2. Si los niños ven a sus padres
leer habitualmente y
disfrutar de los libros,
considerará que es una
actividad interesante.
Los padres siempre serán el
primer modelo a imitar.
3. Si los padres leen novelas,
historias, crónicas, deben
comentarles a sus hijos por
qué les gustan esas
lecturas, eso aumentará su
interés.
4. No es lo mismo dejar una
novela en su escritorio que
un cuento acompañado de
algunas imágenes.
La forma de fomentar
verdaderamente hábitos
lectores en los niños es
poner a su alcance,
libremente, en casa y en el
aula, libros adecuados para
su edad y dejarles elegir.
5. Podemos empezar a leerles
cuentos desde muy
pequeñitos, siempre que
ellos disfruten, sin
obligarles. Pero incluso
cuando ya sepan leer o
estén aprendiendo, los
padres deberían seguir
leyéndoles nosotros.
6. Nada más estimulante para
fomentar el amor a lectura
que un lugar lleno de libros.