El documento narra la historia de 10 formas geométricas que viven juntas en una casa. Comienzan a pelear y cada una se va mudando a la casa de al lado buscando calma. Finalmente todas se reúnen en la casa de al lado, se piden disculpas y abrazan, dándose cuenta que su hogar es donde estén juntas.
2. ¡Qué alegría! ¡Qué placer! Las 10 maravillosas formas viven en el bosque y sonríen a la vez.
3. ¡Qué tristeza! ¡Qué alboroto! El corazón los está viendo hacer trastadas. ¡Se han vuelto locos! ¡Cuánto disparate!
¡Cuánto destrozo!
4. Con la casa patas arriba, ha decidido marcharse a la casa de al lado que, aunque estaba vacía, allí la calma encontraría.
Borró el 10 de la puerta y puso un nueve: así no se puede. En su casa puso un uno: ahora en calma, adiós al susto.
5. En aquel barullo, el óvalo rojo se preguntó: ¿dónde está el corazón? Miró por la ventana y lo encontró. Se fue de allí rápidamente, y
en la casa puso un ocho. Corazón era el que preparaba los mejores bizcochos. Y cuando pasó, puso en la casa un dos.
6. En aquel barullo, el círculo azul pensó: qué disparate, señor. ¿Dónde está mi hermano y corazón? Miró por la ventana y los
encontró. Se fue de allí rápidamente, y en la casa puso un 7. Adiós, hasta siempre. Y cuando pasó, puso en la casa un 3. ¡Qué alegría
veros otra vez!
7. En aquel barullo, el ovoide amarillo paró: ¿qué hago tan solo yo?¿dónde están mis hermanos y corazón? Miró por la ventana y los
encontró. Se fue de allí pitando, y en la casa puso un 6. ¡Adiós, vosotros veréis! Y cuando pasó, puso en la casa un 4. ¡Qué bien, qué
descanso!
8. En aquel barullo, el cuadrado rosa se quedó pasmado: ¿por qué estamos peleando? Miró por la ventana y vio la calma en la casa de
al lado. Se fue de allí pitando, raudo y veloz. Borró el número 6 y pintó un 5. ¡Adiós, menudo circo! Y cuando pasó, puso en la casa
un 5. ¡Qué cambio en un visto y no visto!
9. En aquel barullo, el rectángulo verde se preguntó a quién perseguía. Miró por la ventana y vio la calma en la casa de al lado. Borró
el número 5, y en la casa puso un 4. ¡Ya está bien, me marcho! Y cuando pasó, puso en la casa un 6. ¡Qué bien, vosotros sí sabéis!
10. En aquel barullo, el rombo naranja se asustó. Menudo follón. Miró por la ventana y encontró a los demás en armonía y decidió que
en aquella locura no viviría. Borró el número 4 y puso un 3: ¡Ya está bien! Al entrar en la casa puso un 7: ¡qué descanso para mi
mente!
11. En aquel barullo, el triángulo negro paró: ¡Ay, qué horror! Miró por la ventana y vio la calma en la casa de al lado. Decidió que en
aquella leonera no viviría. Borró el número 3 y pintó un 2: ¡despertaréis al lobo feroz!. Al entrar en la casa puso un 8.
Mmmmm…¡huele a bizcocho!
12. En aquel barullo, el triángulo morado miró a su alrededor: ¿esto cómo empezó? Miró por la ventana y vio la calma en la casa de al
lado, dio un portazo y se fue de allí pitando. Borró el número 2 y pintó el 1. Al entrar en la casa puso un 9. ¡A qué huele!
13. En aquel barullo, el triángulo marrón miró a su alrededor: ¿qué hago yo? Miró por la ventana y vio la calma en la casa de al lado, dio
un portazo y se fue de allí pitando. Borró el número 1 y no quedó nada. Al entrar en la casa puso un 10. ¡Juntos de nuevo, qué bien!
Juntos se pidieron disculpas y se abrazaron.
14. Ahora, que la calma se respira, todo es felicidad y alegría. Hay que reconocerle a corazón su sabiduría. Todos le abrazan muy fuerte
y, rodeados por el olor delicioso a bizcocho, corazón se siente diferente. El sonido de un latido flotaba en el ambiente…
15. Un latido de corazón que en arco-iris se transformó. La casa de al lado quedó tranquila y, después de almorzar, la recogerían, por si
algún corazón solitario aparecía algún día. Al anochecer, todos llegaron a la misma conclusión: siempre encontrará tu casa, donde
esté el corazón. Y, colorín colorete, por el cielo vuela un cohete.