1. HOMBRES Y MUJERES MUESTRAN DIFERENTE ACTIVACION CEREBRAL
DURANTE IMAGINERIA DE INFIDELIDAD SEXUAL Y EMOCIONAL
Hidehiko Takahachi. 2006.
Traducción resumida por David Angarita Becerra -2009
Resumen
Las conductas relativas a los celos tales como la violencia íntima hacia la pareja y
los celos patológicos son más comunes en hombres. Estudios sugieren que el
hombre y la mujer tienen diferentes módulos para procesar las claves de la
infidelidad sexual y emocional. Apuntamos a dilucidar la respuesta neural a
representaciones de infidelidad sexual y emocional en hombres y mujeres usando
una imagen de resonancia magnética funcional. Aunque no hubo diferencia por el
sexo en el puntaje de autovaloración de celos por infidelidad sexual y emocional
hombres y mujeres mostraron diferentes patrones de activación cerebral en
respuesta a dos tipos de infidelidad. Durante las condiciones de celos, los
hombres demostraron mayor activación que las mujeres en las regiones
cerebrales involucradas con las conductas de agresión sexual tales como la
amígdala y el hipotálamo. En contraste, las mujeres demostraron mayor activación
en el surco temporal superior posterior. Nuestros resultados fMRI están a favor de
la noción de que hombres y mujeres tienen diferentes módulos neuropsicologicos
para procesar la infidelidad sexual y emocional. Nuestros hallazgos podrían
contribuir a un mayor entendimiento de las bases neurales de las conductas
relacionadas a los celos predominantes en hombres.
Introducción
Ha habido numerosos estudios de neuroimagen sobre las emociones primarias
(miedo, disgusto, felicidad y tristeza), que han conducido a un mejor entendimiento
de los correlatos neuroanatómicos de las emociones (Phan 2002). En años
recientes algunos esfuerzos han sido hechos para dilucidar las bases neurales de
las emociones sociales complejas tal como la culpa, la vergüenza y la empatia
(Berthoz 2002). Aunque los estudios que investigan neuroimagen de emociones
sociales complejas son limitados, no ha habido estudios con humanos que
investiguen los correlatos asociados con los celos.
Los celos son una reacción humana común generada por un miedo a perder una
relación valuada con otra persona debido a un rival. Los celos sin embargo se
vuelven desaptativos cuando causan distres en la persona celosa o en la persona
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2. celada y pueden estar asociados con algunos problemas conductuales
observados no solo en el ambiente psiquiátrico, sino también en el ambiente social
en general. (Kingham 2004).
Una de las más comunes formas de violencia contra la mujer es la perpetuada por
el marido o un compañero hombre (Wathen 2003). La violencia íntima del
compañero, a menudo conocido como violencia doméstica ocurre en todos los
países independientemente del grupo social, económico, religioso o cultural
(Organización Mundial de la Salud 2002). Hay múltiples factores de riesgo para la
violencia íntima tales como: la pobreza, el consumo de alcohol, el estatus de la
mujer, y otro de ellos es los celos de la pareja. (Jewkez 2002). Los celos
patológicos son una condición de celos excesivos o inapropiados, junto con una
inaceptable o extrema conducta basada en una preocupación sobre la infidelidad
del compañero. Es más común en hombres (Kingham 2004).
Dado que los celos es una emoción compleja y esta acompañada de diferentes
emociones negativas (Parrott 1993), no es feacible evaluar una forma “pura” de
celos y sus correlatos neurales. Apuntamos a dilucidar las respuestas neurales
ante representaciones de infidelidad sexual y emocional que tienen un contenido
celososo en hombres y mujeres usando una imagen de resonancia magnética
funcional fMRI. Hipotetizamos que los hombres y las mujeres deberían mostrar
activaciones cerebrales distintas en respuesta a infidelidad sexual y emocional
específicamente en la amígdala, ínsula y STS, en donde un estudio con monos
reportó incremento en la actividad durante una condición celosa.
