2. EL RECOCIDO: es un tratamiento térmico de cuya finalidad es el
ablandamiento, la recuperación de la estructura o la eliminación
de tensiones internas generalmente en metales.
Cualquier metal que haya sido tratado tiene como resultado una
alteración de las propiedades físicas del mismo. El recocido
consiste en calentar el metal hasta una determinada temperatura
para después dejar que se enfríe lentamente, habitualmente,
apagando el horno y dejando el metal en su interior para que su
temperatura disminuya de forma progresiva. El proceso finaliza
cuando el metal alcanza la temperatura ambiente. Mediante la
combinación de varios trabajos en frío y varios recocidos se
pueden llegar a obtener grandes deformaciones en metales que,
de otra forma, no podríamos conseguir.
3. Objetivos:
Los objetivos del recocido son tanto eliminar las tensiones internas
producidas por tratamientos anteriores (como el templado) como
aumentar la plasticidad, la ductilidad y la tenacidad del material.
Con el recocido de los aceros también se pretende ablandar las
piezas para facilitar su mecanizado o para conseguir ciertas
especificaciones mecánicas. A su vez, mediante el recocido, se
disminuye el tamaño del grano y se puede producir una
microestructura deseada controlando la velocidad a la que se
enfría el metal.
4. Etapas:
El recocido se realiza en tres etapas: primero se calienta el material
hasta la temperatura de recocido, después se mantiene la
temperatura durante un tiempo determinado. Por último se deja
enfriar el material lentamente. Se deben preparar debidamente las
piezas que se vayan a recocer. Se debe eliminar la herrumbre y
el óxido.
5. Tipos de recocidos:
Recocido de eliminación de tensiones:
Por medio de la deformación en frío se presentan tensiones en el
material. Dichas tensiones pueden provocar deformaciones en las
piezas, pero pueden eliminarse mediante un recocido calentando el
metal entre 550 y 650ºC y manteniendo la temperatura durante 30-120
minutos. Después se refrigera de forma lenta.
6. Recocido de ablandamiento:
Los materiales templados o ricos en carbono (sobre 0,9%) son
difíciles de trabajar mediante arranque de viruta (torneado, fresado,
etc.) o mediante deformación en frío. Para ablandar el material
puede hacerse un recocido. Se calienta la pieza entre 650 y 750ºC
tras lo cual se mantiene la temperatura durante 3-4 horas antes de
disminuir lentamente su temperatura. Es habitual mantener una
subida y bajada alternativa de la temperatura en torno a los 723ºC.
7. Recocido normal:
Mediante el recocido normal se afina el grano de la estructura y se
compensan las irregularidades de las piezas producidas por
deformaciones, ya sea en caliente o en frío, tales
como doblado, fundición, soldadura, etc. El procedimiento consiste
en calentar a temperaturas entre 750 y 980ºC, conforme al
contenido de carbono del material, tras lo que se mantiene la
temperatura para después dejar enfriar lentamente al aire.
9. Recocido por cortocircuito:
El recocido por cortocircuito es el tratamiento térmico mediante
corriente eléctrica que tiene como fin principal ablandar el metal
usando el Efecto Joule para regenerar la estructura molecular de
metales sobrecalentados que al enfriarse han acumulado tensiones
internas y que es imprescindible eliminarlas para en el caso del
cobre obtener un cobre de alta conductividad eléctrica y para
lograrlo se debe necesariamente recocer o revenir el metal.
11. Un diagrama TTT:
(temperatura, tiempo, transformación) o curva S resume las posibles
transformaciones de la austenita para cada acero, imprescindibles
tanto para el diseño de tratamientos térmicos como para la
interpretación de las microestructuras resultantes después de los
mismos. Su construcción experimental se realiza mediante un
determinado número de muestras de acero que, previamente
austenizadas, se enfrían en baños de sales a diferentes temperaturas y
tiempos determinados. La microestructura obtenida en cada una de las
muestras se analiza y representa, obteniéndose así el diagrama TTT
para ese acero.