Iluminación recomendada para las estancias de la casa
1. Iluminación recomendada para las estancias de la casa
El nivel de iluminación se mide en una unidad llamada lux, cuyo símbolo es lx. Esta unidad se deriva de
otra, llamada lumen, que mide el flujo luminoso. Una cantidad de iluminación de 1 lux equivale a 1 lumen
por metro cuadrado. Es decir, si una sala está iluminada por una bombilla de 1.000 lumen, y la superficie de
la sala es de 10 metros cuadrados, el nivel de iluminación será de 100 lx.
A partir de ahí sólo debemos tener en cuenta que los valores que comercializan las bombillas no se expresan en
lumen, sino en vatios y no existen ninguna conversión directa. Deberemos tener en cuenta el tipo de bombilla
(halógenas, fluorescentes…), la temperatura de color de las bombillas (frías o cálidas), el sistema de
alumbrado (luz directa e indirecta) y el método de alumbrado (general o específico).
No es posible convertir la potencia de una bombilla (medida en vatios) directamente en flujo de luz (medido en
lúmenes) ya que intervienen también otros factores
A partir de esa unidad, existen cifras recomendadas para el nivel de iluminación en el ámbito hogareño, en función
de las necesidades de cada espacio de la casa:
Cocina: la recomendación para la iluminación general está entre los 200 y 300 lx, aunque para el área
específica de trabajo (donde se cortan y preparan los alimentos) se eleva hasta los 500 lx.
Dormitorios: en los de los adultos, se aconsejan niveles no muy altos para la iluminación general, entre 50
y 150 lx. Pero en las cabeceras de las camas, sobre todo para leer allí, se recomiendan luces focalizadas
con hasta 500 lx. En los cuartos de los niños se recomienda un poco más de iluminación general (150 lx) y
unos 300 lx si hay una zona de actividades y juegos.
Salón: la iluminación general puede variar entre unos 100 y 300 lx, aunque para ver la televisión se
recomienda que baje a unos 50 lx y para leer, al igual que en el dormitorio, una iluminación focalizada de
500 lx.
Baño: no hace falta demasiada iluminación, unos 100 lx son suficientes, excepto en la zona del espejo,
para afeitarse, maquillarse o peinarse: allí se recomiendan también unos 500 lx.
Escaleras, pasillos y otras zonas de paso o poco uso: lo idóneo es una iluminación general de 100 lx.
En la tarea de elegir la iluminación de una cocina se debe tener en consideración el tipo de techo porqu e
determinará las diferentes opciones para alumbrar la estancia. Si el techo está bajado se pueden elegir los
denominados down-ligth, focos halógenos redondos o cuadrados que se colocan empotrados en el techo.
En función del tamaño de la cocina, se llevará a cabo la instalación de los lumínicos, aunque, tal y como
explican desde las tiendas especializadas, lo habitual en una cocina de dimensiones normales, en torno a
10 metros cuadrados, es colocar dos focos con una intensidad de 2 x 26 vatios cada uno. "Una buena
opción es instalar un foco en la cocina y otro encima del lugar donde se ubica la mesa", según comenta
María José Rodríguez Buján, decoradora de cocinas.
Factores a considerar para la elección de las bombillas
Hay que tener en cuenta que los valores con los que se comercializan las bombillas en el mercado no miden el flujo
luminoso (en lúmenes) sino su potencia (en vatios o watts). Y no existe una manera de convertir de forma directa
un valor en otro, ya que el flujo luminoso no depende solo de la potencia sino también de varios otros factores, a
saber:
El tipo de bombillas: si son halógenas, fluorescentes, incandescentes, etc.
La temperatura de color de las bombillas: el tipo de luz que generan puede ser más frío o más cálido.
El sistema de alumbrado: puede ser directo, si las bombillas apuntan hacia el lugar que deben iluminar,
indirecto, si están dirigidas a paredes y techos y la iluminación se produce a partir de su reflejo, o difuso, si
hay una mezcla de los dos sistemas anteriores. La luz directa es la que aprovecha mejor la capacidad de
2. las lámparas y, por lo tanto, permite ahorrar energía, aunque también puede resultar la más molesta para
los ojos y producir mayor fatiga visual. Cuanta más indirecta sea, el efecto se invierte: requiere un mayor
consumo de energía, pero el cansancio visual que ocasiona es menor.
El método de alumbrado: depende de la ubicación de las fuentes de luz. El alumbrado es general cuando
pretende abarcar toda la estancia, y localizado cuando se concentra en un punto para tareas específicas,
como leer o cocinar.
En cualquier caso, lo importante es conocer el flujo luminoso de una bombilla y elegir la más apropiada según el
tamaño de la estancia y el sistema y el método de alumbrado dispuestos en ella. Esto permite un máximo
rendimiento del sistema de iluminación y, por ende, de la energía, sin consumos excesivos ni derroches
Luz más adecuada para cada estancia
La cocina precisa una luz homogénea, bien de forma directa colocada en el techo o
sobre la zona de trabajo, o ambas fórmulas. Al ser una estancia en que la luz se mantiene encendida de
forma prolongada, son idóneos los tubos fluorescentes, que si bien consumen más energía en el momento
de encenderlos, duran aproximadamente 8.000 horas y consumen en torno al 20% menos que una bombilla
incandescente.
