo reflexiono sobre su importancia encontró que existían
personas que solo tenían amistad por placer, otras personas tenían amigos por interés y muy
pocas personas tenían una amistad perfecta; la amistad perfecta, se da, dice Aristóteles, entre
personas “buenas semejantes en virtud, que se desean igualmente el bien por ser ellos buenos.”
Es necesario y hasta urgente que nosotros los jóvenes también reflexionemos sobre el sentido
de la amistad con el fin de aprender a valorarla como una manifestación de las virtudes que
cada uno poseemos.
La amistad es necesaria también para beneficio de la sociedad y de la polis, dice Aristóteles,
puesto que siendo la amistad reciproca no se requiere de la justicia, sino que circularía el
bien por todos los costados de la polis, “cuando entre los hombres reina la amistad para nada
hace falta la justicia” Por ello es bueno que los jóvenes apreciemos el sentido de la amistad
comprendiendo que la amistad perfecta nos hace bien a sí mismos, a nuestro entorno, a
nuestro país y al mundo, porque cada una de las personas da en la amistad lo mejor de sí;
además “sería triste una vida sin amigos verdaderos”, afirma Aristóteles, porque el interés y el
placer rápidamente cambian y con ellos los amigos, debido a que el placer y el interés nunca se
satisface. Siendo que la amistad genera felicidad a los seres humanos, dice Aristóteles y
2. Demócrito que coinciden en su pensamiento “no vale la pena la vida para quien no tiene siquiera
un solo amigo de bien”.
Todas las personas necesitamos tener amigos incluso aquellas que no aparentan necesitarlos
como los ricos, los poseedores de mando y dignidad, pues “¿De que serviría semejante
prosperidad sino se pudiera hacer con ella el bien, lo que principalmente y con mayor alabanza
se hace para los amigos? Vale la pena interrogar si el bien que harían los ricos, los que tienen
poder y alta dignidad según dice Aristóteles lo harían a los amigos para vanagloriarse y si esta
sería una amistad perfecta, de interés o de placer o si es filantropía.
Como quiera que fuere la amistad no solo es buena, sino que es hermosa, afirma Aristóteles y
tener amistad parece ser una tendencia natural de los hombres, de ahí que merecen ser alabados
los filántropos o amigos de los hombres; cualquiera puede comprobar si viaja por el mundo
como “todo hombre es para todo hombre algo familiar y querido, pues parece que la amistad
hace relacionar también las ciudades, y podría creerse que los legisladores la tienen más en
cuenta que a la justicia misma”, pues cuando entre los hombres reina la amistad para nada hace
falta la justicia”. La situación compleja de la amistad la hace el hecho de que al ser la amistad
una tendencia natural del hombre, lo es también la enemistad, el interés y el placer.
También el amor es un elemento fundador de la amistad y al mismo tiempo quien define si la
amistad es o no verdadera, porque no hay verdadera amistad cuando se ama el objeto que se
desea y no a la persona con quien se tiene la amistad. “Hay tres formas de amistad, cada una
tiene su propiedad, puede haber en cada forma reconocido afecto; pero los que se aman
recíprocamente se desean uno al otro los bienes que corresponden al fundamento de su amistad”,
en cambio los que se aman por placer no aman a la persona sino al placer que ella les proporciona
, por ejemplo una persona de buen humor, conversadora y amable aporta placer al amigo, por
ello se necesitan porque uno se divierte y el otro se siente aceptado, pero no se aman el uno al
otro por lo que son, y los que aman por la utilidad que el otro les representa tampoco se aman
por lo que son sino por la utilidad misma.
Lo que sucede hoy de manera generalizada es que las personas no parecen necesitar a las otras
personas por sí mismas, sino por la utilidad o el placer que les representan, no aman a las
personas sino que aman el objeto que les representa. También sucede que la mayoría de las
veces las personas no necesitan relacionarse ni por utilidad, ni por placer porque hay muchas
otras formas de obtener placer y utilidad por la existencia de la tecnología; entonces la amistad
no se valora de la misma forma que en la polis griega, hoy se valora la cortesía entre las personas
y la amabilidad que se da en las relaciones mercantiles.
Para la mayoría de los hombres libres de la polis era muy valiosa la sabiduría, la elocuencia, el
conocimiento, la vida pública, se valoraba altamente a los hombres que poseían estas virtudes
y se valoraba la amistad por el anhelo de compartir estas virtudes. Estas virtudes eran bienes
que proporcionaban el máximo bien que es la felicidad, por ello se valoraba la amistad; en estos
tiempos la mayoría de las personas valoran mucho más la riqueza, la fama y el poder, en la
medida en que se valora la utilidad y el placer.