Estudio biblico

1. LA TEOLOGIA DE LA CRUZ.
TEXTO: 1° CORINTIOS 1:18-25.
“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es
poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los
entendidos. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha
enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Pues ya que, en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios
mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Porque los judíos
piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos
ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; más para los llamados, así judíos como griegos, Cristo
poder de Dios, y sabiduría de Dios. Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de
Dios es más fuerte que los hombres.”
INTRODUCCIÓN.
Han pasado más de 500 años de la reforma protestante, la cual marca un hito de suma importancia en la
historia de la iglesia. Cuando pensamos en la reforma protestante la escena que viene a nuestras mentes es la
de Martín Lutero clavandosus famosas 95 tesis en la puerta de la iglesia del Castillo, en la ciudad de
Wittenberg, el 31 de octubre de 1517, fecha que nosotros tomamos como punto de partida para la
celebración de este acontecimiento. Sin embargo, de no haber sido por la sobrerreacción de algunos jerarcas
de la Iglesia Católica Romana, y que Dios en su soberana voluntad había determinado usar este incidente para
dar inicio a la reforma protestante, probablemente este documento habría pasado sin pena ni gloria. Las 95
Tesis de Lutero, no fue en absoluto un panfleto revolucionario y divisivo, era una invitación a los académicos
de Wittenberg a discutir el tema del abuso de la venta de indulgencias escrito por un hombre, un monje
Agustino, que en ese momento no tenía ni idea de las repercusiones que ese documento iba a tener en la
historia de la iglesia y en el mundo occidental en general. Pero uno de los principales beneficiarios de la venta
de indulgencias en Alemania, Alberto de Maguncia, envió a Roma un ejemplar de las tesis de Lutero y sin
quererlo este hombre provocó una reacción en cadena. El Papa León X, le pidió al general de la orden de los
Agustinos, Gabriel de la Volta, que se encargará de este asunto. De la Volta le confió la tarea a Johan von
Staupitz, quien era el confesor de Lutero. Este invito a Lutero a explicar su postura en la próxima reunión de la
orden, que se llevaría a cabo en la ciudad de Heidelberg en abril del año 1518, es decir, seis meses después
de haber clavado las 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg. Fue con ese propósito que Lutero
escribió otro documento conocido como: Las disputaciones de Heidelberg. Compuesto, por 28 tesis
teológicas, donde Lutero presenta la importantísima paradoja entre: La Teología de la Gloria y la Teología de
la Cruz. (Una paradoja es una contradicción aparente que encierra una verdad más profunda que no se puede
ver a simple vista). Por ejemplo, el Señor Jesucristo dice en: Mateo 10:39, “el que haya su vida la perderá y el
que pierda su vida por causa de mí dice el señor la hallará”. Esto es una paradoja: Cómo se puede hallar la
vida perdiendo la vida. Pero, al examinar esta declaración más detenidamente nos damos cuenta que Jesús
nos está invitando a perder la vida en un sentido para hallarla en otro sentido infinitamente superior no hay
ninguna contradicción aquí. Debemos perder nuestra vida para hallarla en Cristo. Bueno de la misma manera
Lutero dice: Para poder entender a Dios, no podemos hacerlo apelando a nuestra lógica humana porque
Dios habla y actúa por medio de paradojas. Durante la edad media muchos teólogos habían tratado de
combinar la filosofía de Aristóteles con la Doctrina Cristiana, pero Lutero se dio cuenta que esta unión era un
absoluto fracaso. Porque nuestro Dios actúa de tal manera que Él desafía por completo nuestras
presuposiciones y nuestros prejuicios. Debo aclarar esta mañana que no vine a dar una charla sobre la historia
de la iglesia y mucho menos vine a hablar de filosofía, yo vine a predicar la Palabra de Dios, pero estoy
tomando este hecho histórico como punto de referencia para mostrar que las verdades más profundas de la
Biblia quedarán fuera de nuestro alcance a menos que tratemos de entender a Dios a la luz de lo que Él nos
revela acerca de sí mismo y no a través de nuestras propias expectativas, ni nuestras especulaciones
intelectuales.
