Elsa Gramcko fue una pionera del estilo tachista en Venezuela, evolucionando desde pinturas geométricas en los años 50 a trabajos que reflejaban el estilo tachista en las décadas de 1960 y 1970 tanto en pinturas como esculturas y ensamblajes. Su legado más importante adoptó el estilo de la pintura abstracta francesa perteneciente al movimiento del Informalismo, y en 1966 se convirtió en la primera mujer en ganar el premio del Salón D'Empaire en Maracaibo.