traduccion resumida por el autor

1. LA ACEPTACION EN ACT
Michel J. Dougher
University of New Mexico
EL SIGNIFICADO DE LA ACEPTACION
Asumiendo junto con Wittgenstein y otros semanticos funcionalistas (ej Skinner
1957) que el significado de un término se encuentra en su uso, podemos mirar la
literatura de aceptación para ver como se utiliza el término.
Dos cosas quedan claras:
Primero, Hay algunos desacuerdos acerca si la aceptación es un acto de un
individuo, una conducta, o si es mejor visto como una cognición. (Ver Jacobson
1992). La posición tomada aquí es que la aceptación es usualmente vista como
una conducta o un acto. Esta aceptación es algo que uno hace.
Esta posición es basada en la aseveración que somos pragmática y
filosóficamente mejor si no tomamos la posición dualista común de dividir la
experiencia y acción humana en conductual o mental. Pero, esto no es ni una
apelación operacional o reduccionista, ni tiene la intención de quitar al término su
complejidad semántica.
Cuando digo que aceptación es una conducta, no lo digo, como comúnmente se
hace referencia a una conducta, restringida a movimientos motores observables
en público. Lo tomo como una definición de conducta donde cualquier cosa esta
integrada con lo que el organismo hace.
Aceptación es algo que el organismo hace; esto es, por lo tanto conducta.
Estudiar una aproximación conductual para el asunto de la aceptación requiere
entender act, no en términos de su topografía o forma, sino en términos de su
función. Por lo tanto, esto significa que poco importa la forma o estructura en la
naturaleza de lo que es aceptación. Lo que importa de esta definición es lo que
esta hace. Y esto puede ser únicamente determinado entendiendo la aceptación
en relación con el contexto en el cual ocurre.
La segunda cuestión acerca del término de aceptación que queda claro en una
lectura la literatura relevante, es que la aceptación es típicamente definida
negativamente. Esto es, que se define generalmente por lo que no es.
Como un ejemplo, Hayes (1987) y Jacobson (1992) se refieren a la aceptación
como “dejar ir”, “renunciar” a luchar por el control o el cambio.
En cierto sentido, la aceptación es no hacer nada, y esto es difícil de definir
positivamente o en términos de ocurrencia, en lugar de ausencia de ciertos actos.
Tal como se utiliza aquí, el contexto se refiere a toda la constelación continuosly
evolving influences operating sobre la conducta en un momento particular.
Una forma útil de hablar acerca del contexto de la conducta es en términos de
refuerzo o contingencias
Traducciones de psicología – David Angarita Becerra - 3003192514 - macroler@yahoo.com

2. Para simplificar el asunto, este involucra las situaciones que ocasionan o evocan
la conducta, reacciones de estas situaciones, incluyendo nuestras respuestas
emocionales y verbales, privadas y publicas (ejemplo nuestros sentimientos y
pensamientos) y las consecuencias que resultan de esas acciones.
Desde esta perspectiva la aceptación involucra no intentar evitar, controlar o
cambiar algún elemento de la función de las contingencias, en un momento
particular. Las reacciones El contexto y las reacciones a este, son simplemente
experimentados. Aceptar es tener o permitir eventos y situaciones y las
reacciones que resulten.
LA RELEVANCIA CLINICA DE LA ACEPTACION
Una vez definida la aceptación de esta manera, se plantea la cuestión en cuanto a
su significado clínico. Evidentemente, la simple aceptación del mundo como es, no
es el camino al Nirvana.
Muchas cosas en el mundo pueden y deben ser cambiadas. Por lo que lo
confrontaremos con algunas preguntas:
• Específicamente, en que casos la aceptación es clínicamente relevante?
• Cual es el papel que juega la no aceptación en los problemas clínicos?
• Asumiendo que algunas cosas pueden y deben ser cambiadas, como uno
determina, cuando y que aceptar y cuando y que no aceptar?
Comenzando con la cuestión del contexto dentro del cual la aceptación es
clínicamente relevante, me parece que la aceptación es relevante clínicamente
únicamente en aquellas situaciones que constituyen conflicto.
En términos conductuales, este puede ser descrito como una conducta esta bajo
el control de contingencias que compiten. Por ejemplo, en una situación social
donde un individuo encuentra otra situación atractiva y esta contemplando iniciar
una interacción verbal. Ahora, ahí hay al menos dos grupos de contingencias que
están operando simultáneamente.
Por un lado, uno tiene que ver con el refuerzo o consecuencias deseables de
acercarse a la otra persona e iniciar un discurso social. Estos incluyen cualquier
consecuencia inmediata inherente a una posible interacción social placentera y la
posibilidad más adelante de desarrollar una relación, intimidad, compañerismo,
experiencias compartidas etc. ´
Por otro lado, están las consecuencias desagradables asociadas con el rechazo.
Esto incluye la posibilidad de una interacción desagradable, y los sentimientos y
pensamientos aversivos que típicamente continúan reacción negativa.
Si no hay competencia de contingencias en esta situación, no hay conflicto, no
seria clínicamente relevante y la aceptación no estaría interesada.
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3. Ahora, si la presente definición de aceptación es aplicada a esta situación
hipotética y esta situación hace, de hecho, involucra conflicto, algunos asuntos
interesantes y cuestiones emergen.
