El documento habla sobre la imitación de la humildad de María como la raíz e instrumento de toda acción legionaria. Describe que siguiendo el espíritu de dependencia de María, se puede alcanzar la humildad que vacía de uno mismo y llena de Dios. También enfatiza la importancia de imitar la fe de María, que permitió que la Legión no se arredre ante empresas arduas.
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Amistad mariana pdf agosto 07
1. «EL SECRETO
DE LA GRACIA»
l tema de esta ponencia es «La imitación de la
humildad de María, la raíz e instrumento de
toda acción legionaria»; que el Manual legio-
nario, recogiendo las palabras de San Luis María de
Montfort, llama «el secreto de la gracia»: «Si eres fiel en
practicar el espíritu de absoluta dependencia de Maria,
irás por un camino ancho y recto, un camino real que
lleva a la humildad, a esa humildad que San Luis María
de Montfort llama "el secreto de la gracia, tan poco co-
nocido, pero capaz de vaciarnos de nosotros mismos
pronta y fácilmente, llenarnos de Dios y hacernos per-
fectos".»
El propio Manual sin embargo, subraya que de todas las
virtudes de la Virgen, el legionario ha de imitar «sobre
todo, su fe: esa virtud que en Ella, y solamente en Ella,
llegó hasta su más alto grado, a una sublimidad sin par.
Animada la Legión con esta fe y este amor de María, no
hay empresa, por ardua que sea, que le arredre; ni se
queja ella de imposibles, porque cree que todo lo pue-
de.»
1
EL EVANGELIO DE LA HUMILDAD
Jesucristo proclama bienaventurados a los pobres de
espíritu, a los mansos, es decir, a los «anawim», los
pobres de Yahwé (Mt 5,3-4; Lc 6,20), y con unas u otras
expresiones, anuncia continuamente en su evangelio la
ley primaria de la humildad:
Los niños. El Reino de los cielos es de los que
se hacen como niños, pertenece a los que se de-
jan enseñar y conducir por Dios, porque no se
apoyan en sí mismos, sino en la sabiduría y la
fuerza del Salvador (Mt 18,1-4; 19,14; Lc
18,17).D. L. nº 5-3-67-06
ORURO - BOLIVIA
AGOSTO 2007
Director: Germán Mazuelo-Leytón
Los menores. Jesús enseña que al final sere-
mos juzgados acerca de nuestra actitud hacia
«los más pequeños», con los que él se identifi-
ca. Y nos enseña también que si queremos ser
grandes, debemos hacernos como el menor (Mt
18,1-4; 20,26; 25,40. 45; Lc 9,48).
Los últimos. El orden visible del mundo pre-
sente está completamente trastocado. Por eso
Cristo, hará finalmente que los últimos sean los
E
2. primeros, y los primeros los últimos. Entonces
Lázaro, el pobre despreciado, será exaltado, y el
rico que ahora es ensalzado y halagado por to-
dos, será humillado. Sabiendo esto, los discípu-
los de Jesús, en principio, tendemos a sentarnos
en el último lugar del banquete del mundo. Y
cuando estamos de hecho ignorados, menos-
preciados y proscritos, reconocemos que en este
mundo, totalmente falseado, estamos donde nos
corresponde, y damos gracias a Dios por haber
sido felizmente recluidos en el sitio de Jesús (Lc
13,30; 14,10; 16,19-31).
Los humillados. El término anaw procede del
verbo anah, estar curvado, inclinado, abrumado,
y una etimología semejante corresponde a la pa-
labra humilde, que viene de humus = tierra.
Pues bien, el Evangelio de la salvación trae con-
sigo que el Salvador levanta a los humildes, y
abaja a los orgullosos y soberbios (Mt 23,12; Lc
14,11; 18,14).
Los servidores. Jesucristo, en este mundo, no
buscó su propia gloria, sino que, tomando for-
ma de siervo, se puso a los pies de los hombres,
para darles ejemplo (Jn 8,50; 13,12-15; Flp
2,7). El no vino a ser servido, sino a servir y a
dar su vida para la salvación de muchos (Mt
20,27-28; Mc 10,43-45; Lc 22,26-27). Y ésa es la
norma de todos los discípulos de Cristo.