El mayor, y más extraordinario, despliegue de la Revelación de Dios, lo que Dios quiere revelarnos de sí
mismo, no lo encontramos en la creación, no lo encontramos a través de hechos portentosos y milagrosos.
Saben mis amados hermanos, donde se encuentra, la más potente, la más clara, la más extraordinaria
revelación de Dios, es en la muerte de nuestro Señor Jesucristo en la Cruz del Calvario, no hay ningún otro
lugar donde nosotros debemos mirar para poderconocer a Dios y para poder conocer la manera como él
opera. Eso es parte de lo que Pablo nos plantea en este pasaje de 1ª de Corintios, que leímos hace un
momento. Pablo comienza esta sección diciendo en el versículo 18, que la Palabra de la Cruz, es decir, el
mensaje del Evangelio, es necedad para los que se pierden, es una soberbia tontería. Cómo es posible que
nuestra salvación dependa de un judíoque fue crucificado en debilidad en una cruz romana, desde el punto

2. de vista de nuestra lógica eso no parece tener ningún sentido. Lo que dice el apóstol Pablo en el versículo 22,
porque en verdad los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, pero nosotros predicamos a Cristo
crucificado, piedra de tropiezo para los judíos y necedad para los gentiles. ¿Cuál es el problema que los
judíos y los griegos tenían con el Evangelio? Que ese mensaje no encajaba con las expectativas racionales y
lógicas que ellos tenían acerca de Dios. En otras palabras, el Dios del Evangelio no satisfacía sus criterios
culturales. Los judíos piden señales dice Pablo, los griegos buscan sabiduría, así que el Evangelio no puede
satisfacer a ninguno de los dos. Sin embargo, eso que el mundo desprecia como una increíble insensatez y
como una total necedad dice Pablo, para aquellos que se salvan es poder de Dios. Ese es el poderoso
instrumento que Dios usa para darnos vida por medio de la fe.
De manera que el Evangelio de la cruz traza una línea divisoria que parte en dos a la raza humana, entre los
que se pierden y entre los que se salvan, de un lado de la línea están los que pretenden encajar a Dios en su
razonamiento lógico. Es a esos, que Lutero llama Teólogos de la Gloria y del otro lado los que saben que la
única manera de entender a Dios, es a la luz de los sufrimientos de Cristo en el Calvario, estos son los
Teólogos de la Cruz. Son dos teologías completamente distintas que producen a la larga dos resultados
completamente distintos. Los Teólogos de la Gloria, dice Lutero, crean en sus mentes una imagen de Dios
que encaja con lo que ellos presuponen acerca de Él. Permítanme poner un ejemplo, que nos ayude a
entender esto de una manera mejor. La mayoría de las personas razona lógicamente que: Dios tiene que
recompensar a los que se portan bien. Si, todo el mundo razona lógicamente: “Sí Dios es como yo, Él tiene
que recompensar a los que se portan bien. Si hacemos nuestro mejor esfuerzo, Dios vendrá en nuestro
auxilio, para que seamos cada vez más santos, para que estemos cada vez más llenos de amor, hasta que
llegará el momento en que Dios, estará tan impresionado con nuestra mejoría, estará tan impresionado con
nosotros, que Dios nos dará la salvación”. Está teología, se resume en una frase muy popular que
seguramente todos ustedes conocen de memoria: “Ayúdate que yo te ayudaré”. Creo que este sería uno de
los versículos más conocidos de toda la biblia. Con el único problema de que no se encuentra en la biblia. Yo
te ayudo, si te ayudas a ti mismo, al final de cuentas es el hombre el que se lleva la gloria y no Dios. Pero
entonces, llegamos a las Escrituras y nos topamos con algunos textos como: Isaías 64:6. Donde el profeta nos
dice: “Que todas nuestras obras de justicia, no las malas, dice Isaías son como un trapo de inmundicia
delante de Dios”. Oh, en Efesios 2:8 al 9. El apóstol Pablo dice claramente que: “La salvación es por gracia,
