Trabajo no remunerado de las mujeres en México.pptx
Economia naranja
1. Universidad Panamericana del Puerto
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Contaduría Publica
Diseño y Evaluación de Proyecto
Economía Creativa
Profesor/a: Autor/a:
Luis Gómez Carilyn Meléndez
C.I.: 28.182.378.
Puerto Cabello, junio de 2021.
2. Ensayo
Constantemente aprendemos e introducimos a nuestro vocabulario nuevos términos que
nos permiten segmentar y agrupar las diferentes actividades que se desarrollan en nuestro
entorno. En esta ocasión, vamos a sumar una nueva definición a nuestro listado y a
descubrir uno de los términos de mayor tendencia: la economía naranja.
La economía naranja se vincula estrechamente a las actividades creativas y a todos los
productos y servicios que resultan de ellas. Es cierto que la creatividad viene implícita en
multitud de sectores productivos, cada día en un número mayor, pero en esta ocasión
vamos a diferenciar algunos de ellos.
En concreto, los sectores económicos que engloba este concepto son todos aquellos
productos y servicios culturales que son susceptibles de convertirse en contenido de
propiedad intelectual. Realmente, este término de economía naranja fue traído a escena
por John Howkins en su libro The creative economy: how people make money from ideas
[La economía creativa: cómo las personas ganan dinero con las ideas], desde donde se ha
afianzado de manera natural en la terminología diaria.
Por lo tanto, si hablamos de industrias de entretenimiento, artes visuales, cine,
arquitectura, diseño, software, publicidad, moda, comunicación, etc., hablaremos de
economía naranja. El ámbito de actuación es amplio y está en continuo avance, puesto
que el movimiento del emprendimiento está suponiendo un gran impulso para este campo.
A estas alturas te estarás preguntando por qué recibe el nombre de naranja; pues bien,
tiene una sencilla y acertada explicación: el color naranja a menudo se vincula a campos
como la creatividad, el conocimiento y la cultura, y sirve para ilustrarlos. Por lo tanto, se
consigue una asociación precisa e inequívoca. De hecho, en muchas ocasiones
encontraremos referencias a este ámbito con el término economía creativa. La innovación
intelectual es uno de sus pilares básicos. Encontrar nuevas ideas que aporten un beneficio
cultural a las personas a través de productos y servicios distintos es clave para el
desarrollo de esta economía.
Con la participación de diferentes agentes, existen tres grandes grupos de actuación. Por
un lado, están los creadores de contenido, artistas, músicos, pintores, etc., pasando por
los productores, colaboradores, inversores… hasta llegar al público final del producto o
servicio en cuestión.
3. La economía naranja está presente en el desarrollo cultural de un país o entorno concreto.
Con la unión de la creatividad cultural y la economía se obtiene un modelo que potencia
los resultados, los valores y los principios. Además, gracias al protagonismo de la
creatividad, en este término siempre se encontrarán productos y servicios que sean únicos
y con los que sus creadores pueden distanciarse de los principales competidores que
puedan existir.
No hay que olvidar que estos conceptos atraen y engloban a sectores en constante
innovación. Por ejemplo, la gastronomía, el deporte, el turismo o incluso los modelos de
sostenibilidad medioambiental son puntas de lanza en este entorno económico.
Dentro del territorio latinoamericano la economía naranja ha tenido un crecimiento
importante, no obstante, estas aún son bajas en contraste con el resto del mundo. Entre
los países latinos que más han crecido en esta economía se encuentra Brasil, seguido de
México. En el caso de Perú la diferencia con Brasil es notoria ya que Perú aporta menos
del 10% de lo que genera Brasil a la economía naranja.
4. Conclusión
Como decíamos, lo que busca la economía naranja es el tratar de potenciar la cultura en
aquellos países en los que no se está potenciando. Dadas las necesidades de fomentar la
cultura que presentaban muchas economías emergentes, agentes del BID acuñaron el
término para tratar de desarrollar dicho déficit. En este sentido, fomentando la cultura y
la creatividad, lo que se persigue es profesionalizar un sector que, históricamente, nunca
ha estado profesionalizado. Máxime, teniendo en cuenta la necesidad de fomentar dicho
sector.
En definitiva, la economía naranja aparece como un movimiento que busca dar voz a este
sector. A través de este concepto, el BID, así como los autores, buscaban el potenciar un
sector de vital importancia para el desarrollo de las personas. Por esta razón, teniendo en
cuenta la capacidad de dicho sector, los autores propusieron el desarrollo de planes de
actuación y líneas de trabajo para fomentar el concepto en aquellos países con mayor
escasez de cultura.
Por último, en resumen, podríamos decir que la economía naranja busca el profesionalizar
la creatividad y la innovación. Además, fomentando la transmisión de conocimiento, así
como de la cultura a generaciones venideras. Así, la idea principal se basaba en el
desarrollo y la extracción del potencial económico del sector cultural y creativo. A su vez,
generando unas condiciones para la sostenibilidad de las organizaciones y agentes que
integran dicho sector.