Primero, es evidente que una persona que no puede literalmente aceptar el
contexto entero y todas sus respuestas son engendradas porque, por definición el
contexto evoca conductas incompatibles. Por lo menos, las conductas abiertas son
evocadas por contingencias positivas, aproximación, lo que impediría que fueran
evocadas por contingencias negativas, evitación. No se puede evitar y
aproximarse simultáneamente a otra persona.
Entonces aceptación no significa literalmente, aceptar el contexto como es.
Desde esta perspectiva, es fácil decir que la aceptación involucra inevitablemente
elección.
En la situación social hipotética planteada antes, como una persona se aproxima a
otra, el o ella esta luchando contra la influencia de la contingencia que esta fuera
de la interacción social.
El punto es que la aceptación, por si misma, no es suficiente, como meta clínica.
Esta debe ser considerada en un amplio contexto. La aceptación debe ser
considerada el contexto de otras metas terapéuticas. En ausencia de un contexto,
la aceptación es simplemente un término abstracto, no tiene relevancia clínica.
METAS Y VALORES
Solamente teniendo metas terapéuticas claras podemos dirigirnos a la cuestión de
la elección y cuestiones relacionadas con que aspectos de un contexto van a ser
aceptados o no. Pero esto no significa que la cuestión deba ser evadida o que los
valores o metas no deban ser explicados. De hecho no hay forma de evitar la
cuestión por lo menos implícitamente.
Todos los objetivos terapéuticos sin importan cuan circunscritos o justificables
estan derivados de valores.
El rol de los valores en la determinación de los objetivos terapéuticos es tal vez
mas conspicuo con clientes cuyos problemas son menos circunscritos. Por
ejemplo cuando los clientes se presentan con una cuestión amorfa y difícil de
operacionalizar tal como la alineación interpersonal, la perdida del significado de la
vida, la confusión de identidad, las autodudas, la angustia existencial, los objetivos
del tratamiento son menos claramente especificados y los valores del terapista
juegan un rol mas conspicuo en la formulación del plan de tratamiento.
Como ejemplo retornemos al ejemplo hipotético descrito antes, adicionado un
poco mas de información.
El individuo es un cliente varón adulto. En la situación descrita el opto por evitar
La oportunidad de interacción social y de hecho abandono el contexto sintiéndose
deprimido, confuso y solitario. A su turno, esto es característico de este cliente,
quien en general describe su vida como aislada, solitaria y vacía.
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4. El reporta que quiere desarrollar relaciones, pero le aterra el rechazo.
Después de varios intentos infructuosos para desarrollar relaciones sociales, se
esta imaginando si seria mas simple y menos doloroso aprender a lidiar con su
soledad.
El entendimiento de la relación entre los valores y la aceptación es útiles porque
da un marco para entender los beneficios generales de la aceptación los afectos
adversos de la no aceptación. Desde una perspectiva clínica, los valores son
vistos como un tronco desde el cual cualquier visión del terapista se relaciona con
la salud psicológica o el bienestar. Esto es, el valor del clínico el cual esta en
concordancia con y facilita la salud psicológica.
Contrariamente la no aceptación causa problemas cuando interfiere con el
malestar psicológico.
BIENESTAR PSICOLOGICO
La noción de salud psicológica o bienestar podría parecer un poco extraño en el
papel, desde una perspectiva analítico- conductual. Después de todo la visión del
conductismo no esta altamente correlacionada con una cuestión aparentemente
humanista y poco científica. Mas aun el campo de la terapia conductual ha sido
conspicuamente silencioso sobre esta cuestión.
Actualmente el análisis de la conducta tiene suficiente que decir acerca de la
cuestión de los valores, pero esa discusión esta más halla del propósito de este
escrito. Sin embargo la cuestión no puede ser ignorada por siempre,
especialmente porque es esencial aclarar acerca de la visión psicológica de modo
que podamos tener claro los objetivos del tratamiento y los valores.
Tomando prestado de la literatura de psicoterapia humanista y existencial (porque
estan son las literaturas que directamente han tratado este tema),
Permítanme proponer la siguiente lista de características del bienestar psicológico:
• Compromiso con los valores
• Apertura a la experiencia
• Intimidad
• Autenticidad
• Aceptación de uno y de otros
• Generosidad
• Trabajo productivo
Aunque hay espacio para el desacuerdo acerca de lo que debería estar incluido en
esta lista, es seguro decir que la mayoría estaría de acuerdo en que los individuos
que presentan estas características serian definidos como psicológicamente
saludables.
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5. No obstante el punto aquí no es establecer las características definitorias de la
salud psicológica. Es discutir estas características generales en el concepto de la
aceptación.
Lo que es interesante acerca de estas características es que todas conllevan
conflicto. Esto es, que ellas representan conjuntos de contingencias competentes.
Adicional, cada una requiere aceptación y sugiere como la aceptación podria ser
incorporada en el curso del tratamiento. Tome por ejemplo el compromiso con los
valores. Lo que queremos decir aquí es una disposición a actuar en concordancia
con los valores personales aun cuando en el corto término las contingencias no
sugieran hacerlo. Si por ejemplo uno valora las consecuencias asociadas con el
logro, entonces un acuerdo para alcanzar metas requiere que uno actué
correspondientemente aun sabiendo que hay una posibilidad real de fallar
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