no es por obras, es por medio de la fe, para que nadie se gloríe”. Es decir, que lo que el Teólogo de la Gloria
ve como algo bueno, el hecho de que yo trate de ganarme el favor de Dios a través de mis obras, la Biblia lo
ve como algo inútil y abominable. Porque, yo estoy tratando de alcanzar por mí mismo lo que Dios nos dice
en su Palabra que debemos recibir humildemente por gracia, únicamente por medio de la fe. Por eso, Lutero
decía en su tesis número 21 de las Disputaciones de Heidelberg que el Teólogo de la Gloria, llama a lo malo,
bueno y a lo bueno, malo, es decir, él ve las cosas patas arriba, él ve las cosas al revés, mientras que el
Teólogo de la Cruz, dice Lutero, ve las cosas tal cual son, porque él las contempla a través de la forma
paradójica como Dios se revela a sí mismo en la Cruz del Calvario. Mis hermanos, ¿Cuál es la gran enseñanza
de la muerte de Cristo en la cruz?, ¿Qué es lo que este evento nos enseña? Que, nuestra salvación depende
enteramente de un Dios que muere en debilidad, llevando nuestros pecados y nuestra vergüenza en la Cruz.
Es, de esa manera que Dios muestra su gloria y su poder. No a través de milagros portentosos como
esperaban los judíos, no a través de un despliegue de sabiduría humana y de oratoria como esperaban los
griegos, sino salvando a los pecadores por medio de la muerte de Jesús. Es de la Cruz de Cristo que emana el
rayo más potente de la Gloria de Dios y donde la supuesta sabiduría del mundo se convierte en necedad,
como dice Pablo en 1ª de corintios 1:25. “La necedad de Dios es más sabía que los hombres, la insensatez de
Dios o la debilidad de Dios, es más fuerte que los hombres”. Que es lo que Pablo está diciendo aquí: “Que
esa aparente necedad y debilidad de Dios, no es otra cosa, que un despliegue inigualable de poder y de
sabiduría”. Mis hermanos, Dios actúa de formas misteriosas. Él revela su gloria en la vergüenza, su sabiduría
en la necedad, su poder en la debilidad, y su victoria en la derrota. Ese es nuestro Dios.
Vayamos, al momento en que el Señor Jesucristo fue crucificado. Las personas que estaban al pie de la cruz en
ese día, solo podían llegar a una conclusión: “Jesús era un mentiroso, o era un fracasado, o las dos cosas a la
vez”. Pero lo que estaba ocurriendo en realidad era que Cristo se estaba haciendo voluntariamente débil
para derrotar de una vez por todas al pecado, al diablo y a la muerte. Ese es nuestro Dios. Nuestro Dios gana
perdiendo, nuestro Dios abre un manantial de vida muriendo.
Mis hermanos, esto desafía nuestra lógica, esto es completamente contrario a nuestras expectativas, pero
es de esa forma paradójica que Dios se glorifica a sí mismo. Solo Dios es lo suficientemente grande como para
vencer perdiendo, solo Dios es lo suficientemente amante como para amar lo antipático, solo Dios es lo
suficientemente eterno como para ser engullido porel tiempo y la muerte y vivir para contarlo. La Cruz
magnífica al Rey Divino, que se hizo insensato con el fin de acabar con la insensatez del pecado y de la

3. muerte. Ese es nuestro Dios, de manera que la Teología la Cruz no se limita a explicar cómo es que Dios salva a
los pecadores a través de la muerte de Cristo. No, la Teología de la Cruz es mucho más que eso. La Teología de
la Cruz nos provee un nuevo entendimiento de Dios, tal como Él se revela en el Evangelio. La Teología de la
Cruz, nos permite ver la vida con otros ojos, mientras nosotros tratamos de entendera Dios descansando en
nuestro propio razonamiento. No sólo, vamos a terminar profundamente confundidos, porque en este
mundo las cosas no funcionan como esperamos o como uno piensa. La providencia de Dios actúa de otra
manera. Porque nuestro Dios actúa conforme a la inescrutable sabiduría de su mente infinita, Él no hace las
cosas como nosotros esperamos que las haga. Dios actúa de una manera paradójica.