Métodos
Participantes
11 hombres estudiantes heterosexuales sanos, edad promedio 20.1 años y 11
mujeres estudiantes edad 21.4 años, incluyendo 3 parejas (3 hombres y tres
mujeres estudiantes). Todos los sujetos fueron japoneses y diestros. Cada
estudiante no se había casado y estaba en una relación íntima con una pareja
específica. La longitud promedio de la relación era de 14.8 meses. Los estudiantes
no cumplían criterios para ningún desorden psiquiátrico basados en entrevistas de
monitoreo psiquiátrico.
Materiales
Tres tipos de afirmaciones cortas suministradas (neutral, infidelidad sexual,
infidelidad emocional). Definimos la infidelidad sexual como una condición implícita
o explicita que indica relación sexual o contacto intimo profundo, la infidelidad
emocional era una condición que indica desviación del compromiso emocional de
la pareja hacia otro individuo. Las afirmaciones se proyectaron a través de un
video sobre una pantalla. A los sujetos se les dio la instrucción de leer las
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3. afirmaciones en silencio e imaginarse la situación descrita. El diseño consistió de 5
bloques para cada una de las 3 condiciones, intercalados por periodos de
descanso de 20seg. Durante el descanso los sujetos vieron un patrón sobre la
pantalla. En cada bloque de 24 seg., 3 diferentes afirmaciones de la misma
categoría fueron presentadas por 8 seg. cada una. El orden de la presentación
para las 3 condiciones fue aleatorixzado.
Tabla 1. Ejemplos de afirmaciones
Neutral mi novia estuvo en una habitación doble de un hotel con una
amiga.
Mi novia escribió una tarjeta de saludo a una amiga.
Mi novia paso la noche en la habitación de su amiga.
Infidelidad mi novia estuvo en una habitación de una hotel con su ex
novio
Sexual mi novia tomo un baño con otro hombre
Mi novia le quito la ropa otro hombre
Infidelidad mi novia escribió una carta de amor a otro
Emocional mi novia almorzó con otro en mi cumpleaños
Mi novia llamo a su ex novio todos los días
Para valorar el efecto específico de la condición calculamos el contraste de la
infidelidad sexual menos el neutral (SI-N) y el de la infidelidad emocional menos el
neutral (EI-N). Se condujo un análisis de regresión para demostrar un vínculo mas
directo entre la actividad cerebral regional y los juicios subjetivos de celos. Usando
el promedio de las estimaciones de celos para cada sujeto, se efectuó un análisis
de regresión con el contraste (SI-N y EI-N).
Resultados
Auto-reporte
Como predijimos, las afirmaciones neutrales no elicitarían emociones prominentes
tanto en hombres como mujeres. Los promedios del grupo para las estimaciones
de celos, ira, tristeza, disgusto, miedo, ansiedad, felicidad para las afirmaciones
neutrales, estuvieron en el rango de1 a 1.4 tanto para hombres como mujeres. Los
promedios de grupo para las estimaciones de las afirmaciones de infidelidad
sexual y emocional, muestran que no hubo diferencias por el sexo con respecto a
los celos, la ira, la tristeza y la sorpresa para los dos tipos de infidelidad. Una
prueba t reveló que los hombres estimaron mayor ansiedad y miedo por la
infidelidad sexual que las mujeres, y estimaron mayor disgusto por la infidelidad
emocional que las mujeres.
Resultados fMRI
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4. En el grupo de hombres, la condición SI-N produjó activaciones en el cortex visual,
en el giro temporal medial, la amígdala, regiones hipo-campales, el claustro y el
hipotálamo. En la condición EI-N se produjeron activaciones en el cortex visual,
regiones frontales (giro frontal medial, giro frontal medio, giro precentral), cortex
singulado, ínsula y regiones hipo-campales, tálamo, hipotálamo y cerebelo. En el
grupo de mujeres, la condición SI-N produjó activaciones en el cortex visual,
regiones frontales (giro frontal medial, tálamo y cerebelo), la condición EI-N
produjó alteraciones en el cortex visual, regiones frontales (giro frontal medial, giro
frontal medio), giro angular tálamo y cerebelo.
En los hombres el análisis de regresión reveló una correlación linear positiva entre
el auto reporte de celos para la infidelidad emocional y el grado de activación de la
ínsula. En las mujeres, hubo correlaciones entre el auto reporte de celos por
infidelidad emocional y el grado de activación en la CTS posterior y el cerebro
medio.
