2. ASPECTOS NEGATIVOS
La cuarta revolución industrial ya está aquí. Y con ella, un nuevo
paisaje económico y laboral más mecanizado en el que los robots
y, en general la inteligencia artificial, están llamados a ocupar un
papel cada vez más determinante en el sistema productivo. Hasta
el extremo de que tres de cada cuatro empleos estarán
relacionados en un futuro no muy lejano con los sistemas
informáticos, la gestión de datos y la seguridad informática.
No solo en el sector industrial, también en los servicios, cada vez
más vinculados a los avances tecnológicos.
Si antes el progreso científico era capaz de crear empleo a medio
y largo plazo tras un choque inicial (efecto sustitución), hoy esas
expectativas se han truncado. Y eso es lo que está sucediendo ya
en el ámbito industrial de aquellos países avanzados y sobre
todo en el resto. Y si en aquellas economías con
mayor cualificación profesional el mercado laboral podrá ser
capaz de adecuarse en buen porcentaje al nuevo ecosistema
industrial, en los países con capital humano más precario, el
impacto negativo de la robotización será mucho mayor, por lo que
es esperable una crisis que debe, de manera urgente, ser parte
de una agenda permanente y sobre todo en el ámbito educativo.
3. ALGUNOS ASPECTOS
POSITIVOS
La creación de la Comisión Mundial sobre el
Futuro del Trabajo en agosto de 2017 marcó
el inicio de la segunda fase de la iniciativa
del centenario de la OIT relativa al futuro del
trabajo. Los seis grupos temáticos que se
han formado en el seno de la Comisión se
centran en las principales cuestiones que
conviene tener en cuenta para que el futuro
del trabajo ofrezca seguridad, igualdad y
prosperidad. Para cada uno de los grupos
propuestos se ha elaborado una serie de
notas informativas.
Copresidido por el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa y el
primer ministro sueco Stefan Löfven, la Comisión
independiente de 27 miembros incluye a importantes figuras
mundiales de empresas, sindicatos, grupos de expertos,
gobiernos y organizaciones no gubernamentales. Fue
establecida por la Organización Internacional del Trabajo en
2017 como parte de la Iniciativa del Centenario del Futuro del
Trabajo de la OIT. La Organización celebra su centenario en
2019.
Entre las cuestiones clave consideradas por la Comisión están
las nuevas formas de trabajo, las ramificaciones institucionales
de la naturaleza cambiante del trabajo, el aprendizaje a lo largo
de toda la vida, una mayor inclusión y la igualdad de género, la
medición del trabajo y el bienestar humano junto al papel de la
protección social universal en un futuro laboral estable y justo.
Fuentes: OIT (Organización Internacional del Trabajo) Comisión Mundial sobre el Futuro
del Trabajo_Trabajar para un futuro más prometedor
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