completamente-humano-ministerios-encontacto.pdf

UN
RECURSO
DE
DISCIPULADO
DE
CHARLES
F.
STANLEY
Y
MINISTERIOS
EN
CONTACTO

Completamente humano:
21 días para desarrollar florecientes
© 2022; todos los derechos reservados. No se acep-
tan manuscritos no solicitados. Impreso en los Estados
Unidos. En Contacto® no se hace responsable de ningu-
na parte de la producción o distribución de las ediciones
internacionales, ya sean traducidas o en inglés, a menos
que la edición haya sido licenciada y autorizada por el
personal directivo de In Touch Ministries. Las citas de las
Sagradas Escrituras, a menos que se indique lo contrario
o se cite una fuente secundaria, son de la Reina-Valera
1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960.
Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado
con permiso. Si desea más información visite, american-
bible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, uni-
tedbiblesocieties.org/es/casa/
P.O. Box 48900, Atlanta, GA 30362
1-800-303-0033
encontacto.org
PRIMERAPARTE
SEGUNDAPARTE
TERCERAPARTE

Charles F. Stanley
Fundador, Ministerios En Contacto
De niño, pasé mucho tiempo solo porque mi padre murió cuan-
do yo era pequeño y mi madre trabajaba para mantenernos.
Fueron tiempos muy difíciles. Durante una época, mi tío Jack
venía temprano por las mañanas para peinarme y prepararme
el desayuno porque mi madre ya estaba trabajando. Estas ac-
ciones de un hombre cariñoso fueron muy importantes para un
niño solitario y asustado, tanto así que todavía las recuerdo des-
pués de muchos años. Tío Jack continuó demostrándonos amor
cuando se mudó a Atlanta para cuidar a mi anciana madre.
Para entonces, yo ya era un adulto. Amaba profundamente
a mi tío Jack y apreciaba todo lo que hacía, pero él no podía
aceptarlo. Cuando intentaba expresarle mi amor, lo rechazaba
y se alejaba, desconcertado. Las relaciones pueden atascarse
en situaciones como esta. Por mucho que se preocupara con
ternura por los demás, mi tío Jack tenía una herida que le im-
pedía aceptar que lo amaran y le demostraran agradecimiento.
Así que nuestra relación se estancó, y mi tío no pudo disfrutar
mucho de la felicidad que Dios tenía para él. Pero no me rendí.
Seguí orando y compartiendo mi amor por este maravilloso
hombre. Y un día, cuando le dije: “Jack, te quiero”, él por fin dijo:
“Charles, yo también te quiero”. ¡Qué momento tan glorioso de
la gracia y el poder de Dios, obrando en medio de dos personas
para traer alegría a sus corazones mientras la luz del Señor brilla
en el mundo! Desde ese momento, mi tío Jack se convirtió en
una persona diferente. Se permitió aceptar el amor y el respeto
de los demás, y nuestra relación creció a pasos agigantados.
Además, Dios utilizó la experiencia para hacer crecer mi propio
corazón de manera sorprendente.
Una de las cosas más gratificantes —y difíciles— que podemos
hacer en este mundo es amar a otras personas. No me refiero
solo a un sentimiento de agrado o sentimiento de cariño. Aun-
que también forman parte de ello, el fundamento de amar a los
demás es algo aún mayor: el amor como acción. El Señor Jesús
lo expresó cuando dijo: “Nadie tiene mayor amor que este, que
uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15.13). Por supuesto,
estaba aludiendo a su propio sacrificio en la cruz. Pero estas pa-
labras de nuestro Señor muestran que el verdadero amor inclu-
ye actos desinteresados por el bien de los demás. Y no por un
deber lleno de resentimiento, sino por una preocupación tierna.
¿Son todas las relaciones de este tipo? Si eres cristiano, claro
que sí. Para los que creemos en el Señor Jesucristo, “el amor de
Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu
Santo que nos fue dado” (Ro 5.5). Este amor está destinado a
desbordarse en el mundo que nos rodea, bendiciendo y sanan-
do a los demás al mismo tiempo que glorifica a Cristo y honra
a nuestro Padre celestial. Estamos llamados a amar a quienes
Dios pone en nuestras vidas, nos quieran o no. A veces se pue-
de descubrir que la manera más segura de amar a alguien es
creando distancia. Pero toda relación se beneficiará cuando
procedamos con sabiduría y humildad, examinándonos a noso-
tros mismos, confiando en Dios y en sus caminos.
Me siento muy feliz de que usted esté aquí leyendo estas páginas,
dispuesto a explorar y desarrollar esta parte esencial de la vida.
No se arrepentirá. Sea quien sea y esté donde esté, estoy seguro
de que tiene muchas relaciones, posiblemente más de las que
cree. Cada conexión humana que tiene es, en última instancia,
una oportunidad de amar que, idealmente, puede aportar alegría
y satisfacción a todos los implicados. Pero puede tomar tiempo
llegar a ello, hasta años. De hecho, todas las relaciones —incluso
las mejores— pueden desarrollarse y mejorar poco a poco. Este
manual de estudio ha sido creado para ayudarle en ese camino.
El aislamiento y la soledad son la causa de tanto sufrimiento en
este mundo. Fuimos creados para relacionarnos con los demás,
y cuando una relación es sabia y floreciente, Dios puede realizar
en ella y a través de ella obras muy poderosas.
Que Dios le bendiga mientras se propone, con la gracia divina, ha-
cer que todas sus relaciones sean más sanas, más fuertes y más
alegres.

Completamente humano: 21 días para alcanzar relaciones florecientes fue creado con la intención de ayudarle
a fortalecer todas las relaciones de su vida. Mientras que muchos recursos sobre el tema se centran en un tipo
de conexión u otro, este busca explorar los principios que se aplican en todos los ámbitos, desde los amigos,
colegas y vecinos hasta la familia y los seres queridos. Ya sea ques sus relaciones parezcan estar en mal
estado, como si solo necesiten un toque de encanto, este manual de estudio es para usted.
Las siguientes páginas están organizadas en tres partes. Cada sección tiene siete días de material interactivo
diseñado para relacionar la información necesaria y conducirle a través de pasos prácticos hacia un cambio
real. En tres semanas se puede progresar muchísimo, pero tenga en cuenta que este recurso es solo el punto
de partida para entablar relaciones más sanas. Nuestra esperanza es que lo que aprenda aquí le prepare para
continuar el buen trabajo de profundizar sus vínculos con los demás en los meses y años por venir.
Aunque hemos creado este recurso para que lo utilice como una experiencia guiada de 21 días, también
es posible seguir el material a su propio ritmo; la elección depende de usted y del Espíritu Santo. Lo más
importante es comprometerse con la aventura e invitar a las personas adecuadas a que le acompañen.
Cómo usar
este manual
SEA AMABLE CONSIGO MISMO.
Establecer relaciones saludables no siempre es fácil, sobre todo cuando existen motivos para la ruptura.
A veces su progreso será obvio, pero en otros momentos no. Confíe en que Dios le está guiando y que
algún día recordará lo vivido con gratitud por lo mucho que ha avanzado.
TÓMESE SU TIEMPO.
Cuando tratamos de apresurar la obra de Dios en nuestra vida, es muy probable que estemos luchando
con nuestras propias fuerzas. Tenemos que invitar a Dios a participar en el proceso de restauración de
nuestras relaciones y, además, las áreas de nuestra vida que están hechas pedazos. Evite las prisas y
preste atención a los detalles en el camino.
ESCRIBA SUS PENSAMIENTOS Y EXPERIENCIAS.
Aunque hemos proporcionado lugares para responder preguntas y reflexionar cada día, es posible que
necesite más espacio. Le animamos a que tome nota en una libreta de las ideas que se le ocurran o
cualquier cosa que el Señor le diga a su corazón.
CONSIDERE LA POSIBILIDAD DE ENCONTRAR UN COMPAÑERO.
Este estudio es un trabajo profundo. Invitar a alguien a que lo haga con usted, ya sea para que lo estudie
con usted o para que le ayude, puede hacer que la labor sea más fácil y agradable. Un poco de compañía
ayuda mucho cuando se trata de lidiar con aspectos difíciles de nuestra vida.
HAGA DE LA LECTURA DE LA BIBLIA Y DE LA ORACIÓN UNA PRIORIDAD.
Un manual de estudio como este solo puede llegar hasta cierto punto. La comunión con Dios y la lectura
de su Palabra son dos fuentes fundamentales de inspiración y alimento espiritual en el camino. Conside-
re la posibilidad de abrir espacio en su rutina diaria al renunciar de manera temporal a ciertas activida-
des, para poder seguir recibiendo el sustento del Señor.
Consejos Útiles
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Fuimos creados para relacionarnos con quienes nos rodean. Sin embargo, vivimos en una época de extrema
autosuficiencia, en la que pareciera que relacionarnos con las personas es algo opcional. Con las aplicaciones
de nuestros teléfonos inteligentes, podemos pasar por la vida sin conocer —o ser conocidos— por nadie.
¿No es de extrañar que, con semejante autonomía al alcance de la mano, vivamos también en una época de
relaciones fracturadas y soledad epidémica? Las amistades se rompen. Los matrimonios fracasan y las familias
se disuelven. Las comunidades se rompen. La vida no es como se supone que debería ser.
En el primer capítulo de Génesis, al ensayar la maravilla de la creación tal como Dios la hizo, Moisés termina
cada sección con una simple declaración: “Y vio Dios que era bueno”. En el sexto día, cuando “creó Dios
al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”, el profeta termina esa sección
diciendo: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Gn 1.27, 31, énfasis
añadido). Pero cuando llegamos a Génesis 2, vemos los acontecimientos del sexto día expuestos con un poco
más de detalle. Y durante un breve período de tiempo, entre todo lo que era bueno al final del quinto día y
todo lo que era muy bueno al final del sexto día, descubrimos que algo falla.
En su sermón “El compañerismo cristiano”, el Dr. Stanley explica: “Cuando vio que Adán estaba solo y que no
tenía a nadie a su nivel con quien tener comunión y de quien ser amigo, Dios dijo: ‘Eso no es bueno’. Lo único
que vio en toda su creación que no era bueno fue lo que no había hecho hasta ese momento: todavía no le
había proporcionado a Adán otra persona a la que pudiera amar y con la que pudiera tener comunión”.
Considere que fuimos hechos a la imagen del Dios trino. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una comunidad
de tres personas cuyo perfecto amor mutuo es la realidad que define no solo quienes somos como personas,
sino también toda la creación. En otras palabras, el sentido de la vida no puede encontrarse al margen de
la vida de la Trinidad. Todo fluye de esta unión ininterrumpida y sin obstáculos de la Divinidad. Lo que esto
significa para nosotros es que las relaciones no solo nos proporcionan algo agradable, sino que también
son esenciales para nuestra salud mental, física y espiritual. Solos, no podemos ser quienes Dios quería que
fuéramos al crearnos. Nos necesitamos unos a otros para poder ser completamente humanos.
Introducción

En los planes
En Efesios 4.1, 2, el apóstol Pablo nos da un plan de acción para relacionarnos con los demás: “Yo pues, preso
en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y
mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”. En esencia, Pablo nos invita a cultivar
cualidades necesarias para entablar y mantener relaciones saludables.
EN PRIMER LUGAR, NOS LLAMA A TENER HUMILDAD Y MANSEDUMBRE. Dado que las relaciones requieren
conexiones con otras personas, cuando tenemos problemas para relacionarnos, tendemos a buscar causas externas
—circunstancias, comunicación, cambios de estilo de vida— y con frecuencia culpamos a la otra persona. Todo esto
afecta nuestras relaciones, pero cuando tenemos conflictos y choques con los demás, el primer lugar, y a menudo el
mejor, que debemos mirar es dentro de nosotros mismos. Y hacerlo con humildad y gentileza nos hace más capaces de
reconocer nuestro propio pecado así como debilidades en la relación. Una vez hecho esto, estaremos también mejor
preparados para demostrar empatía y perdonar al enfrentarnos a los pecados y debilidades de los demás.
EN SEGUNDO LUGAR, PABLO TAMBIÉN NOS LLAMA A TENER PACIENCIA CON NOSOTROS Y CON LOS
DEMÁS. Al unir todo lo que somos a todo lo que es otra persona, la desafortunada realidad es que también traemos
nuestro pecado, la posibilidad de malentendidos, la fragilidad de nuestra humanidad y mucho más. La paciencia acepta
el esfuerzo de las relaciones, en especial aquellas que soportan muchos años buenos y malos. Eso incluye las nuevas
estaciones de la vida que van y vienen, así como las que parecen no terminar nunca. Cuando reconocemos nuestro
lento crecimiento en la madurez y la justicia, es fácil reclamar la promesa de Filipenses 1.6: “que el que comenzó la
buena obra en mí, la completará”. Sin embargo, esta no es una promesa para mí solamente. Dios también comenzó y
continúa la buena obra en nuestros familiares y seres queridos. La paciencia nos ayuda a reconocer esta buena obra,
preserva relaciones que, de otro modo, abandonaríamos, y refuerza nuestra confianza en Dios.
POR ÚLTIMO, DEBEMOS SOPORTARNOS LOS UNOS A LOS OTROS CON AMOR. Más allá de nosotros mismos
y de nuestros seres queridos, vivimos conectados a muchos grupos y comunidades que se superponen. A veces
tenemos enemigos; podemos guardar rencores o cargar con decepciones, dificultades y penas. Pero en la medida
en que nos soportamos los unos a los otros en amor podemos trascender lo que nos desafía y divide, y encontrar la
verdadera comunión con los demás en la presencia de Dios. Este es nuestro verdadero ministerio de reconciliación,
cuando ya no reconocemos a quienes nos rodean “por la carne”, como escribe Pablo en 2 Corintios 5.16. En cambio,
buscamos lo que Dios quiere o está haciendo ya en cada persona. Llegamos a ver a cada individuo en Cristo como
“nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (v. 17).
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Luego, cada día le pediremos que considere varios
aspectos: desde los límites personales y el cambio
de roles hasta la vulnerabilidad y la sinceridad. En
cada sección, nuestro objetivo no es solo brindarle
más información, sino también invitarle a comenzar
el proceso de transformación, al examinar preguntas
como:

¿A QUÉ ESTOY DISPUESTO A RENUNCIAR PARA MANTENER
RELACIONES SALUDABLES CON LOS DEMÁS?