Para los hombres y las mujeres, los coeficientes de correlación entre el reporte de
celos y el grado de estimación en la ínsula, durante la condición EI-N fue 0.88 y
-0.0.3 respectivamente, y en el área pSTS durante la condición EI-N fue de -0.07 y
0.88 respectivamente. Los coeficientes de correlación entre hombres y mujeres
fueron significativamente diferentes en estas regiones.
El análisis de las diferencias por sexo reveló que hombres mostraron mayor
activación que las mujeres en la amígdala para la condición SI-N. Los hombres
mostraron mayor activación que las mujeres en las regiones frontales (giro
prefrontal), ínsula, hipocampo, hipotálamo y cerebelo, para la condición EI-N. Las
mujeres demostraron mayor activación que los hombres en el cortex visual y en el
tálamo para la condición SI-N, también como en el cortex visual, pSTS (giro
angular) y tálamo para la condición EI-N.
Discusión
En este estudio, encontramos que hombres y mujeres mostraron diferente
patrones de activación cerebral, tanto en la condición de infidelidad emocional
como en la sexual. Las regiones comunes activadas en ambos sexos fueron
mínimas. Hombres y mujeres comprometieron el cortex visual en respuesta a la
infidelidad sexual y el cortex visual y el tálamo en respuesta a la infidelidad
emocional. Las activaciones extendidas del cortex visual, por estímulos visuales
emocionalmente salientes han sido extensivamente reportadas (Phan 2002). Los
estímulos emocionalmente salientes se han asociado a la modulación del
procesamiento sensorial en el cortex visual. La estimulación del cortex visual
recibe retroalimentación desde las estructuras límbicas (Emery 2000), y tales vías
podrían actuar para ampliar el procesamiento visual (Morris 1998).
De acuerdo a la hipótesis evolutiva de Buss (1992), hombres y mujeres han
desarrollado diferentes módulos para procesar las claves que activan los celos a
través de la evolución, esto es que los hombres innatamente para tener celos
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5. intensos, en respuesta a claves de infidelidad sexual, mientras que las mujeres
están mas preocupadas acerca de la infidelidad emocional (Buss 1992). Dado que
nuestros resultados en el auto reporte no encontraron diferencia sexual en la
estimación de los celos para los dos tipos de infidelidad, nuestros datos al
respecto no soportaron la hipótesis de Buss. Sin embargo las diferencias sexuales
en los resultados fMRI soportaron su visión de que los hombres y las mujeres
tienen módulos neuropsicologicamente diferentes para procesar la infidelidad
sexual y emocional.
Este estudio tiene algunas limitaciones: Primero, la infidelidad sexual podría estar
acompañada de infidelidad emocional y viceversa. Por esta razón cuidadosamente
escogimos las situaciones, aunque entendemos que no es enteramente feacible
disociar la infidelidad sexual de la emocional. Esta posible coexistencia podría
asociarse con los resultados idénticos en el auto reporte de los celos para
hombres y mujeres. Sin embargo, las estimaciones generales mayores de
diferentes emociones incluyendo los celos por infidelidad sexual mas que
emocional, es consistente con estudios previos que usaron escalas de reporte
(Harris 2003) y diferentes patrones de auto reportes de celos para infidelidad
sexual y emocional nos dicen que nuestro materiales de infidelidad sexual y
emocional tenían diferentes aspectos de infidelidad. Segundo, las mujeres no
puntuaron ninguna emoción significativamente superior que los hombres para los
dos tipos de infidelidad, aunque las mujeres mostraron mayor activación en los
resultados fMRI. Esto esta vinculado a las limitaciones generales de los estudios
de emoción que los resultados fMRI revelan algo mas que no hemos podido
aprender por el simple auto reporte de las emociones. Estas diferencias obtenidas
en los resultados fMRI, podrían ser manifestadas como conductas de la vida real
que no podemos medir por simples métodos de reporte. Tercero, nosotros no
registramos datos conductuales durante los escaneos. Apuntamos a medir el
procesamiento emocional implícito o automático, y las demandas cognitivas tales
como, la evaluación implícita y elaborada del estimulo es sabido que atenúa la
activación automática en áreas sub corticales tales como la amígdala (Phan 2002).
