El documento resume la historia del territorio de Techotiva en Colombia. Los hallazgos arqueológicos muestran que el territorio ha estado habitado por miles de años por pueblos indígenas como los muiscas. Cuando llegaron los españoles en el siglo XVI, encontraron varios poblados dispersos gobernados por caciques. En el siglo XX, el territorio experimentó un rápido proceso de urbanización con la construcción del aeropuerto, barrios, fábricas y vías. En las décadas recientes, la localidad ha enfrentado
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
Contexto histórico de la localidad de techotiva
1. CARTOGRAFIA SOCIAL - TERRITORIO E IDENTIDAD
Contexto histórico de la localidad de Techotiva
El Territorio de Techo al igual que América Latina tiene una historia milenaria, los
hallazgos arqueológicos en la Sabana de Bogotá en 1973 en la Hacienda del
Tequendama y 1990 en la Hacienda Aguazuque del Municipio de Soacha, son
testimonio de los ancestrales dueños de estas tierras y cuyos pueblos antecedieron a los
muiscas:
“Los primeros restos que permiten hablar del hombre de Aguazuque fueron encontrados
en la hacienda que lleva su mismo nombre, en límites de Soacha y Mosquera frente a
Bosa, con el río Bogotá en medio”
El Maíz está ligado al surgimiento del pueblo Muisca hace miles años, según hallazgos
encontrados en la población de Zipacón, se ubicaron en los departamentos de
Cundinamarca, Boyacá y Santander y su organización social, política y religiosa fueron
los cacicazgos. Un cacique era la autoridad civil y religiosa.
Así relataron los cronistas la llegada a Bogotá de los invasores españoles: “Llegados a
estos pueblos de la sal, ya aquí mostró la tierra lo que en ella había y lo que había
adelante, porque era muy gruesa y de muchos indios, y la manera de los edificios de
casas, diferentes de los que hasta entonces habíamos hallado; en especial, una jornada
más adelante de dicho pueblo de la sal entramos en la tierra del más principal señor que
hay en ella, que se dice Bogotá; y bien mostró ser así, porque le hallamos una casa de su
aposento que, para ser de paja, se podría tener por una de las mejores que se han visto
en Indias”. (Lebrija y San Martín, [1539]:
Cuando llegaron los españoles a la sabana de Bogotá se encontraron con grandes zonas
de humedales rodeadas de vegetación y en ella se ubicaban de forma dispersa los
poblados de Suba, Tuna, Tibabuyes, Usaquén, Teusaquillo, Cota, Engativá, Funza,
Ontibón, Techo, Bosa, Soacha. El territorio de Techo hacia parte de la Confederación de
Tribus de Funza teniendo como máxima autoridad al Zipa y dependiendo del cacique de
Bosa.
“Los Muiscas se ubicaron en territorio de Ciudad Kennedy en los cerrillos de
Bosa, donde hoy queda el barrio Villa Andrea, Amaru y la parte Occidental del
barrio Britalia. También en las orillas de los ríos Fucha y Tunjuelo, en los cerrillos
de Pastrana donde hoy quedan los barrios Casablanca, catalina, Onassis,
pastranita II, la parte alta del perpetuo Socorro y Timiza. El resto del territorio
era inhabitable por la presencia de inundaciones.”
2. Los últimos muiscas vivieron en el Territorio de Techotiva hasta el año de 1.607,
cuando fueron desalojados por la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá, por las quejas
que había colocado el cura doctrinero, Padre Fernán Vásquez, que dijo: “en los dos
inviernos del año que tiene esta tierra acuden muy mal a la doctrina de Hontibón estos
indios de Techo por causa de los pantanos y los ríos”.
La certificación del despojo “yo, Juan de Capadelargo, Corregidor de Sachica (sic), por
S.M. certifico que los indios naturales de la población de Techo que mandaron reducir y
poblar en el pueblo de Hontibón de la Real Corona, están ya reducidos y pasados a
dicho pueblo de Hontibón a las tierras y lugar que se les señalo… y han dejado so
población de Techo desocupada sin buhio ni otras cosas de su vivienda y las labranzas
que tenían en él están todas quemadas y sin vigor ninguno para poder echar fruto()”.
Los territorios de Techo pasaron a manos de la Compañía de Jesús por orden del
Presidente Juan de Borja, mediante decreto, el 14 de Marzo de 1608, con el fin de que
de estas tierras se sacara el sustento de los religiosos en su labor de “enseñanza” a la
juventud de la ciudad y el reino. Posteriormente Techo se dividió en dos grandes
haciendas: Techo y el Rosario. Ésta última con el tiempo fue pasando por dueños
diferentes y fueron cambiando sus nombres entre los que se destacan la del Tintal,
Tintalito, los Pantanos, el Juncal entre otros. En la hacienda el Tintal nació Manuel
Ancizar el 25 de Diciembre de 1.812, destacado periodista, científico, político y literato
de ideas liberales y uno de los primeros rectores de la Universidad Nacional.
