Dormir temprano es importante para el desarrollo y crecimiento de los niños. La hormona del crecimiento se libera durante la cuarta etapa del sueño y ayuda a que crezcan de manera adecuada. Además, los niños que duermen lo suficiente son más activos y tienen mejor memoria. Se recomienda que los niños duerman de 9 a 15 horas dependiendo de su edad para obtener los mejores resultados en su presente y futuro.