2. ¿QUÉ SABES DE LAS CRUZADAS? ¿QUÉ SABES DE LA
SANTA INQUISICIÓN? ¿LOS LIBROS DE HISTORIA Y LOS
DOCUMENTALES DE TV NOS DICEN TODA LA VERDAD
SOBRE ESTOS TEMAS? ¿SABIAS QUE HOY EN DÍA SE
INTENTA ATACAR A LA IGLESIA DICIENDO MENTIRAS
ACERCA DE ELLA?
MT 12,24 MAS LOS FARISEOS, AL OÍRLO, DIJERON DE
JESÚS: «ESTE EXPULSA A LOS DEMONIOS CON EL
PODER DE BEELZEBUL, PRÍNCIPE DE LOS DEMONIOS.
3. LOS PADRES DE LA IGLESIA
Son los más insignes pastores,
generalmente obispos, de la Iglesia de los
primeros siglos. Sus enseñanzas, en
sentido colectivo, son consideradas por la
Iglesia como fundamento indispensable de
la doctrina ortodoxa (fiel o íntegra)
cristiana. Por su cercanía a los Apóstoles
nos presentan la correcta interpretación de
las Sagradas Escrituras. Los escritos de
los Padres Apostólicos son considerados
como un eco de la enseñanza de los
Apóstoles.
Los cuatro principales criterios para ser
reconocido como "Padre de la Iglesia":
antigüedad, ortodoxia, santidad,
aprobación de la Iglesia. Los Padres se
distinguen entre griegos (procedentes del
Este) y latinos (del Occidente).
Generalmente se considera que el último
de los Padres latinos es San Isidoro de
Sevilla (560-636) y el último de los Padres
del griegos es San Juan de Damasceno
(675-749). Los Santos Padres más
importantes fueron ocho, cuatro griegos y
cuatro latinos.
4. LOS CUATRO PADRES GRIEGOS FUERON:
San Atanasio
“El martillo de los
herejes”
San Juan
Crisóstomo
“El pico de oro”
San Gregorio
Nacianceno.
San Basilio.
“El Grande”
5. LOS CUATRO PADRES LATINOS FUERON
SAN
AMBROSIO.
SAN
JERÓNIMO.
SAN
GREGORIO
MAGNO.
SAN
AGUSTÍN.
6. LOS PRIMEROS MONJES
En el siglo IV aumentó mucho el número de hombres que se
retiraron a la soledad para dedicar su tiempo a la oración y a
la penitencia. El ejemplo de San Antonio de Tebaida (356)
produjo miles de seguidores. San Pacomio (347) organizó la
vida comunitaria. San Basilio, ya citado, redactó la primera
regla para monjes. San Martín de Tours fue animador del
movimiento monástico y del apostolado rural.
En el siglo VI San Columbano, monje y misionero irlandés
fomentó la vida monacal en Irlanda, Francia y la actual
Inglaterra.. Estas y las anteriores comunidades fueron
centros de renovación religiosa y humana en esta época de
cambio cultural. El decidido fomento a la vida de
consagración a Dios fue debido de manera importante a San
Benito de Nurcia. Desde la soledad de su retiro en Subiaco,
su ejemplo le atrajo discípulos. Pasó a Monte Casino en 629,
situado rumbo a Nápoles, Italia.
La orden benedictina tiene como fin la glorificación de Dios.
Sus miembros transcurrían su vida en la oración, el trabaja
agrícola y el estudio, viviendo en pobreza, castidad y
obediencia.
La orden tuvo un gran auge desde su fundación hasta el si-
glo XII, en Italia, Francia, Alemania, Gran Bretaña, etc.
Sus monasterios se convirtieron en baluartes evangélicos,
culturales donde se preservo la cultura y los grandes
escritos de la antigüedad evitando de esta manera que sean
destruidas por los bárbaros.
7. LA ESCOLÁSTICA
Se llama escolástica a la filosofía de la segunda parte de
la Edad Medía que, siguiendo un método especial, y
tomando generalmente como gula a Aristóteles, se
enseñaba en las escuelas episcopales y palatinas (de ahí
su nombre, de "schola"). Sus seguidores eran
denominados escolásticos; de estas escuelas pasó a las
universidades.