Los pecadores. No vino Jesús a llamar a los
justos, sino a los pecadores. Por eso los que se
tienen por justos, como el fariseo, permanecen
en su pecado, en tanto que los que se reconocen
pecadores, como el publicano, alcanzan la gra-
cia divina de la salvación (Mt 9,13; Lc 5,32;
18,9-14).
En todas estas enseñanzas evangélicas se presenta la
humildad como la actitud fundamental cristiana, por la
que se abre el corazón a la gracia de Dios. El Evangelio
de Jesús es el Evangelio de la humildad.
Los «predilectos de Dios»:
«los humildes».
«Queda patente –afirma el Papa Benedicto XVI-, el «es-
tilo» en el que el Señor de la historia inspira su com-
portamiento: se pone de parte de los últimos. Con fre-
cuencia, su proyecto queda escondido bajo el terreno
opaco de las vicisitudes humanas, en las que triunfan
«los soberbios», «los poderosos» y «los ricos». Sin em-
bargo, al final, su fuerza secreta está destinada a mani-
festarse para mostrar quiénes son los verdaderos predi-
lectos de Dios: los «fieles» a su Palabra, «los humil-
des», «los hambrientos», «Israel, su siervo», es decir, la
comunidad del pueblo de Dios que, como María, está
constituida por quienes son «pobres», puros y sencillos
de corazón. Es ese «pequeño rebaño» al que Jesús invi-
ta a no tener miedo, pues el Padre ha querido darle su
reino (Cf. Lucas 12, 32). De este modo, este canto nos
invita a asociarnos a este pequeño rebaño, a ser real-
mente miembros del Pueblo de Dios en la pureza y en
la sencillez del corazón, en el amor de Dios.»
Abusos litúrgicos
Declaraciones del cardenal Bertone a Le Figaro
«Los abusos litúrgicos deben ser combatidos, porque una
parte del pueblo cristiano, se ha podido alejar de la Iglesia a
causa de esos errores, que no están en los textos del Conci-
lio, sino en los comportamientos de quienes han querido
interpretarlo a su gusto»: así afirma el cardenal Bertone,
secretario de Estado de Benedicto XVI, en una entrevista
publicada por el diario francés Le Figaro.
«No hay ninguna razón válida –dice- para que los sacerdo-
tes de todo el mundo no ejerzan su derecho a celebrar la
misa según ese rito». El cardenal lamenta en la entrevista la
manipulación que algunos medios de comunicación de
Occidente hacen de las palabras del Santo Padre acomo-
dándolas a sus prejuicios secularistas.
3. Letanias
Marianas
Madre del salvador
omo el Creador de mundos se hizo Salvador del Hombre, Tú
adquiriste un nuevo título y parentesco: Madre del Salvador.
Cuando otra mujer escuchó a tu Hijo Salvador pensó amoro-
samente en Ti. “Bendito el seno que te llevó y los pechos que te cria-
ron”. Te llamó bendita. Te llamamos bendita porque eres la fuente de la
fuente de aguas vivas y eres la Madre de la salvación que se llama
Jesús. Al dar las gracias a Cristo, volvemos la mirada a quien fue su
Madre.
El Salvador debía morir en una cruz y en una montaña. En esa mon-
taña estuviste Tú. No podías faltar. Allí fuiste nombrada solemnemente
madre de todos los salvados. Tu maternidad es inmensa; tus hijos in-
contables. No sólo fuiste madre del Redentor, sino Corredentora, com-
pañera de martirio como nueva Eva junto al nuevo Adán. Jesús ha sal-
vado al hombre con tu ayuda, con tu sufrimiento. Colaboraste en la
salvación de tus hermanos, antes de ser Madre de todos ellos.
C
Intenciones del Papa
Agosto 2007
General:
« Para que cuantos atraviesan momentos de dificultad interior y de
prueba encuentren en Cristo la luz y el apoyo que los conduzcan a
descubrir la verdadera felicidad. »
Misionera:
« Para que la Iglesia en China testimonie una cohesión interna cada
vez mayor y pueda manifestar la efectiva y visible comunión con el
Sucesor de Pedro. »