¿EN QUÉ MEDIDA ESTOY COMPROMETIDO CON LAS PERSO-
NAS CON LAS QUE ME RELACIONO?

¿CÓMO PUEDO ACERCARME A DIOS AL FORTALECER MIS
RELACIONES CON LOS DEMÁS?
Le pediremos que haga un análisis diario de las cua-
lidades de las que habló Pablo en Efesios 4.1, 2, pre-
guntándose: ¿Qué tal me ha ido hoy con la humildad,
mansedumbre, paciencia y tolerancia? ¿Cómo puedo
mañana cultivar mejor dichas cualidades?
Durante nuestro tiempo juntos, el objetivo no es la
perfección (hablaremos de las expectativas en la
semana 2) ni seguir una línea divisora (hablaremos
de la unidad frente a la uniformidad en la semana 3).
Más bien, queremos que disponga de las herramien-
tas para vivir el propósito que Dios le ha dado, sien-
do una persona que aprecia y prioriza tener buenas
relaciones.
Comencemos.
Llamados a la unidad
Después de describir las cualidades de las buenas relaciones, Pablo nos explica en Efesios 4.3-6 por qué son
fundamentales. La razón por la que nos invita a esforzarnos por establecer relaciones que nos lleven más allá de
los límites en que nos sentimos cómodos es para que podamos ser “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en
el vínculo de la paz”. Y continúa diciéndonos que hay “un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados
en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es
sobre todos, y por todos, y en todos”. No importa cuántos seamos, no importa cuántas conexiones y formas tomen
nuestras relaciones y comunidades, siempre seremos uno en Cristo Jesús.
El Señor incluso llega a decir que nuestras relaciones son el centro de todo su reino. En Mateo 7.12, dice: “Así
que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos;
porque esto es la ley y los profetas” (énfasis añadido). En su sermón “Cómo tratarnos unos a otros”, el Dr. Stanley
lo expresa de esta manera: “No puedo escoger y, al mismo tiempo, obedecer a Dios”. La manera en que tratamos
a los demás importa todo el tiempo, no solo cuando es conveniente. Es la razón por la que Jesucristo dijo “todas
las cosas”, sin excepciones.
Luego está la última frase de Cristo en el versículo 12: “porque esto es la ley y los profetas”. En esencia, está dicien-
do que nuestra capacidad de poner en práctica la Palabra de Dios depende de nuestras relaciones. Por supuesto,
Cristo dice después que hay dos categorías de relaciones de las que “depende toda la ley y los profetas”: “Ama-
rás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” y “Amarás a tu prójimo como
a ti mismo” (22.37-40). En ambos vemos cómo Dios siempre quiso que la vida se experimentara en común, en
relación con Él y con los demás.
Si esta es la razón por la que debemos establecer relaciones significativas con los demás, entonces ¿cuál es la
mejor manera de lograrlo? Si en verdad creemos que somos mejores cuando nos relacionarnos con los demás y
que podemos servir más a Dios y de manera más plena cuando lo hacemos juntos que cuando lo hacemos solos,
entonces ¿cómo hacemos para que esto sea una realidad en nuestras vidas? ¿Cómo podemos dar lo mejor de
nosotros a la hora de relacionarnos con otros, y no solo por interés o como un pasatiempo?
Durante los próximos 21 días, le invitamos a reiniciar sus relaciones junto a nosotros. Empezaremos con una
sencilla autoevaluación para que reflexione en cuanto a las relaciones en general y en las suyas, en particular.
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DEL1AL10,¿CÓMOCALIFICARÍASUSRELACIONESINTERPERSONALES?

CUANDO PIENSA EN UNA RELACIÓN QUE VA BIEN,
•
¿QUÉ ASPECTOS DE LA RELACIÓN LE PARECEN MÁS SALUDABLES?
•
¿QUÉ ROLES DESEMPEÑA USTED EN ESTA RELACIÓN?
•
¿QUIÉN HACE EL MAYOR ESFUERZO (USTED O LA OTRA PERSONA)?
•
¿CÓMO LE HACE SENTIR ESTA RELACIÓN CON RESPECTO A SÍ MISMO?
•
¿CÓMO LE HACE SENTIR ESTA RELACIÓN A LA OTRA PERSONA INVOLUCRADA?
•
¿QUÉ OTRAS RELACIONES SALUDABLES TIENE? ¿CÓMO SE DIFERENCIAN?

CUANDO PIENSA EN UNA RELACIÓN QUE VA MAL,
• ¿QUÉ ASPECTOS DE LA RELACIÓN LE PARECEN MÁS NEGATIVOS?
• ¿QUÉ ROLES DESEMPEÑA USTED EN ESTA RELACIÓN?
• ¿QUIÉN HACE EL MAYOR ESFUERZO EN ESTA RELACIÓN (USTED O LA OTRA PERSONA)?
• ¿CÓMO LE HACE SENTIR ESTA RELACIÓN CON RESPECTO A SÍ MISMO?
• ¿CÓMO LE HACE SENTIR ESTA RELACIÓN CON RESPECTO A LA OTRA PERSONA INVOLUCRADA?
• ¿QUÉ OTRAS RELACIONES NEGATIVAS TIENE? ¿CÓMO SE DIFERENCIAN?
Autoevaluación:
QUÉTALSERELACIONA?
QUÉTALSERELACIONA?
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SI PUDIERA CAMBIAR ALGO DE USTED PARA MEJORAR LA MANERA EN QUE SE RELACIONA CON OTROS, ¿QUÉ SERÍA?

¿QUÉ ROL DESEMPEÑA USTED EN SUS RELACIONES CON LOS DEMÁS QUE CONSIDERE MUY VALIOSO?

¿QUÉ ROL DESEMPEÑAN LOS DEMÁS EN SUS RELACIONES CON USTED QUE CONSIDERE MUY VALIOSO?
EN SUS RELACIONES CON LOS DEMÁS, ¿QUÉ ROL DESEMPEÑA USTED QUE LE GUSTARÍA DEJAR?
EN SUS RELACIONES CON LOS DEMÁS, ¿QUÉ ROL DESEMPEÑA USTED QUE ECHARÍA DE MENOS SI LLEGARA A DESAPARECER?
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Charles F. Stanley
Dios construye relaciones entre las
personas para que logren lo que
necesitan lograr en la vida, y para
que se conviertan en las personas
que deben ser”.
Creados para
relacionarnos
PRIMERAPARTE

No cabe duda de que el mundo en general valora la
excelencia. Hoy en día, animamos a nuestros hijos a
dar lo mejor de sí mismos y, en algunos casos, a dar
aún más. Celebramos a los atletas de élite, a los cien-
tíficos brillantes y a los artistas que llegan a la cima.
Y no somos menos exigentes con nosotros mismos:
impulsados por toda esta grandeza, leemos libros, lle-
namos nuestras mentes con programas de autoayuda
e incluso oramos sobre las estrategias y procesos que
nos ayudarán a tener éxito.
¿Y si aplicáramos ese mismo objetivo de excelencia a
nuestras relaciones? En su carta a los cristianos de Te-
salónica, Pablo dice que “no tenéis necesidad de que
os escriba” sobre cómo relacionarnos con quienes nos
rodean, porque “vosotros mismos habéis aprendido de
Dios que os améis unos a otros”. Sin embargo, les pide
que “abundéis en ello más y más”. “Abundar”, es decir,
ser excelentes en ello, porque ser grandes en el servicio
de unos a otros con bondad y generosidad es de lo que
se trata el amor en el reino de Dios. Y “más y más”, por-
que aunque ya lo estaban haciendo, siempre hay algo
más que se puede hacer en amor (1 Ts 4.9, 10).
DÍa 01
Empezandoconmigo
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Al comenzar nuestro aprendizaje de tres semanas,
es importante que exploremos nuestro ser interior,
comenzando con una charla sincera en cuanto a la
humildad. En el libro de Filipenses, Pablo ofrece una
doble definición de humildad. Dice que se es humilde:
“estimando cada uno a los demás como superiores a sí mismo”
y
“no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual
también por lo de los otros” (2.3, 4).
Cuando somos humildes, hacemos una valoración
sincera y reconocemos que todos somos pecadores
salvos por la gracia. No nos degradamos ni nos
menospreciamos, porque fuimos hechos a imagen
y semejanza de Dios. Tampoco nos exaltamos por
encima de los demás, ni siquiera nos exaltamos en
absoluto, sabiendo, como dice Santiago, que cuando
seamos humildes en presencia del Señor, Él nos
exaltará (4.10), debido a su gran gracia y misericordia.
Lo que nos deja con una paradoja es que ser
excelentes en el amor a los demás es dejar de lado
nuestra propia “grandeza”. Es reconocer que el
camino hacia arriba es en realidad hacia abajo. Ser
amados por los demás no debe ser nuestro principal
objetivo; más bien, la meta debería ser amar con
humildad al confesar nuestro pecado, al dejar de lado
nuestras preferencias y al enaltecer a los demás.
Sin embargo, el lenguaje de la excelencia es complicado, porque ser el mejor en algo a menudo conlleva ser
tentado por el orgullo, la jactancia y el egocentrismo. El deseo de excelencia puede llevarnos a trabajar en exceso
y a descuidar lo que es más importante para nosotros o, peor aún, a comprometer nuestra moral y nuestras
normas.
En el sermón “El compañerismo cristiano”, el Dr. Stanley dice que
la humildad “significa que usted y yo no nos atribuimos el mérito,
que no somos egoístas ni egocéntricos”. Más bien, reconocemos
nuestra “absoluta y total dependencia del Señor”; no esperamos
siempre “estar al frente y llevarnos el crédito”; y estamos dispues-
tos “a hacer y dar y a no recibir reconocimiento alguno”.

¿CONOCE A PERSONAS ASÍ?
¿QUÉ PAPEL DESEMPEÑA LA HUMILDAD EN LA VIDA DE ELLOS?
¿CÓMOLESAYUDALAHUMILDADALAHORADERELACIONARSE?

¿LE HA CAUSADO PROBLEMAS LA BÚSQUEDA DE EXCELENCIA? SI ES ASÍ, ¿CÓMO?

PIENSE EN CÓMO DEFINE USTED LA EXCELENCIA. ¿CUÁLES SON LAS NORMAS PARA SOBRESALIR EN SU TRABAJO O AFICIONES?

¿HA PENSADO ALGUNA VEZ EN SOBRESALIR A LA HORA DE RELACIONARSE? ¿CÓMO SOBRESALDRÍA AL DEMOSTRAR AMOR?
PIENSE EN ESTO:
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Este es el primero de nuestros exámenes diarios. Le pediremos que cada día reflexione en cuanto a las
características de las que habla Pablo en Efesios 4.1, 2. Sea sincero, pero también busque maneras de avanzar
hacia la excelencia en sus relaciones interpersonales fomentando tales cualidades.
¿CÓMO PUEDO CULTIVAR MEJOR ESTAS CUALIDADES MAÑANA?
Examen diario del corazón
¿QUÉ TANTA HUMILDAD, MANSEDUMBRE, PACIENCIA Y GRACIA DEMOSTRÉ HOY?
HUMILDAD:
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En el sermón “Iniciar con un buen concepto de sí mismo”, el Dr. Stanley destaca la importancia de pensar de la manera
correcta acerca de quienes somos. Dice que nuestra relación con Dios, con los demás, e incluso con nosotros mismos,
depende de ello. Entonces, ¿qué significa este examen de conciencia?
•
En primer lugar, no es —en palabras del Dr. Stanley— “una introspección morbosa de nuestro ser, del que se sale con
un gran sentimiento de autocondena o de poco valor a los ojos de Dios: ‘Él lo es todo; yo soy nada’”.
•
Por el contrario, Dios “exige y desea que sus hijos tengamos la debida actitud en cuanto a nosotros mismos”.
•
También necesitamos tener los parámetros adecuados para evaluarnos, es decir, basarnos en el ejemplo de Cristo,
a cuya imagen nos está conformando Dios.
•
Por último, podemos pedir la ayuda del Espíritu Santo, que “todo lo escudriña” (1 Co 2.10) y nos “guiará a toda la
verdad” (Jn 16.13).
En 2 Corintios 10.12, Pablo dice que quienes “midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos,
no son juiciosos”.
¿QUÉ CREE QUE SIGNIFICA ESTO?