Por tanto reconocemos que esto puede ser una limitación general para esta clase
de estudios de emoción, pero al mismo tiempo esto procedimiento podría ser
ventajoso para examinar el procesamiento automático robusto.
En conclusión, durante las situaciones de celos los hombres demostraron mayor
activación que las mujeres en varias regiones cerebrales vinculadas a conducta
sexual y agresiva. En contraste las mujeres mostraron mayor activación que los
hombres en regiones implicadas en la detección de la violación de normas
sociales por parte de otros, dado que las conductas relativas a los celos tales
como: la violencia intima del compañero en la población general y los celos
patológicos en los ambientes psiquiátricos, son mas comunes en los hombres,
esperamos que nuestros hallazgos de las diferencias sexuales en la activación
cerebral asociados con la infidelidad sexual y emocional, contribuyan a ampliar el
conocimiento acerca de estas conductas.
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6. intensos, en respuesta a claves de infidelidad sexual, mientras que las mujeres
están mas preocupadas acerca de la infidelidad emocional (Buss 1992). Dado que
nuestros resultados en el auto reporte no encontraron diferencia sexual en la
estimación de los celos para los dos tipos de infidelidad, nuestros datos al
respecto no soportaron la hipótesis de Buss. Sin embargo las diferencias sexuales
en los resultados fMRI soportaron su visión de que los hombres y las mujeres
tienen módulos neuropsicologicamente diferentes para procesar la infidelidad
sexual y emocional.
Este estudio tiene algunas limitaciones: Primero, la infidelidad sexual podría estar
acompañada de infidelidad emocional y viceversa. Por esta razón cuidadosamente
escogimos las situaciones, aunque entendemos que no es enteramente feacible
disociar la infidelidad sexual de la emocional. Esta posible coexistencia podría
asociarse con los resultados idénticos en el auto reporte de los celos para
hombres y mujeres. Sin embargo, las estimaciones generales mayores de
diferentes emociones incluyendo los celos por infidelidad sexual mas que
emocional, es consistente con estudios previos que usaron escalas de reporte
(Harris 2003) y diferentes patrones de auto reportes de celos para infidelidad
sexual y emocional nos dicen que nuestro materiales de infidelidad sexual y
emocional tenían diferentes aspectos de infidelidad. Segundo, las mujeres no
puntuaron ninguna emoción significativamente superior que los hombres para los
dos tipos de infidelidad, aunque las mujeres mostraron mayor activación en los
resultados fMRI. Esto esta vinculado a las limitaciones generales de los estudios
de emoción que los resultados fMRI revelan algo mas que no hemos podido
aprender por el simple auto reporte de las emociones. Estas diferencias obtenidas
en los resultados fMRI, podrían ser manifestadas como conductas de la vida real
que no podemos medir por simples métodos de reporte. Tercero, nosotros no
registramos datos conductuales durante los escaneos. Apuntamos a medir el
procesamiento emocional implícito o automático, y las demandas cognitivas tales
como, la evaluación implícita y elaborada del estimulo es sabido que atenúa la
activación automática en áreas sub corticales tales como la amígdala (Phan 2002).
Por tanto reconocemos que esto puede ser una limitación general para esta clase
de estudios de emoción, pero al mismo tiempo esto procedimiento podría ser
ventajoso para examinar el procesamiento automático robusto.
En conclusión, durante las situaciones de celos los hombres demostraron mayor
activación que las mujeres en varias regiones cerebrales vinculadas a conducta
sexual y agresiva. En contraste las mujeres mostraron mayor activación que los
hombres en regiones implicadas en la detección de la violación de normas
sociales por parte de otros, dado que las conductas relativas a los celos tales
como: la violencia intima del compañero en la población general y los celos
patológicos en los ambientes psiquiátricos, son mas comunes en los hombres,
esperamos que nuestros hallazgos de las diferencias sexuales en la activación
cerebral asociados con la infidelidad sexual y emocional, contribuyan a ampliar el
conocimiento acerca de estas conductas.
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