Con la llegada del siglo XX, el auge de la revolución industrial y los procesos de
urbanización en el mundo, nuestro territorio no escapó a este fenómeno. Fue así como
a finales de la década de los veinte se puso en funcionamiento el Aeropuerto de Techo,
punto de llegada y salida de viajeros para diferentes puntos del país y el mundo. Desde
ese momento en la historia moderna de la ciudad de Bogotá el sector de Techo se volvió
un referente, fortalecido en la década de los cuarenta con la construcción de la Av. de
las Américas y los monumentos de Banderas y la Diosa del Agua, en homenaje a la IX
Conferencia Panamericana de abril de 1.948 donde surgió la OEA. Y en la década de
los cincuenta Techo afianza su posición dentro de la ciudad con la construcción y
funcionamiento de la Cervecería Bavaria y el Hipódromo de Techo.
Estos equipamientos institucionales, comerciales y recreativos construidos en la
localidad durante la primera mitad del siglo XX, fueron la antesala a uno de los
procesos de urbanización más complejos y conflictivos que haya tenido la ciudad. En el
territorio de Techo se inicia la aparición de los primeros barrios hacia 1950, cuando los
trabajadores organizados a través de la Cooperativa de trabajadores ferroviarios de
Cundinamarca – FERROCAJA, compraron los terrenos, donde fundaron el Barrio la
Campiña, luego aparecieron la Chucua, las Delicias y Carvajal. La característica de
estos primeros barrios fue la de carecer de servicios públicos, escuelas, centros de salud,
vías, etc.
Por algún tiempo estos barrios no fueron muy populosos, más bien tenían un aspecto
rural, así lo relató don Miguel Antonio Saavedra, uno de los primeros habitantes del
Barrio la Campiña: “Primero que todo este era un lugar muy bonito, era casi
recreativo, tenía árboles, había una laguna inmensa donde está hoy el barrio Nueva
York, que partía desde la carrilera del sur, línea del ferrocarril, había un tambre y
luego daba vuelta por lo que es hoy Valencia Bombay, salía allá por detrás de Timiza,
3. todo eso era una inmensa laguna y llegaba a lo que hoy queda del Lago Timiza…
había tinguas y venían patos de inmigración… realmente no era nada más, existía el
aeropuerto de Techo, yo me acuerdo que era un espectáculo diario para nosotros ver
levantar y aterrizar aviones.”
Luego del traslado del Aeropuerto de Techo el Instituto de Crédito Territorial planeo la
construcción de un proyecto de vivienda aprovechando la infraestructura de servicios
públicos que había quedado, el cual denominaron Ciudad Techo y era la repuesta al
déficit de vivienda de la ciudad que se había disparado por el desplazamiento a causa de
la violencia y la pobreza, que expulsó a millares de familias campesinas, obligándolas a
ubicarse en los cinturones de miseria.
El Proyecto de ciudad Techo fue auspiciado por el programa de la Alianza para el
Progreso, una estrategia social de intervención del gobierno de los Estados Unidos,
presentada en la Conferencia Económica y social de Punta del Este, Uruguay, en 1961.
La cual consistía en entregar ayudas a los países de América Latina a través de
Vivienda, Tierras o Acueductos para contrarrestar las influencia de la Revolución
Cubana.
Las ayudas para la construcción de las viviendas, fue un préstamo con el Banco
Interamericano de Desarrollo, que abarcó tan solo el 30% del valor total del proyecto, el
resto corrió por cuenta del presupuesto oficial, el dinero y el trabajo de los
adjudicatarios.
Uno de los hechos importantes fue el proceso de autoconstrucción de las viviendas por
parte de los adjudicatarios de Ciudad Techo, fue un ejercicio de participación
comunitaria, por más de un año, las familias enteras participaron de la construcción de
sus casas.
“se trabajaba sábados y domingos, venían las familias a ayudar, los mayores a echar
pica y pala, las señoras a cocinar, los muchachos a cargar agua, a mover piedras y
alcanzar bloque”
Ciudad Techo pasó a llamarse Ciudad Kennedy en Homenaje a John F. Kennedy, tras
su asesinato en Dallas, Texas en noviembre de 1963. La comunidad conmovida realizó
una Misa y propuso que se cambiara el nombre inicial por el Presidente asesinado y este
nombre fue ratificado por Acuerdo de la Ciudad en 1967.
Durante la década de los sesenta, la participación de los vecinos del sector central de
ciudad Kennedy fue a través de las Juntas de Acción Comunal.
En la década de los setenta se dio un mayor crecimiento urbanístico en la localidad. Se
inició un proceso de urbanización subnormal en sectores que hoy conocemos como
Patio Bonito, Britalia, Visión de Colombia, La Igualdad, Carvajal entre otros. El común
denominador de éstos y otros barrios fue carecer de los servicios básicos y los derechos
sociales. La ubicación de la Central de Abastecimientos de Bogotá (CABSA) 1972,
actualmente Corabastos, fue el mayor determinante en la creación de algunos de estos
barrios, barrios que a su vez trajeron su efecto sobre el humedal de la Chucua de la
Vaca, afectando el ecosistema.