Recordemos la reacción de los amigos de Job. Job, es un hombre justo, un hombre próspero, y en un instante
lo pierde todo. Sus bienes, sus hijos, su salud y aparecen sus tres amigos Bildad, Sofar y Elifas,
supuestamente, para consolarlo. Pero los tres, llegan a la misma conclusión: “Todas estas calamidades que
te han venido Job, sólo pueden significar una sola cosa, tú has pecado, has pecado gravemente contra Dios.
Porque si hay algo que nosotros tenemos por seguroes que Dios bendice a los que se portan bien y castiga a
los que se portan mal. Tú has pecado”. Buscar:
-Job 4:7 al 8. “Ponte a pensar: ¿Quién que sea inocente ha perecido? ¿Cuándo se ha destruido a la gente
íntegra? La experiencia me ha enseñado que los que siembran maldad cosechan desventura”. (NVI).
-Job 8:5 al 8. “Pero, si tú vuelves la mirada a Dios, si le pides perdón al Todopoderoso, y si eres puro y recto,
él saldrá en tu defensa y te restablecerá en el lugar que te corresponde. Modestas parecerán tus primeras
riquezas, comparadas con tu prosperidad futura. Preguntaa las generaciones pasadas; averigua lo que
descubrieron sus padres”. (NVI).
-Job 11:13. “Si tú encaminas tu mente y extiendes las manos hacia él”. (PDT).
Ustedes verán, que los amigos de Job llegaron a esa conclusión basados en tres cosas: “La experiencia, la
tradición y la razón”. Cada uno de ellos dice: “Míralo, mira la experiencia mía, que yo he tenido, mira la
tradición, mira nuestro razonamiento, a nadie que se porte bien le va mal”. Pero, entonces al final del libro
aparece Dios y no sólo trata con el corazón de Job, sino que también reprende duramente a sus amigos y
escuchen hermanos con mucho cuidado lo que Dios les dice a los amigos de Job, en el capítulo 42, versículo
7. “Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras a Job, Jehová dijo a Elifaz temanita: Mi ira se
encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job”. Se
dieron cuenta, Dios no reprende a los amigos de Job, por haber hablado mal de Job. No, Dios reprendió a los
amigos de Job por haber hablado mal de Él. “no habéis hablado de mí lo recto”, dice el Señor. Ustedes
evaluaron mi forma de obrar conforme a sus propias expectativas y terminaron hablandomal de mí. Porque
yo no soy como ustedes, ni hago las cosas como ustedes esperan que yo las haga. Ustedes hablaron mal de
mí.
Ver: Isaías 55:8-9. (TLA). “Dios dijo: Yo no pienso como piensan ustedes ni actúo como ustedes actúan. Mis
pensamientos y mis acciones están muy por encima de lo que ustedes piensan y hacen: Están más altos que
los cielos. Les juro que así es”.
Nunca evaluemos a Dios conforme a nuestra lógica humana, sino conforme a la manera como él se revela
en el sufrimiento de Cristo en la Cruz del Calvario, en una forma paradójica y totalmente inesperada. Esto
impacta profundamente nuestro entendimiento de Dios y de la vida cristiana.
Cuál era el problema que Pablo estaba tratando de corregir en este pasaje. Que, muchos de estos creyentes,
no podían aceptar que Pablo tratará de alcanzar a los perdidos en Corinto y edificar a la iglesia con el
sencillo pero poderoso mensaje del Evangelio. Eso era demasiado simple para poder impactar a la
sofisticada sociedad Corintia. Como si la oratoria humana o la demostración de poder y de sabiduría,
pudieran hacer lo que el Evangelio no puede hacer.
