1. No me etiquetes
¿Quién dijo que los nenes tienen que jugar a la pelota y las nenas a la cocinita?
Soplan vientos de cambios entre los chiches infantiles. De a poco, los tradicionales juguetes "para
nenas" o "nenes" vienen dando paso a otros más inclusivos, que buscan estimular la creatividad
desalentando estereotipos. Un horizonte más amplio para divertirse y crecer. por Paola Florio |
Julio 15, 2018
Muñecas, cocinitas y maquillajes para ellas. Autos, pelotas y herramientas para ellos. Rosa y
colores pasteles para las nenas; celeste y tonos fuertes para los nenes. Desde tiempos añejos, los
estereotipos han permanecido cristalizados, favoreciendo aquella férrea costumbre de “catalogar”
juegos y juguetes de niñas y niños según el sexo con el que nacieron. Pero, ¿alguien les preguntó
a qué quieren jugar?
Los juguetes son para divertirse, aprender y estimular la creatividad, pero el mundo infantil parece
no poder escapar a los estereotipos de género. Es habitual encontrar productos y publicidades
dirigidas a nenas o varones, específicamente diferenciadas. Así, las góndolas ofrecen al “universo
femenino” belleza, dulzura, cocina y la posibilidad de ayudar a mamá en las tareas domésticas o
en la crianza. Para los varones, en cambio, los juguetes tienen que ver con la acción, el deporte,
la construcción y los medios de transporte.
En esta diferenciación se impone un modelo: que las nenas deben ser tranquilas, suaves y
dedicadas a las tareas de la casa; mientras que los nenes tendrán que mostrarse fuertes y
competitivos. Pero el mundo ha evolucionado, y así como hay mujeres que ocupan puestos de
gran exigencia y exposición, también existen hombres que se ocupan de la vida intramuros: la
crianza de sus hijos y las actividades cotidianas en el hogar. Entonces, si todo esto fluye con los
vientos de época, ¿por qué nos escandalizamos cuando las nenas juegan a la pelota o los nenes a
las muñecas? El juego en los niños es, entre otras cosas, su manera de expresarse y, muchas veces,
su forma de ensayar la vida. Tanto la industria como madres y padres solemos rotular los juguetes,
sin darnos cuenta de que muchas veces limitamos así la capacidad creativa de la infancia,
influenciando de esta manera sus elecciones presentes y futuras.
Lo impuesto no es un juego
Un buen primer paso para desarmar esos mandatos podría ser, por ejemplo, explicarles que los
juguetes son para divertirse, que no tienen sexo, como así tampoco la ropa y los trabajos: que
todas las personas podemos realizar múltiples tareas, según nuestros gustos y destrezas, y lucir
como más nos plazca. Todo esto, partiendo de la idea de una crianza respetuosa, que estimule las
posibilidades de cada criatura y no la imposición. “El juego no es un mero pasatiempo. Además
de poseer muchas veces reglas y normas, lo que transcurre durante su elección, planeamiento y
puesta en escena, en su desarrollo y disfrute, no es meramente recreativo. El juego es una función
vital, creativa e inherente al ser humano, nos permite constituirnos como tales”, explica Sandra
Herzberg, terapista ocupacional y docente de la Asociación Civil Argentina de Puericultura. Si
bien los roles de género son cada vez más flexibles, todavía hay mucho camino por recorrer. La
especialista recomienda que sean los propios niños y niñas los encargados de elegir: “El juego no
posee un color, es un arcoiris de colores y matices. Dejemos que ellos, que son los expertos en
juegos, puedan decidir libremente según sus deseos y necesidades en cada momento. De nuestra
parte, la tarea es acompañar y contener dando rienda suelta a su imaginación, sin fomentar los
2. estereotipos que venimos arrastrando desde hace tanto, que sólo limitan su desarrollo y sus
capacidades”.
Para Herzberg lo importante es “que puedan jugar por el placer de hacerlo, sin tabúes, sin
preconceptos ni prejuicios impuestos por nosotros. Ya no debería haber juguetes y juegos de niño
o niña, sino más bien, juguetes para jugar, crecer, ser, conocer y conocerse”, asegura la
especialista.
“No me etiquetes”
Un ejemplo de esta tendencia es la campaña inglesa Let Toys Be Toys (“Dejemos que los juguetes
sean juguetes”), que trabaja a favor de liberar los productos de sus restricciones de género,
alentando a tiendas y fabricantes a ser neutrales, tanto en la disposición de los juguetes en las
góndolas y vidrieras, así como en su presentación y packaging. Puntualmente, les piden a las
jugueterías minoristas, libreros y fábricas que clasifiquen y etiqueten juguetes y libros por tema o
función, en lugar de hacerlo por género, para que cada cual decida con qué prefiere entretenerse.