¿CUÁL ES EL PELIGRO DE COMPARARNOS CON NOSOTROS MISMOS?

CUANDO EXPERIMENTA UN CONFLICTO, ¿CUÁL ES SU
PRIMERA REACCIÓN? ¿CÓMO VARÍA, SI ES QUE VARÍA, SEGÚN
LA NATURALEZA DE LA RELACIÓN?
Al igual que toda moneda tiene dos caras, en toda
relación hay dos personas implicadas.
Esto significa que hay dos conjuntos de experiencias y
puntos de vista, y dos maneras de señalar al otro cuando
las cosas van mal. Pero por muy educado que sea dejar
que los demás vayan primero a la hora de hacer una fila
o elegir el postre, cuando se trata de mejorar la manera
en que nos relacionamos, tenemos que empezar por
nosotros mismos. Lo cual requiere que analicemos
nuestro corazón para ver, de verdad, qué nos pasa.
DÍa 02
Autorreflexión
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Me acepto como soy.
Admito que tengo puntos fuertes y débiles.
Tengo un claro conocimiento de mis puntos fuertes y débiles.
Puedo hablar abiertamente con los demás.
Digo “te quiero” a las personas que me importan.
Expongo mi vida personal sin miedo a las críticas.
No me preocupa que alguien tenga una opinión equivocada de mí.
Confío, no tanto en mi capacidad, sino en la de Dios.
Me relaciono con otras personas sin dificultad.
Puedo compartir mis cargas con los demás.
Escucho cuando otros comparten sus cargas conmigo.

Me uno a la felicidad y al éxito de otras personas sin
sentirme amenazado.
Me acepto a mí mismo.
No tengo que alcanzar la grandeza para sentirme valioso.
No tengo nada que demostrar a los demás.
“Por la gracia de Dios soy lo que soy” (1 Co 15.10).
PENSAMIENTOS CORRECTOS SOBRE MÍ MISMO
No confío en mí.
Cuestiono mi capacidad y mis talentos.
Siempre me pregunto si la gente está hablando de mí.
Tengo miedo de hablar abiertamente de mis cargas.
Temo que la gente no me quiera si me conoce de verdad.

Siempre llevo una “máscara”, cubriendo mis miedos
más profundos.
Intento esconderme de mí mismo, de los demás y de Dios.
Se me dificulta relacionarme con la gente.

Siento que tengo que esforzarme cada vez más para
demostrar lo valioso que soy.
No celebro a los demás porque me hace sentir inferior a ellos.

Estoy exasperado y agotado por tratar de ocultar quién soy de
verdad.

No me gusta como soy y es difícil que los demás me
caigan bien.
PENSAMIENTOS INCORRECTOS SOBRE MÍ MISMO
¿QUÉ HARÁ CON ESTE CONOCIMIENTO?
¿QUÉ HA APRENDIDO DE USTED MISMO CON ESTE EJERCICIO?
ESTE NIVEL DE AUTOCONCIENCIA PUEDE SER ALGO NUEVO PARA USTED. TÓMESE UN MOMENTO PARA
HACER UNA PAUSA Y REFLEXIONAR:
El Dr. Stanley ha identificado actitudes y tendencias tanto de los que piensan de la manera correcta en cuanto a
ellos mismos como de los que no lo hacen. ¿Qué elementos de estas dos listas le describen mejor? Siéntase libre de
marcar cualquiera que aplique a usted.
ORACIÓN
Considere la posibilidad de utilizar esta oración, u orar con sus propias palabras, antes de pasar a la revisión diaria.

Padre, quiero pensar en mí como tú piensas en mí. Por medio de tu Espíritu, ayúdame a ser sincero en cuanto
a quién soy y cómo contribuyo a la salud y a la ruptura de mis relaciones. Ayúdame a caminar con confianza,
sabiendo que tú sigues trabajando en mí y a través de mí.
La verdad es que, sin importar lo que pensemos de nosotros mismos, Dios está haciendo algo bueno en nosotros
que piensa perfeccionar (Fil 1.6). Cuanto más aceptemos dónde estamos ahora, más fácil será seguir al Señor
Jesucristo por el camino que tiene para nosotros.
HUMILDAD:
MANSEDUMBRE:
PACIENCIA:
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En Santiago 4.1-3, vemos que el apóstol explora el conflicto interpersonal. “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos
entre vosotros?”, pregunta:
Luego explica:
•
“¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?” (v. 1).
• “Codiciáis, y no tenéis; matáis” (v. 2).
• “Ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis” (v. 2).
•
“No tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” (vv. 2, 3).
En el centro de nuestros problemas interpersonales hay algo más que la simple falta de comunicación o los malentendidos.
Y ese algo es el pecado. Pero ¿cómo descubrimos el pecado que se interpone entre nosotros y los que amamos? Y lo que
es más importante, ¿qué hacemos con el pecado una vez descubierto?
Ayer, hicimos un autoanálisis sincero, al considerar cómo la manera en que pensamos de nosotros afecta nuestras relacio-
nes con otros. En este sentido, el pecado puede llevarnos en dos direcciones opuestas, pero de igual manera dañinas.
En primer lugar, podemos pensar demasiado en nosotros mismos. En Romanos 12.3, Pablo lo llama “tener más alto concep-
to de sí que el que debe tener”. Cuando nos centramos demasiado en lo que queremos y necesitamos, podemos volvernos
egocéntricos.
En segundo lugar, también podemos tener un bajo concepto de nosotros mismos. Lo que pudiera parecer humildad —“Soy
un bueno para nada”— a menudo resulta en una falsa humildad, que nos hace ignorar la buena obra de Dios en nuestra
vida y a abandonar nuestro papel de amar, cuidar y servir a los demás. Esto también puede ser un tipo de egocentrismo.
DÍa 03
Arrepentimiento
¿CUÁL ES LA RAÍZ DE NUESTROS PROBLEMAS DE PAREJA? PUEDE PARECER QUE TODO SE REDUCE A UNA FALTA DE COMU-
NICACIÓN, A UN MALENTENDIDO O A UN SIMPLE DESAJUSTE DE PERSONALIDADES. PERO SI FUERA TAN FÁCIL, ENTONCES
DEBERÍAMOS SER CAPACES DE RESOLVER “DE MANERA SIMPLE” LOS PROBLEMAS ENTRE NOSOTROS.
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¿HA CRITICADO A OTROS Y LUEGO SE HA DADO CUENTA DE
QUE ERA PORQUE ESTABA SIENDO AUTOCRÍTICO? ¿O SE
HA ENCONTRADO HABLANDO MAL DE OTROS PORQUE LE
PREOCUPABA QUE HABLARAN MAL DE USTED? ¿CÓMO SE
RELACIONAN AMBAS COSAS?
Identificar áreas de pecado como estas es solo el
comienzo. Confesarlas a Dios y a los demás es el
siguiente paso importante. Y, por último, tenemos que
arrepentirnos y cambiar estos patrones pecaminosos de
pensamiento y acciones. Incluso, debemos adoptar un
estilo de vida de arrepentimiento; es decir, hacer que
nuestro objetivo sea invertir el rumbo y volver a apuntar
en la dirección del Reino de Dios. En definitiva, eso es el
arrepentimiento: un cambio de dirección.
Más adelante, en Romanos 12, Pablo ofrece varios pasos
prácticos para luchar contra el pecado cuando nos
relacionamos con quienes nos rodean. Es una especie
de mapa que nos ayuda a avanzar en dirección al
arrepentimiento cuando hemos sido egocéntricos, como
consecuencia de pensar demasiado bien o demasiado
mal acerca de nosotros mismos. A medida que lee la
lista, piense en cómo sería cada paso en su propia vida
y relaciones.
Pablo dice que, por amor, debemos:
• Limpiar nuestra vida de hipocresía.
• Detestar lo que es malo; aferrarnos a lo que es bueno.
• Dedicarnos los unos a los otros con amor fraternal.
• Dar prioridad a los demás con honor.
• No dejar de ser diligentes.
• Ser fervientes de espíritu, al servir al Señor.
• Alegrarnos en la esperanza.
• Perseverar en la tribulación.
• Ser devotos de la oración.
• Contribuir para ayudar a cubrir las necesidades de otros.
• Ser hospitalarios.

SI BIEN TENER UN CONCEPTO DEMASIADO ALTO DE SÍ PUEDE
PARECER UN PECADO EVIDENTE, ¿CÓMO ES QUE TENER UN
CONCEPTO DEMASIADO BAJO TAMBIÉN SEA PECADO? ¿Y
CÓMO ES QUE AMBOS CONDUCEN AL EGOCENTRISMO?
HUMILDAD:
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MUCHOS DE NOSOTROS CONSTRUIMOS NUESTRA IDENTIDAD
EN TORNO A NUESTRAS RELACIONES CON LOS DEMÁS.
•
Somos compañeros de trabajo y vecinos, entrenadores y com-
pañeros de equipo.
• Somos la hija o el sobrino de fulano.
• Somos esposos o esposas, madres o padres.
•
Pasamosnuestrosdíascomocuidadoresdehijos,nietos,padres
ancianos y cónyuges discapacitados.
•
Reclamamos nuestro lugar entre los amigos de nuestro grupo o
los vecinos de nuestro vecindario.
•
Utilizamos nuestra educación, carrera, nivel de ingresos y raza
o etnia para definirnos, porque conectamos con otros que son
como nosotros.
DÍa 04
Identidad
TÓMESEUNMOMENTOAHORAMISMOPARARESPONDERAESTAPREGUNTA:¿QUIÉNSOY?DEDIQUEUNOSMINUTOSAPENSARCÓMOSE
PRESENTARÍA A ALGUIEN QUE ACABA DE CONOCER. DESPUÉS, ESCRÍBALO. DEDIQUE VARIAS FRASES O INCLUSO ALGUNOS PÁRRAFOS
PARA RESUMIR QUIÉN ES.
Lo que somos cuando estamos con nuestra gente se convierte, para bien o para mal, en la clase de personas que somos
en realidad. Por eso, cuando las relaciones flaquean y se tambalean, cuestionar nuestra conexión con los demás puede no
ser suficiente. Lo más sensato es replantear nuestra manera de actuar: preguntarnos “¿Quién soy?” o, más concretamente,
“¿En quién me he convertido?”.
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Si bien, nuestras relaciones son parte de nuestra identidad, la Biblia nos invita a tener una visión más rica y duradera de
nosotros mismos, que no se estremezca con las circunstancias cambiantes ni se tambalee cuando nuestras relaciones
lo hagan.
Busque los siguientes pasajes bíblicos relacionados con quiénes somos en Cristo. Anote una palabra o frase de cada
uno de ellos que apunte a nuestra identidad.
JUAN 1.12
EFESIOS 1.5
1 PEDRO 2.9
1 JUAN 3.2
HUMILDAD:
MANSEDUMBRE:
PACIENCIA:
GRACIA:
Seguir a Cristo por el estrecho camino de la humildad implica dejar de lado nuestras preferencias y opiniones, y considerar
a los demás como más importantes que nosotros mismos (Fil 2.3). Es importante darse cuenta de que hacerlo no significa
que estemos negando lo que somos. Más bien, nos estamos pareciendo más a nosotros mismos de lo que nunca lo
hemos hecho.
“Si tengo el ojo puesto en la otra persona para ver cómo me trata, puedo responder de la misma manera”, dice el
Dr. Stanley al profundizar en el tema de las relaciones cristianas. “Pero si recuerdo quién soy, el insulto y la venganza, la
mala voluntad y las palabras de reprimenda no encajan con quién soy, porque la Biblia dice que usted y yo somos hijos
de un rey. Y nuestro Rey dice que los que le siguen serán conocidos por una actitud amorosa” (cf. Jn 13.35).
Comprender nuestra identidad en Cristo no anula por completo la mentalidad que tenemos de nosotros mismos. Pero
debería transformarla, incluyendo nuestros antecedentes, educación, carrera y, sobre todo, nuestras relaciones. Repase
lo que escribió de usted, y ahora intente reescribirlo resaltando su identidad en Cristo en todo momento.
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Sacrificio
A estas alturas, ya hemos establecido que las relaciones son algo más que simples accesorios en nuestra vida. Forman
parte del tejido de lo que somos. Las relaciones nos ayudan no solo a reflejar la imagen de Dios más plenamente de lo
que podríamos hacerlo por nosotros mismos, sino también a parecernos más a Cristo. Las relaciones con otras personas
exponen nuestro pecado para que podamos abordarlo y para que podamos poner en práctica la humildad y la unidad. Y
lo que es más, nos impulsan a hacer sacrificios.
A veces nuestros sacrificios son tangibles, por ejemplo, cuando renunciamos a nuestro tiempo, dinero o recursos para
servir a quienes nos importan. Por ejemplo: un padre que renuncia a un par de zapatos nuevos para poder comprarle
zapatos a sus hijos; un hombre que decide no comer en restaurantes para poder ahorrar dinero y dárselo a un amigo
desempleado; o unos abuelos que se ofrecen a cuidar de los nietos en lugar de irse de vacaciones.
DÍa 05
¿QUÉ IMÁGENES LE TRAE A LA MENTE LA PALABRA “SACRIFICIO”?

