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LA TÁCTICA
Cnel. Gustavo Fuenmayor
“Uno debe entender el mecanismo y el poder del soldado individual,
luego el de una compañía, un batallón, una brigada, antes de que uno
pueda aventurarse a agrupar divisiones y mover un ejército. Creo que
debo mi éxito a la atención que siempre presté a la parte inferior de
la táctica como oficial regimental. Hay muy pocos oficiales en el ejército
que conozcan esos detalles mejor que yo; son la fundamentación de
todo el conocimiento militar”
Mariscal de Campo Arthur Wellesley, Duque de Wellington
1. Introducción
Como epígrafe se ha seleccionado un pensamiento del Duque de
Wellington, porque se considera que su argumentación es irrefutable; es
pétrea, como se dice de algunos artículos constitucionales en ciertos
países. Nos apunta que pensar siquiera en diseñar estrategia militar u
operacional sin conocer la táctica, más que irresponsabilidad es un
disparate.
Con este telón de fondo dejamos servida la mesa para abordar el tema
de la táctica importancia para el estudio de las ciencias y artes militares,
debiendo señalar que la selección del asunto que nos ocupa es
consecuencia de una preocupación compartida en la Escuela de
Especialización en Infantería “Gral. en Jefe Rafael Urdaneta” en relación
con el trato que se ha venido dando a la materia táctica, aparentemente a
raíz de la generación de la nueva doctrina militar bolivariana. La selección
con carácter de préstamo del pensamiento del Duque de Wellington
resume esta preocupación.
En las páginas siguientes se describirá el origen del problema o la
preocupación del autor en relación con la situación del tratamiento de la
táctica por parte del cuerpo de oficiales del arma de infantería, tomando
2. 2
algunos argumentos documentales para ilustrarlos, para posteriormente
caracterizar lo concerniente con la táctica como parte esencial de las
ciencias y artes militares. En una tercera parte del escrito se expone la
concepción de estrategia y su relación con la táctica, se establece cual es
la diferencia entre ambas y se describe la dinámica de la táctica en el
campo de batalla.
Como cierre se presentan unas conclusiones que pretenden estimular
el estudio y la práctica de la táctica como herramientas fundamentales
del oficial de infantería en particular
2. La preocupación
El Manual de Táctica General, Volumen I (2000), numeral 11, trata de
ocupa de las Ramas del Arte de la Guerra y en diez (10) páginas se
refiere a la estrategia y a la táctica. Producto de la lectura se encontró que
ese documento doctrinario, que sienta las bases del pensamiento táctico
del Ejército y que es anterior a la doctrina militar nueva, dedica el 24,10%
de su contenido a la táctica y el 75,9% a la estrategia, sin menoscabo de
la calidad del resto del mismo. Esto permite a inferir “ab initio”, que el
problema no es nuevo y lleva a pensar de entrada que no se puede buscar
su origen en la implantación del pensamiento militar vigente.
La consulta de la obra de Vigo (s/f) contribuye a legitimar la
preocupación de este autor, cuando dice que “la estrategia tiene un
magnetismo especial para los expertos y el público en general (…) Su
hermana menor, la Táctica goza de empleo oral semejante pero no ha
recibido igual trato erudito” (p. 11), es decir que se ha derramado mucha
tinta en el tratamiento de la estrategia, mientras se ha estudiado la táctica
con una profundidad menor. Es posible que esto tenga que ver con una
afirmación muy difundida, que refiere a la estrategia como el arte del
General, por lo que la táctica sería el arte u oficio de otro u otros que no
son el General. Esto permitiría entender porque con mucha anterioridad
Von Bulow (1755-1816) dijo que “el estratega es el arquitecto, el táctico
es el albañil” (2000), haciendo una brutal diferenciación entre uno y otro,
dejando para la táctica la posición de oficio de albañil, con el debido
respeto a las personas que ejercen ese digno oficio.
3. 3
El Mariscal Rommel (1956) contribuye a ahondar en el asunto que nos
ocupa, cuando en sus papeles personales se refirió a los comandantes
británicos en los siguientes términos:
“Era en realidad la regla general que los oficiales británicos de
alto grado pensaban más en términos de estrategia que de tác-
tica. Como un resultado la mayoría de sus oficiales responsa
bles cometieron el error de planificar operaciones para lo que
era estratégicamente deseable, en vez de lo que era táctica
mente ejecutable” (p. 521).
