1. UNA FUERTE ADVERSARIA DE LA FE LLAMADA APOSTASÍA
Hebreos 12:18-29
Por Carlos A. López
Usado con permiso
PROPÓSITO del sermón: Animar a los oyentes a mantenerse firmes en la gracia de Jesucristo mientras le
servimos con gratitud de acuerdo a esa multiforme gracia recibida.
INTRODUCCIÓN:
Ilustración: En el campo de la tecnología ha habido muchos cambios. De tal manera que para aquellos que
andan debajo de los 30 años no entienden palabras tales como: “tocadisco” ¿qué es eso?, hoy hablan de MP3 –
IPOD; ni hablar de los aparatos de TV, cuando antes eran blanco y negro y con una rueda para cambiar de
canales. Seguramente, hoy son muy pocos –o quizá ninguno dentro de este auditorio– los que utilizarán aparatos
tan antiguos para hacer lo que se puede mediante una tecnología más avanzada.
Transición: En el pasaje que estudiaremos en esta mañana ocurre algo similar, claro salvando las distancias
teológicas del caso. Los actuales hebreos estaban volviendo su vista atrás tratando de volver a lo antiguo,
despreciando de alguna manera todo lo que había acontecido en estos tiempos.
Contexto: Tal como ya se ha podido observar mediante una serie de contrastes a lo largo de la epístola: Cristo es
superior a Aarón, es superior a Moisés, superior a Josué; y su sacrificio es superior a los sacrificios de animales.
Ahora, el argumento del pasaje bajo estudio es que: el nuevo pacto, del cual Jesús es el mediador; es superior al
antiguo pacto llevado a cabo mediante la Ley de Moisés.
Transición: Veamos entonces, este último contraste ofrecido por el autor de la epístola a los hebreos…
I- (HE. 12:18-24) LA EXPERIENCIA DEL NUEVO PACTO EN CRISTO ES SUPERIOR A LA DEL
ANTIGUO PACTO: CONTRASTES
1. La experiencia de la montaña (vv. 18-21): Una experiencia que es tangible, visible y audible.
1.1. Aunque no se menciona Sinaí (ni la palabra monte en el original griego), parece que es una
descripción clara de la experiencia que el pueblo de Israel vivió frente a este monte en el AT. En este
recuento de aquella escena que trae a la memoria el autor de Hebreos, sobresalen 7 elementos (vv. 1819a):
1.1.1. Cinco de ellos son visibles y tangibles: (v. 18)
“se puede palpar; fuego que arde; oscuridad; tinieblas; tempestad”.
1.1.2. Dos de los siete son audibles: (v. 19a)
“el sonido de trompeta”; “el ruido del que habla”. – no se menciona a Dios –
1.2. La experiencia de la montaña está caracterizada por un sentido de terror y limitación (vv. 19b- 21):
1.2.1. Nótese los términos utilizados en estos versos que denotan temor:
“los que oyeron la voz rogaron que no continúe hablando más” (v. 19b); “no podían soportar
lo que se ordenaba” (v. 20a); “tan terrible era lo que se veía” (v. 21a); “que Moisés dijo: estoy
espantado y temblando” (v. 21b).
1.2.2. Esta experiencia delimitaba muy bien la separación entre el Dios creador y lo creado:
“si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo”. (v. 20)
1.3. La experiencia de la montaña apunta a la Ley dada por Dios a Moisés, lo cual representa el
antiguo pacto de Dios con su pueblo:
1.3.1. El antiguo pacto estuvo caracterizado por el temor: (Dt. 4:9-14; 5:3-4)
“…reúneme al pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para
temerme todos los días que vivieren sobre la tierra…” (v. 10b).
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2. 1.3.2. Aun Moisés estuvo delante de Dios con mucho espanto: (Dt. 9:19)
“porque temí a causa del furor y de la ira con que Jehová estaba enojado contra vosotros” (esta
fue la segunda vez que Moisés estuvo con Jehová en el monte Sinaí para que se le entregase por
segunda vez las tablas de la ley).
1.3.3. Límite entre Dios y su pueblo: (Ex. 19:12-13)
“Y señalaréis termino/límite al pueblo en derredor…” (v. 12).