Pero, este espíritu no murió en el primer siglo, muchas iglesias hoy han perdido de vista que la esencia de
nuestro ministerio es proclamar a un salvador crucificado, que muere en debilidad, para saldar nuestra
deuda con la justicia de Dios, eso no tiene ningún atractivo para la gente del mundo. Pero, es a través de esa
aparente debilidad e insensatez de la predicación del Evangelio que nuestro Dios manifiesta su poder para
salvar a los pecadores. Veamos el versículo 21: “Pues ya que, en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a
Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”.
Dios ha decidido que nadie llegue a conocerle a través de especulaciones intelectuales. Nadie se va a salvar
meditando en la Vía Láctea. Nadie se va a salvar estudiando el misterio del átomo. Dios ha decretado salvar
a aquellos que Él escogió para salvación desde antes de la fundación del mundo a través de un acto sencillo
y ordinario. Un hombre común y corriente, comoyo, como ustedes, como cualquiera de los pastores de esta

4. iglesia, que se para en un púlpito cada domingoabre la biblia y predica la palabra y a través de ese acto
sencillo y ordinario, Dios trae personas que están muertas en sus delitos y pecados y les da nueva vida en
Cristo.
Sustituir la predicación del evangelio por algo que parezca más relevante o incluso más espectacular puede
que traiga a muchas personas a la iglesia, pero, de ninguna manera podráproducirla humillación que se
requiere para que un pecador pueda venir a cristo en arrepentimiento. Diferente, es ese triunfalismo que
muchas veces vemos en la iglesia contemporánea. Es contraproducente. Porque ese triunfalismo, de: “yo
estoy bien, todo está bien, tenemos todos los principios, para no tener problemas, no tener ansiedad, no tener
depresión”. alguien decía en un artículo de un sitio cristiano: “El Facebook y la iglesia me hace sentir triste”.
“Tú examinas el Facebook, ves las fotos de la gente que aparecen allí y todo el mundo parece más feliz que
yo”.
Saben lo triste de esto mis hermanos, es que nosotros venimos a la iglesia y muchas veces, venimos con
cargas profundas y pesadas en el corazón. Pero, todo el mundo quiere aparentar que no tiene ningún
problema. ¡¡Estamos en victoria!! ¿De verdad? ¿Todo el tiempo? ¿Los 365 días del año? Eso, no es verdad,
no es verdad. Ese triunfalismo, es contraproducente, ¿Sabe por qué? Porque, alimenta la soberbia humana y
produce un sentido de autosatisfacción que daña nuestras almas y nos separa de Dios.
Nosotros no venimos a la iglesia a pasar un buen tiempo escuchando sermones terapéuticos, que la gente
cree necesitar. Tampoco venimos a satisfacer a una audiencia consumista que desea ser entretenida.
Nosotros venimos a proclamar lo que Dios tuvo que haceren la Cruz del Calvario a través de la muerte de su
propio hijo, para reconciliarnos con Él. Es el Evangelio lo que el pecador necesita para ser salvo y es el
Evangelio lo que la iglesia necesita para crecer en gracia. Cuando la iglesia reconoce su impotencia y su
desesperación encuentra la clave para seguir existiendo, como iglesia en el mundo. Es en su debilidad, donde
radica la mayor fuerza de la iglesia, el Dios crucificado y ocultoes el Dios cuya fuerza se esconde a través de
una aparente debilidad, y cuyasabiduría se esconde tras una aparente insensatez. Ese es nuestro Dios.
Pero, la Teología de la Cruz, no sólo transforma nuestra perspectiva del ministerio cristiano, la Teología de la
Cruz, también transforma nuestra percepción del amor de Dios. Pregunta: ¿Alguna vez nos hemos sentido
confundidos al tratar de entender lo que Dios está haciendoen nuestra vida? ¿Al tratar de entender el amor
de Dios? ¿No te ha pasado eso? Hacemos una proyección de nuestro amor, entonces, tratamos de encajar a
Dios en ese esquema.