Sin el ánimo de llegar a una conclusión prematura, podemos decir que
la preferencia por lo estratégico se produce porque es atractiva, porque
es de mayor nivel o categoría que la táctica o porque es un asunto de
índole cultural, lo que es más grave aún.
3. De la táctica
Para continuar la discusión académica sobre la táctica como problema,
se presentarán varias definiciones aceptadas y se analizarán brevemente
para tratar de refinar lo que en principio podría ser el peldaño inicial de la
revalorización de esta parte tan esencial de las ciencias y artes militares.
a. Algunas acepciones
(1) Guibert1 decía ya en 1773, que la táctica no es sino un ramo de la
guerra; la ciencia misma de ella, puesto que enseña a constituir las
tropas, a moverlas, hacerlas combatir; es el recurso de los Ejércitos
grandes y pequeños, porque puede suplir al número y manejar las
multitudes. Abraza el conocimiento de los Ejércitos, de los terrenos,
de las circunstancias” (P. 207).
(2) Para Cabanellas de Torres (1961), la táctica es: “Arte de disponer,
mover y emplear las tropas sobre el campo de batalla con orden,
rapidez y recíproca protección, tomando en cuenta: misión, terreno,
enemigo y medios propios”. Vol VI, (p.207).
(3) Villamartín citado por el mismo autor y en coincidencia con la Real
Academia de la Lengua Española, caracteriza a la táctica como “el
conjunto de reglas a que se ajustan en su ejecución las
operaciones militares” (p. 207).
4. 4
(4) Payne Jr. (1989) define la táctica como “el arte del empleo de
unidades militares individuales (pelotones, batallones, brigadas e
incluso divisiones) para ganar la batalla” (p. 153). Este concepto de
táctica es extensivo al empleo de los medios navales y aéreos para
ganar la batalla en el espacio acuático y aéreo, según sea el caso
y de acuerdo a la doctrina concreta de empleo.
(5) Leonhard (1994), por su parte la define como el “nivel de planifi-
cación que se ocupa de las batallas y los combates” (p. 0 ), siempre
en coincidencia con el pensamiento táctico norteamericano.
(6) Más recientemente Borreguero (2000) describe la táctica como”
arte de dirigir una batalla adaptando y combinando, mediante la
maniobra, la acción de los diferentes medios de combate. La táctica
constituye, con la logística, la parte ejecutiva de la estrategia. Se
ocupa de la estructura de los ejércitos, del funcionamiento de los
medios, y del estudio del terreno, medio humano y características
del adversario” (P. 326).
(7) De acuerdo al Manual de Táctica General, Vol. I (2000) y dentro
de la misma visión, se define a la táctica como lo “concerniente a
la dirección de las batallas y los combates” (p. 22). Aunque no
incluye lo concerniente a la planificación y preparación de esas
batallas y esos combates, esto pareciera estar implícito en el
término dirección.
(8) En un contexto ampliado y manera de agregado, se añade que la
táctica tiene que ver con la batalla en cada uno de los espacios
(batalla terrestre, naval, aérea y sus combinaciones) y los
combates son librados por cada una de las unidades terrestres y
plataformas navales y aéreas en su dimensión de actuación y de
acuerdo a una doctrina específica de empleo. En la concepción
defensiva territorial, propia de Venezuela, esto cambia en su
interpretación más no en su esencia.
Se podrían llenar muchas cuartillas con más definiciones, pero la bre-
dad de un ensayo no deja lugar para más divertimento intelectual. Esto
no impide que se pueda hacer una matriz muy sencilla para estudiar la
táctica más en detalle. Ver Cuadro 1 en la página siguiente documento.
5. 5
Cuando revisamos la matriz nos encontramos que desde el siglo XVIII
hasta nuestros días, los elementos esenciales de la guerra y
particularmente de la táctica no han cambiado mucho. En ese orden
de ideas, nos encontramos que la táctica es:
(1) Conocimiento y que por lo tanto para poderla dominar hay que
aprenderla, bien sea por el estudio o por la experiencia, pero mejor
por ambas vías. Es el conocimiento que permite el empleo de
fuerzas de distinta entidad. El empleo de una brigada o una
compañía de infantería en guerra convencional o en guerra popular
prolongada, es regido por principios generales de obligatoria
observancia.
