2. Nuestra obligación de honrar los estados y misterios de Jesús
Tenemos innumerables y poderosas obligaciones de honrar y
de amar a Jesús en sí mismo y en todos. En primer lugar te
diré que, así como debemos continuar y completar en
nosotros la vida, virtudes y acciones de Jesús en la tierra,
también debemos continuar y completar los estados y
misterios de Jesús y rogarle a menudo que los consuma y
complete en nosotros y en toda su Iglesia.
DEVOCIÓN A LOS MISTERIOS DEL
SEÑOR
Porque es una verdad digna de
frecuente consideración que
los misterios de Jesús no han
llegado todavía a su entera
perfección y plenitud. Aunque
perfectos y consumados en la
persona de Jesús, aún no se
han cumplido y perfeccionado
en nosotros, sus miembros, ni
en su Iglesia que es su Cuerpo
místico.
1
Continuar y completar en nosotros la vida de Jesús.
3. 2
El Hijo de Dios, en efecto, tiene el designio de hacernos
participar, por extensión y continuación en nosotros y en toda
la Iglesia, del misterio de su encarnación, de su nacimiento, de
su infancia, de su vida oculta y laboriosa en la convivencia con
los hombres, de su pasión, de su muerte y de sus demás
misterios, por las gracias que quiere comunicarnos y por los
frutos que quiere producir en nosotros por esos misterios.
Por esta razón san Pablo dice que
Jesucristo se completa en su
Iglesia (Ef 1, 22-23) y que todos
nosotros concurrimos a su
perfección y a la edad de su
plenitud (Ef 4, 13), es decir a la
edad que tiene en su cuerpo
místico que es la Iglesia, y que
no será cabal sino en el día de]
juicio final.
Y en otro lugar el mismo apóstol habla de la misma plenitud
de Dios que se realiza en nosotros y del crecimiento y aumento
de Dios en nosotros (Col 2,9). Dice también que completa en
su cuerpo la pasión de Jesucristo (Col 1, 24). Pues bien, lo que
dice del misterio de la pasión se aplica también a la plenitud
de los demás estados y misterios de Jesús.
4. 3
El Hijo de Dios tiene el designio
de completar en nosotros el
estado de la vida divina que ha
tenido desde toda eternidad en el
seno de su Padre y para ello
imprime en nosotros una
participación de esa vida al
hacemos vivir con él de una vida
pura y divina.
Tiene el designio de completar en nosotros el estado de su vida
pasible y mortal haciéndonos vivir en la tierra, mediante su
gracia, de una vida que sea imitación y homenaje de la suya.
Quiere consumar en nosotros el misterio de su encarnación, de
su nacimiento, de su vida oculta, formándose y corno
encarnándose dentro de nosotros y naciendo en nuestras almas
por los sacramentos del bautismo y de la Eucaristía y
haciéndonos vivir con una vida espiritual e interior, escondida
con él, en Dios.
Quiere perfeccionar en nosotros el misterio de su pasión, de su
muerte y resurrección, haciéndonos sufrir, morir y resucitar
con él y en él. Quiere realizar en nosotros el estado de su vida
gloriosa e inmortal en el cielo haciendo que la vivamos en él y
con él cuando estemos en el cielo.
5. 4
Y así quiere consumar y realizar en nosotros y en su Iglesia,
por comunicación y participación, sus demás estados y
misterios. Este designio del Hijo de Dios sólo quedará
completo en el día del juicio. Porque, así como los santos sólo
se pueden declarar plenamente realizados en la consumación
del tiempo que Dios ha destinado a los hombres para su
santificación, así también los misterios de Jesús sólo serán
consumados al final de los tiempos.
Tiene el designio de completar en nosotros el estado de su vida
pasible y mortal haciéndonos vivir en la tierra, mediante su
gracia, de una vida que sea imitación y homenaje de la suya.
Quiere consumar en nosotros el
misterio de su encarnación, de su
nacimiento, de su vida oculta,
formándose y corno encarnándose
dentro de nosotros y naciendo en
nuestras almas por los
sacramentos del bautismo y de la
Eucaristía y haciéndonos vivir con
una vida espiritual e interior,
escondida con él, en Dios.
