Es una aproximación a la realidad vigente de nuestros egresados y que pasar de la universidad al campo laboral es una de las etapas más difícil que muchos de nuestros egresados han tenido que enfrentar en los últimos años, es desafío cada vez mayor.
LA TRANSICIÓN UNIVERSIDAD-TRABAJO, ENTRE RIESGOS Y AMENAZAS.
1. LA TRANSICIÓN UNIVERSIDAD-TRABAJO, ENTRE
RIESGOS Y AMENAZAS.
Por: Julio Cesar Cortez Jaimes.
Antes de iniciar a explicar con detalle el
planteamiento que se expone como título del
presente artículo, me permito advertir que es
una aproximación a la realidad vigente de
nuestros egresados y que pasar de la universidad
al campo laboral es una de las etapas más difícil
que muchos de nuestros egresados han tenido
que enfrentar en los últimos años, y vaya que
representa un desafío que implica andar tocando
puertas o incluso cambiar de residencia por la
falta de oportunidades en su lugar de origen.
¿Qué ha pasado con el proceso de inserción
laboral, después de la pandemia? ¿Cuál ha sido
el papel que ha desempeñado la Universidad
Autónoma de Guerrero para favorecer la
inserción al mercado laboral de sus egresados?
¿Realmente ha tenido un resultado favorable a
este proceso, el programa institucional de
seguimiento a egresado?
Para responder a estas preguntas, podríamos
referirnos a diversos estudios que se han
realizado al respecto, que podrían dar
respuestas que se aproximen a la realidad vigente de
nuestros egresados, ya que representa un asunto
complejo, que se agrava aún más con la probable
deficiencia acumulada de prácticas y conocimientos
que son necesarios para facilitar la incorporación al
mercado laboral y como resultado carecen de
experiencia para enfrentar los retos que esta
transición escuela/trabajo implica.
El proceso de la inserción laboral, habría tenido
grandes dificultades antes de la pandemia, ya
que los egresados enfrentaban situaciones
complicadas ante la existencia limitada e
insuficiente de puestos de trabajo. Con la
pandemia, los problemas fueron mayores, no tan
solo hubo escasez de empleo, sino que los
empleos existentes ofrecieron un esquema de
salarios bajos y nulas prestaciones.
En efecto, la Encuesta Nacional de Egresados
(ENE, 2022) del Centro de Opinión Pública de la
Universidad del Valle de México (UVM) en su
informe señala que 8 de cada 10 egresados tanto
de universidades públicas como privadas, están
en busca de empleo, y quienes obtuvieron su
primer empleo, no les fue nada fácil, es decir,
solo el 11.4% de los encuestados afirmaron que
les fue fácil, pero el 86.6% contestaron haber
tenido alguna dificultad para ocupar un puesto
de trabajo. Entre los principales contratiempos
fueron: no contar con la experiencia o práctica
solicitada, la falta de vacantes en su área de
estudio, y el salario bajo o nulas prestaciones.
La experiencia de los egresados de su primer
empleo en ocasiones les deja un sabor amargo y
decepciones inesperadas, pues se enfrentan a un
esquema de bajos salarios, pocas posibilidades
2. de desarrollo y un alto margen de desigualdades
sociales y económicas, que en la mayoría de los
casos se traducen en un trato injusto e
ignominioso. Aunado a lo anterior, los nuevos
egresados tienen que competir con los
desempleados, es decir, con aquellos egresados
que habiendo egresado anteriormente, aún no
cuentan con trabajo.
En las últimas décadas se ha observado que el
mercado laboral, está sumamente marcado,
primeramente por la globalización económica,
después por los profundos cambios generados
por la economía del conocimiento y finalmente
por la economía digital, que automatiza cada vez
más el empleo con el uso de las innovaciones
tecnológica y las nuevas herramientas y
aplicaciones de inteligencia artificial(IA) que a su
vez, generan una mayor competitividad,
capacidad productiva insuperable y una gran
incertidumbre a en el mercado laboral.
En efecto, se asoma una gran amenaza para
muchas profesiones con la aparición y puesta en
marcha de las herramientas y aplicaciones
basadas en la inteligencia artificial (IA) que han
comenzado a transformar el mundo del empleo.
Incluso la OCDE (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos) de la
que México forma parte, advierte que la IA
tendría su impacto en el empleo en el que ya no
lo desempeñará un trabajador, sino que estará
totalmente automatizado y estima que en el
2030 su impacto será más significativo en el
mundo, cuando unos de cada tres empleos
estarán totalmente automatizados.
En este contexto, impresiona el reciente informe
del Foro Económico Mundial que considera que,
para el 2025, con la automatización estarían en
riesgo de desaparecer 85 millones de empleos.