(2) La táctica es organización. En consecuencia para cada acto táctico
debe haber una organización general establecida en las Tablas de
Organización y Equipo (TOE) y otra específica de carácter temporal
6. 6
Cuadro 1
Algunas acepciones de táctica
AUTOR IDEAS PARTICULARES CONCEPTOS
GUIBERT La ciencia de la guerra Conocimiento
Constitución de las tropas Organización
Movimiento Maniobra
Combate
Recurso de grandes y pequeños Neutralidad
Conocimiento de los ejércitos Factores de
Conocimiento de las circunstancias decisión del
Conocimiento de los terrenos comandante
CABANELLAS Dirección Conducción
Movimiento Maniobra
Empleo
Campo de batalla Terreno
Orden Doctrina
Rapidez Ejecución
Protección
Misión Factores de
Terreno decisión del
Enemigo comandante
Medios propios
VILLAMARTÍN Reglas Doctrina
PAYNE Ganar la batalla Propósito
LEONHARD Las batallas Ejecución
Los combate
BORREGUERO Arte de dirección Comando
Batalla Ejecución
Adaptación y combinación
Parte ejecutiva de la estrategia Ejecución
Estructura de los ejércitos Organización
Funcionamiento de los medios Factores de
Estudio del terreno, la decisión
Estudio del medio humano y del cmdte.
Estudio del adversario
7. 7
que es determinada por los factores de la decisión, entre otros, y
que es presentada en el Orden de Batalla. Responde esto a las
ideas de conocimiento, adaptación y combinación.
(3) Movimiento, acción (combate) y conducción en el campo de batalla,
tanto en la ofensiva como en la defensa.
(4) Tiene un ámbito de actuación que es el terreno, que hoy es
entendido como espacio y proyectado en forma tridimensional. De
esta manera hay táctica terrestre, naval y aérea, cuando la acción
es fundamentada en un diseño estratégico y ejecutada mediante el
combate.
(5) Es neutra porque no tiene dueño. La táctica, como el conocimiento
se hace propiedad de quien a estudia, la ejercita y la domina.
Tampoco hay una táctica mala o buena.
(6) La táctica es orden y reglas que lo establecen, que se materializan
en una doctrina de empleo. La doctrina tiene el propósito de
promover la eficiencia y la efectividad y evitar el fratricidio. Sin una
doctrina no se podría pasar del estadio de las luchas primitivas y
los ejércitos actuarían como bandas armadas.
(7) Se materializa en una maniobra que a su vez es producto de la
aplicación de los factores de la decisión del comandante, que no
son nuevos y que se remontan al siglo XVIII
b. Táctica y estrategia
Sobre el supuesto de un claro entendimiento de lo que es la táctica,
podemos señalar, en líneas generales, que la estrategia es el arte de
la dialéctica de las voluntades que emplean la fuerza para resolver su
conflicto.
De esta manera y partiendo de la concepción generalmente
aceptada, se considera que existen tres niveles estratégicos a los fines
de la planificación y ejecución de la guerra: la Estrategia Nacional, la
Estrategia Militar y la Estrategia Operacional.
(1) La Estrategia Nacional presenta la concepción de la dirección de la
guerra como un todo, definiendo la misión propia y la combinación
de las diferentes estrategias particulares o sectoriales (política,
económica, social y militar). Es enunciada por el Presidente de la
8. 8
República con la asistencia del Consejo de Defensa de la Nación
(CODENA) y es presentada normalmente en la forma de una
Directiva General de Planificación o como parte del Concepto
Estratégico de la Nación. Su discurso es eminentemente político.
(2) La Estrategia Militar
La Estrategia Militar se formula para ayudar al logro de los fines
deseados expresados en la Estrategia Nacional, mediante la
distribución y aplicación de los medios militares, tales como fuerzas
armadas, recursos humanos, recursos materiales y financieros,
para cumplir el propósito de la política. La Estrategia Militar es una
de las estrategias particulares o sectoriales, aun cuando las fuerzas
armadas trabajan al nivel de los otros poderes. Esta estrategia es
conocida como la estrategia de los recursos porque el enfoque de
la acción está orientada a la preparación del poder militar para
enfrentar la amenaza identificada y a la asignación de los recursos
necesarios para que se pueda materializar la acción militar que está
prevista aplicar para oponérsele. Desde el punto de vista formal
traduce los objetivos políticos expresados en la estrategia nacional
en objetivos militares y amplios conceptos estratégicos.