También por este mismo tiempo aparecieron otras urbanizaciones promovidas por
constructoras privadas como Banderas, Mandalay, Castilla, Marsella, proyectos
dirigidos a familias de estrato medio.
4. Durante esta década la localidad no fue ajena a los fenómenos sociales y políticos de la
época que se vivían en el país: por un lado el formidable movimiento estudiantil de
secundaria. Por el otro, el proceso de organización social, especialmente en los barrios
subnormales.
Hacia 1985 se inicia un nuevo auge de urbanización en sectores como la Chucua de la
Vaca, Dindalito y la Rivera. Allí aparecieron decenas de barrios en las mismas
condiciones de los barrios subnormales de la década anterior, pero con un problema
adicional: su ubicación sobre los humedales y la ronda del rio Bogotá. La historia se
repitió de nuevo, familias humildes fueron estafadas por avivatos que valiéndose de las
necesidades y de la falta de una política de vivienda para los sectores populares les
vendieron terrenos en zonas de alto riesgo, sin legalización, ni servicios esenciales.
En este tiempo se destacan las luchas por los servicios públicos, la erradicación del
basurero de Gibraltar y la exigencia de la universidad pública para la localidad, esta
última fue liderada por el Consejo Popular y la Asociación de Juntas hacia 1988,
reivindicación que nunca se pudo llevar a cabo por falta de voluntad política de los
gobernantes de ese tiempo.
La década de los noventa inicia con fuertes procesos sociales, por un lado las juntas de
acción comunal, a través de los comités sectoriales, y por el otro, el afianzamiento de las
organizaciones comunitarias, destacándose el proceso de participación del sector de
jóvenes y artistas que se articularon en el Proyecto de Casa de la Cultura, auspiciado por
el IDCT.
Con la Constitución Política de 1991, se realizaron cambios trascendentales en la
participación política de los ciudadanos, al declarar que la garantía del orden social,
político y económico del Estado se basaría en la democracia y la participación
ciudadana, dando así un protagonismo más directo de los ciudadanos en algunos asuntos
de Estado. Se pasó de la democracia representativa a la democracia participativa, esto se
reflejó en la localidad en dos aspectos. Por un lado la creación de las Juntas
Administradoras Locales y por el otro la participación de los ciudadanos en la
construcción de los Planes de Desarrollo Local.
La Constitución de 1991 es reconocida por incluir derechos fundamentales, pero es
cuestionada por haber permitido la privatización de las funciones del Estado y adecuarlo
a la sociedad del mercado global generando reformas de orden estructural, que con el
tiempo fueron generando conflictos sociales. Nuestra localidad se manifestó frente a
estas transformaciones en dos hechos. El primero tiene que ver con la implementación
del Autoavalúo o impuesto predial, que fue reformado por el Estatuto Orgánico de
Bogotá y que motivó un proceso de organización y movilización social entre abril y
mayo de 1994 en sectores como el Socorro, Roma y Gran Britalia. El segundo tuvo que
ver con la decisión de la administración distrital de desalojar a miles de personas de la
ronda del rio Bogotá por encontrarse dentro del perímetro de los 300 metros, tal como
lo planteaba el Acuerdo 6 de 1990. La decisión no tuvo en cuenta que el lugar estaba
habitado por familias desde finales de los ochenta. Lo que originó un movimiento
ciudadano que agotó todos los recursos legales para impedir el desalojo. La dirigencia
comunal y comunitaria con el apoyo de los párrocos del sector de Patio Bonito
realizaron entonces uno de los paros más significativos de la localidad en Junio de 1996.
5. Esta década es importantísima en la participación ciudadana, ya que es un periodo de
transición de la democracia representativa a la participativa. Es decir, se busca cambiar
las costumbres políticas de los ciudadanos de depender de los auxilios parlamentarios
de una manera clientelista a participar activamente en las políticas públicas a través de
la formulación y ejecución de los presupuestos por medio de los Planes de Desarrollo.
Hay que resaltar que hacia 1994 se creó el Sistema Local de Cultura, pionero en la
participación local y en dar una estructura y unas funciones en la relación entre la base
cultural, la comunidad en general y las instituciones distritales y locales.
En la presente década el ascenso de la participación se ha manifestado en el
fortalecimiento y la creación de múltiples y nuevas organizaciones sociales. Un
elemento que ha potenciado la acción social ha sido los Encuentros Ciudadanos, que
han motivado la participación ciudadana, especialmente de la comunidad organizada.
Esto lo vemos reflejado en la creación de entes representativos como son los consejos o
mesas de los jóvenes, mujeres, discapacitados, indígenas, afros, adultos mayores,
deportistas y ambientalistas, que han logrado incidir fuertemente en las políticas
públicas de cada uno de sus sectores.