1. República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
Instituto Universitario de la Frontera
Extensión San Cristóbal
ENSAYO
(Aladi)
Autor:
Alber Rosales
C.I: 25.166.301
San Cristóbal, Febrero de 2015
2. La Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI es un
organismo intergubernamental que, continuando el proceso iniciado por la
Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) en el año 1960,
promueve la expansión de la integración de la región, a fin de asegurar su
desarrollo económico y social. Su objetivo final es el establecimiento de un
mercado común latinoamericano
Es el mayor grupo latinoamericano de integración.
Esta está integrada por trece países miembros comprenden a Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay,
Perú, Uruguay y Venezuela, representando en conjunto 20 millones de
kilómetros cuadrados y más de 510 millones de habitantes.
El Tratado de Montevideo 1980 (TM80), marco jurídico global constitutivo y
regulador de ALADI, fue suscrito el 12 de agosto de 1980 estableciendo los
siguientes principios generales: pluralismo en materia política y económica;
convergencia progresiva de acciones parciales hacia la formación de un
mercado común latinoamericano; flexibilidad; tratamientos diferenciales en
base al nivel de desarrollo de los países miembros; y multiplicidad en las
formas de concertación de instrumentos comerciales.
La ALADI propicia la creación de un área de preferencias económicas en la
región, con el objetivo final de lograr un mercado común latinoamericano,
mediante tres mecanismos:
- Una preferencia arancelaria regional que se aplica a productos originarios
de los países miembros frente a los aranceles vigentes para terceros países.
- Acuerdos de alcance regional (comunes a la totalidad de los países
miembros).
- Acuerdos de alcance parcial, con la participación de dos o más países del
área.
Tanto los acuerdos regionales como los de alcance parcial (Artículos 6 a 9)
pueden abarcar materias diversas como desgravación
arancelaria y promoción del comercio; complementación
económica; comercio agropecuario, cooperación
financiera, tributaria, aduanera, sanitaria; preservación del medio
3. ambiente; cooperación científica y tecnológica; promoción del
turismo; normas técnicas; y muchos otros campos previstos a título expreso o
no en el TM 80 (Artículos 10 a 14).
Los países calificados de menor desarrollo económico relativo de la región
(Bolivia, Ecuador y Paraguay) gozan de un sistema preferencial. A través de
las nóminas de apertura de mercados que los países ofrecen a favor de los
PMDER; de programas especiales de cooperación (ruedas de negocios, pre
inversión, financiamiento, apoyo tecnológico); y de medidas compensatorias
a favor de los países mediterráneos, se busca una participación plena de
dichos países en el proceso de integración.
El Tratado de Montevideo 1980 está abierto a la adhesión de cualquier país
latinoamericano. De hecho, el 26 de agosto de 1999 se perfeccionó la
primera adhesión al Tratado de Montevideo 1980, con la incorporación de la
República de Cuba como país miembro de la Asociación.
Asimismo, el 10 de mayo de 2012, la República de Panamá pasó a ser el
Decimotercer país miembro de la ALADI.
Por otra parte, también fue aceptada la adhesión de la República de
Nicaragua, en la Decimosexta Reunión del Consejo de Ministros (Resolución
75 (XVI)), realizada el 11 de agosto de 2011. Actualmente, Nicaragua avanza
en el cumplimiento de las condiciones establecidas para constituirse en país
miembro de la Asociación.
La ALADI abre además su campo de acción hacia el resto de América Latina
mediante vínculos multilaterales o acuerdos parciales con otros países y
áreas de integración del continente (Artículo 25).
Asimismo contempla la cooperación horizontal con otros movimientos de
integración del mundo y acciones parciales con terceros países en vías de
desarrollo o sus respectivas áreas de integración (Artículo 27).