Transición: A diferencia de los judíos antiguos, que estaban bajo el antiguo pacto, y se habían acercado al
monte del Sinaí donde les fue entregado la Ley de Moisés, lo cual constituía la esencia de la religión hebrea;
estos que habían creído a Jesucristo estaban frente a una experiencia mayor que la de la montaña antigua, ahora
se habían acercado a…
2. La experiencia de la conversión (vv. 22-24): Una experiencia que describe la realidad invisible que
viene a ser accesible a los hebreos desde la conversión a Cristo.
2.1. Aquí sí se menciona el nombre del monte “Sión” (v. 22). En contraste con la anterior experiencia
relatada por el autor de Hebreos, aquí se mencionan ocho elementos (vv. 22-24):
2.1.1. Cuatro son realidades invisibles: (vv. 22-23)
“al monte de Sión”; “a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial” (que no puede ser
destruida); “a millares de ángeles” (v. 22 – recordemos que en la entrega de la ley se menciona
la mediación de ángeles, Dt. 33:2); “a los espíritus de los justos hechos perfectos” (v. 23 –
seguramente haciendo referencia a los que han muerto pero han sido perfeccionados, cp. 11:40).
2.1.2. Una es realidad visible: (v. 23a)
“a la congregación/iglesia de los primogénitos registrados en el cielo” (v. 23a- se refiere a los
miembros de la iglesia en la tierra pero que pertenecen al orden de las cosas celestiales porque
están registrados allí arriba, cp. Ex. 32:32; Lc. 10:20);
2.1.3. Dos menciones de Dios: (vv. 23-24)
“a Dios el juez de todos” (v. 23 ); “a su mediador, Jesús” (v. 24 ).
2.1.4. Una mención al sonido de esta experiencia: (v. 24)
“la sangre rociada – de Jesús – que habla mejor que la de Abel” (v. 24 ). Mientras que la sangre
de Abel clama aún por juicio, la de Jesús proclama que la pena ha sido completamente pagada.
2.2. La experiencia actual está caracterizada por el gozo (v. 22):
“una reunión festiva” (23). La RV60 no lo menciona, la NVI dice: “una asamblea gozosa” [cp. Oseas
9:5; Amos 5:21; Ez. 46:11]
2.3. Esta experiencia contrasta rotundamente con la anterior, esta experiencia es el nuevo pacto que
Dios ha instaurado mediante la sangre de su Hijo Jesucristo (v. 24). Es una experiencia de vida que es
caracterizada por los elementos celestiales antes mencionados, que trae gozo al corazón de los que creen
en lugar de terror, y en lugar de ofrecer distanciamiento o límite entre Dios y su pueblo permite una
amplia entrada: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
hallar gracia para el oportuno socorro” (He. 4:16).
Ilustración: El argumento del autor de Hebreos es similar al de Pablo en Gá. 4:19-5:1.
Aplicación: Así como en los tiempos de los cristianos hebreos y en el de los gálatas, también hoy existe el
mismo riesgo de que los cristianos sean arrastrados por ciertas corrientes “evangélicas” y ser apartados de la
gracia de Dios en Cristo Jesús.
Transición: Ahora bien, teniendo qué dicen las Escrituras en cuanto a esta idea de apartarnos de la gracia de
Cristo.
II- (HE. 12:25-27): UNA SERIA ADVERTENCIA PARA AQUELLOS QUE REHÚSAN LA GRACIA
DE CRISTO: ADVERTENCIA (Cp. 12:25 – 1:1-2)
1. La primera razón por la que no conviene rechazar a Dios que habla mediante su Hijo es porque
traerá severas consecuencias (v. 25): El argumento es,
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3. 1.1. Si no escaparon aquellos cuando desoyeron la voz que procedía desde el monte Sinaí (v. 25b - cp. 3:719)
1.2. Mucho menos nosotros si desechamos la voz que procede desde el mismo cielo, el Hijo de Dios (v.
25c)
2. La segunda razón por la que no conviene rechazar a Dios que habla mediante su Hijo es en vista a lo
futuro (vv. 26-27):
2.1. Dios ha prometido que conmoverá no sólo la tierra sino también los cielos (cp. 12:26 con Hageo 2:6).
La que ocurrió en el Sinaí, donde la tierra se conmovió con la presencia de Dios, sólo es una anticipación de
cómo el universo será sacudido en el futuro.