En el dormitorio, la luz cumple también una función muy práctica. No precisa una luz cenital, salvo si trata
de una habitación infantil o lugar de juegos, que entonces sí conviene iluminar de formar general desde el
techo. Se puede conjugar la iluminación ambiental con la que decorar la estancia, con la luz puntual de un
flexo para leer, y focos halógenos en la zona de armario o el vestidor.
El salón es un lugar de encuentro y relajación. Deben evitarse los focos, ya que desvían la atención y
deslumbran a las personas que se sientan bajo ellos. El calor se logra con diferentes puntos de luz
ambiental a través de lámparas de pie que actúan como luz general, complementadas con luces bajas que
eviten reflejos en la televisión.
La mesa del comedor se contempla como un espacio en sí mismo, esté o no en una habitación propia.
Hay que evitar que la lámpara central deslumbre, colocándola a una altura en torno a los 75 centímetros
sobre la mesa, en la que queden ocultas las bombillas. Se logra que los alimentos reciban la luz direc ta,
pero que ésta no llegue a los ojos de los comensales. Lo idóneo es evitar las luces pegadas al techo, que si
bien iluminan la mesa, también lo hacen al resto de la estancia.
Un error muy común en los cuartos de baño es colocar una luz sobre el espejo. Lo que se consigue son
sombras que desdibujan el reflejo, algo que se evita si los focos están en los laterales. A esta luz ha de
acompañarle una luz general, con interruptores diferentes y si es posible, separados, para elegir una u otra
opción.
Y por último, aunque el recibidor y los pasillos se entienden como lugares de paso, no por ello son menos
importantes. Ambos han de devolver una luz cálida. En el recibidor, una lámpara de pie o de mesa que
ofrezca una luz puntal es suficiente; en los pasillos, conviene superar la tendencia de recargarlo con focos
de techo que provocan contrastes de luz y sombra, y deslumbran, al tiempo que consumen mucha energía.
Unos apliques en la pared sirven para señalar el camino
CálculoLumensde bombillas¿quées?
Antes de explicaros cómo hacer el cálculo Lumens para las bombillasde bajo consumo que tengas en casa, de
manera que sabrás cuántas necesitas para iluminar por ejemploel salón de tu casa, quiero explicarte en que
consiste esta unidad de medida.
3. Los lumens o lúmenes, es la unidad utilizada para expresar la cantidad de luz que es capaz de generar una
bombilla. Cada bombilla ledsuele generar entre 60 y 90 lúmenes, por lo que podemos decir de manera estimada
que una bombilla LED de 12W ofrecería una potencia lumínica de 840 lm. Que vendría a sustituir la luz que
genera una bombillaincandescente de 60W.
Esta equivalencia la sacamos a partir de la fórmula Lúmenes reales = al número de vatios x 70.
Iluminación para la casa a partir de los lumens
A partir de lo mencionado pongamos un ejemplomucho más práctico y que consistirá en saber cuántas bombillas
de bajo consumo son necesarias para un determinado espacio, que puede ser cualquier estancia de la casa.
Para saber que nivel de iluminación es el recomendable para cada habitación de nuestra casa, tenemos que hacer
referencia a los lux, unidad que nace a partir de los lúmenes, encargados de medir el flujo luminoso, o lo que
podemos llamar potencia.
Para que tengas una idea más clara, te diré que 1 lux equivale a 1 lumen por metro cuadrado. Es decir, tenemos
una habitación que está iluminada por una bombilla de 1.000 lumen, y que mide 100 metros cuadrados por lo que
podemos decir que el nivel de iluminación será de 100 lx.
4. A partir de aquí podemos deciros entonces que una cocina, que debe estar mejor iluminada, debería tener entre
200 y 500 lx, dependiendode la zona en la que cocinemos.
El dormitorio de un adulto debería tener un nivel de iluminación de entre 50 y 100 lx, aunque en la mesillade
noche en la zona en la que podemos leeren la cama podría llegar hasta los 500 lx.
En el cuarto de los niños podemos recomendar un nivel de iluminación general de 150 lx y más fuerte de 300 lx
para zonas específicas.
En cuanto al baño, es suficiente con un nivel de 100 lx. El mismo nivel que se recomienda para zonas como pasillos,
o zonas de paso.
Tabla de Equivalencias
5. Para facilitar el uso de esta medida de los lumens que es de una relativamente reciente utilización,os hemos
preparado un cuadro que os será de mucha ayuda. Allí podréis hacer el siguiente cálculo de watts a lúmenes:
una bombilla incandescente de 100 vatios, equivale a 1300-1400 lúmenes
una bombilla incandescente de 75 vatios, equivale a 920-970 lúmenes
una bombilla incandescente de 60 vatios, equivale a 700-750 lúmenes
una bombilla incandescente de 40 vatios, equivale a 410-430 lúmenes
una bombilla incandescente de 25 vatios, equivale a 220-230 lúmenes
Video del cálculo lumens bombillas:
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