La escolástica se caracteriza por un sistema peculiar de
exponer la fe y se propone hacer ver cómo entre la razón
y la fe, la filosofía y la teología, hay una íntima unión; la
filosofía ha de ponerse al servicio ("ancilla", como
esclava) de la teología.
El gran esplendor de la escolástica se alcanzó en el siglo
XIII, con maestros insignes como San Alberto Magno,
San Buenaventura, Alejandro de Hales, Duns Scoto y
Santo Tomás de Aquino, sin duda la lumbrera mayor.
Santo Tomás de Aquino por la santidad de vida, la
profundidad de su saber y la, precisión de su lenguaje
sabe recoger toda la tradición cristiana anterior y
elaborar una doctrina sistemática. Sus obras más
conocidas son la Suma Teológica y la Suma contra
gentiles. La Iglesia ha recomendado innumerables veces
la filosofía y la teología de Santo Tomás, desde poco
después de su muerte hasta nuestros días, calificándola
como la doctrina más segura a seguir. La San Iglesia
Católica lo a proclamado Doctor de la Iglesia.
8. Cisma de Oriente
Este cisma, conocido también como cisma
griego, separó al Oriente (Balcanes, Asia y
Rusia) del Occidente, abriendo un abismo tan
profundo.
El Cisma se fue gestando. Se inició en el siglo
IX y se consumó en el siglo XI (1054).
En el año 847, San Ignacio, patriarca de
Constantinopla negó públicamente la
comunión a César Bardas, que regía el
Imperio, por razones de moralidad pública.
César destituyó a Ignacio y nombró patriarca
a Focio hasta entonces primer ministro. Focio
recibió en una semana todas las órdenes
hasta la consagración episcopal, con la
particularidad de que se las concedió el
obispo de Siracusa que había sido
excomulgado por Ignacio. Los sucesores de
Focio en su sede mantuvieron una fría reserva
ante Roma.
Miguel Cerulario en 1054 consumó el cisma,
haciendo prácticamente las mismas
acusaciones hechas por Focio. El Papa San
León IX interviene recordando su primacía y
enviando tres legados a Constantinopla para
que resolvieran todas las dificultades con el
patriarca y el emperador. Por no llegar a un
acuerdo los legados depositaron sobre el altar
de Santa Sofía la sentencia de deposición y
excomunión contra Miguel Celulario (1054).
9. LUCHA DE LAS INVESTIDURAS
La Disputa de las Investiduras fue un enfrentamiento entre el ambicioso poder
civil representado por el emperador y la Santa Iglesia Católica defendida por
el Sumo Pontífice, sobre la cuestión: de a quién compete el dominio del clero.
Los reyes y gobernantes nombraban inválidamente algunos obispos,
párrocos y superiores de conventos y para estos puestos no se escogía a los
más santos sino a los que pagaban más y a los que servían a los intereses del
rey. Y sucedió entonces que a los altos puestos de la Iglesia Católica llegaron
hombres muy indignos de tales cargos, y que tenían una conducta
verdaderamente desastrosa. Muchos de estos ya no observaban el celibato
(la obligación de mantenerse solteros y conservando la virtud de la pureza) y
vivían en unión libre con mujeres. Un hombre providencial que libró a la
Iglesia de Cristo de ser esclavizada por los gobernantes civiles y de ser
gobernada por hombres indignos en los cargos eclesiásticos fue el Papa San
Gregorio VII en 1085 decidido a extirpar el vicio de que los señores feudales
nombraran a quienes ocupaban los puestos eclesiásticos. También San
Gregorio VII excomulgó al emperador Enrique IV, quien hubo de hacer
penitencia en Canosa (1077) para recibir la absolución. Los tres conceptos
básicos que proclamo y defendió San Gregorio VII son los siguientes:
La Santa Iglesia Católica no ha fallado en el pasado ni fallara en el futuro.
El Romano Pontífice está por encima no sólo de los fieles, clérigos y obispos,
sino de todas las Iglesias locales, regionales y nacionales, y por encima
también de todos los concilios.
Los príncipes, incluido el emperador, están sometidos al Romano Pontífice.