¿CÓMO SE HAN SACRIFICADO OTROS PARA AYUDARLE A LLEGAR A DONDE ESTÁ HOY? ¿QUÉ SACRIFICIOS HACE USTED POR LOS DEMÁS?
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OBSERVE LOS SACRIFICIOS QUE ENUMERÓ ANTES. ¿CUÁNTOS DE ELLOS ERAN TANGIBLES O MEDIBLES, COMO EL TIEMPO, EL DINERO Y
LOS RECURSOS?
AHORAPIENSEENLAOTRACATEGORÍA:¿CUÁNDOFUELAÚLTIMAVEZQUESACRIFICÓUNAOPORTUNIDADUOPINIÓNPARAPRESERVAR
UNA RELACIÓN O SERVIR A LOS DEMÁS?
Lea 1 Corintios 8. En este pasaje, vemos a personas que sufren espiritualmente y a relaciones que se
ven perjudicadas porque algunos consideran que aferrarse a sus derechos es más importante que
aferrarse al otro.

¿QUÉ LUGAR OCUPA USTED EN ESTA HISTORIA?

VUELVA A LEER EL VERSÍCULO 1. ¿QUÉ SERÍA UN PROBLEMA DEL TIPO DE “LO SACRIFICADO A LOS ÍDOLOS” EN SU PROPIA VIDA? (UN
PROBLEMA DE CONCIENCIA QUE PODRÍA RESUMIRSE EN LOS VERSÍCULOS 8, 9: “SI BIEN LA VIANDA NO NOS HACE MÁS ACEPTOS ANTE
DIOS; PUES NI PORQUE COMAMOS, SEREMOS MÁS, NI PORQUE NO COMAMOS, SEREMOS MENOS. PERO MIRAD QUE ESTA LIBERTAD
VUESTRA NO VENGA A SER TROPEZADERO PARA LOS DÉBILES”).

¿CÓMO REPLANTEARÍA LA AFIRMACIÓN FINAL DE PABLO EN RELACIÓN CON UN ASUNTO DE CONCIENCIA QUE LE PREOCUPA:
“POR TANTO, SI LE ES A MI HERMANO OCASIÓN DE CAER, NO
JAMÁS, PARA NO PONER TROPIEZO A MI HERMANO”?
Otros sacrificios son difíciles de nombrar y aún más difíciles de medir. Implican renunciar a recibir atenciones, a ser popular,
a gozar de privilegios e incluso a sentirse seguro, a cambio de estar disponible para los demás y de relacionarnos con
ellos. Son los sacrificios de dejar pasar oportunidades, de dejar que otra persona se lleve el mérito o de elegir hacer las
cosas a la manera de otra persona cuando uno preferiría hacerlas a su manera.
A veces —quizás más a menudo de lo que nos gustaría— el sacrificio va en una sola dirección.
En su sermón “Amistades genuinas, parte 2”, el Dr. Stanley dice: “Amar de manera sacrificial significa que estamos
dispuestos a amar aunque no sea recíproco. Estamos dispuestos a amar aunque nos cueste dinero, tiempo, relaciones
interpersonales, o lo que sea. Pero siempre hay un sacrificio en el desarrollo de una genuina relación personal”.
Cuando una amistad fracasa, puede ser que ninguna de las dos personas esté dispuesta a sacrificar dinero, tiempo o
incluso la opinión que pudiera salvar la relación.
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Ayer hablamos del sacrificio, en particular, de la forma en
que se mantienen las relaciones al renunciar a nuestro
tiempo, recursos y preferencias por los demás. Pero el
sacrificio no siempre es nuestro. A veces, debido a las
circunstancias, a la enfermedad o incluso a una época
difícil en la vida, es posible que tengamos que retirarnos,
sabiendo que Dios se encargará de las necesidades de
los demás por medio de otra persona.
Dios nos llama a amar aunque eso implique un sacrificio, pero también llama a otros a hacerlo. Cuando nuestras
limitaciones nos impidan servir, habrá otras manos que se encarguen de ello. En Filipenses 2.19-30, Pablo escribe sobre
una ocasión en la que quiso servir a otros pero no pudo, así que Timoteo y Epafrodito fueron en su lugar. A veces el amor
sacrificial al que Dios nos llama en una relación puede impedirnos servir en otra.
•
Un empresario que decide ayudar a un joven colega puede perderse la cena con su familia de vez en cuando.
•
La esposa del empresario, que cuida de los niños, no puede ayudar a organizar las comidas de una vecina que
está en tratamiento por un cáncer.
•
Y esa vecina que está pasando por el tratamiento de cáncer tendrá que dejar que otra persona cuide de sus
nietos, al menos por ahora, cuando su sistema inmunológico está debilitado.

EN EL SERMÓN “CON RELACIONES ATINADAS”, EL DR. STANLEY DICE: “LA VERDAD ES QUE ESTAMOS MUY, MUY LIMITADOS EN LO QUE
PODEMOS HACER. UNA MENTE, UN PAR DE OJOS, UN PAR DE MANOS, UN PAR DE OÍDOS, UN PAR DE PIES, UNA ESPALDA FUERTE O
DÉBIL. ¿QUÉ PUEDE HACER UNA PERSONA?”. ¿A CUÁLES LIMITACIONES PERSONALES SE ENFRENTA EN ESTOS MOMENTOS?

¿QUÉ CREE QUE DIOS LE ESTÉ ENSEÑANDO EN ESTA ETAPA DE SU VIDA? DADAS SUS LIMITACIONES, ¿HAY OTRAS MANERAS EN LAS QUE
PODRÍA SERVIR? ESCRIBA ALGUNAS IDEAS QUE SE AJUSTEN A LAS CIRCUNSTANCIAS EN LAS QUE DIOS LE TIENE EN ESTOS MOMENTOS.

¿CÓMO LE HACE SENTIR EL NO PODER HACER MÁS O SERVIR A OTROS MÁS ALLÁ DE LO QUE YA ESTÁ HACIENDO?
¿ALGUNA VEZ HA QUERIDO AYUDAR A UNA PERSONA PERO NO HA PODIDO HACERLO DEBIDO A ALGUNA LIMITACIÓN SUYA? ¿CÓMO SE
SINTIÓ? ¿CAMBIÓ SU FORMA DE RESPONDER A FUTURAS NECESIDADES?
DÍa 06
Límites personales
En otras palabras, a veces nuestro servicio nos limita para servir a los demás. A pesar de nuestro deseo de estar disponible
para todos, todo el tiempo, no podemos hacer por todos lo que hacemos por alguien o por unos pocos. En fin, Dios no me
llamó solo a mí o a usted a la obra del reino; nos llamó a todos. Llamó a la Iglesia, su Cuerpo. Y cada parte puede hacer
solo aquello para lo que fue diseñada:
“Si dijere el pie: ‘Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?’ Y si dijere la oreja: ‘Porque no soy ojo, no soy del
cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?’ Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?”
(1 Co 12.15-17).
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Durantelosúltimosseisdías,hemoshechounaevaluación
sincera de nuestra vida, al reconocer los lugares en que
somos responsables de nuestros conflictos con otras
personas, al identificar las áreas que requieren un mayor
sacrificio y también al aceptar nuestros propios límites.
Nunca es fácil enfrentarse a como somos en realidad.
Pero a menudo es aún más difícil dejar que los demás
vean el “verdadero yo” que les hemos ocultado.
Vulnerabilidad
DÍa 07

¿SU OPINIÓN ACTUAL EN CUANTO A DEMOSTRAR VULNERABILIDAD HA SIDO UN PATRÓN DESDE HACE MUCHO TIEMPO EN SU VIDA, O
HA CAMBIADO POCO A POCO? SI ES ASÍ, ¿A QUÉ SE DEBE?
A pesar de toda su teología y sus fuertes enfrentamientos, el apóstol Pablo escribe sobre la vulnerabilidad como un valor
fundamental a la hora de servir al Señor.
•
En su carta a los romanos, describe una “gran tristeza y continuo dolor en [su] corazón” porque sus compatriotas israelitas no
reconocían a Cristo como Mesías (9.2-4).
•
A los corintios, Pablo dice que los visitó “con debilidad, y mucho temor y temblor” para que pusieran su fe en Dios, no en él.

Además, el apóstol confiesa que él y sus compañeros de viaje “perdi[eron] la esperanza de conservar la vida” mientras estaban en
Asia (1 Co 2.3, 4); 2 Co 1.8).
• Y al escribir a los efesios, se llama a sí mismo “el más pequeño de todos los santos” (Ef 3.8).
¿CÓMO DECIDE CON QUIÉN PUEDE SER USTED MISMO DE VERDAD?
EN UNA ESCALA DEL 1 AL 10, EN LA QUE EL 1 ES NADA Y EL 10 ES TODO, ¿CUÁL ES LA PROBABILIDAD DE QUE COMPARTA SUS PROPIAS
DEBILIDADES Y LUCHAS CON LOS DEMÁS?

¿CUÁL ES EL RIESGO DE COMPARTIR SU “VERDADERO YO” CON SUS FAMILIARES Y AMIGOS? ¿ALGUNA VEZ TUVO UNA EXPERIENCIA
DE VULNERABILIDAD QUE FUE UTILIZADA EN SU CONTRA? POR OTRO LADO, ¿CUÁLES SON LAS POSIBLES RECOMPENSAS DE ABRIR SU
CORAZÓN DE ESTA MANERA? ¿CÓMO SE EQUILIBRAN AMBAS COSAS?
Lea 2 Corintios 12.7-10. ¿Cómo cree que esta experiencia ha influido en la franqueza de Pablo respecto a sus debilidades?
¿Cree que siempre fue tan abierto?
Para Pablo, compartir sus debilidades con los demás no fue solo una estrategia ministerial. Resultó ser fundamental en
su capacidad para entablar relaciones con las personas con las que entraba en contacto. Como dijo a los tesalonicenses:
“Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no solo el evangelio de Dios, sino
también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos” (1 Ts 2.8).
Somos vulnerables con los demás, dice el Dr. Stanley, cuando estamos “dispuestos a abrir nuestro corazón, a decir a los
demás lo que sentimos: decirles cuando estamos dolidos, enfadados, nos sentimos incomprendidos o rechazados, o
felices. Somos vulnerables cuando les decimos lo que en realidad nos motiva”. Si no estamos dispuestos a ser vulnerables,
entonces no estamos preparados para una relación.
Aunque no sea conveniente compartir nuestros pensamientos y preocupaciones más profundos con todo el mundo, si
los reprimimos, podemos hacer que los demás se sientan desconfiados y rechazados. También puede hacer que nos
sintamos solos e incomprendidos.
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¿HAY ALGO A LO QUE SE ENFRENTE AHORA Y NO SE LO HAYA CONTADO A NADIE? ¿Y SI SE COMPROMETE A COMPARTIRLO CON SU
CÓNYUGE O CON UN AMIGO DE CONFIANZA ESTA SEMANA? PARA SER VULNERABLE POR COMPLETO, HÁGALE SABER A LA PERSONA
CÓMO SE SIENTE INCLUSO AL COMPARTIR ESTA INFORMACIÓN CON ELLA.
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Charles F. Stanley
El plan de Dios es que
construyamos relaciones
piadosas que nos ayuden a llegar
a ser y a lograr lo que desea para
nuestras vidas”.
El compromiso
con los demás
SEGUNDA PARTE

DÍa 08
¿Qué tienen en común sus hijos, su mejor amigo, su jefe
e incluso la cajera o el cartero que ve todos los días?
Quizá no mucho, salvo una similitud clave: todos tienen
una relación con usted.
Cuando pensamos en las personas con que nos rela-
cionamos, solemos pensar en nuestras amistades más
cercanas o en los miembros de nuestra familia. Pero nos
relacionamos con personas de todo tipo: desde extra-
ños hasta vecinos, pasando por hermanos de la iglesia y
compañeros de trabajo, etc. Aunque algunas relaciones
pueden ser prioritarias, sobre todo en ciertos períodos
de la vida, todos los tipos de relaciones son importantes.
Alcance de las relaciones

HAGAMOS UNA LISTA. ¿CON QUIÉNES SE RELACIONA USTED?
PIENSE DE LA MANERA MÁS AMPLIA POSIBLE, INCLUYA A LOS
EXTRAÑOS QUE SUELE VER DE CAMINO AL TRABAJO O AL
SUPERMERCADO.