6. 5
Quiere perfeccionar en nosotros el misterio de su pasión, de su
muerte y resurrección, haciéndonos sufrir, morir y resucitar
con él y en él. Quiere realizar en nosotros el estado de su vida
gloriosa e inmortal en el cielo haciendo que la vivamos en él y
con él cuando estemos en el cielo. Y así quiere consumar y
realizar en nosotros y en su Iglesia, por comunicación y
participación, sus demás estados y misterios. Este designio del
Hijo de Dios sólo quedará completo en el día del juicio.
Porque, así como los santos sólo se pueden declarar
plenamente realizados en la consumación del tiempo que Dios
ha destinado a los hombres para su santificación, así también
los misterios de Jesús sólo serán consumados al final de los
tiempos. San Juan Eudes (O.C I, 310-312)
Reflexionemos
·San Juan Eudes nos invita a ser otro Jesús sobre la tierra.
¿De qué manera mis acciones expresan esta invitación?
·El Espíritu santo es quien permite formar a Jesús sobre la
tierra ¿de que manera dispones tu Corazón a la acción del
Espíritu?
7. El 25 de marzo de 1643 – El Jansenismo naciente – Saint-
Sauveur-le-Vicomte y Valognes, comienzos de la
Congregación – El seminario de Caen (1643 – 1644). Otro 25
de marzo El Padre Eudes “ejecutó su proyecto, haciendo
llevar sus trapos furtivamente y se fue sin decir palabra, el 19
de marzo por la noche del año 1643, mientras la comunidad
estaba en la iglesia, sin que hubiera podido embaucar a
ninguno de los nuestros, por más esfuerzos que hizo para
conseguir seguidores”.
LA CONGREGACIÓN DEL SEMINARIO
DE JESÚS Y MARIA
6
Quien así se expresa es, claro
está, un oratoriano, el corrosivo
Batterel, que detestaba a Juan
Eudes.
Sea cual fuere el detalle de los
hechos, lo cierto es que el P.
Eudes abandonó repentina y
clandestinamente la casa de la
que era superior. Hay cosas
desconcertantes en la vida de
los amigos de Dios.
8. Con sus maletas iba al encuentro del grupo de jóvenes que lo
esperaban en la residencia alquilada para ellos, a diez minutos
de la casa del Oratorio. La casa se llamará en adelante La
Misión. Era espaciosa, construida en piedra, unas decenas de
años antes y existe todavía hoy.
El martes 24 de marzo, con las primeras vísperas de la
Anunciación, se pusieron en camino en dirección del mar.
Tres leguas y media de viaje los condujeron al viejo santuario
mariano de La Délivrande. Iban a depositar en manos de la
Virgen María su frágil empresa.
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A la Virgen en el misterio por
el que acogió en nuestra carne
al Verbo de Dios, para anudar
en Jesús, su hijo, una
prodigiosa alianza de amor
entre Dios y la humanidad. El
25 de marzo no era solamente
para Juan Eudes el aniversario
de fechas amadas de su
corazón: su voto de
servidumbre (1624), su voto
del martirio (1637), sin olvidar su entrada oficial al Oratorio,
veinte años antes, día tras día. Era, ante todo, a sus ojos, el día
en que el Hijo de Dios, se encarnó en las benditas entrañas de
la (santa) Virgen.
9. 8
Juan Eudes y sus compañeros
oraban mientras caminaban.
Pasaron la noche al pie de María
y a la mañana siguiente
celebraron la eucaristía. ¿Quiénes
eran, exactamente esos
peregrinos del 25 de marzo? No
sabemos con precisión si eran
seis u ocho.
Más probablemente eran seis. Además de Juan Eudes, de
cuarenta y un años, estaban Simón Mannoury, de veintinueve;
Tomás Manchon, de veintiséis; Pedro Jourdan, de treinta y
cinco Andrés Godefroy y Juan Fossey. A menudo se les
agrega Ricardo Le Mesle, de treinta y cinco años y Jacobo de
cuarenta y cinco. Pero parece que estos últimos, ya ligados a
Juan Eudes, entraron al grupo más tarde.