Tras la muerte de San Gregorio VII continuo esta lucha empeñada en romper
la intromisión civil en la vida eclesiástica el triunfo de la Iglesia llego con la
firma del Concordato de Worms (1122) gestionado por S.S. el Papa Calixto II
en dicho documento el emperador Enrique V aceptó no inmiscuirse más en la
elección de los prelados de la Iglesia. El concilio de Letrán (1123), Confirmó el
Concordato de Worms además condeno la simonía (La compra o venta de
bienes espirituales, cargos eclesiásticos, sacramentos y promesas de
oración) y el nicolaísmo (fornicación de un sacerdote con una mujer)
10. LAS CRUZADAS
Fueron un total de ocho expediciones que tuvieron como finalidad rescatar y
defender “Tierra Santa” además de proteger Europa de una invasión de los
turcos mahometanos. Las cruzadas se iniciaron en el siglo XI y terminaron en
el siglo XIII.
- La Primera Cruzada (1096 a 1099) S.S. el Papa Urbano II convocó la primera
durante el Concilio de Clermont en 1095. Los turcos mahometanos se habían
apoderado de los Santos Lugares en Jerusalén en 1071. Y amenazaban con
invadir a Europa y destruir a la cristiandad. La primera cruzada llego a
convocar a 60 mil cruzados al mando de Godofredo de Bouillon Duque de
Lorena. Los cruzados lograron su objetivo recuperaron Tierra Santa en el año
1099 estableciendo allí un reino pequeño rodeado de turcos y bizantinos
conocido con el nombre de Reino Cristiano de Jerusalén.
- La Segunda Cruzada (1147-1149) convocada por S.S. el Papa Eugenio III, fue
comandada por Luis VII de Francia y el emperador Conrado III. Fracasó por la
resistencia de los mismos bizantinos y por las divisiones internas de los
cruzados.
- La Tercera Cruzada (1189-1192) convocada por S.S. el Papa Gregorio VIII. El
reino de Jerusalén, fundado durante la primera cruzada, estaba siendo
peligrosamente rodeado por los turcos, esta cruzada fue dirigida por el
emperador Federico I Barbarroja, Felipe II Augusto, rey de Francia, y por
Enrique II Plantagenet rey de Inglaterra. Federico y Enrique murieron. El hijo
de Enrique, Ricardo Corazón de León, asumió la dirección de la cruzada
logrando recuperar de San Juan de Acre. El rey francés escapo a su tierra. El
rey Ricardo Corazón de león, entonces, firmó un acuerdo de acceso libre de
los cristianos a Tierra Santa, estampando su nombre junto al del sultán
Saladino.
- La Cuarta Cruzada (1202-1204) convocada por S.S. el Papa Inocencio III que
tenía como fin levantar la fuerza del Reino Franco establecido en Tierra Santa,
que ya agonizaba. Por culpa de los intereses egoístas de sus dirigentes no
tuvo éxito.
11. - La Quinta cruzada (1217-21), convocada por S.S. la Papa
Inocencio III dirigida por el rey Andrés II de Hungría obtuvo
únicamente avances precarios. Lo importante de esta cruzada
fue la participación de San Francisco de Asís que intento
convertir al cristianismo al sultán de Egipto Malek-al-Kamil.
- La Sexta cruzada (1228-29) Siendo Papa S.S. Gregorio IX fue
capitaneada por el emperador Federico II Hohenstaufen.
Mediante alianzas habilísimas, propias de su genio político, y
sin recurrir a las acciones bélicas, instauró en Jerusalén una
política de tolerancia religiosa.
-La Séptima cruzada (1248-54) Tenía como fin recobrar
nuevamente Jerusalén, que había caído en poder turco en
1244. Los cristianos se habían replegado a unas cuantas
fortificaciones, como San Juan de Arce y Antioquía. San Luis
IX de Francia respondió al llamado de S.S. el Papa Inocencio
IV. Pero los desastres sufridos por la vanguardia, comandada
por el conde de Artois, hermano de San Luis IX, la fiebre que
azotó al ejército, y la prisión del mismo rey, inutilizaron la
empresa.
-La Octava, y última cruzada (1270), Convocada por S.S. el
Papa Clemente IV fue llevada a cabo por el mismo San Luis IX
Rey de Francia, en renovado intento de contener el avance
turco que proseguía continuo. Antes de partir hacia
Jerusalén, se apoderó de Túnez, en el norte de África. Allí
murió, víctima de la disentería.