SI LE AYUDA, UTILICE LAS SIGUIENTES CATEGORÍAS:
EXTRAÑOS, CONOCIDOS, COMPAÑEROS DE TRABAJO, VECINOS,
AMIGOS, FAMILIARES CERCANOS, FAMILIARES LEJANOS.
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En el Sermón del monte, el Señor Jesús nos dice que somos la luz del mundo, una ciudad en una colina, una vela en
un candelabro que “alumbra a todos” (Mt 5.14-16). Eso es lo que ocurre con la luz: se derrama sobre todo lo que está a
su alcance, no solo sobre el área que esperamos iluminar. Lo mismo ocurre en nuestras relaciones. El grado de amor,
atención y sacrificio por los demás puede variar, pero no debería limitarse a los más cercanos. ¿Cuántas veces el curso
de nuestro día cambia tan solo por la palabra amable, el pequeño sacrificio o la sonrisa amistosa de extraños y conocidos
casuales? Podemos ofrecer esa misma gracia a todos los que nos rodean, desde el desconocido en la acera hasta la
persona o personas con las que pasamos la mayor parte del tiempo.

¿LE RESULTA MÁS FÁCIL SER AMABLE CON EXTRAÑOS O CON MIEMBROS DE LA FAMILIA? ¿Y QUÉ HAY DE HACER PEQUEÑOS Y
SENCILLOS SACRIFICIOS COMO DEJAR QUE OTRA PERSONA PASE PRIMERO, OFRECERSE A PAGAR UNA TAZA DE CAFÉ, O MORDERSE
LA LENGUA? ¿ES MÁS FÁCIL HACERLO CON CONOCIDOS O CON AMIGOS CERCANOS? ¿QUÉ ES DIFERENTE EN ESTAS RELACIONES?
¿QUÉ ES IGUAL?
FAMILIA AMIGOS VECINOS Y
COLEGAS
CONOCIDOS Y
EXTRAÑOS
El Señor Jesucristo va más allá al ampliar el círculo de nuestras relaciones. Es fácil amar a la gente que nos corresponde,
dice, incluso los “publicanos” y los “gentiles” lo hacen. Pero el Señor nos reta a ampliar el ámbito de nuestro amor y
sacrificio, al incluir en la lista a nuestros enemigos y a los que nos persiguen (Mt 5.43-48).

EN EL SERMÓN “¿IMPRESIÓN O IMPACTO?” EL DR. STANLEY PREGUNTA: “¿LA VIDA DE QUIÉN ESTÁ SIENDO IMPACTADA POR USTED?
PORQUE SU MANERA DE SER, SUS CONVERSACIONES Y SU CONDUCTA ESTÁN IMPACTANDO E INFLUENCIANDO A LA GENTE TODO
EL TIEMPO”. ¿CÓMO RESPONDERÍA USTED ESTAS PREGUNTAS: A QUIÉN ESTÁ INFLUENCIANDO? ¿A QUIÉN ESTÁ IMPACTANDO? Y
VICEVERSA: ¿QUIÉN ESTÁ INFLUENCIANDO SU VIDA?
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¿CON QUÉ FRECUENCIA DICHAS RELACIONES SUPERAN SUS
EXPECTATIVAS? ¿CON QUÉ FRECUENCIA LE DECEPCIONAN?
Expectativas
Lo que esperamos de las relaciones es a menudo lo que
nos atrae a ellas. Queremos a alguien con quien compar-
tir la vida: una persona con la que podamos disfrutar de
aficiones, relajarnos, celebrar y llorar, y apoyarnos mutua-
mente en todo momento. Las relaciones de este tipo tie-
nen diferentes formas y tamaños. Alguien que coincide
con la descripción anterior puede ser un hermano o un
amigo cercano. Puede ser un cónyuge o los hijos. Cuando
reconocemos por primera vez que ciertos individuos se
han convertido en nuestro grupo más cercano, aumentan
nuestras esperanzas y expectativas.
DÍa 09
En cuanto a las expectativas, lo que queremos en una relación no es lo que la otra persona quiere o puede ofrecer. Nuestras
expectativas pueden ser demasiado altas, lo que lleva a que nos decepcionemos, o demasiado bajas, lo que hace que
vivamos insatisfechos. A veces nuestras expectativas no son ni demasiado altas ni demasiado bajas, sino que son poco
realistas, dadas las circunstancias. O pueden estar contaminadas por deseos pecaminosos, mal orientadas por estereotipos
incorrectos o mal concebidas por factores culturales engañosos.

PIENSE EN ALGUNA OCASIÓN EN LA QUE UNA RELACIÓN NO RESULTÓ COMO ESPERABA. ¿POR QUÉ CREE QUE PENSABA QUE SERÍA
DISTINTA?
¿QUÉ APRENDIÓ/PUEDE APRENDER DE ESA EXPERIENCIA?

EN UNA ESCALA DEL 1 AL 10, ¿CÓMO CLASIFICARÍA SUS
EXPECTATIVAS EN CUANTO A DICHAS RELACIONES? ¿TIENDE
A ESPERAR LO MEJOR DE LOS DEMÁS (10) O LO PEOR (1)?
Cuando el Señor Jesucristo nos llama a amar a los demás como a nosotros mismos (Mr 12.31), podemos sentirnos tentados
a creer que los demás quieren ser amados de la misma manera que nosotros queremos serlo, que amar a los demás
significa hacer por ellos lo que queremos que hagan por nosotros. Pero las relaciones son más complicadas que eso. Lo que
queremos y esperamos puede ser diferente de lo que otros quieren y esperan. Y viceversa. En su sermón “Cómo tratarnos
unos a otros”, el Dr. Stanley lo expresa de esta manera: “A menudo esperamos de los demás algo que ni ellos mismos se
imaginan”.
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NUESTRAS RELACIONES SE BENEFICIAN CUANDO AMAMOS A LOS DEMÁS DE LA MANERA EN QUE ELLOS QUIEREN Y NECESITAN
SER AMADOS, Y AL MISMO TIEMPO, CUANDO SOMOS SINCEROS EN CUANTO A LA MANERA EN QUE QUEREMOS Y NECESITAMOS
QUE NOS AMEN. EN AMBOS CASOS, SIGNIFICA QUE TENEMOS QUE AJUSTAR O RECALIBRAR NUESTRAS EXPECTATIVAS.
COMPROMÉTASE A ORAR PARA QUE DIOS LE AYUDE A CAMBIAR SU CORAZÓN Y SU MENTE EN CUANTO A
LO QUE NO SEA BUENO PARA LA RELACIÓN.
El sermón del Dr. Stanley “Cómo tratarnos unos a otros” incluye la recomendación de que las parejas hagan una lista de
todas las maneras en que quieren que su cónyuge les trate y luego compartan las listas entre sí. Después, tanto los esposos
como las esposas suelen decir: “No sabía que eso era lo que él [o ella] esperaba”. De hecho, este ejercicio es útil para todas
las relaciones significativas, en especial cuando se trata de conflictos arraigados en expectativas no expresadas.

PIENSE EN UNA RELACIÓN QUE LE RESULTE DIFÍCIL Y CONSIDERE LA POSIBILIDAD DE HACER UNA LISTA DE ESTE TIPO. LO IDEAL SERÍA
HACER ESTE EJERCICIO CON LA OTRA PERSONA. PERO TAMBIÉN ES VALIOSO REVISAR SUS EXPECTATIVAS A SOLAS Y PREGUNTARSE,
CON LA MAYOR OBJETIVIDAD POSIBLE, QUÉ ES SANO, JUSTO Y REALISTA, Y QUÉ NO LO ES.
SANO, JUSTO Y REALISTA IRREALISTA
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DÍa 10
Comenzamos este reinicio con una visión positiva de las relaciones, al afirmar que estamos hechos para ellas. Las
relaciones son esenciales para nuestro bienestar. Pero todos tenemos algún tipo de limitación. Puede que no vivamos al
lado de nuestros amigos más cercanos. No podemos pasar todo el tiempo con la familia. No podemos llegar a conocer
a cada persona con las que nos tropezamos tanto como nos gustaría.
Limitaciones
Por último, hay relaciones limitadas. Nuestras relaciones no siempre pueden proporcionarnos todo lo que queremos
de ellas. En su sermón “Amistades en dificultades”, el Dr. Stanley dice: “Hay algunas personas que tienen mucho que dar.
Saben amar y saben expresarlo. Saben cómo dar de sí mismos. Sin embargo, otras personas no lo hacen; no solo no se
entregan ni aman en reciprocidad, sino que ni siquiera saben cómo hacerlo”.
Si bien existen limitaciones que afectan nuestras relaciones; las propias relaciones pueden ser limitantes. Los padres dan
prioridad a las necesidades de sus hijos pequeños. Los hijos adultos están limitados por su compromiso de cuidar a los
padres ancianos. Los cónyuges se comprometen a expresar su amor romántico solo a su pareja. Y las amistades tienen
su propia manera de pedirnos cosas. Como cualquier otra restricción, estas limitaciones pueden resultar inhibitorias. Pero
cuando son saludables, también crean y revelan los fuertes lazos de las relaciones que se han desarrollado con el tiempo.
¿CUÁLESLIMITACIONESAFECTANSUSRELACIONES?¿TIEMPO?¿DISTANCIA?¿LOGÍSTICA?¿PROBLEMASDESALUD?HAGAUNALISTA.

EN SU CASO, ¿QUÉ LIMITACIONES LE IMPONEN SUS RELACIONES? ¿CÓMO SE SIENTE CON RESPECTO A ELLAS?
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LEA MARCOS 10.28-31 Y MATEO 12.46-49. ¿CÓMO DEFINIRÍA EL PUNTO DE VISTA DE CRISTO EN CUANTO A LAS RELACIONES HUMANAS?
¿QUÉ SUGIERE ESTE PASAJE ACERCA DE LA SUFICIENCIA DE TALES RELACIONES?

¿SIGUE EN ESA RELACIÓN? SI ES ASÍ, ¿CÓMO HA AFRONTADO LAS LIMITACIONES?
¿HAESTADOALGUNAVEZENUNARELACIÓNCONALGUIENQUENOERACAPAZDEAMARLECOMOUSTEDLOHACÍA?¿CÓMODESCRIBIRÍA
LAS LIMITACIONES DE ESA RELACIÓN?

¿CREE QUE CRISTO ESTABA PIDIENDO A LOS DISCÍPULOS QUE ABANDONARAN A SUS AMIGOS Y FAMILIARES? ¿HAY ALGÚN VERSÍCULO
O PASAJE BÍBLICO QUE APOYE SU OPINIÓN?
Una manera de enfrentarse a las limitaciones es ajustar las expectativas, tal y como comentamos en el día 9. Otra manera
es desarrollar un número saludable de relaciones, de modo que no esperemos que una sola persona satisfaga todas
nuestras necesidades. Ninguna relación por sí sola —ni siquiera el matrimonio— pretende ser suficiente para nosotros.
Como todo lo demás en nuestro mundo corrupto, las relaciones nunca serán perfectas, seguirán estando lejos de ser lo
máximo en nuestra vida, y nunca deberían ser el objeto de nuestra adoración. Solo Dios puede ocupar ese lugar. ¿CÓMO PUEDO CULTIVAR MEJOR ESTAS CUALIDADES MAÑANA?
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LOS LÍMITES SON LÍNEAS QUE DELIMITAN UNA COSA
DE OTRA. ¿QUÉ LÍMITES NATURALES EXISTEN EN SUS
RELACIONES?
A veces los límites de nuestras relaciones no son ob-
vios, y vamos más allá de sus fronteras naturales. Puede
que compartamos secretos con conocidos, que vivamos
a través de nuestros hijos, o que esperemos que nues-
tros amigos nos apoyen a pesar de lo que ocurra en sus
vidas. Otras veces nuestros amigos y familiares esperan
lo mismo de nosotros. Y cuando uno u otro no cumple,
pueden surgir conflictos. Cuando los límites naturales de
las relaciones no son suficientes, es posible que sea el
momento de establecer algunos límites saludables.
DÍa 11
EL LIBRO DE PROVERBIOS OFRECE MUCHAS ADVER-
TENCIAS CONTRA LAS RELACIONES SIN LÍMITES.
•
Proverbios 18.24 (LBLA) dice que “El hombre de
muchos amigos se arruina”.
•
Proverbios 17.9 dice: “El que cubre la falta busca
amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo”.
•
Proverbios 25.17 dice: “Detén tu pie de la casa de tu
vecino, no sea que hastiado de ti te aborrezca”.
•
Proverbios 6.28, 29 dice: “¿Andará el hombre sobre
brasas sin que sus pies se quemen? Así es el que se
llega a la mujer de su prójimo; no quedará impune
ninguno que la tocare”.
Límites
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LEA GÁLATAS 6.1-5. ¿HA CAÍDO ALGUNA VEZ EN TENTACIÓN MIENTRAS INTENTABA AYUDAR A OTRA PERSONA CON SU PECADO? ¿QUÉ
LÍMITES RECOMIENDA PABLO PARA EVITARLO?
Algunas veces, los límites que se necesitan para restablecer algunas relaciones son tan sustanciales y limitantes que
la relación no puede sobrevivir. Eso no significa que sintamos odio o deseos de venganza contra la otra persona. Solo
significa que el puente hacia la restauración completa está roto. Podemos lamentar esas pérdidas, pero no es necesario
sentir arrepentimiento. Significa que, como dice el Dr. Stanley en su libro En busca de paz, a veces ocurren cosas en las
relaciones que están fuera de los “límites de nuestra responsabilidad, poder, capacidad o poder de decisión”. Lo resume
diciendo: “Algunas cosas están fuera de nuestro control”.

