1. RECUPERANDO LA HISTORIA DEL COMERCIAL 21
Allápor el año 1950 , Eva Perón crea las escuelas de comercio.
Era costumbre que la Sociedad de Beneficencia de Buenos Aires (que había sido
fundada por Bernardino Rivadavia) designara presidenta honoraria a la primera
dama.
En Avenida Juan de Garay 3045 funcionaba la Escuela Nacional de Comercio N°
21 Capitánde Navío Hipólito Bouchard , una casa alargada tipo conventillo donde
las habitaciones se transformaron en aulas sin ventanas muy calurosas en épocas
de verano. Las aulas del fondo eran llamadas el gallinero, en las que el piso de
madera era tan viejo que las sillas se hundían porque se rompía.
Los baños de las alumnas eran letrinas.
En la época de la guerra de Malvinas , la rectora Adela M. E.Zunino de Puente
Pistarini hacía rezar el Padre Nuestro y cantar "Vamos Argentinos, a vencer"antes
de entrar a las aulas,Todas vestían de delantal blanco. Se recibían de Perito
Mercantil.
Muchas escuelas de comercio tienen nombres de marinos, he aquí un poco de la
historia de este corsario: André Paul Bouchard nació el 15 de enero de 1780 en Bormes una localidad
francesa cercana a Saint Tropez. Aún hoy, todos los 9 de julio la comuna de Bormes conmemora el acto de la
Independencia Argentina, homenajeando así a la patria adoptiva de uno de sus hijos predilectos.
Desde niño se vinculó con marinos y evidenció un gusto particular por sus historias. No se sabe en que momento el
joven André cambió su nombre a Hippolyte, desconociéndose también el motivo.
En 1798 Hipólito se incorporó a la armada francesa sirviendo en las campañas de Egipto y Santo Domingo y al
desencantarse con el curso de la Revolución Francesa, emigró al Río de la Plata en 1809.
Bouchard pronto comenzó a sentir simpatía por las ideas del sector más duro de la Junta de gobierno, encabezado por
Mariano Moreno, y puso sus conocimientos navales a disposición de la Revolución de Mayo de 1810, iniciadora del
proceso de liberación contra el reino de España.
Cuando los patriotas enfrentaron las primeras hostilidades contra los iberos, Bouchard sirvió bajo la comandancia de
Azopardo en la primera escuadrilla argentina, al mando del bergantín "25 de Mayo". Tras la derrota de San Nicolás, el 2
de marzo de 1811, fue injustamente acusado de cobardía e irresolución. Sustanciado un proceso, terminó absuelto,
reconociéndose que cumplió con su deber hasta que se vio desamparado por su tripulación, que entró en pánico en
pleno combate. La propia ciudad de Buenos Aires fue bloqueada y bombardeada tras este combate y Azopardo fue
capturado por los godos.
En 1812 ingresó al Regimiento de Granaderos a Caballo comandado por el Gral. San Martín. Como alférez participó en el
primer combate de este luego glorioso escuadrón, la batalla de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813, siendo
mencionado en el parte de guerra por su heroísmo. Bouchard siempre luciría con orgullo el aro en la oreja, símbolo de
los granaderos. Luego acompañó al Libertador a reforzar el Ejército del Norte y posteriormente se incorporó al ejército
de la Banda Oriental.
En 1814 se casó con Norberta Merlo, conveniente paso a los fines de ascender en la escala social, emparentándose con
una familia rioplatense.
Antes de continuar con el relato de la cinematográfica vida de nuestro héroe, debemos de aclarar el significado del
término corsario, a fin de encuadrarlo dentro de un marco más adecuado y explicativo del accionar en esta forma de la
guerra de independencia.
La patente de corso era un contrato por el cual un Estado otorgaba a un particular el derecho de atacar, apresar,
saquear o destruir todo buque que enarbolara una bandera enemiga, a cambio de permitirle quedarse con una cierta
parte del botín obtenido. A veces el Estado emisor de la patente aportaba la nave, o al menos pertrechos, víveres y una
parte de la tripulación; el corsario debía cargar con el resto de los gastos. Debía izar, en el momento del ataque, la
bandera del estado emisor de la patente.
El corso era considerado entonces una legítima manera de guerrear. Con algo de cinismo, podría decirse que permitía
que la iniciativa privada participara en una guerra, asociada a un Estado beligerante.
Una reliquia de estas épocas se encuentra en la Constitución Argentina, Artículo 75, que dispone las competencias del
Congreso, donde se expresa: "Conceder patentes de corso y de represalias, y establecer reglamentos para las presas".
