en este contenido se muestra como la opinión pública como un hecho social ha ido cambiando y desarrollándose atraves de los avances con las redes sociales
1. La Opinión Pública como un hecho
social y de control social
Ali Hadi Salami Nnassereddine
C.I: 26.502.680
PROFE: Jenny Guzman
Sección: SAIA ( B )
2. Desde los inicios del hombre, éste se ha organizado en torno a la división en clases sociales, las cuales, han ido
evolucionando a lo largo de los años desde la básica estamentación en clase alta y baja de las sociedades feudales,
pasando por la aparición de la clase media en la revolución industrial, hasta el concepto de sociedad del bienestar y el
surgimiento, según Pierre Bourdieu, de la clase popular. La aparición de esta cuarta clase media-baja, se debió a la
afluencia de trabajadores especializados y técnicos medios con la extensión del sector de servicios públicos y la
denominada sociedad de consumo.
Análisis de las variables: empleo, educación y patrimonio. Su incidencia en la pertenencia a las clases sociales y en la
opinión: Para analizar la incidencia de la situación de la persona en la determinación de la pertenencia del individuo a
una clase social, partimos de que este concepto de estatus social se compone de tres variables: La variable inicial que
consiste en la situación de empleo/ingresos/renta, más las añadidas por Pierre Bourdieu que son el nivel educativo y el
patrimonio o herencia patrimonial. La relación o proporción con la que funcionarían estas dos últimas al respecto de la
clasificación social y su relación con la opinión sería la siguiente: • A mayor nivel de estudios, la disposición es tener
una mente más abierta combinada con una mayor independencia económica. • Un mayor patrimonio, otorga
estabilidad, seguridad y respaldo –económico-, por lo que la confianza en el futuro aumenta propiciando una mente
más liberal y progresista posible gracias a la disminución del miedo al riesgo o al futuro.
3. En cuanto a la influencia de la situación de empleo o
el nivel de ingresos del individuo, la historia la explica
desde que Karl Marx definió al trabajador asalariado
en su posición de lucha y conflicto frente al propietario
o dueño. Con el paso de los años, la crisis industrial de
los años setenta significó la división de los mercados
laborales, según los tres tipos de contextos en los que
realizaban su actividad, los cuales produjeron a su vez,
distintas mentalidades políticas.
4. En los mercados de trabajo independiente y empresa grande o grandes
cargos de la Administración Pública, gracias a la seguridad, buen
salario y nivel tecnológico, la mentalidad del trabajador puede priorizar
aspectos tales como la calidad de vida compaginada con la
preocupación por el medio ambiente y, el aumento de su movilidad.
• En el mercado secundario o subordinado -medianas o pequeñas
empresas frecuentemente subcontratas de las grandes-, al carecer de
estabilidad en el trabajo, al tener un bajo nivel de salario y tecnológico,
la mentalidad política es desarrollista asociando este concepto al
crecimiento económico en relación directa con el aumento de sus
salarios. Es decir, asume una preocupación económica respecto a su
calidad de vida.
• En el mercado de trabajo precario, el trabajador no cualificado, con un
bajo nivel tecnológico, sin contrato - economía sumergida- y cuyo
sueldo se calcula según rendimiento, se posiciona con una mentalidad
socio-política en la que es esencial la defensa y la lucha por conseguir
subsidios públicos y buscar la protección estatal. Es decir, prima la
supervivencia y preocupación por el respeto a los derechos básicos
constitucionales de la persona.
5. La opinión pública como hecho y control social. Influencia
de la clase social en el estatus de la persona y en la
formación de la opinión pública. Debemos partir de la idea
de que pertenecer a una misma clase social no es sinónimo
de poseer una identidad compartida. Es decir, no significa
que todos los integrantes de la clase alta posean la misma
ideología, los mismos valores y las mismas tendencias.
Aunque, no obstante, la clase social suele determinar, de
forma contundente, ciertos aspectos como el
comportamiento social, las ideas político-económicas o sus
valores ético-morales en su filosofía de vida ya que, al fin y
al cabo, comparten una mismo espacio geográfico-social
característico, en función del rol derivado del estatus
otorgado por la sociedad.