¿HA TERMINADO ALGUNA VEZ UNA RELACIÓN PORQUE LOS LÍMITES NECESARIOS PARA PROTEGERSE ERAN TAN ESTRICTOS COMO
PARA QUE UNO DE LOS DOS, O AMBOS, LOS ACEPTARAN? ¿ESTÁ EN UNA RELACIÓN ASÍ AHORA? ¿CON QUÉ PERSONA DE CONFIANZA
PODRÍA HABLAR DEL ASUNTO? ¿QUÉ PUEDE HACER QUE ESTÉ BAJO SU CONTROL? ¿QUÉ ESTÁ FUERA DE SU CONTROL?
¿CUÁL ES EL MENSAJE GENERAL DEL QUE SE HABLA EN LOS PROVERBIOS MENCIONADOS? ¿QUÉ OTROS PROVERBIOS O VERSÍCULOS
BÍBLICOS AÑADIRÍA A ESTA LISTA?
Cuando una relación carece de límites, cada miembro la experimenta de manera diferente. Una persona puede sentirse
satisfecha y feliz, confiando por completo en la otra persona para cada deseo y necesidad. Mientras tanto, la otra persona
puede sentirse maltratada y explotada, invirtiendo energía y recursos en una relación que no le ofrece nada a cambio.

¿CUÁL SERÍA UN LÍMITE QUE PODRÍA FIJAR QUE BENEFICIARÍA A AMBAS PARTES? DEDIQUE ALGÚN TIEMPO A ORAR POR ESTA
RELACIÓN.
¿ESTÁ EN UNA RELACIÓN QUE NECESITA ESTABLECER LÍMITES? ¿DE QUÉ LADO ESTÁ: EXPLOTANDO A LA OTRA PERSONA O SINTIÉNDOSE
EXPLOTADO?

¿CÓMO EQUILIBRA EL DESEO DE SOPORTAR LAS CARGAS DE OTROS Y LA NECESIDAD DE PROTEGERSE A SÍ MISMO? ¿DE QUÉ MANERA
ESTE PASAJE HABLA DE LA NECESIDAD DE ESTABLECER LÍMITES PARA AYUDARNOS A SENTIRNOS SEGUROS?
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NOTA IMPORTANTE: Los límites de algunas relaciones pueden llegar a estar tan dañados o ausentes que la relación se puede volver
dañina para uno o ambos miembros. Si se siente inseguro ya sea física, emocional o espiritualmente en una relación, haga todo lo que
pueda para ponerse a salvo. Esto puede significar alejarse de la otra persona, al menos de manera temporal, hasta que se puedan restaurar
los límites saludables. Quédese con un amigo, vaya a un refugio, acuda a su pastor o asista a otra iglesia por un tiempo. En estos casos, es
probable que necesite la asistencia de un tercero para que le ayude a crear nuevos límites saludables.
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¿RECUERDA ALGUNA OTRA RELACIÓN EN LA BIBLIA QUE HAYA CAMBIADO CON EL PASO DEL TIEMPO? ¿CÓMO CAMBIARON LOS ROLES
DE LAS PARTES?

PIENSE EN SU PROPIA VIDA: ¿QUÉ ROLES TIENE AHORA EN SUS RELACIONES QUE NO TENÍA HACE 10 AÑOS? ¿QUÉ ROLES TENÍA ANTES
QUE YA NO TIENE AHORA?
Cambio de roles
Con el tiempo, la mayoría de las relaciones cambian,
a menudo debido a las circunstancias. Las dinámicas
cambian, lo queramos o no. Un padre ve cómo su hijo
se convierte en adulto. Un vecino se convierte en el
presidente de la asociación de vecinos. Un graduado
universitario acepta un trabajo de profesor en su
antiguo instituto y ahora es colega de los que una vez le
enseñaron. Un amigo es ascendido como supervisor en
el trabajo. Hermanos que se pelearon de pequeños son
ahora mejores amigos, o viceversa.
DÍa 12

PIENSE EN ALGUNA RELACIÓN QUE HAYA IDO CAMBIANDO
POCO A POCO. DESCRIBA CÓMO ERA LA RELACIÓN ANTES.
¿CÓMO ES AHORA?
¿CUÁNTO TIEMPO TARDÓ EN PRODUCIRSE EL CAMBIO? ¿FUE DE
UN DÍA PARA OTRO O SE PROLONGÓ? ¿HIZO LA RELACIÓN MÁS
FÁCIL O MÁS DIFÍCIL?
CON CADA CAMBIO EN LA RELACIÓN, NUESTRO ROL EN LA
MISMA SUELE CAMBIAR DE UNA MANERA U OTRA. VEMOS
EJEMPLOS DE ESTO EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS:
•
Los 12 hijos de Jacob pasaron de ser hermanos a ser amo/
sirvientes (con José como autoridad sobre el resto).
• Noemí y Rut pasaron de ser parientes políticos a amigas.
• Saúl y David pasaron de ser rey/sirviente a rivales políticos.
•
María y Jesús pasaron de madre/hijo a seguidor/Rabí y al
final a adorador/Señor.
•
PedroyPablopasarondeenemigosreligiososacompañeros
de ministerio y luego a amigos.
¿EXISTE ALGÚN ROL QUE ECHE DE MENOS? ¿HAY ALGUNO QUE AHORA ACEPTE?
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¿QUÉ RELACIONES LE HAN HECHO CAMBIAR MÁS? ¿CÓMO HAN CAMBIADO ESAS RELACIONES?
¿QUÉ ASOCIACIÓN EXISTE ENTRE EL CAMBIO EN LA RELACIÓN Y EL CAMBIO EN SU PROPIA VIDA?
Saber gestionar la dinámica cambiante es fundamental para que las relaciones sean prósperas y duraderas. Esto se debe
a que, ya sea para bien o para mal, cuando las relaciones y los roles en ellas cambian, las personas también cambian. Esto
puede significar que, para mantenerse en la relación, tenga que adaptarse a las nuevas circunstancias y al cambio de roles.
Por ejemplo, cuando su hijo se convierte en adulto, puede que tenga que guardarse sus opiniones para sí mismo. Cuando
su vecina se convierta en su jefa, tendrá que hacer lo que ella diga. Cuando usted se convierta en el cuidador de su padre
o de su madre, es posible que tenga que tomar decisiones difíciles como si ahora fuera el padre o la madre.
Por otra parte, a veces, cuando las relaciones cambian, las personas que las componen cambian para mejor. En el sermón
“Cómo forjar relaciones sólidas”, el Dr. Stanley describe este cambio positivo como una recompensa por usar la sabiduría al
cultivar las amistades: “Cuando usted y yo desarrollamos una relación con alguien, una verdadera y genuina amistad, somos
desafiados por ellos y ellos son desafiados por nosotros. ¿Y qué ocurre? Se produce un cambio, un buen cambio”.
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En algún momento, experimentará desacuerdos y divisio-
nes en la mayoría de las relaciones, ya sea en menor o
mayor grado. A veces esto puede ser el resultado de ex-
pectativas irreales, falta de límites o algún cambio de ro-
les. Pero una cosa es segura: nuestras relaciones no son
inmunes a la presencia del pecado en nuestras vidas. De
hecho, las relaciones son a menudo el lugar donde nues-
tro pecado se hace más evidente, mientras intentamos y
no logramos vivir el mandamiento de amar a los demás
como a nosotros mismos. Pero si en nuestras relaciones
con los demás es donde reconocemos la profundidad
de nuestro pecado, esas mismas relaciones pueden ser
también el lugar donde podemos poner en práctica —y
experimentar— la profundidad del amor de Dios por noso-
tros y por todas las personas. Según el Dr. Stanley, “Para
poder construir amistades buenas y duraderas, tenemos
que perdonar”.
DÍa 13

LEA MATEO 18.21-35. ¿POR QUÉ EL SEÑOR JESÚS CONTÓ ESTA HISTORIA?
Perdón y misericordia
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En Mateo 5.23, 24, el Señor Jesús nos da una imagen
más detallada del perdón: “Por tanto, si traes tu ofrenda
al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo
contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda,
reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y
presenta tu ofrenda”.
¿
ALGUNA RELACIÓN SUYA HA SIDO RENOVADA POR MEDIO
DEL PERDÓN? ¿IMPORTABA QUIÉN PEDÍA PERDÓN Y QUIÉN
PERDONABA? ¿POR QUÉ SÍ O POR QUÉ NO?
FÍJESE EN DOS COSAS.
En primer lugar, el Señor Jesús dice que lo
que ocurre en nuestras relaciones con las
personas afecta a nuestra relación con Dios.
El Señor Jesús vincula las dos cosas, al igual
que cuando dice que los dos mandamientos
más importantes son amar a Dios y amar a la
gente (Mt 22.36-40).
Pero fíjese también en cómo, en el pasaje de
Mateo 5, el Señor Jesús incorpora la idea de
confesión, perdón y arrepentimiento en una
única palabra: reconcíliate, una traducción
del griego diallassō, que significa tanto
“cambiar” como “renovar la amistad”. A pesar
de las desavenencias que se producen en las
relaciones, sigue existiendo la posibilidad
del perdón, del cambio, e incluso de la
renovación. Lo interesante es que no siempre
es importante determinar quién pide perdón
y quién extiende.

¿QUÉ NOS ENSEÑA LA HISTORIA SOBRE EL PERDÓN DE DIOS Y LA IMPORTANCIA DE PERDONAR A LOS DEMÁS?
En este pasaje de Mateo, Pedro pregunta cuántas veces tiene que perdonar a su hermano. Al sugerir siete veces, Pedro
supone que está siendo generoso. Pero cuando le damos la vuelta a esa pregunta —¿Cuántas veces debe perdonarnos
nuestro hermano? o, más importante, ¿cuántas veces debe perdonarnos Dios? —siete veces no parecen tantas. El
Señor Jesús piensa igual y sube la cuenta, al decir que debemos perdonar “hasta setenta veces siete” o, según algunas
traducciones, “setenta y siete veces” (NVI). Es una norma que parece difícil de manejar si uno es quien debe perdonar.
Pero si se es quien está siendo perdonado, entonces se parece mucho a la misericordia.
ELSEÑORJESÚSNOSINVITAAMANTENERSIEMPREJUNTOSESTOSDOSASPECTOSDELPERDÓNENNUESTROCORAZÓN:DARYRECIBIR.
¿QUÉ TAN BIEN CREE QUE LO HACE USTED?
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A MENUDO, DECIDIMOS CÓMO INVERTIR NUESTRO TIEMPO,
ENERGÍA Y, SOBRE TODO, DINERO, EN FUNCIÓN DE LO QUE VALE
ALGO. LO LLAMAMOS ROI, SIGLAS EN INGLÉS PARA “RETORNO
SOBRE LA INVERSIÓN”. SI ALGO NO GENERA GANANCIA, NOS
DESHACEMOS DE ELLO O LO CAMBIAMOS. PERO ¿CÓMO LE
ASIGNAMOSVALORANUESTRARELACIÓNCONOTRASPERSONAS?
¿CÓMO DETERMINAMOS LO QUE “VALE LA PENA” Y LO QUE NO?
Vale la pena
DÍa 14

¿LE INCOMODA UTILIZAR UNA PALABRA TRANSACCIONAL COMO “VALOR” PARA REFERIRSE A LAS RELACIONES HUMANAS? SI ES ASÍ,
¿POR QUÉ?
A veces no conocemos el verdadero valor de algo hasta que lo perdemos. En el sermón “Cómo forjar relaciones
sólidas”, el Dr. Stanley dice: “Hay muchas personas que han sido tan rechazadas, tan heridas y llenas de dolor que dicen:
‘Simplemente no vale la pena’. Pues sí que vale la pena. Vale la pena sentirse anclado por un amigo genuino, verdadero,
cariñoso, devoto y leal. Pero verá, nunca crecerá hasta que esté dispuesto a arriesgarse a ser herido”.
En cierto sentido, el valor de cualquier relación se remonta a la convicción de que las relaciones en sí mismas son parte
integral de nuestra vida. Cuando valoramos estar conectados con los demás, estamos dispuestos a pagar un alto precio
y a hacer grandes sacrificios. Al mismo tiempo, las cuentas no siempre cuadran. A veces, nuestras propias limitaciones
o los estrictos límites que tenemos que trazar significan que no podemos continuar en la relación en su estado actual. Y,
en algunas relaciones, puede significar que no podemos continuar en lo absoluto. Eso no significa que no valoremos las
relaciones, sino que, en este caso, nuestro propio bienestar vale más. Si no está seguro de cuál es el mejor paso para
usted en una relación en particular, busque un consejo sabio, sobre todo cuando se trata de su matrimonio. Hable con un
pastor, un anciano o un consejero cristiano.

