La Inquisición católica y protestante se examinan en este documento. Se argumenta que la Inquisición católica no buscaba obligar a nadie a convertirse, sino que juzgaba solo a los católicos herejes. También señala que la Inquisición no tenía jurisdicción sobre judíos o protestantes, y que en España a nadie se le impuso un cambio de religión forzoso. Finalmente, discute que la Inquisición en América solo juzgaba a cristianos viejos y sus descendientes, no a los indígenas