Tema 7 - Curva de tolerancia de glucosa, intolerancia a la lactosa e índice glicémico
1. TEMA 7 CURVA DE
TOLERANCIA DE GLUCOSA,
INTOLERANCIA A LA
LACTOSA E ÍNDICE
GLICÉMICO
2. ALTERACIONES DE LA
GLUCOSA
FISIOPATOLOGÍA
La intolerancia a la glucosa aparece en casi dos
terceras partes de los pacientes cirróticos, y el
10% al 37% de ellos desarrollará diabetes
sintomática.
La intolerancia a la glucosa en
sujetos afectados por trastornos
hepáticos se debe a la resistencia a
la insulina de los tejidos periféricos.
De igual manera, los cirróticos
pueden presentar
hiperinsulinismo, posiblemente
como consecuencia del aumento
de la síntesis de insulina, la
disminución de la eliminación
hepática, comunicación porto-
sistémica, una anomalía en el
sitio de unión a la insulina del
receptor o una anomalía en un
paso posterior a dicha unión.
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3. La hipoglucemia de
ayuno, puede
deberse a la menor
disponibilidad de
glucosa procedente
de glucógeno
asociada a la
gluconeogénesis
hepática
insuficiente en la
HP.
La hipoglucemia se
detecta más a
menudo en la
insuficiencia
hepática aguda o
fulminante que en la
hepatopatía crónica.
Asimismo, los
pacientes cuyas
reservas de
glucógeno se han
agotado como
consecuencia de la
inanición pueden
desarrollar
hipoglucemia
después de
consumir alcohol
debido a la
inhibición de la
gluconeogénesis
hepática por el
etanol.
4. PERSPECTIVAS CLÍNICAS
El sistema
nervioso
central emplea
dos terceras
partes de las
necesidades
de glucosa en
el adulto.
Durante el ayuno,
se mantienen las
concentraciones
plasmáticas de
glucosa para su
uso por el sistema
nervioso central y
el cerebro gracias
a la degradación
del glucógeno
hepático o la
síntesis de nuevas
moléculas de
glucosa a partir de
precursores sin
relación con esta,
como alanina.
La
hipoglucemia
de ayuno tiene
lugar como
consecuencia
de la
disminución
de la síntesis
de novo de
glucosa o la
reducción de
la degradación
hepática del
glucógeno.
Entre las causas
de la
hipoglucemia de
ayuno se
encuentran la
cirrosis, el
consumo de
alcohol, el cáncer
intrahepático
extenso, la
carencia de las
hormonas
cortisol y
somatotropina o
los tumores
pancreáticos que
no afectan a las
células β.
5. • La detección de la hipoglucemia implica la determinación de la
concentración plasmática de insulina cuando las concentraciones
plasmáticas de glucosa son bajas.
• La alteración de la secreción de insulina en presencia de hipoglucemia
constituye la característica distintiva de un insulinoma.
• Igualmente, la hipoglucemia de ayuno puede deberse a la producción
espontánea de anticuerpos.
•Se debe vigilar la aparición de esta complicación en todos los pacientes
afectados por trastornos hepáticos o pancreáticos.
1
•La terapia nutricional se basa en la ingesta de comidas equilibradas con
tentempiés pequeños y frecuentes con el fin de evitar períodos de ayuno.
2
• Es necesario controlar la glucemia y las concentraciones séricas de insulina.
6. DIGESTIÓN DEFECTUOSA DE LA
LACTOSA O INTOLERANCIA A LA
LACTOSA
Representa la
intolerancia a
carbohidratos
más común, si
bien su
prevalencia se
incrementa al
hacerlo la edad.
La digestión
defectuosa de la
lactosa y la
intolerancia a la
lactosa se deben a
una deficiencia de
la lactasa, la enzima
que degrada el
azúcar presente en
la leche.
La lactosa que no ha
sido hidrolizada en
galactosa y glucosa
en la porción
superior del
intestino delgado
pasa al colon, donde
es fermentada por la
microflora para dar
lugar a AGCC y
gases, dióxido de
carbono e hidrógeno
gaseoso.
Fisiología
7. El consumo de
pequeñas cantidades
no debería revestir
gran importancia, ya
que los AGCC se
absorben con facilidad
y los gases se
absorben o expulsan.
Las cantidades más
altas, por lo general
mayores de 12 g,
consumidas en una
única comida
(cantidad que
corresponde a la
presente
habitualmente en 240
mL de leche), pueden
dar lugar a la entrada
de un número mayor
de moléculas de este
sustrato del que
puede ser
metabolizado por los
procesos normales.
8. Como sucede cuando la
absorción de un azúcar es
deficiente, la lactosa puede
desarrollar una acción
osmótica y aumentar el
volumen de agua de las
heces; por otra parte, su
fermentación rápida por la
microflora intestinal puede
originar distensión,
flatulencia y cólicos.
Cuando se ingieren
cantidades grandes de
lactosa, en especial en
pacientes con actividad
lactasa muy reducida o
trastornos
gastrointestinales
simultáneos, se producen
heces líquidas o diarrea.