Después de esta Cruzada no se hará otro intento más para
reconquistar la Tierra Santa pero este anhelo de recuperar
“Tierra Santa” continuara vivo en el corazón de muchos reyes
como Fernando e Isabel, Carlos V y Felipe II de España.
12. Para entender las cruzadas hay que
tener en cuenta que la mayoría de
los cruzados estaban motivados
por el deseo de agradar a Dios,
expiar sus pecados y poner sus
vidas al servicio del prójimo
defendiendo a aquellos que
estaban siendo oprimidos por los
musulmanes y recuperando
aquellos lugares que en el año 632
le pertenecían a la cristiandad y
que en el año 732 habían sido
completamente invadidos y su
población cruelmente oprimida por
el islam. Esta situación motivo los
constantes pedidos de ayuda que
recién fueron contestados en el
año 1095 por el Papa Urbano II
después de haber meditado
bastante sobre las consecuencias
se tomo la única decisión posible
para esa época defender y proteger
a los santos lugares y a los
cristianos que vivían allí.
CONCLUSIÓN
13. EL TRIBUNAL DE LA SANTA INQUISICIÓN
O SANTO OFICIO
El Papa Gregorio IX, en 1232, organizó el Tribunal de la
Inquisición para defender y proteger la pureza de la Fe que nos
entrego nuestro señor Jesucristo. Reprimiendo las herejías,
sacrilegios, brujerías y delitos morales como la bigamia.
Tratándose de los delitos mayores, los apresados que no se
arrepentían de sus actos eran entregados al brazo secular, o
sea, a la autoridad civil, para que les infringiera el castigo
correspondiente. Por iniciativa de la autoridad civil la herejía
pasó a ser un delito comparable al de quien atenta contra la
vida del rey, es decir, de lesa majestad, castigado con la
muerte en hoguera por eso en algunos lugares la pena de
muerte se aplico al hereje contumaz no arrepentido, el resto de
los delitos se pagaban con excomunión, confiscación de
bienes, multas, cárcel, oraciones y limosnas penitenciales.
También no hay que olvidar que la tortura era comúnmente
utilizada por los tribunales civiles como forma de escarmiento,
castigo o intimidación, en el caso de la Inquisición se le dio
otra finalidad: el acusado confeso arrepentido tras la tortura
efectuada por personas civiles, nunca sacerdotes, se libraba
de la muerte, algo que no ocurría en la justicia civil. Las
torturas nunca llegaban a mutilar o matar al acusado, si este
sangraba durante la tortura inmediatamente era puesto en
libertad y considerado inocente. Este método que nos puede
parecer bárbaro según nuestra mentalidad actual, en su
tiempo era considerado necesario y fue la Iglesia que poco a
poco consiguió mitigarla y posteriormente desaparecerla.
14. La polémica sobre la Santa Inquisición se nutre
de la ignorancia histórica, la falta de
contextualización de los hechos, el
desconocimiento de las mentalidades de épocas
pasadas, la escasez de estudios comparativos
entre la justicia civil y la inquisitorial. Según
estudios realizados solamente el 1,9% de los
juzgados por el tribunal de la Santo Oficio fue
condenado a la pena de muerte, lo cual
desmiente categóricamente las grandes
mentiras que se dicen sobre la Inquisición,
Estas mentiras fueron inventadas para
desprestigiar a la Santa Iglesia Católica. Gracias
a la Santa Inquisición hoy en día practicamos en
nuestros tribunales el “Debido Proceso“ es
decir: Las personas deben ser sometidas a un
juicio justo con igualdad ante la ley, con
derecho a defenderse y ser inocente hasta que
se demuestre lo contrario con una clara
investigación. Por otra parte el Papa Juan Pablo
II en su Carta Apostólica “Tertio Milenio
Adveniente” señalo la necesidad de revisar
algunos pasajes de la historia de la Iglesia para
reconocer ante el mundo los errores de algunos
fieles que obraron fuera de la voluntad de la
Iglesia. La Inquisición duró hasta principios del
pasado siglo XIX posteriormente fue reformada
y recibió el nombre a Sagrada Congregación
para la Doctrina de la Fe.