Remplazaron a Godefroy y Fossey que se retiraron pronto. Sea
lo que fuere, estos ocho sacerdotes son considerados, en
conjunto, como los fundadores de la Congregación226. Eran
hombres todavía jóvenes. Únicamente Jacobo Finel de un poco
más edad que Juan Eudes. Pero todos, salvo Simón Mannoury,
(en 1687) habrían de morir mucho antes que él.
10. 9
Regresaron a Caen para pasar juntos la semana santa y pascua
y dar forma, poco a poco, a su vida fraternal, al mismo tiempo
que trabajaban en adaptar la casa, pobremente amoblada, en la
que se iban a instalar. Un “salón alto” se adaptó para capilla.
Los amigos quisieron aportar su ayuda para dotar el albergue y
el oratorio. Se nos habla, claro está, de las benedictinas de
Caen.
¿Cómo podrían estar ajenas a esta empresa, madame de Budos
y sus hermanas? Estaban también las ursulinas de Caen, cuya
superiora era Jourdaine de Bernières, y las de Falaise,
fundadas por Madame de Sacy. Y otras. madame de Camilly
obsequió el sagrario y la capilla y se comprometió a alimentar
el aceite de la lámpara que señalaría la presencia eucarística.
Desde los comienzos, los nuevos
hermanos tomaron la costumbre
de lavar juntos su vajilla.
Comenzaron a elaborar sus
plegarias comunes. En esos
primeros tiempos de alegre
fervor, un poco más tarde,
empezaron a recitar en común una
hermosa oración compuesta por
Juan Eudes, el Ave, Cor
Sanctissimum.
11. Estaba dirigida, con fórmula audaz, al Corazón amantísimo
(en singular) de Jesús y de María, en comunión estrecha de
unión y de vida. El corazón de Cristo y el de su Madre, no son
dos sino un solo corazón. La plegaria se termina con
invocaciones bien características del despliegue eudista. Te
ofrecemos nuestro corazón, te lo entregamos, lo consagramos
a ti, lo sacrificamos a ti. Recíbelo y toma entera posesión de
él; purifícalo, ilumínalo, santifícalo.
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Vive y reina en él ahora y por
siempre. Dejemos por unos
instantes la nueva comunidad,
para reencontrarnos con la otra,
la del Oratorio. Asumió la
partida del Padre Eudes, como
era natural, con estupor. Por los
lados del Oratorio, antes del 28
de mayo, no aparece reacción
alguna en las actas.
. En ese día se lee: “El Padre Juan Eudes, hasta ahora de
nuestra casa de Caen, que había sido recibido desde hace más
o menos veinte años en la congregación, que fue educado,
instruido, alimentado y mantenido a expensas de ella y había
sido aun establecido como superior de nuestra de casa de
Caen se separó de ella desde el día de san José último,
12. 11
sin orden alguna de parte nuestra, y aun contra nuestras
intenciones, que le dimos a conocer por escrito.
Dicho padre será conminado, una, dos y hasta tres veces por
un padre de la casa de Caen, para que regrese, apenas termine
la misión en la que se halla ocupado actualmente, con plazo
hasta de un mes a partir de la fecha en que las presentes
disposiciones le hayan sido notificadas, a nuestra casa de
Caen, para vivir en ella bajo la dirección del superior de la
casa para trabajar y servir a Dios conforme a los empleos que
le señalaremos. En caso contrario se le declarará excluido de la
congregación”. (Paul Micent, 74)
Reflexionemos
Juan Eudes tuvo varios retos en el momento de fundar la
Congregación. En la actualidad, como eudista
(incorporado, candidato, asociado) ¿qué retos internos y
externos identificas y que debemos superar para que la
Congregación siga creciendo y continúe dando gloria a
Dios?
·Que San Juan Eudes fundara la Congregación de Jesús y
María significó una respuesta para la Iglesia de su época.
¿Cuáles crees que son los desafíos que como Iglesia hoy
debemos afrontar y dar una asertiva respuesta?
13. Director: Padre Álvaro Duarte Torres, CJM
Diseño y compilación: Jesús David Medina Ramírez
Email: espiritualidad.eudista@gmail.com
UNIDAD DE ESPIRITUALIDAD EUDISTA FACULTAD DE
ESTUDIOS BÍBLICOS PASTORALES Y DE ESPIRITUALIDAD