¿QUÉ OTROS ASPECTOS DE SU VIDA VALORA? ¿CÓMO MIDE DICHO VALOR?

¿HA ESTADO A PUNTO DE PERDER UNA RELACIÓN SOLO PARA DARSE CUENTA DE QUE MERECÍA LA PENA SEGUIR LUCHANDO POR LA
OTRA PERSONA, INCLUSO EN MEDIO DEL DOLOR, LAS MOLESTIAS Y EL PERDÓN?

LEA 1 CORINTIOS 15.33. ¿QUÉ CREE QUE QUIERE DECIR PABLO AQUÍ? BASÁNDOSE EN ESTE VERSÍCULO, ¿CREE QUE ALGUNA VEZ VALE
LA PENA TERMINAR UNA RELACIÓN?
¿HATENIDOALGUNAVEZUNARELACIÓNQUENOPARECÍAVALERLAPENA?¿CÓMODEFINIÓEL“VALOR”QUETENÍAENESEMOMENTO?
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Charles F. Stanley
El Espíritu Santo vive en nosotros,
y hace posible que nos relacionemos
con el SeNor y con otros. El pueblo
de Dios necesita pasar tiempo
en comunión; pues todos
necesitamos amigos”.
TERCERA PARTE
Vivir en
comunidad

DÍa 15
Cuando pasamos de relaciones individuales a relacio-
nes dentro de grupos y comunidades, es importante
reconocer que nuestras conexiones con los demás a
veces se vuelven más complejas. En este tipo de en-
tornos, podemos establecer límites de manera incon-
sistente. Otras veces descubrimos que nuestras limi-
taciones en una relación coinciden con las de otra. Y
navegar por nuestras expectativas, cuando se aplican
a toda una comunidad, y no solo a una o dos personas,
puede ser complicado.

¿A QUÉ GRUPOS O COMUNIDADES PERTENECE USTED?
Visión empática
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El hecho de que nuestro cerebro emita estos juicios acerca de las personas no significa que no podamos o no debamos
“anularlos”. La clave es la empatía, o la capacidad de comprender los sentimientos de los demás. A veces hace falta
imaginación para lograr este tipo de comprensión, en especial con personas que de otro modo podríamos etiquetar
como “los otros”.

¿QUÉ TIPO DE RELACIONES TIENE USTED CON LAS PERSONAS DE ESOS GRUPOS?

¿QUÉ TIPOS DE PREJUICIOS HA ENCONTRADO O PRESENCIADO EN SU COMUNIDAD, YA SEA EN RELACIÓN CON SU FAMILIA, IGLESIA,
VECINDARIO O CIUDAD?

¿DE QUÉ TIPO DE PREJUICIOS HA SIDO TESTIGO?
Uno de los peligros potenciales de pertenecer a una comunidad es que resulta más fácil etiquetar a las personas como
“nosotros” y “ellos”; es decir, quién está dentro y quién está fuera. Desde que somos niños, entendemos el mundo
clasificando a la gente en grupos: quién está en nuestra familia y quién en la suya; quién vive en mi vecindario y quién
no. Pero no nos quedamos ahí.
A menudo, nuestra mentalidad en cuanto a las personas de grupos a los que no pertenecemos se basa en suposiciones
que hemos heredado o hecho nosotros mismos sobre el grupo en su conjunto. La neurociencia sugiere que nuestros
cerebros toman naturalmente estos “atajos” para mantenernos a salvo hasta que conozcamos a las personas como
individuos. Por supuesto, la historia de la humanidad demuestra que muchas personas nunca superan esta etapa, y sus
suposiciones erróneas se convierten en reglas. Los prejuicios son una suposición u opinión sobre alguien, basada en su
pertenencia a un grupo determinado. Los prejuicios pueden desarrollarse en función de la raza, religión, sexo, lugar de
origen, nivel educativo, idioma, entre otros factores.
LA PRÓXIMA VEZ QUE TENGA PROBLEMAS CON ALGUIEN A QUIEN CONSIDERE UNO DE LOS OTROS, PREGÚNTESE:
¿Quién es esta persona? Más allá de la afiliación a un grupo, ¿cuál es su historia? Piense en la historia que
este individuo aporta a su relación o interacción.
¿Quépuedeestarpasandoestapersonaenestemomento?Conunabuenadosisdegenerosidadyhumildad,
imagine lo que es ser él o ella.
¿Y si las intenciones de la otra persona son buenas? Considere la posibilidad de que ambos quieran lo mejor.
¿Qué está haciendo el Señor en la vida de cada uno que podría compartir el uno con el otro? Imagínese a
los dos sentados juntos en una comida con el Señor Jesucristo.
Intentar
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En 2 Corintios 5, Pablo lanza su propia invitación a este tipo de visión más profunda de los demás: una que aspira a la
reconciliación en lugar de alentar los prejuicios. Esta manera de ver a las personas requiere imaginación para ver más allá
de lo que parece ser a lo que podría ser. Pablo dice: “De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos
según la carne” (v. 16). Otra traducción (NVI) dice: “Así que de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios
meramente humanos”. En lugar de ello, vemos a todos —a nosotros, a ellos, a la “multitud” y a los inadaptados por igual—
como lo hace Cristo. No ignoramos nuestras diferencias, sino que aprendemos a ver más allá de ellas para ver en quién
nos estamos convirtiendo en Cristo: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas” (v. 17).
AHORA PIENSE EN LO SIGUIENTE: ¿TIENDE A CONSIDERAR A OTRAS PERSONAS COMO NUEVAS CREACIONES EN CRISTO? ¿BUSCA LO QUE
CRISTO ESTÁ HACIENDO EN SUS VIDAS? ¿CÓMO PODRÍA LA EMPATÍA JUGAR UN PAPEL EN ESO?

TÓMESE UN MOMENTO PARA PENSAR EN LAS “COSAS VIEJAS” Y LAS “COSAS NUEVAS” EN SU VIDA DESDE QUE CONOCIÓ A CRISTO.
SI LLEGÓ A LA FE EN LA INFANCIA, CONSIDERE QUÉ HA CAMBIADO DESDE ENTONCES PARA QUE SU FE SEA EN REALIDAD SUYA. ¿QUÉ
ASPECTOS DE SU VIDA SIGUE REFINANDO EL SEÑOR?
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Interdependencia
“Te debo una”. ¿Ha oído alguna vez esta frase? Cuando
alguien paga la cuenta, le lleva en automóvil o le ayuda
con una tarea, el receptor de la amabilidad insiste con
frecuencia: “Te debo una”, y a menudo no deja de hacerlo
hasta que la deuda sea pagada.
DÍa 16
¿HADICHOALGUNAVEZAALGUIEN:“TEDEBOUNA”?¿CUÁLES
FUERON LAS CIRCUNSTANCIAS? ¿LE HA DEVUELTO EL FAVOR?
SI ES ASÍ, ¿CÓMO?
Sin embargo, dentro de la complejidad de las relaciones de grupo, a menudo nos encontramos con que la dinámica de
la necesidad y el servicio van más allá de “deberse” unos a otros.
•
Semana tras semana, los miembros de la iglesia ayudan a una señora con una enfermedad crónica.
•
Un señor se encarga de recoger la basura de su calle sin que se le pague ni se le reconozca.
• Una señora ayuda a los hijos de sus vecinos a hacer las tareas escolares después de las horas de trabajo.
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EN EL SERMÓN “LOS MENSAJES QUE ENVIAMOS”, EL DR. STANLEY DICE: “TODOS NECESITAMOS SENTIR QUE LE PERTENECEMOS A
ALGUIEN O ALGO”. ¿A QUIÉN O A QUÉ LE PERTENECE USTED?
La interdependencia es una prioridad tejida en todo el Nuevo Testamento, una prioridad que estamos llamados a vivir
como hijos de Dios. Aunque hoy pueda parecer diferente y reflejar las necesidades y el modo de vida de nuestra
comunidad, no deja de formar parte del ADN de la Iglesia como lo hacía hace 2.000 años.
La frase que leemos como “los unos a los otros” en nuestras traducciones al español proviene de la palabra griega
allélón, que se utiliza cientos de veces en el Nuevo Testamento. El uso frecuente enfatiza lo importante que es no solo
compartir con los demás, sino también estar en paz, vivir en armonía, llevar las cargas de animar, aceptar, instruir, saludar,
servir y amar a los demás.
CUANDO SE TRATA DE INTERDEPENDENCIA, ¿QUÉ PAPEL JUEGA LA HONESTIDAD?
En los primeros capítulos de los Hechos, Lucas registra cómo era la vida comunitaria, cuando los miembros de la Iglesia
primitiva se tomaban muy en serio su interdependencia: “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un
alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común” (4.32). Algunas
personas incluso vendieron sus tierras y pusieron el producto a disposición de los miembros necesitados, dando el
dinero a los apóstoles para que lo administraran (vv. 36, 37).
LEA HECHOS 5.1-11.
Este relato de Ananías y Safira resulta sorprendente para nuestra sociedad del siglo XXI. Y de hecho, también era
sorprendente en el siglo I: “Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas” (v. 11).
AUNQUE ESTA HISTORIA PARECE SER UNA LECCIÓN ACERCA DE LA MENTIRA, ¿QUÉ PODRÍA DECIR TAMBIÉN SOBRE LA PERTENENCIA?
ORACIÓN
Señor, gracias por acogerme en tu familia como un hijo amado. Aunque no siempre es fácil tener
comunión con mis hermanos y hermanas en la iglesia, te pido que me ayudes a relacionarme bien
con ellos. Por favor, mantenme consciente de que nos has dado unos a otros para que podamos
crecer a tu semejanza y mostrar tu amor al mundo. Ayúdame también a servir a los demás sin
esperar recompensa, y a que mi alegría sea completa en ti. Amén.
El intercambio de ayuda en un grupo no puede contabilizarse en una hoja de cálculo. Se trata más bien de una cuestión
de pertenencia.
SI SIENTE QUE NO LE PERTENECE A NADA NI A NADIE, EMPIECE POR AQUÍ:
USTED LE PERTENECE A DIOS. ÉL LE DA LA BIENVENIDA A SU FAMILIA: EN JESUCRISTO, USTED ES SU HIJO. AMADO.
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¿DÓNDE SE ENCUENTRA USTED? ¿ESTÁ CUMPLIENDO SU PAPEL EN EL CUERPO? ¿EN QUÉ SENTIDO? SI NO ES ASÍ, ¿POR QUÉ RAZÓN?
En el sermón “La unidad del Espíritu”, el Dr. Stanley dice: “El Cuerpo de Cristo no puede funcionar correctamente a menos
que cada parte haga su trabajo”. ¿Qué sucede cuando un miembro del Cuerpo no toma en serio su responsabilidad, o
cuando un miembro trata de hacerlo todo?