2.2. Al fin y al cabo, todo el orden creado aunque no significa que enteramente malo pero sí queda claro
que es limitado e inadecuado como objeto de la fe (v. 27). Sin embargo, las promesas de Dios son
inconmovibles: “recuerda” - (1) mundo venidero, 2:5; (2) descanso para el pueblo de Dios, 4:1-11; (3) una
herencia eterna, 9:15; (4) la Jerusalén celestial, 12:22-24; (5) un reino inconmovible, 12:28.
Ilustración: Por eso, teniendo semejante y tan grandiosas promesas cómo conformarnos con menos. Es como
querer dejar los adelantos tecnológicos para volver a los aparatos antiguos simplemente por remembranza o
sentimentalismo.
Transición: Ahora bien, así como hemos recibido un reino inconmovible por gracia también tenemos una gran
responsabilidad sobre nuestros hombros, ya que…
III- (HE. 12:28-29) LA GRACIA DE CRISTO NOS EXHORTA A VIVIR DE ACUERDO A LO QUE
HEMOS RECIBIDO. LA EXHORTACIÓN va en dos vías: (1) nos anima a servir a Dios y (2) nos recuerda
que el Dios de la gracia también es fuego que consume.
1. Tengamos gratitud y mediante ella sirvamos a Dios con temor y reverencia. (v. 28)
2. Recordemos que nuestro Dios es fuego consumidor. (v. 29 – cp. Deut. 4:24; Heb. 6:4-9; 10:26-27)
IDEA HOMILÉTICA: No rechacemos la gracia de Jesucristo sino vivamos por ella de tal manera que
agrademos a Dios.
CONCLUSIÓN:
Ilustración: “Gracia” en lugar de “Ley”. En la extensa obra de Víctor Hugo (publicada en 1862), titulada
“Los Miserables”, se relata la historia de Jean Valjean, un prisionero francés perseguido y finalmente
transformado por la gracia y el perdón. Sentenciado a una condena de 19 años de trabajos forzados por el crimen
de robar pan, Jean Valjean se fue endureciendo gradualmente hasta convertirse en un rudo presidiario. Nadie lo
podía vencer en una pelea a puños. Nadie podía quebrantar su voluntad. Por fin, Valjean, se ganó su libertad. No
obstante, en aquellos tiempos, los expresidiarios tenían que llevar una tarjeta de identidad, y ningún mesonero
permitía que un peligroso delincuente pasara la noche en su posada. Durante cuatro días anduvo deambulando
por los caminos del poblado, buscando un refugio contra la intemperie, hasta que por fin, un bondadoso obispo
tuvo misericordia de él. Aquella noche, Valjean estuvo acostado en una cama excesivamente cómoda, hasta que
el obispo y su hermana se durmieron. Entonces, se levantó de la cama, registró la alacena en busca de objetos de
plata de la familia y se perdió en las tinieblas.
A la mañana siguiente, tres policías tocaron a la puerta del obispo, llevando consigo a Valjean. Habían
atrapado al expresidiario mientras huía con los objetos de plata robados, y estaban listos para encadenar a aquel
canalla para toda la vida. Sin embargo, al abrir la puerta el obispo respondió de una forma que nadie esperaba,
menos que nadie, Valjean:
“¡Así que aquí estás!”, le dijo a Valjean: “¡qué bueno que te veo! ¿Te habías olvidado de que te di
también los candelabros?, son de plata, como los demás, y bien valdrán unos 200 francos, ¿se te olvidó
recogerlos?”
Jean Valjean sintió que se le abrían los ojos de sorpresa. Se quedó mirando al anciano con una expresión
que no se podía describir con palabras. Mientras que el obispo aseguraba a los policías: “Valjean no es un
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4. ladrón, yo le regalé estos objetos de plata”. Cuando al fin se retiraron los gendarmes, el obispo le dio los
candelabros a su huésped, que temblaba sin poder hablar y le susurró al oído: “No olvides, no olvides nunca,
que me has prometido usar el dinero para convertirte en un hombre honrado”. [El poder de aquel acto de
gracia y perdón, que desafiaba todo instinto de venganza, cambió para siempre la vida de Jean Valjean].
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