El problema mis hermanos, es que el amor de Dios no funciona como nuestro amor. Pregunta: ¿Podemos
recordar qué fue lo que nos sucedió cuando nos enamoramos de nuestra esposa o esposo? ¿Cómo fue que
nos sentimos atraídos hacia ella o él? Probablemente, fue por algún rasgo de su carácter o de su belleza
física, que nos resultó agradable. Nosotros reaccionamos a eso que vimos en nuestra esposa o esposo y que
nos gustó. El amor de Dios dice Lutero es completamente diferente. Escuchen por favor, lo que Lutero dice en
su tesis número 28, de las disputaciones de Heidelberg. Aunque, está fraseología es desde hace 500 años, esto
es algo que Lutero está proponiendo discutir. La tesis 28 de Heidelberg dice: “El amor de Dios no encuentra,
sino crea aquello que le place; el amor del hombre se origina por su objeto”. Aquí Lutero contrasta el amor
humano con el divino. Nosotros normalmente amamos a alguien porque tiene cualidades que nos atraen. La
persona es atractiva, inteligente, comprensiva o amable y por eso la amamos. En contraste absoluto, Dios
no encuentra en el ser humano nada agradable, sino que lo hace agradable. Según la disputación, “Los
pecadores son bellos por ser amados, no son amados por ser bellos”. No podemos jactarnos de nada bueno
en nosotros. Dios no nos salva por ser más inteligentes o mejores que los demás, sino que por su pura gracia
nos salvó y nos hizo una creación nueva en Cristo Jesús. Dios no se mueve hacia aquello que primero le
resulta agradable para entonces amarlo, sino que él decide amar lo que no le resulta atractivo para comenzar
a trabajar en él y hacerlo agradable. El amor de Dios no es reactivo como el tuyo y el mío, el amor de Dios es
activo, Él decidió amarnos cuando no habíaabsolutamente nada en nosotros que nos hiciera atractivos
delante de sus ojos. Esta es la perspectiva del amor de Dios que nos enseña la Teología de la Cruz. Dios escoge
lo que es desagradable y repulsivo, sin ninguna cualidad que lo haga intrínsecamente redimible, para
derramar abundantemente sobre él su amor salvador en Cristo. Dios escoge lo repulsivo, Dios escoge lo
desagradable, Dios escoge lo que su alma santa abomina para hacerlo santo, para hacerlopuro, para
transformarlo. Sabe lo que eso significa mi amado hermano, significa que el amor de Dios por los suyos nunca
termina. Porque no depende de nosotros, depende de su soberana decisión de amarnos en su Hijo. Una
decisión que Él tomó desde antes de la fundación del mundo, por el puroafecto de su voluntad. El amor de
Dios no cambia porque tú cambias. Su amor es soberano, Él decidió amarnos en Cristo. Ahora esto implica
otra cosa, que precisamente porque Él nos ama, Él ha determinado no dejarnos como nos encontró, Él seguirá
moldeando nuestro carácter para que seamos cada vez más semejantes a nuestro Señor Jesucristo. él nos

5. escogió siendo pecadores, sí, pero para hacernos santos dice Efesios 1:4, y es aquí donde entra en juego otro
elemento que es totalmente incomprensible, y es que muchas veces el amor de Dios se esconde detrás del
dolor y la aflicción. Dios nos ama y precisamente porque Él nos ama, Él ha determinado no dejarnos como nos
encontró. Dice Romanos 8:28. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto
es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Este es uno de nuestros versículos favoritos, y decimos:
“Todas las cosas obran para bien, y es por eso que yo estoy esperando en este nuevo año, un mejor sueldo,
un mejor automóvil, una mejor casa y salud para disfrutarlo”. Pero, si seguimos leyendo el texto, nos vamos
a dar cuenta que Pablo está hablando de otra cosa: “Sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas
operan juntas para bien”. ¿Para qué bien? Para llevar a cabo el propósito, para el cual Él nos llamó. Romanos
8:29. “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos”. Así que, el bien de Romanos
8:28, es hacernos como Jesús.