(3) La Estrategia Operacional que articula el concepto y la ejecución,
toma en cuenta las condiciones técnicas. La Estrategia Opera-
cional es el eslabón entre lo estratégico y lo táctico, conciliando los
objetivos señalados en la estrategia nacional y la estrategia militar,
con las posibilidadesdeterminadas por la táctica y la técnica, para
adaptarlas a las necesidades de la estrategia militar. En este nivel
se toman en cuenta los factores tácticos y logísticos, partiendo de
la afirmación comúnmente aceptada que lo estratégico operacional
debe ser tácticamente posible y que es en este nivel en donde se
aprecia con más rigor el peso de la logística. Se le llama
normalmente como la Estrategia del Teatro de Operaciones,
porque es este el escenario en donde se traduce el lenguaje político
en acción militar concreta.
Siguiendo la línea de pensamiento que nos sugiere la Escuela
Superior de Guerra de Argentina (1994), se reconoce que la esencia
9. 9
de la diferencia entre la estrategia operacional y la táctica es de
naturaleza. Esa diferencia de naturaleza se expresa como idea, como
pensamiento, como acción y como función a cumplir.
(1) Comoidea, la estrategia operacional se apoya, en mayor medida
en la especulación y consiste en la orientación de los medios para
lograr el fin impuesto por la estrategia militar; la táctica es
esencialmente procedimental, es la forma de actuar para
materializar la concepción estratégica operacional y representa el
empleo de los medios para concretar dicho fin.
(2) Como forma de pensar, la estrategia operacional es desarrollada
en planteamientos hipotéticos, dada la ambigüedad propia de la
confrontación de voluntades, en tanto que el pensamiento táctico
es concreto y orientado la aplicación de procedimientos
doctrinarios.
(3) Como acción, la estrategia operacional se desarrolla en el
mapa, está orientada hacia un objetivo estratégico operacional ,
se expresa como efectos a lograr y se concreta por medio del plan
de campaña; la táctica se desarrolla en la carta y en el terreno, en
tiempo real a partir de la fijación del objetivo material, se formaliza
en un plan de operaciones o directamente en órdenes ( incluyendo
las “ordenes tipo misión”).
(4) Como función a cumplir, la estrategia operacional administra el
riesgo con carácter condicional, en un marco de incertidumbre que
es propio de la situación no estructurada a la que responde; la
táctica administra la realidad en un contexto de certidumbre que
corresponde a una situación estructurada.
En resumen, la estrategia operacional tiene carácter rector sobre
la táctica, porque articula y orienta sus esfuerzos. Por cuanto la
táctica, como se ha dicho, tiene que ver con la ejecución de las
batallas y los combates, es la estrategia operacional la que determina
donde y cuando estos se producirán; la que establece la decisión de
buscar, de evitar, de aceptar o de no aceptar la batalla; y, la que
procura crear las mejores condiciones para su ejecución. Las
acciones estratégicas operacionales se vinculan en forma preferente
10. 10
con el movimiento en Teatro de Operaciones, mientras las acciones
tácticas están relacionadas con la violencia o acto de fuerza en el
terreno.
c. Dinámica de la táctica
Por otra parte, el gran episodio táctico que es la batalla es un
enfrentamiento directo entre las agrupaciones territoriales de fuerzas
y medios de las Zonas de Defensa Integral (ZODIs), que son
empeñadas como parte de la maniobra estratégica operacional que
ejecutan las Regiones Estratégicas de Defensa Integral (REDIS´s). El
combate, que puede ser parte de una batalla, es ejecutado por
brigadas y otros agrupamientos de fuerzas y medios y sus
equivalentes navales y aéreos, en una escala menor y se pueden
desarrollar como parte del plan de un comandante o en forma
accidental.
Un combate se puede iniciar como producto de dos fuerzas que
encuentran sin proponérselo (lo que en la doctrina de la guerra
terrestre se llama el combate de encuentro) o como la materialización
del contacto entre una fuerza que ataca y otras que se defiende
temporalmente o permanentemente, como reza la nueva doctrina.
