Presentación N° 1 INTRODUCCIÓN Y CONCEPTOS DE GESTIÓN AMBIENTAL.pdf
Tratamientos térmicos
1. REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
INSTITUTO UNIVERSITARIO POLITÉCNICO
“SANTIAGO MARIÑO”
EXTENSION SAN CRISTÓBAL
Realizado por:
Omen U. Rudy R.
C.I: V – 19.359.695
San Cristóbal, Agosto de 2017
2. Es aquel proceso donde se someten los metales u otros
sólidos con el fin de mejorar sus propiedades mecánicas, como: la
dureza, la resistencia y la tenacidad. Además, los materiales a los
que se aplica el tratamiento térmico son, básicamente, el acero y la
fundición, formados por hierro, carbono y también se aplican
tratamientos térmicos a los sólidos cerámicos.
3. Un tratamiento térmico consta
de tres etapas:
Calentamiento hasta la temperatura
fijada: La elevación de temperatura
debe ser uniforme en la pieza.
Permanencia a la temperatura fijada:
Su fin es la completa transformación
del constituyente estructural de
partida. Puede considerarse suficiente
una permanencia de unos 2 minutos
por milímetro de espesor.
Enfriamiento: Este enfriamiento tiene
que ser rigurosamente controlado en
función del tipo de tratamiento que se
realice.
4.
5. Los tratamientos térmicos más importantes son: temple,
recocido, revenido y normalizado.
TEMPLE: se caracteriza por enfriamientos rápidos (continuos
o escalonados) en un medio adecuado: agua, aceite o aire, para
transformar la austenita en martensita. Mediante el temple se
consigue:
• Aumentar la dureza y la resistencia
mecánica.
• Disminuir la tenacidad (aumento
de la fragilidad).
• Disminuir el alargamiento unitario.
• Modificar algunas propiedades
eléctricas, magnéticas y químicas.
6. Calentamiento del metal: Se realiza en horno, siendo lento al
hasta los 500ºC.
Homogeneización de la temperatura: Se mantiene a la
temperatura de temple durante un determinado tiempo.
Enfriamiento rápido: Se saca la pieza del horno y se enfría el
material en un fluido.
7. RECOCIDO: consiste en calentar un material metálico a
temperatura elevada durante largo tiempo, con objeto de bajar
la densidad de dislocaciones y, de esta manera, impartir
ductilidad.
Su finalidad es suprimir los defectos del temple. Mediante el
recocido se consigue:
Aumentar la plasticidad, ductilidad y tenacidad.
Eliminar la acritud.
Afinar el grano y homogeneizar la estructura.
8. Se calienta el acero hasta una temperatura dada
Se mantiene la temperatura durante un tiempo
Se enfría lentamente hasta temperatura ambiente, controlando
la velocidad de enfriamiento.
9. REVENIDO: Sólo se aplica a aceros previamente templados,
para disminuir ligeramente los efectos del temple, conservando
parte de la dureza y aumentar la tenacidad.
Por ejemplo, se han utilizado estos tratamientos térmicos para la
fabricación del acero de Damasco (Siglo X a.C.) y de las espadas de
los samurais japoneses (Siglo XII d.C.). Durante el revenido, se
forma una mezcla íntima de ferrita y cementita a partir de la
martensita. El tratamiento de revenido controla las propiedades
físicas del acero.
10. NORMALIZADO: Se trata de calentar el metal hasta su
austenización y posteriormente dejarlo enfriar al aire. La ventaja
frente al recocido es que se obtiene una estructura granular más
fina y una mayor resistencia mecánica. La desventaja es que la
dureza obtenida es mayor.
El normalizado se utiliza como tratamiento previo al temple y al
revenido, aunque en ocasiones puede ser un tratamiento térmico
final.
11. Mediante este tipo de tratamientos, el metal sufre
procesos de calentamiento y enfriamiento y se varía la composición
química superficial de los aceros, adicionando otros elementos para
mejorar las propiedades en la superficie, principalmente la dureza
o resistencia a la corrosión, sin modificar otras propiedades
esenciales tales como ductilidad.
Los más importantes son: cementación, nitruración,
cianuración y sulfinización.
12. Consiste en aumentar la cantidad de carbono de la
superficie, en estado sólido (carbón vegetal), líquido (cianuro
sódico) o gaseoso (hidrocarburos). Se consigue teniendo en cuenta
el medio o atmósfera que envuelve el metal durante el
calentamiento y enfriamiento.
Se consiguen superficies de gran dureza y resistencia superficial.
Se aplica a piezas resistentes al desgaste y a los choques.
13. Consiste en aportar nitrógeno a la superficie de la pieza
por medio de una corriente de amoniaco.
Se consiguen durezas muy elevadas y superficies muy resistentes
al desgaste, la corrosión y la fatiga sin perder la dureza.
Se aplica a piezas sometidas a choques y rozamientos (ruedas
dentadas, árboles de levas, ejes de cardán, aparatos de medida).
14. Es una mezcla de cementación y nitruración. Se endurecen
las piezas introduciendo carbono y nitrógeno mediante baños de
cianuro, carbonato y cianato sódico. Después hay que templar las
piezas.
Este procedimiento se emplea para endurecer
superficialmente pequeñas piezas de acero. El proceso de
cianuración efectuado en sales fundidas (baños líquidos) asegura un
gran rendimiento.
15. Consiste en aportar a la superficie azufre, carbono y
nitrógeno para mejorar la resistencia al desgaste, favorecer la
lubricación y evitar el agarrotamiento. Se aplica a herramientas. Se
utiliza en aceros de bajo carbono donde la viruta no se corta sino
que se deforma y es arrastrada acumulándose frente al ataque.
Se aplica a todos los metales ferrosos, fundiciones y aceros
aleados o no, comprendidos los aceros “inoxidables”. La presencia
de los metales nobles en las aleaciones ferrosas favorece en general
la sulfinización. Se aplica a todas la piezas terminadas, es decir,
después que esta se haya fabricado y esta apta para su servicio
funcional.