A la verdad, mis hermanos que hay muchos rasgos de carácter en nosotros que no se parecen a Jesús y Dios
tiene que tomar el martillo y el cincel del dolor y de la aflicción, para seguir esculpiéndonos. En el cielo mis
hermanos, habrá dos cosas preciosas: Cristo va a estar allí. Y la segunda: Es que todos seremos iguales a Él.
Porque, esa es la obra que Él está haciendo ahora. Pero, veamos hermanos, cuál es el proceso. En 2° Corintios
4:16, dice el apóstol Pablo: “Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea
produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”. Él está usando las aflicciones para
moldear nuestro carácter de manera que el dolor y el sufrimiento no son incompatibles con el amor de Dios. El
dolor y el sufrimiento son una demostración de que Dios nos ama, son una demostración del amor
transformador de Dios con que él nos ama. Lutero dice: “Es imposible que un hombre no se enorgullezca de
sus propias buenas obras, a menos que la experiencia del sufrimiento y del mal, habiendo quebrantado
previamente su espíritu le haya enseñado, que no es nada y que sus obras no son suyas sino de Dios”. Si hay
algo que tú puedas hacer para la gloria de Cristo, eso sólo puede hacerlo Dios en ti. Lutero nos dice
nuevamente: “El sufrimiento nos sana quebrantándonos, nos lleva a lo más alto, llevándonos primero a lo
más bajo. Nos vacía de nuestra confianza en nosotros mismos, para que podamos tener confianza en Dios.
Destruye nuestras lenguas jactanciosas, para que podamos jactarnos aún más en Cristo”. Eso es lo que hace
Dios a través del sufrimiento. Debemos reconocer que hay una tendencia en nosotros a confiar en nosotros
mismos, hay una tendencia a atribuirnos a nosotros mismos las cosas que salen bien o no es así. Es
precisamente a esto que Pablo se refiere en 2° Corintios 12:9. “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi
poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo”. Porque, entonces, cuando somos débiles es que somos fuertes,
tal cual lo señala Pablo en el versículo 10: “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en
afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.
Dios ha decidido esconderse en una aparente debilidad y necedad para que le encontremos por la fe en su
palabra y no a través de especulaciones de nuestra mente.
CONCLUSIÓN.
Es por fe que andamos no por vista. Es por fe, en lo que Dios se ha revelado. Si queremos conocer a Dios, Él
está aquí, es en este libro (Biblia) que Él se revela mis hermanos.
No pretendamos entender a Dios, no pretendas entender lo que Dios está haciendo en tu vida a través de las
circunstancias, porque terminaremos profundamente confundidos. Nuestra Teología es la cruz de cristo, esa
es la clave que le da sentido al modo de obrar de Dios, que nos humilla para exaltarnos y nos debilita para
fortalecernos.
Si tú estás aquí sin cristo en esta mañana yo no quisiera concluir sin hacerte un llamado desde el fondo de mi
corazón a que vengas a cristo en arrepentimiento y fe. Que te despojes completamente de todo aquello que
es valioso a tus ojos. Que te despojes de tu decencia, de tu moralidad, de tu religiosidad, y te ampares
únicamente en la obra de salvación que él llevó a cabo en la Cruz del Calvario muriendo en debilidad para
darnos vida. No olvides que todas tus obras de justicia son como un trapo de inmundicia delante de Dios. Ven
al salvador humillado, clamando por misericordia. Con la autoridad de la Palabra de Dios yo te digo en esta
mañana misericordia te será concedida en esta misma hora sólo por gracia, solo por cristo, y solo por medio
de la fe. Que, a Él, y sólo a Él, sea toda la gloria. Amen, y amen.