2. Historia
También llamadas máquinas de Rube Goldberg, en inglés. Nosotros no es que
tengamos una palabra específica para llamarlas, así que he optado por las de
efectos encadenados. Me encantan ver los videos de estas máquinas, aún más
que ver filas y filas de dominós cayéndose una tras otra. Me relajan
completamente. En un mundo caótico, donde una determinada acción no
tiene por qué conllevar una reacción concreta y las cosas no terminan saliendo
como uno se espera, esta sencilla sucesión de causas y efectos me tranquiliza.
Una acción, conlleva una reacción y siempre es la esperada. Los factores
externos están ahí pero no alteran la secuencia y no es el destino el que
gobierna el sistema sino un estudiado y planeado determinismo. Supongo que
es esa falta total de incertidumbre lo que me relaja de esas máquinas. Causa,
efecto, causa, efecto… es casi hipnótico.
3. Los efectos encadenados son los que por medio de una serie
de movimientos seguidos, formados por la fuerza que ha sido ejercida en ellas
mueva algo sin tener que seguir empujándolo o moviéndolo. Un claro ejemplo
es el de los domino que cuando son empujados todos caen y forman una
figura o una forma cualquiera (todos están puestos de tal manera que ningún
ficha del domino quede parada).
Casi siempre se utiliza la energía cinética para los efectos encadenados. Las
primeras maquinas de efectos encadenados fueron creadas por Rube
Goldberg.
Un dispositivo o máquina de Rube Goldberg es cualquier aparato
excesivamente complejo que realiza una tarea muy simple de una manera
muy indirecta y enrevesada. Rube ideó y dibujó varios de estos patafísicos
dispositivos. Los mejores ejemplos de sus máquinas tienen un factor de
anticipación. El hecho de que algo tan absurdo esté sucediendo solamente
puede ser superado por el hecho de que suceda de una manera incierta.
4. Vamos a ver unos tipos de
maquinas de efectos encadenados
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8. COMO FUNCIONA LA MAQUINA DE EFECTOS
ENCADENADOS
La máquina de efectos funciona mediante las sencillas leyes de la
física. Una paciente acumulación de energía, ordenando el
mundo de manera premeditada y simbólica para que sucedan
cosas, hace que, finalmente, con un pequeño empujoncito, con
un mínimo impulso, toda esa energía concentrada en la máquina
se desencadene obteniendo el efecto deseado.
Las máquinas de efectos encadenados son automáticas. Los
efectos tienen lugar por sí solos. Cada uno hace que se
desencadene el siguiente, de manera que, una vez que se
produce el primero, los demás dispositivos funcionan por sí
mismos, siguiendo una secuencia en orden determinado.