Se considera que los combates son producto de un conjunto de
encuentros protagonizados por pequeñas unidades tácticas (de bata-
llón hacia abajo y su equivalente). En resumen, a los fines teóricos, la
campaña se articula en batallas, las batallas en combate y estos a su
vez en una sucesión de encuentros. Los encuentros, por otra parte
pueden ser producto de una serie de escaramuzas.
4. Conclusiones
Como resultados de estas disquisiciones académicas relacionadas con el
tema de la táctica en nuestros tiempos, podemos concluir que:
a. El fenómeno táctico hay que comprenderlo como elemento integral del
pensamiento estratégico que lo genera, considerando igualmente su
genética evolutiva. Es decir, que la solución táctica al problema
estratégico pasa por el claro entendimiento del pensamiento
estratégico militar bolivariano, pero con respeto de todo el proceso de
evolución histórica del pensamiento táctico venezolano, para que no
11. 11
haya omisiones y desperdicios. Esto lo complementa Vigo (Ibid)
cuando asoma una forma de enfrentar el problema que nos preocupa,
la decir que “para comprender el fenómeno táctico debemos integrar
las condiciones sociales, económicas y políticas donde se produce su
manifestación procedimental e identificar las causas que originaron su
creación” (p. 13). Los vietnamitas debieron haber hacer esa reflexión
cuando diseñaron su propia aproximación a la guerra de resistencia
de Mao Zedong: La Guerra Popular Prolongada.
b. Por otra parte, hay que revisar el modelo educativo militar que
fundamenta la formación y se capacitación de los comandantes en
todos sus niveles, para hacer que se pueda cumplir lo relacionado con
el aprender a hacer que establece la UNESCO, como una manera de
reducir o eliminar el excesivo teoricismo2.
c. El soporte del quehacer táctico es la doctrina, entendida ésta con
Holley (1984) como: Preceptos, guías para la acción y métodos
uniformes sugeridos para resolver problemas militares o lograr
resultados operacionales deseados, que aparecen en manuales y
otros documentos, con la aprobación oficial de la autoridad
correspondiente como doctrina formal.
En consecuencia, el diseño de una doctrina pasa por considerar que
guerra se va a librar para enfrentar la amenaza o amenazas existentes,
tomando en cuenta las guerras que se han librado, indepen-
dientemente si se ha ganado o no; la experiencia de terceros que con
su sangre pueden ahorrar el derramamiento de la propia; el estado del
arte de la guerra; y, los intereses nacionales en juego, entre otros
factores.
d. Entender que la táctica se aprende mediante el estudio de la doctrina
vigente, con el apoyo necesario e insubstituible de las lecciones de la
historia militar y la práctica constante del oficio táctico en su escenario
natural: el terreno.
Caracas, 19 de Mayo de 2015
12. 12
Notas
1. Guibert: Integrante del movimiento de pensadores militares franceses de mitad del siglo
XVIII. Autor del “Ensayo General de Táctica”.
2. Un curso básico de infantería, por ejemplo, no se puede hacer en el aula, con el uso
exclusivo de “videobeam” y computadoras portátiles. Se aprende a comandar pelotones
y compañías en el terreno.
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Referencias
- Borreguero B. C. (2000). Diccionario de historia militar. Barcelona:
Editorial Ariel, S.A.
- Cabanellas de T. G. (1961). Diccionario Militar. Aeronáutico, Naval y
Terrestre. Buenos Aíres: Editorial Claridad.
- Fuenmayor G. (2015). Apuntes de estrategia. Trabajo no publicado, Es-
cuela de Especialización en Infantería “Gral. en Jefe Rafael Urdaneta”,
Caracas.
- Escuela Superior de Guerra “Tte. Gral. L.M. Campos” (1994). Bases
para el pensamiento estratégico. Buenos Aíres: Autor.
- Holley I.B., Jr. (1984). Concepts, doctrines, principles: Are yo usure you
understand theses terms? Air University Review, Julio-Agosto, 90-93.
- Liddell Hart B. (1953). The Rommel Papers. New York: Harcourt, Brace
and Company.
Morales Gorleri C. (2010). La Táctica en las Batallas de la Historia. Bue-
nos Aíres: Eude. Editorial Universitaria del Ejército.
- Vigo J. A. (s/f). Fuego y maniobra. Breve historia del arte táctico. Buenos
Aíres: Folgore Ediciones.