Las campañas corsarias en Hispanoamérica se iniciaron en 1814, año en que por fin se terminó con el peligro que
representaba Montevideo en manos españolas. Las naves bajo pabellón argentino realizaron las acciones más
2. importantes. Las principales zonas de actuación fueron el Atlántico Sur y el Caribe, donde actuaron unos 60 corsarios,
pero también hubo ataques en el Pacífico y hasta en el Mediterráneo. En el apogeo del corso, la ciudad de Cádiz estuvo a
punto de ser bloqueada por naves hispanoamericanas.
Desde la Banda Oriental operaban más de 30 corsarios con patentes otorgadas por Artigas, quienes capturaron naves
españolas y, tras la invasión de 1816, portuguesas. En el Caribe actuaron naves de la Gran Colombia y de México en
combinación con los corsarios argentinos, siendo su base de operaciones la isla Margarita, Venezuela. Los corsarios
chilenos, armados con apoyo de marinos argentinos y británicos, hicieron varias presas realista con base en Lima entre
1818 y 1820.
Las consecuencias más importantes del corso fueron las pérdidas y el estancamiento comercial que causaron al
comercio español: sólo los corsarios de Buenos Aires capturaron unas 150 naves. Entre los más destacados figuran el
irlandés Guillermo Brown (el creador de la armada argentina), el norteamericano David Jewitt (quien tomó posesión de
las Islas Malvinas en nombre del gobierno de Buenos Aires en 1820) y el protagonista principal de esta historia.
En 1815 el Director Supremo Ignacio Álvarez Thomas le otorgó la patente de corso a Bouchard, en una expedición
financiada por Vicente Anastasio Echevarría, comerciante de Buenos Aires. Así se equiparon dos naves que pusieron
proa al Cabo de Hornos para actuar en el Océano Pacífico. Una tormenta hundió uno de los barcos pero Bouchard logró
salvar el suyo, la corbeta "Halcón", y rodear el Cabo, pese a la oposición de sus oficiales, que querían volverse y llevaron
su insubordinación al borde del motín.
A fines de 1815, en pleno Pacífico, Bouchard se reunió con Guillermo Brown para coordinar acciones conjuntas. Fue un
encuentro de temperamentos opuestos, que se proyectaban a las tripulaciones: profesionales, respetuosos del orden y
de su capitán, en el buque del irlandés; indisciplinados y fuertemente enfrentados con el mando, en la nave del francés.
Volviendo a rememorar la historia de la escuela:
Por allí pasaron Silvina Fuentes, Graciela Medina, Adriana Oudin. Recuerdan
como rectora a Puente De Pistarini. También: Beatriz Bronte, Marcela Araujo,
María Concepción Maidana, Cecilia Paiz, Andrea Faruolo (promoción N° 29 )
Falco, María Virginia Costas, Iris Rabanal, Di Grecia, Vignes, Etchegoyen.Más
tarde se transfroma en EMET Nro 7 DE 11, donde se incorporan los varones. Por
allí paso Luis Capriari, hoy trabajando aquí en la parte de tecnología.
En 1993 fueron desalojadas, y luego consiguen el edificio actual donde funciona
la Escuela de Comercio Nro.21 , en 1995 sito en Pumacahua 390
Hoy trabajan aquí egresadas de Garay como Concepción Maidana, la profesora
Marcela Araujo, la profesora Cavallo.
Hoy en la escuela de Comercio Nro 21 DE 11, “Hipólito Bouchard” se reciben con
el plan viejo que es Perito Mercantil y primero y segundo año se encuentran en la
NES.
Con la NES, la orientación elegida es ECONOMIA Y ADMINISTRACION que ya
en el 2017 estaráen su tercer año, incorporándose materias nuevas como
Tecnología de la Administración, Formación Ética y Ciudadana, Economía, y
Fisicoquímica agiornada a la NES. También Organizaciones, en la formación
especial alternativa. Se recibiránde Bachiller con Orientación en Economía y
Administración. Seria injusto no nombrar a los profesores que colaboran con la
enseñanza, alguno de ellos Adriana Tricarico, Carlos Benvenuto, Aldo Almirón;
GabrielaFlores, Fernando Recioy, Claudia Ferrai, Mariana Gonzalo, Andrea
Faruolo, Diana Ludueña, Silvia Lemos , Gisela Lobatti, Laura Paladino,etc. la
rectora Liliana Lo Lopreiato, la Vicerrectora Nancy García. Esta recopilación no
pretende ser una nómina si no algunos profesores de aéreas importantes sin
querer ofender ya que los que no están, figuran en la planta org. funcional del
colegio. Ellos enseñan para que los alumnos tengan herramientas en un mundo
complejo, y dan contención, tan necesaria como la información ya que sin amor
nada es posible, parafraseando a Santa Teresa de Calcuta, El amor es un fruto
que madura en todas las estaciones y que se encuentra al alcance de todas las
manos.