9. Las cantidades ingeridas de lactosa
pueden tener una relevancia mayor
hoy en día que anteriormente, ya que
las porciones de bebidas lácteas son
cada vez mayores, al igual que la
posibilidad de consumir más de una
fuente de lactosa en una misma
comida.
El 70% de la población adulta en todo
el mundo, en particular los negros,
los asiáticos y los sudamericanos,
presenta deficiencia de la lactosa, lo
que supone que la disminución de
esta enzima con posterioridad a la
infancia temprana es el estado normal
y la existencia de cantidades
suficientes de lactasa constituye una
anomalía.
Aunque se ha propuesto que el
mantenimiento de la leche en el
régimen alimenticio después de la
interrupción de la lactancia puede
inducir la persistencia de la lactasa,
no se ha obtenido ningún indicio que
respalde esta noción.
Es más probable que el
mantenimiento de la lactasa en la vida
adulta se deba a la perpetuación de
una antigua mutación genética (v.
Foco de interés: Tolerancia a la
lactosa: ¿una anomalía infrecuente?).
10. Normalmente, la deficiencia de la lactasa se
diagnóstica a partir de:
En un principio, la prueba de tolerancia a la lactosa se basó en una
dosis oral de lactosa equivalente a la cantidad aproximada presente en
1 L de leche (50 g). En los últimos tiempos se han empleado dosis
menores de 50 g con el fin de adecuar con mayor precisión la ingesta
habitual de lactosa en los productos lácteos.
Antecedentes de
síntomas
gastrointestinale
s tras la ingesta
de leche.
Una prueba de
detección de
concentraciones
anómalas de
hidrógeno en el
aliento.
Una prueba de
tolerancia
anómala a la
lactosa.
11. • En un principio, la prueba de tolerancia a la lactosa se basó en
una dosis oral de lactosa equivalente a la cantidad aproximada
presente en 1 L de leche (50 g). En los últimos tiempos se han
empleado dosis menores de 50 g con el fin de adecuar con mayor
precisión la ingesta habitual de lactosa en los productos lácteos.
• Cuando el paciente posee una cantidad insuficiente de lactasa, la
glucosa sanguínea sintetizada a partir de la lactosa se incrementa
menos de 25 mg/100 mL de suero por encima de la concentración
de ayuno y pueden aparecer síntomas gastrointestinales.
• La producción de hidrógeno en el colon aumenta notablemente
cuando la lactosa no se digiere en el intestino delgado, por lo que
se puede aprovechar el hidrógeno absorbido hacia el torrente
circulatorio y exhalado a través de los pulmones como otro
parámetro de absorción deficiente.
• La prueba de hidrógeno espirado detecta un aumento de la
concentración entre 60-90 minutos tras la ingesta.
12. ÍNDICE GLUCÉMICO Y
CARGA GLUCÉMICA
El índice glucémico de los alimentos fue diseñado para comparar
los efectos fisiológicos de los carbohidratos sobre la glucosa en
sangre.
El índice glucémico (IG) mide el área relativa bajo la curva de
glucosa posprandial de 50 g de carbohidratos digeribles,
comparados con 50 g de un alimento estándar, como la glucosa o
el pan blanco.
Cuando el pan es el alimento de referencia, el valor IG del
alimento se multiplica por 0,7 para obtener el valor IG comparable
cuando se usa la glucosa como alimento de referencia (IG de la
glucosa = 100; IG del pan blanco = 70).
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13. El IG no mide la rapidez con que aumentan los niveles de
glucosa en sangre.
Se ha observado que la respuesta de glucosa
máxima para los alimentos y los comidas
individuales con IG alto o bajo ocurre
aproximadamente al mismo tiempo.
Los alimentos con IG bajo suelen ser definidos por un IG
inferior a 55, los IG entre 55 y 70 se consideran
moderados y los IG por encima de 70 se consideran
altos; los azúcares como fructosa, lactosa y sacarosa y
las grasas tienen IG moderados o bajos.
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14. CARGA GLICÉMICA
La carga glucémica (CG) estimada de los alimentos,
las comidas y los patrones dietéticos se calcula
mediante multiplicación del IG por la cantidad de
carbohidratos en cada alimento, y sumando después
los valores de todos los alimentos contenidos en una
comida o en una dieta.
Se ha dicho que las dietas con IG bajo mejoran el
control de la glucemia, comparadas con las dietas
con IG alto, en las personas diabéticas. Sin
embargo, existen inconsistencias sustanciales en
los estudios de los resultados.
Es probable que la mayoría de las personas
consuman ya una dieta con IG moderado y no se
sabe si es posible conseguir mayor descenso del IG
dietético a largo plazo.
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15. Un problema importante
del IG es la variabilidad
de la respuesta a un
aumento carbohidrato
específico.
Por ejemplo, se ha
comunicado que las
patatas australianas
tienen un IG alto,
mientras que las patatas
de EEUU y las de Canadá
tienen IG moderados.
La mayor utilidad del
concepto de IG es
que sirve para refinar
el ajuste de las
respuestas
posprandiales
obtenidas tras ajustar
la cantidad de
carbohidratos.