Sin embargo, el informe alienta cuando calcula
que, debido a esto, habría la posibilidad de crear
97 millones de nuevos puestos de trabajo.
Entonces, con los avances en robótica y en
Inteligencia Artificial (IA), habrán de surgir
inevitablemente, nuevos procesos de trabajo,
nuevas formas de desempeñar una profesión y
por consiguiente surgirán nuevos puestos de
trabajo, pero lo más alarmante para nuestras
Instituciones de Educación Superior, es la
amenaza vigente de desaparecer otros empleos
y profesiones. Esta incertidumbre que se genera
es un asunto que alarma y pone en foco de
atención a las Instituciones encargadas de
formar profesionistas.
¿A qué riesgos se tendrán que enfrentar
nuestros egresados en un entorno natural
digitalizado en el que la IA se haya integrado por
completo a los procesos laborales? ¿En las
Instituciones de Educación Superior, estamos
preparando a nuestros futuros profesionistas
para el uso de estas herramientas y aplicaciones
de IA? Por supuesto que todas estas
interrogantes generan nuevas exigencias en la
formación profesional, por lo que surgen tareas
urgentes que deben de impulsarse en la UAGro
de inmediato, debido a que nuestro modelo
educativo no está adecuado a las circunstancias,
es decir, la introducción de las competencias en
su proceso educativo no ha sido respuesta
inmediata a la necesidad de alinear la formación
profesional con el mundo laboral, no se han
logra las expectativas planteadas, por lo que urge
una reconfiguración de la curricula que atienda
los nuevos desafíos del mercado laboral.
¿Qué tipos de empleos serán sustituidos por las
herramientas y aplicaciones de inteligencia
artificial (IA)? En este sentido, diversos
organismos internacionales y empresariales
señalan que, durante los próximos 10 años,
estarán en riesgo en riesgo de desaparecer
3. empleos tales como los de trabajadores de
fábrica, los de guardias de seguridad, de atención
al cliente, operadores de maquinaria, cajeros o
cajeras de supermercado, agentes de seguros,
intérpretes y traductores, redactores, entre
otros.
Desde luego que entre las áreas afectadas por la
inteligencia artificial sería la educación, que
desde la perspectiva de negocio y de acuerdo
con la consultora Market Research Engine
empresa dedicada a la investigación de
mercados hay muchas compañías de IA que
están interesadas en invertir en herramientas
educativas. Actualmente, ChatGPT, desarrollado
por la empresa OpenAI en 2022 es un ejemplo
claro de este proceso.
Otras profesiones que tendrían mayor riesgo de
desaparecer o que se verán mayormente
influenciadas por la IA estarían lo Diseño gráfico,
contadores y auditores, abogados y analistas
financieros.
En efecto, por ejemplo, el trabajo de un analista
financiero puede ser suplantado por la lA, ya que
esta, haría que las computadoras proporcionen
alternativas y recomendaciones creativas para
reducir costos, mejorar los resultados financieros
y hacer operaciones más rápidas y mejores que
un analista humano, incluso el medio Business
Insider que es un sitio de noticias de negocios
para la generación digital, con información de
tecnología, economía, finanzas,
emprendimiento, pronostica que la inteligencia
artificial podría traer como consecuencia una
suma considerable de ahorros, ya que, se calcula
que un 30% aproximadamente de los empleos
del sector financiero se perderían en la próxima
década.
¿Cómo se podría afrontar esta situación en este
sector? Hoy en día están surgiendo nuevos
perfiles de trabajo, como los “quants” o son
científicos financieros usan las matemáticas para
valuar instrumentos financieros, resolver
problemas de carácter financiero y de gestión de
riesgos.
Las profesiones con menos riesgos de
desaparecer son: los Físicos, los Neurólogos, los
Médicos de Medicina Preventiva, los
Neuropsicólogos y los Neuropsicólogos Clínicos,
los Patólogos, los Matemáticos, los Cirujanos y
los Jefes ejecutivos, entre otros.
Ante este escenario, se puede decir a manera de
conclusión que los universitarios guerrerenses
estamos ante una gran disyuntiva, que tal vez en
un contexto diferente cabe recordar la frase
célebre del Dr. Rosalío Wences Reza al superar la
crisis político-financiera que vivió la UAGro en
1985: “renovarse o sucumbir” Es decir, o
cambiamos de rumbo y tomamos la decisión de
generar profundos cambios o seguimos
entrampados en este modelo educativo
unipersonal, de pensamiento único cuyo
sustento ni corresponde a las necesidades de su
contexto ni atiende los requerimientos que exige
el mercado laboral.
Comentarios y sugerencias:
juliocesarcj@gmail.com