La ALADI da cabida en su estructura jurídica a los más vigorosos acuerdos
subregionales, plurilaterales y bilaterales de integración que surgen en forma
creciente en el continente. En consecuencia, le corresponde a la Asociación
–como marco o “paraguas” institucional y normativo de la integración
regional- desarrollar acciones tendientes a apoyar y fomentar estos
4. esfuerzos con la finalidad de hacerlos confluir progresivamente en la
creación de un espacio económico común.
SIMILITUDES
Tres instituciones regionales que hoy existen pueden destacarse al respecto.
No son las únicas. Pero son las que, por sus ámbitos de acción, más
potencial tienen para trabajar en forma articulada. Son la ALADI, la UNASUR
y el Mercosur. En las tres la Argentina tiene notoria gravitación. Dentro de
sus competencias otras, como la CEPAL, la CAF y la Comunidad Andina de
Naciones -que hoy enfrenta dificultades-, también pueden cumplir un papel
relevante. De hecho las dos primeras lo están demostrando
Tres instituciones regionales que hoy existen pueden destacarse al respecto.
No son las únicas. Pero son las que, por sus ámbitos de acción, más
potencial tienen para trabajar en forma articulada. Son la ALADI, la UNASUR
y el Mercosur. Son instituciones regionales que tienen objetivos, funciones,
alcances geográficos e incluso historias diferentes. Pero son
complementarias. Pueden potenciarse mutuamente. Hechos recientes
parecen reflejar la intención de iniciar una nueva era de estas tres
instituciones regionales.
Se percibe voluntad política de coordinar a los países de la región en sus
estrategias para navegar la nueva realidad mundial, enfrentando sus
desafíos y aprovechando sus oportunidades. Esas tres instituciones tienen
un papel destacado a cumplir al respecto. Una articulación en sus
actividades, aprovechando la reciente designación a su frente de
personalidades con fuerte experiencia política, permitiría potenciar los
servicios que ellas pueden prestar a sus países miembros
DIFERENCIAS
Hay sin embargo dos grandes diferencias. Por un lado, el Mercosur es una
realidad asentada en compromisos jurídicos ya asumidos por sus países
miembros. Si bien son compromisos imperfectos e incompletos, difícil sería
dejarlos de lado, teniendo en cuenta las corrientes de comercio y de
inversión que se han desarrollado entre los socios en los años transcurridos
desde la firma del Tratado de Asunción. El Mercosur tiene además una
5. embrionaria identidad que se refleja en su nombre incorporado a los
documentos de identidad de los ciudadanos de los cuatro socios actuales
La UNASUR, en cambio debe aún superar el proceso de ratificación de por lo
menos 9 de los países signatarios. Es posible que ello ocurra y en plazos
cortos. Pero no es necesariamente probable, dadas las diferencias políticas
entre algunos de sus miembros y que afloraron en el camino que condujo a
la reciente Cumbre de Brasilia. La experiencia del Protocolo de Caracas
indica, además, la distancia que puede existir entre lo que se procura llevar
adelante y lo que efectivamente se pueda concretar
Pero hay otra gran diferencia entre ambas organizaciones. Y es que el
Mercosur, está basado no sólo en una voluntad política de trabajar juntos de
los países miembros - que se mantiene a pesar de las muchas dificultades
que se han planteado - pero sobre todo en un pilar fundamental para la
integración productiva conjunta, cuál es el de las preferencias comerciales
pactadas. La UNASUR no tiene previsto nada similar. En todo caso, las
preferencias económicas entre sus países miembros, serían las que resulten
de la convergencia de la red de acuerdos de alcance parcial celebrados o
que se celebren en el ámbito de la ALADI. Y se sabe que su característica ha
sido la de tener en su mayor parte un claro corte comercial. Son
esencialmente precarias. Al ser así es muy difícil que incidan sobre
decisiones de inversión productiva que sean significativas. Favorecen
corrientes de comercio ya existentes. No necesariamente generan nuevas
corrientes que resulten de decisiones de inversión productiva, especialmente
por partes de empresas PyMEs.