EN QUÉ CONTEXTO HA ESCUCHADO ANTES LA PALABRA MUTUO?
¿CUÁLES DE LAS RELACIONES EN SU VIDA DESCRIBIRÍA COMO
MUTUAS?
MUTUO SE CONFUNDE A VECES CON IGUAL. ¿CUÁL ES LA
DIFERENCIA ENTRE AMBAS PALABRAS? ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE
DIFERENCIARLAS?
Mutualidad
En el día 16, hablamos de la importancia de la interde-
pendencia en las relaciones: cómo el hecho de perte-
necer al otro significa que a veces damos más de lo que
recibimos a cambio, y viceversa. Pero aunque las contri-
buciones de varias personas no sean siempre iguales,
relacionarnos con otros requiere mutualidad, lo que sig-
nifica que cada persona contribuya al bien de la otra.
En las relaciones mutuas, no siempre estamos igual de
preparados, pero sí igual de comprometidos. Nos pre-
sentamos con lo que tenemos para el bien del otro. La
metáfora del apóstol Pablo en 1 Corintios 12 es útil aquí:
Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si
dijere el pie: ‘Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso
no será del cuerpo?’ Y si dijere la oreja: ‘Porque no soy ojo, no
soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?’ Si todo el cuerpo
fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde
estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros
cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso (vv. 14-18).
Las partes del cuerpo tienen una relación mutua, o
compartida, entre sí, aunque no sean todas iguales o
parecidas.
DÍa 17
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LOSGRUPOSSUELENFORMARSEENTORNOAASUNTOSQUETIENEN
EN COMÚN. LOS VECINOS COMPARTEN UN ESPACIO COMÚN. LOS
AMIGOS COMPARTEN AFICIONES, INTERESES Y, CON FRECUENCIA,
ETAPAS DE LA VIDA. LOS MIEMBROS DE GRUPOS PROFESIONALES
COMPARTEN HABILIDADES Y EXPERIENCIAS. LAS FAMILIAS, LAS
PAREJAS Y LOS VECINOS COMPARTEN SUS HOGARES. A MENUDO,
LO QUE COMPARTIMOS ES IMPORTANTE PARA NOSOTROS Y NOS
AYUDA A SENTIRNOS COMPRENDIDOS Y CONECTADOS.
Unidad, no uniformidad
¿QUÉ TIENE USTED EN COMÚN CON LOS GRUPOS A LOS QUE PERTENECE?
¿HASTA QUÉ PUNTO SON IMPORTANTES PARA LA UNIDAD DEL GRUPO LO QUE COMPARTEN?
Aunque tengamos cosas en común con los demás, eso no significa que no tengamos también diferencias. De hecho,
podemos tener importantes diferencias de opinión en cuanto a la actualidad, los pasatiempos, la política, la comida o
cualquier otro aspecto de la vida. A veces, a pesar de todo lo que compartimos, nuestras diferencias pueden parecer más
grandes y poderosas, dando lugar a conflictos y divisiones.
DÍa 18
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La Iglesia ha luchado con el mismo problema desde sus primeros días. A pesar de tener mucho en común, los primeros
cristianos se encontraron con algunas grandes áreas de desacuerdo que amenazaban con la división.
• Judíos y griegos estaban divididos sobre el trato a las viudas (Hch 6.1-6).
• Los corintios estaban divididos por quién creían que debía ser el líder de su iglesia: Pablo o Apolos (1 Co 3.1-9).
• Un desacuerdo sin nombre entre dos mujeres en Filipos agitó a toda la iglesia (Fil 4.2, 3).
¿HASIDOPARTEALGUNAVEZDEUNGRUPODIVIDIDOPORLASDIFERENCIASENTRESUSMIEMBROS?¿CUÁLESERANLASDIFERENCIAS?
¿POR QUÉ CREE QUE SE DIVIDIERON?
Sin embargo, los desacuerdos no tienen por qué conducir a la división. La noche en que el Señor Jesús fue traicionado,
oró por sus discípulos y por nosotros para que tuviéramos unidad, para que fuéramos uno. Pero la palabra griega utilizada
—heis— es el mismo término utilizado para describir la manera en que Él y el Padre son uno:
“La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has
amado” (Jn 17.22, 23).

¿POR QUÉ CREE QUE EL SEÑOR JESÚS DICE QUE EL MUNDO RECONOCERÁ A SUS SEGUIDORES POR SU AMOR MUTUO (JUAN 13.35)?

¿DÓNDE HA EXPERIMENTADO UNIFORMIDAD EN SU VIDA? ¿CÓMO FUE?
¿DÓNDE HA EXPERIMENTADO UNIDAD, Y CÓMO FUE?
¿QUÉPODRÍAHABERSEHECHODEMANERADIFERENTE?
BUSQUE EN EL DICCIONARIO LAS PALABRAS UNIDAD Y UNIFORMIDAD. ¿EN QUÉ SE PARECEN? ¿EN QUÉ SE DIFERENCIAN?
Dios el Padre y su Hijo Jesús, junto con el Espíritu Santo, conforman la Divinidad trina, también conocida como la Trinidad. La
buena teología dice que la Divinidad es indivisible, perfectamente unida. Sin embargo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo siguen
siendo tres personas distintas. La Trinidad es nuestro modelo para entender tanto quiénes somos como seres comunitarios
como cuál es el objetivo de la comunidad cristiana. En otras palabras, el objetivo es la unidad, no la uniformidad.
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“Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza; un solo Señor,
una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en
todos” (Ef 4.4-6 NVI).
HUMILDAD:
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PACIENCIA:
GRACIA:
ESCRIBA LOS SIGUIENTES VERSÍCULOS EN UN PAPELITO PARA LLEVARLOS CON USTED EL DÍA DE HOY. MEDITE EN ELLOS
TANTO COMO SEA POSIBLE, Y ANOTE CUALQUIER COSA QUE EL SEÑOR LE TRAIGA A LA MENTE. PIDA A DIOS QUE LE
REVELE CÓMO PUEDE CONTRIBUIR A UNA MAYOR UNIDAD EN SU COMUNIDAD ECLESIAL.
Intentar
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Las oportunidades para demostrar generosidad son nu-
merosas cuando formamos parte de un grupo. A veces
las necesidades son muchas y es necesario que todos
colaboren para satisfacerlas. Otras veces, las celebracio-
nes se presentan, y cada una es una nueva oportunidad
para bendecir a los demás. Luego están las necesidades
continuas del propio grupo, la atención y la intención
que requiere vivir, trabajar y servir con otras personas.
Alguien corta el césped cada semana, otro envía el bole-
tín, otro hace el café, otro se acuerda de los cumpleañe-
ros. Los beneficios de una vida conectada son muchos,
pero también lo son las exigencias.
Generosidad

¿QUÉ APORTA A LOS GRUPOS DE LOS QUE FORMA PARTE? (PIENSE DE TODAS LAS MANERAS QUE LE VENGAN A LA MENTE: DINERO,
TIEMPO, RECURSOS, CREATIVIDAD, ENERGÍA, ENTRE OTRAS).
Como hemos dicho antes, los miembros de un grupo pueden no tener las mismas necesidades o los mismos recursos.
Pero eso no significa que la generosidad se limite a unos pocos. Al predicar en cuanto a la generosidad, el Dr. Stanley
nos recuerda que ser generosos no es solo para los ricos o los que parecen tener mucho que dar. Por el contrario, “la
generosidad es una cualidad que debería encontrarse en cada uno de nosotros. Una persona que tiene muy poco puede
ser tan generosa como alguien que tiene mucho. No se trata de cuánto tenemos, la generosidad tiene que ver con el
espíritu que hay en nosotros”.
A veces, lo mejor que tenemos para compartir con los demás somos nosotros mismos. En 1 Tesalonicenses 2, Pablo habla
de su ministerio en dicha comunidad. Él y sus compañeros de viaje llegaron entre ellos después de una experiencia
angustiosa en Filipos, que había servido para dar mayor fuerza al testimonio del evangelio. Sus necesidades eran grandes,
y la iglesia probablemente proveía. Pero también tenían mucho que dar: el poder del evangelio para cambiar vidas. Y
Pablo dijo que compartían aún más que eso: “Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura
a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio
de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos” (vv. 7, 8).
¿HA COMPARTIDO ALGUNA VEZ ALGUIEN SU VIDA CON USTED? ¿CÓMO FUE?

HAGA UN INVENTARIO: ¿QUÉ TIENE PARA DAR A LOS DEMÁS? SI TIENE DINERO O RECURSOS EXTRA, INCLÚYALOS EN LA LISTA. PERO
PIENSE MÁS AMPLIAMENTE. ¿QUÉ PUEDE OFRECER A LOS QUE LE RODEAN QUE NO LE CUESTE NADA DE DINERO?
¿QUÉ RECIBE DEL GRUPO O DE LOS MIEMBROS?
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ORACIÓN DE GRATITUD
Señor, gracias por ser el dador de todo don perfecto. Todo lo que tengo viene de ti. Ayúdame a ser generoso
con los demás, dando no solo lo que tengo, sino lo que soy, por ellos y por ti. Amén.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS DE SER GENEROSOS?
Poco después de que el Señor Jesús reuniera a su grupo principal de discípulos, los envió a realizar la labor del ministerio
con unas sencillas instrucciones:
1. Predicar. 2. Sanar a los enfermos. 3. Resucitar a los muertos. 4. Limpiar a los leprosos. 5. Expulsar a los demonios.
La lista incluye también algunas otras cosas, como: “No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos” y “al
entrar en la casa, saludadla”. Pero la parte más convincente es “de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mt 10). Es la misma
razón por la que podemos dar de nuestro tiempo y recursos e incluso de nosotros mismos; todo lo que tenemos es de
Dios. Damos porque Él dio primero.
HUMILDAD:
MANSEDUMBRE:
PACIENCIA:
GRACIA:
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Ingenuo o vulnerable?
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Las comunidades y los grupos son imperfectos porque sus miembros son imperfectos. Cuando se destruye la confianza,
sobre todo por parte de líderes, es fácil sentir que nos han engañado. A veces intentamos ver lo mejor de otras personas,
y luego nos damos cuenta de que sus intenciones eran egoístas o incluso siniestras. Otras veces, lo que creíamos que
era una relación mutua se convierte en un compromiso unilateral por nuestra parte. Y cuando afloran nuestras propias
necesidades, nadie está ahí para ayudar.
En el día 19, hablamos de las instrucciones del Señor Jesucristo a sus discípulos recién reclutados: debían predicar, sanar
a los enfermos y dar de lo que tenían. Pero también les transmitió algo de sabiduría sobre cómo abordar su trabajo: “He
aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas”
(Mt 10.16). Es una postura que a menudo tenemos que adoptar cuando nos unimos a un grupo o empezamos un nuevo
trabajo. De hecho, a veces es una postura que tenemos que mantener durante años en entornos hostiles o inseguros. Hasta
que sepamos en quién (si es que lo hay) se puede confiar, es importante tener cuidado.

A LA HORA DE RELACIONARSE CON OTROS, ¿QUÉ SIGNIFICA PONER EN PRÁCTICA EL CONSEJO DEL SEÑOR JESÚS DE MATEO 10.16?
¿FORMA USTED PARTE DE UN GRUPO EN EL QUE SIENTE DUDAS, O INCLUSO TIENE MIEDO DE SER USTED MISMO?
En la mayoría de las relaciones y grupos de los que formamos parte, con el tiempo nos sentimos menos inseguros de ser
nosotros mismos. Encontramos personas en las que podemos confiar. Empezamos a compartir de manera más personal.
Admitimos nuestras debilidades y fracasos. Nos volvemos transparentes. Sin embargo, aunque hayamos esperado un
tiempo prudencial para ser tan abiertos, sigue siendo posible que otros nos utilicen y maltraten, incluso las personas en las
que confiamos. Siempre habrá algún riesgo al elegir ser vulnerable, al revelar nuestros placeres y alegrías, necesidades
y sufrimientos, e incluso nuestros secretos. Pero también existe la posibilidad de profundizar en nuestras relaciones y
desarrollar el tipo de comunidad verdadera para la que Dios nos diseñó. Saber cuándo y cómo entrar en ese territorio
requiere sabiduría. Ayudar a los demás a sincerarse con nosotros requiere paciencia y amor.
Nuestras experiencias pasadas suelen influir en lo vulnerables que podamos ser con los demás. Si hemos tenido buenas
experiencias siendo transparentes, entonces podemos estar listos para compartir de nuevo con más facilidad. Si hemos sido
traicionados, puede que tome tiempo sanar y aprender a confiar de nuevo. Sin embargo, tenemos un Salvador amoroso que
trata con delicadeza a los que han sido maltratados.
¿SE HA SENTIDO ALGUNA VEZ EXPLOTADO POR UN GRUPO O POR SU LÍDER? ¿CUÁLES FUERON LAS CIRCUNSTANCIAS?
LEA ROMANOS 16.17-20. ¿A QUÉ CIRCUNSTANCIAS PARECE REFERIRSE PABLO? ¿CUÁL ES SU CONSEJO?
¿EN QUÉ SE PARECE LO QUE PABLO DICE EN ESTE PASAJE A LO QUE EL SEÑOR JESÚS DIJO A LOS DISCÍPULOS EN MATEO 10.16?
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¿CÓMO PUEDE AVANZAR A PARTIR DE AQUÍ? TÓMESE UN MOMENTO PARA EXPRESARLE SUS SENTIMIENTOS POR ESCRITO AL SEÑOR. SI
NECESITA AYUDA PARA PROCESAR UNA HERIDA O UNA TRAICIÓN, BUSQUE UN AMIGO DE CONFIANZA, UN PASTOR O UN CONSEJERO.
HUMILDAD:
MANSEDUMBRE:
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