Actividades sociales que se asemejan a las religiosas
1. Universidad de Puerto Rico
Recinto de Arecibo
Ejercicio de Aplicación Teórica
Andrés D. Pérez González
840-11-5984
23 de noviembre de 2011
Antropología Sociocultural (3006-LEO)
Prof. Iván Francisco Medina
2. La mayoría de los puertorriqueños nunca se han percatado que muchas
actividades seculares mantienen una analogía con los sistemas religiosos. Para la
sociedad puertorriqueña la religión se encuentra en un plano superior, imposible
de mezclarse con asuntos y actividades diarias. En otras palabras, la colocan en un
lugar en específico. Como dice el refrán popular, la colocan en cuatro paredes. Tal
como Emile Durkheim señalaba, las sociedades tienden a establecer dos planos: el
plano sagrado y el profano. Lo sagrado es todo aquello que va por encima de los
seres humanos o sea el mundo sobrenatural, mientras que lo profano, es todo
aquello que no es sagrado. Por tal razón la religión para muchos es imposible
mezclarse con lo común, con todo aquello que es producto de la mano del
hombre. Sin embargo a diario se pueden observar como inconscientemente las
personas optan conductas religiosas en distintas actividades que diariamente
participan. Pero, para la sociedad puertorriqueña es un tabú pensar que tal postura
es posible. Tan solo basta mirar a la sociedad a través de la lupa antropológica
para sorprendernos con la frecuencia que este fenómeno ocurre. Un cuadro que
ilustra este suceso con todos sus matices, son las famosas películas de Twilight
Saga, que fácilmente se han convertido en la nueva religión de la juventud.
“Twiligth Saga” es una serie de películas románticas de fantasía
sobrenatural basada en la cuatros novelas de la serie Crepúsculo por la autora
estadounidense Stephenie Meyer. Estas películas narran la historia de un vampiro
que establece una relación amorosa con una mortal y lucha para protegerla de
3. otros vampiros y lobos que amenazan contra la vida de su amada. Las películas
han adquirido gran aceptación y fama internacionalmente. Puerto Rico no es la
excepción, especialmente para la comunidad femenina sin importar la edad. Las
féminas suspiran por el protagonista y son cautivadas por su historia de amor. La
mayoría de las seguidoras creen que en algún momento de su vida llegará un
hombre como Edward (protagonista). Éste es sensible y protector.
Público en general, ha abrazado la idea de que tal vez en alguna parte
existen seres como los vampiros y los hombres lobos. Si analizamos, esta manera
de pensar se asemeja al pensamiento cristiano. Muchas religiones creen que al
mundo llegará un hombre conocido como Jesús, que es sensible, protector, lleno
de amor y que salvará a los mortales de las fuerzas del mal. También creen que
existen seres sobrenaturales conocidos como ángeles y demonios que se asimilan
a la creencia de la existencia de vampiros.
Ahora, los seguidores de estas películas tienen un sinnúmero de maneras
de identificarse. En el mundo comercial existe una gran variedad de artículos de
“Twiligth” como camisas, correas, prendas y hasta ropa interior. A diario en los
centros comerciales y otros lugares públicos se puede apreciar a puertorriqueños
utilizando camisas con emblemas y mensajes de “Twilight Saga”. Incluso muchos
deciden marcarse permanentemente la piel con tatuajes de símbolos o imágenes
de sus personajes favoritos. Otros realizan cirugías estéticas para hacerse cambios
4. físicos, como implantarse colmillos, con el fin de parecerse a los vampiros o
lobos. Adicional a esto, los “fans” se dividen en dos grandes grupos: los del
equipo de los vampiros (Team Edward) y el de los lobos (Team Jacob). Estas
prácticas son un tanto parecidas a las de índoles religiosas. Diferentes
instituciones religiosas establecen códigos de vestimenta, emplean símbolos o se
hacen algún tipo de marca permanente, como es el caso de los judíos que se
circuncidan. Todo esto tiene como fin el distinguirse para que otros puedan
identificar quienes son y en que creen.
Cuando llega la tan esperada noche del estreno, los fieles seguidores
hacen todos los preparativos para poder asistir. Unos comienzan desde temprano a
hacer turno frente a los cines. No les importa cuánto tengan que esperar. En casos
más extremos muchos dejan la comodidad de sus hogares y se retiran para
acampar en los estacionamientos. Es allí donde esperan para recibir la bendición
de ser los primeros en disfrutar del gran estreno. Esto que hacen los fanáticos es
un reflejo de los retiros espirituales. Estos retiros consisten en apartarse de todos
los supuestos afanes de la vida y establecerse en un lugar en específico para orar y
hacer distintas lecturas espirituales con el fin de que se cumpla una petición y
recibir una bendición. Los seguidores de “Twilight” hacen exactamente lo mismo.
Con estos estrenos, las salas de los cines puertorriqueños se convierten en
templos donde los seguidores de “Twiligth Saga” se congregan para saciar su
5. necesidad de ver la cinta cinematográfica y poner fin a la ansiedad que la espera
les provoca. La sala se llena de gran emoción, intriga, alegría, tristeza y
excitación. Muchas chicas suspiran, gritan por tan solo ver al protagonista y todo
esto se intensifica si Edward sale semidesnudo. Muchas lo describen como una
experiencia única que las eleva por unos instantes. Otros se escapan de la realidad
y sienten que forman parte de la película. Todo esto es apoyado por la música que
utilizan para ambientar, ya que capta la atención de los oídos y envuelve a la
audiencia. Fácilmente estas experiencias se pueden describir como unas
experiencias religiosas. Muchas religiones hacen que sus miembros escapen de la
realidad en que viven, haciendo que experimenten gozo, paz y otros sentimientos
eufóricos a través de la música y la predicación o el mensaje que llevan.
La manera en que los puertorriqueños se hacen seguidores de películas
como Twilight”, demuestra con qué facilidad se puede adoptar una conducta de
carácter religioso hacia actividades que se practican a diario. Indicando así que las
prácticas religiosas no se limitan a cuatro paredes. Además, no necesariamente, la
conducta religiosa o sus prácticas son únicas y exclusivas de la religión, o sea, del
mundo sagrado.