El documento compara las aplicaciones tradicionales y las aplicaciones RIA, así como la Web 1.0 y la Web 2.0. Explica que las aplicaciones RIA funcionan desde el navegador pero también requieren software instalado, mientras que las aplicaciones tradicionales dependen más del desarrollo web estándar. Además, contrasta que la Web 1.0 tenía contenido principalmente de uno a muchos y páginas estáticas, mientras que la Web 2.0 es más colaborativa, dinámica y aprovecha la inteligencia colectiva.